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lunes, 9 de febrero de 2015

CAPÍTULO VEINTIOCHO



La primera persona a la que Lali vio cuando entró en el salón de baile del brazo de Peter, fue Pablo. Él también los vio a ellos, y se acercó con mal disimulada alegría. Pero el saludo con el que le recibió Peter fue frío y distante.

—Has vuelto muy pronto de Chicago –comentó Pablo—. ¿Cómo ha salido eso?

—Tú sabes mejor que nadie cómo.

Pablo miró a Lali con una sonrisa.

—Me encantaría decirte lo preciosa que estás esta noche, Lali, pero no me atrevo, porque Peter ya está conteniéndose para no romperme la mandíbula de un puñetazo.

—Pero… ¿por qué? –preguntó Lali, sin comprender nada.

—Por una rosas rojas y un beso. Pero me parece que se olvida de otra chica de la que yo siempre he estado enamorado, aunque nunca me he atrevido a pedirle que se casara conmigo. Verás: Peter se ha cansado de mi falta de decisión, y le ha enviado a Eugenia dos docenas de…

Peter rompió a reír.

La noche transcurrió entre champán, música y luz. Alrededor de media noche, mientras bailaban muy juntos una melodía lenta, Peter le preguntó:

—Lali, ¿quieres que nos volvamos ya?

El deseo que ardía en sus ojos verdes explicaba la razón, así que Lali asintió sonriente, y juntos se dispusieron a salir.

Pero de pronto, una voz familiar le provocó a Lali un escalofrío.

—Peter –saludó Philip Whitworth con una sonrisa hipócrita—. Me alegro de verte. Me parece que no conozco a esta jovencita.

Lali, un tanto aliviada, apartó los ojos de Philip y se fijó en Carol Whitworth primero y después en Peter. Más que madre e hijo, parecían dos desconocidos.

—Lali, te presento a Philip Whitworth y a su mujer, Carol.


Unos minutos después, ya dentro del coche, Peter la miró fijamente.

—¿Te ocurre algo? –le preguntó preocupado.

—Nada –respondió Lali con un suspiro—. Julia me contó hace unos días que Carol Whitworth es tu madre.

Peter no se inmutó.

—Sí, es cierto.

—Si yo fuera tu madre… me sentiría orgullosa de ti. Cada vez que te mirara, pensaría que ese hombre tan guapo, elegante y poderoso es mi…

—Tu amante –susurró Peter, atrayéndola hacia sí.

Lali le acarició el cabello y le besó en la boca.

—Te quiero.

—Ya empezaba a pensar que no ibas a decírmelo nunca –respondió Peter con una sonrisa.

Cuando llegaron al apartamento de Lali, Peter le quitó el saco y comenzó a desabrochar su chaqueta, mientras ella le contemplaba, nerviosa e impaciente.

—¿Te apetece beber algo? –le preguntó con voz trémula.

—No.

Peter la siguió hasta la ventana y la abrazó desde atrás, besándole la mejilla, el cuello, mientras le acariciaba lentamente los senos por encima de su vestido de terciopelo. Lali se estremeció de placer cuando Peter aventuró la mano por debajo de la tela, buscando ávidamente la piel suave de sus pechos. Después la hizo volverse entre sus brazos y la besó en los labios muy suavemente, provocándola hasta que sus bocas se unieron en un beso húmedo y caliente, animado por un deseo que crecía por momentos… Lali se dejaba llevar, y le acariciaba la espalda y el cuello, movida por una extraña mezcla de sensaciones, en la que predominaba el miedo a perderle y la urgencia desmedida por disfrutar de aquel momento único.

En medio de aquel torbellino de pasiones y deseos, Peter advirtió que Lali le estaba besando como nunca lo había hecho antes, y que movía sus caderas voluptuosamente contra las suyas incitándole… La niña inexperta y tímida que conoció un día en Harbor Springs había muerto, dando paso a una mujer apasionada que le estaba desnudando entre caricias… caricias expertas.

Peter se quedó quieto y frío. Un mal presentimiento acababa de nublarle la razón. Separándose de Lali, dijo en tono seco:

—Me apetece beber algo. ¿Puedes ofrecerme una copa?

