Cuando se quedó solo, Peter emitió un suspiro de alivio.
¿Por qué no estaba aquella niña en un jardín de infancia o con su institutriz?
La pequeña hablaba sin parar y, aunque habían dejado de palpitarle las sienes,
todavía estaba ligeramente mareado. Levantó una mano y se tocó la frente. Sus
dedos palparon un vendaje.
Desplazando las yemas por su rostro, se tocó una recia
barba de varios días. ¿Cuánto tiempo llevaba allí? ¿Una semana? No era de
extrañar que le hubiera crecido tanto la barba.
Deslizó la mano hacia abajo y se palpó el vendaje de las
costillas. Una inspiración profunda le bastó para confirmar que aún le faltaba
bastante para estar completamente curado. Cuando probó a mover las piernas,
descubrió dos cosas: que le dolían pero las podía mover y que estaba desnudo.
Miró bajo la sábana y frunció el ceño. Alguien le había
quitado la ropa y le había lavado. Por alguna razón insondable, un extraño
hormigueo recorrió todo su cuerpo cuando se imaginó a Lali Espósito
inclinándose sobre su cuerpo desnudo.
La puerta de la alcoba se abrió y entró Lali con una gran
bandeja en las manos. Peter se arregló apresuradamente la sábana. Un calor
desconocido le inundó el rostro.
—Lali: Ya estamos aquí—dijo, colocando la bandeja sobre
la mesita de noche. Miró a Peter y arrugó la frente—. Se le han sonrojado las
mejillas. Espero que no le haya vuelto a subir la fiebre —dijo mientras le
ponía la mano en la frente.
«¿Sonrojado?», se preguntó Peter y, acto seguido, dijo
más bruscamente de lo que pretendía:
—Peter: Estoy bien. Sólo tengo hambre.
—Lali: Por supuesto. Y no está caliente. —lo observó
detenidamente durante breves momentos, frunciendo los labios—. Hummm. Le
resultará mucho más fácil comer si le incorporo un poco. Déjeme ayudarle —dijo,
incorporándolo con delicadeza y colocándole los almohadones detrás de la
espalda— ¿Qué tal?
Tras superar el mareo inicial, Peter se encontró
considerablemente mejor, aunque se sentía muy débil.
—Peter: Bien. Muchas gracias.
Lali se sentó en el borde de la cama y cogió de la
bandeja un cuenco y una cuchara. Luego cogió con la cuchara un poco de una
especie de puré de extraño aspecto.
—Peter: ¿Qué es? —preguntó, aunque no le importaba
demasiado. Estaba tan hambriento que se habría comido hasta las sábanas.
Ella le acercó la cuchara a los labios.
—Lali: Una especie de avena.
Aunque a Peter le resultaba raro que alguien le diera la
comida en la boca, no tenía fuerzas para discutir. Abrió la boca obedientemente
y tragó.
—Lali: ¿Le gusta? —preguntó ella, estudiando la expresión
del rostro de Peter.
—Pete: Sí. Es muy bueno. Muy peculiar.
—Lali: No me extraña, porque tenemos un cocinero muy
peculiar.
—Peter: ¿Ah sí? ¿En qué sentido? —preguntó y luego abrió
la boca para recibir la próxima cucharada.
—Lali: Pierre es..., bueno, bastante temperamental,
digamos que tiene bastante genio. Su sensibilidad gala es fácil de herir.
—Peter: Entonces, ¿por qué le contrató?
—Lali: Oh, no le hemos contratado. Pierre era el cocinero
del barco de mi padre. Cuando mi padre murió, Pierre se instaló en casa y se
hizo cargo de la cocina. Pobre de quien ose entrar en sus dominios sin su
permiso.
Una sonrisa tiró de las comisuras de la boca de Peter.
Pierre tal vez fuera difícil, pero hacía una especie de avena condenadamente
rica.
Tras vaciar el cuenco, Peter se empezó a encontrar mucho
mejor. Cuando Lali le ofreció una tostada, él aceptó y le dio un mordisco.
Masticando en silencio, analizó detenidamente a la joven que estaba sentada en
el borde de la cama.