Lali no esperaba aquel repentino cambio de actitud y no pudo por menos que asombrarse por el timbre cansado y triste de su voz. Sin decir nada, fue al bar y le preparó un whisky con agua.

—¿Así está bien? –preguntó, ofreciéndole la copa.

Peter esbozó una falsa sonrisa.

—Sí, gracias. Dime, Lali, ¿cuántos ha habido?

—¿Cuántos qué?

—Amantes.

Lali no podía dar crédito a sus oídos. Después de todo lo que había dicho y lo que le había hecho pasar, ahora que realmente estaba enamorado de ella, sentía celos. En aquel momento no sabía si golpearle, echarse a reír o simplemente abrazarle. Pero al final se decidió por una pequeña venganza, a su modo: si él quería pensar cosas malas, le seguiría el juego.

—¿Qué más da cuantos amantes haya tenido? Tú mismo me dijiste en Harbor Springs que hoy en día los hombres ya no aprecian la virginidad y que la falta de experiencia ha dejado de considerarse una virtud, ¿no es así?

—Sí.

—También me dijiste –prosiguió Lali, disimulando una sonrisa—, que las mujeres tienen las mismas necesidades sexuales que los hombres, y que tenemos derecho a satisfacerlas con quién nos plazca. Pusiste mucho énfasis en…

—Lali, te he hecho una pregunta, no porque me importe cual se la respuesta, sino porque necesito saberlo para librarme de la incertidumbre. Por favor, dime cuántos hombres ha habido, y si te ha gustado o no te ha importado en absoluto… ¡lo que sea! No te lo echaré en cara, de verdad, pero tengo que saberlo.

En su fuero interno, Lali sabía muy bien que mentía y que se sentía celoso.

—Ya sé que no me lo vas a echar en cara –dijo alegremente mientras intentaba descorchar un botella de vino—. Precisamente me dijiste…

—No me cuentes lo que dije, porque ya lo sé. Dime ¿cuántos?

—Sólo uno.

Peter reaccionó como si acabara de recibir un golpe.

—¿Sentías algo por él?

—Cuando estaba con él, creía que le amaba –dijo Lali jovialmente, hundiendo el sacacorchos.

—Muy bien. Olvidémoslo –dijo Peter en tono concluyente, acercándose para ayudarla con la botella.

—¿De verdad no te importa? –preguntó Lali—. ¿Vas a ser capaz de olvidarlo?

—Si… Con el tiempo, sí.

—¿Qué es eso de que “con el tiempo”? Tú decías que no era nada malo que una mujer satisfaga sus necesidades biológicas…

—¡Sé perfectamente lo que dije, maldita sea!

—Entonces, ¿por qué estás tan enfadado? ¿No serían mentiras tales ideas tuyas?

—No, no era mentira. Cuando te lo dije, lo creía sinceramente.

—¿Por qué?

—Porque era lo más conveniente. Entonces no estaba enamorado de ti.

Lali sentía que, a cada momento que pasaba, le amaba más.

—¿Quieres que te hable de él?

—No –respondió Peter fríamente.

—Yo creo que te hubiera gustado. Era guapo como tú. Muy elegante, sofisticado y experto. En dos días consiguió vencer mi resistencia y…

—¡Maldita sea! ¡Cállate!

—Se llama Juan.

—¡No quiero seguir escuchándote!

—Juan Pedro Lanzani.

Peter experimentó una sensación de alivio tan intensa, que le desbordó por completo, y durante un momento no supo qué decir. Ante él, de pie, Lali irradiaba belleza y sensualidad. Su suave melena castaña y el ceñido vestido de terciopelo negro era una invitación.

Lali le amaba.

La miró en silencio y, después, dejando escapar un suspiro, dijo:

—Lali, me gustaría tener dos hijas con tus mismos ojos cafés. También me gusta mucho tu pelo oscuro, así que si te las puedes arreglar… Pero por favor, no llores –añadió, abrazándola al ver las lágrimas que rodaban por sus mejillas.

La levantó en brazos y subió las escaleras que subían al dormitorio. Se desvistieron frente a frente, sin prisa y sin dejar de mirarse. Al ver a Lali desnuda ante él, sin sombra de vergüenza, Peter impulsado por la ternura, cogió su cara entre las manos y comprobó, mirándola a los ojos, que Lali estaba dispuesta a entregarse a él sin ninguna reserva, simplemente por amor.

—Yo también te amo, Lali.

Por toda repuesta, Lali apretó su cuerpo contra el suyo, rodeándole los hombros con los brazos. Peter intentó contener a duras penas la urgencia de su deseo, y comenzó a besarla, buscando ávidamente la dulzura cálida que Lali escondía detrás de sus sonrosados labios. Sus lenguas se encontraron y a partir de entonces la pasión los arrastró como un remolino y los llevó a la cama; Peter la acarició, la tocó y la acarició con una ternura y una delicadeza nuevas, pero también con desesperación.

—Te deseo –susurró Peter—. No sabes cuánto.

Sus palabras entrecortadas inflamaban la pasión de Lali, y sus caricias y sus besos la atormentaban y la enloquecían arrastrándola cada vez más cerca del final.

Peter separó suavemente sus muslos y Lali, instintivamente, arqueó la espalda dispuesta a entregarse. Entonces Peter la penetró y se unió a ella con un ritmo violento y salvaje. La excitación aumentaba en cada empuje, y Lali sentía crecer desmesuradamente su excitación… hasta que de pronto sintió una explosión tan fuerte que arrancó un grito de su garganta. Peter la estrechó entonces con todas sus fuerzas y después de un momento de tensión se hundió con ella en el misterioso reino del placer.


Debía ser muy temprano cuando, a la mañana siguiente, Lali se despertó sobresaltada por el timbre del teléfono. Pasando el brazo por encima del pecho desnudo de Peter, lo descolgó.

—Dígame. Es Pablo, Peter. Quiere hablar contigo –dijo, tendiéndoselo a él.

Peter sostuvo una breve conversación y después salió de la cama.


—Tengo que irme a Oklahoma hoy mismo –le explicó con un gesto de fastidio—. Hace unos cuantos meses compre una empresa petrolera cuyo dueño había estado explotando a sus empleados desde siempre. Sin delegados están intentando negociar nuevos contratos con esos mismos empleados, pero ellos están acostumbrados a recibir promesas que no se cumplen, así que no tengo más remedio que ir para allá y hablar directamente con ellos, porque nos están amenazando con ponerse en huelga. Pero volveré mañana mismo, te lo prometo. No veremos en la oficina.

Continuará...

24 comentarios:

  1. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

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  2. Jjajajaja,se la devolvió a Pablo !!!.

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  3. Se va a pudrir todo cuando se entere lo de phill espero que no se enoje tanto
    +++
    @x_ferreyra7

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  4. Todo muy bonito para ir bien hasta q descubra la verdad..quiero masss

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  5. Sigo esperando que le diga la verdad!
    Espero mas!

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  6. Que no se entere de la verdad todo está perfecto así

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  7. Jajaja me encanta ver a Peter celoso...
    Me da un mal presentimiento.. Esta separación... Peter, no se como se va a enterar de todo y no precisamente por Lali...

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  8. Acá en Italia son las 2.35 de la mañana y aquí estoy yo esperando el próximo capitulo... así que porfi no me dejes en banda 🙏🙏🙏

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  9. Ayyyy no se viene lo peor lo presiento

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  10. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

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  11. Sube prontito porfa , está mas que buena

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  12. Hola!! Puedo preguntar algo?? Hoy me acorde de una novela que lei hace muchooo pero no me acurdo del nombre y estoy casi segura que la lei qui!!! Es sobre un Guionista que escribio sobre su relacion con su ex y se enamora de la actriz que hace su parte en la pelicula. Si alguien la reconoce, por favor di me el nombre xq tengo muchas ganas de leerla otra vez!

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  13. Al fin pude entrar,ando atrasada con la nove,se me tilada la pagina :((( Q cambio en Peter,JAJAlo tiene colado lali,me encanta!

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  14. Mas de una semana ha pasado, aparecee

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  15. Ya no subis mas??
    Hace mas de una semana..

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