Era muy bonita. Hermosa, de hecho. Con aquel rostro oval
tan cerca, Peter no pudo evitar fijarse en la textura suave y delicada de su
cutis color crema. Sus ojos eran realmente extraordinarios, expresivos,
transparentes como el cristal y enmarcados por unas preciosas cejas
delicadamente arqueadas. Aquellos ojos ámbar lo miraban con evidente curiosidad
y preocupación.
La mirada de Peter se detuvo en los labios de Lali. Eran
exactamente como los recordaba. Rosados, carnosos, sensuales; daban ganas de
besarlos. De hecho, aquélla era la boca más sensual que Peter había visto en
toda su vida. Tragó saliva y carraspeó.
—Peter: Ustedes me rescataron —dijo, forzándose a apartar
la mirada de la boca de Lali.
—Lali: Sí. ¿Recuerda algo de lo ocurrido?
—Peter: Me seguían dos hombres. Recuerdo que corrí con
Pericles entre los árboles. Me dispararon e intenté ocultarme en el bosque. —Se
tocó cuidadosamente el vendaje de la frente con expresión decepcionada—. Por lo
visto, no lo conseguí.
Lali, visiblemente alarmada, abrió los ojos de par en par
y se apretó el estómago con una mano.
—Lali: ¿Salteadores de caminos?
Peter pensó inmediatamente que el hecho de que ella
sospechara que alguien intentaba matarle no era lo que más le convenía en aquel
momento. Seguro que lo enviaba de vuelta a Londres si creía que había la más
remota probabilidad de que el asesino se presentara en su casa, y él tenía más
claro que el agua que no se sentía con fuerzas para emprender el viaje. Además
tampoco quería asustarla. Seguro que, fuera quien fuese quien quería verle
muerto, no le encontraría allí.
—Peter: Salteadores de caminos, por supuesto —contestó
él— ¿Cómo me encontraron?
—Lali: Vimos a su caballo parado al lado del camino.
Tenía varios rasguños, estaba ensillado y sin jinete. No hacía falta ser ningún
genio para suponer que había ocurrido algo malo. Lo monté y me guió
directamente hasta usted.
Peter hizo ademán de llevarse la mano a la boca, pero se
detuvo a medio camino y miró fijamente a Lali.
—Peter: ¿Acaba de decir que montó a Pericles? —no se lo
podía creer. Su caballo no permitía que lo montara nadie más que él. Ninguna
otra persona podía dominar a aquel animal tan corpulento.
—Lali: ¿Es así como se llama? ¿Pericles?—Después de que Peter
asintiera con la cabeza, ella añadió—Es un animal fabuloso. Tan tierno y
cariñoso.
Peter la miró fijamente, sin salir de su asombro. Era
obvio que no estaban hablando del mismo animal.
—Peter: ¿Pericles se dejó montar? Normalmente no permite
que lo monte nadie excepto yo.
Ella negó con la cabeza.
—Lali: Se me dan muy bien los caballos. Parece como si
tuviéramos una afinidad mutua.
—Peter: ¿Cómo consiguió montarlo sin una silla de mujer?
—Lali: Yo... bueno... lo monté a horcajadas.
—Peter: ¿A horcajadas? —preguntó. «Seguro que he oído
mal.»
Lali se sonrojó todavía más.
—Lali: Por experiencia, sé que las circunstancias
extremas a menudo requieren soluciones que se salen de lo corriente.
—Peter: Entiendo —dijo, aunque, de hecho, no entendía
nada. Era evidente que Lali Espósito era una mujer que se salía de lo
corriente, algo por lo que él debía estar agradecido, puesto que, gracias a
eso, había podido salvarle la vida.
—Lali: ¿Tiene usted algún familiar o amigo a quien
podamos informar sobre su paradero? Estoy segura de que deben de estar muy
preocupados por usted.
Peter tuvo que contenerse la amarga risa que le provocaban
las palabras de Lali. «Muy preocupados. Lo dudo mucho.» Sus padres, el duque y
la duquesa de Moreland, no se percatarían de su ausencia a menos que ésta
interfiriera con alguno de sus interminables compromisos sociales o aventuras
extramatrimoniales. Su hermano, Benjamín, era demasiado egoísta, se
emborrachaba demasiado a menudo y estaba demasiado metido en sí mismo para
preocuparse por el paradero de Peter. Y la apocada mujer de Benjamín, María,
parecía tenerle miedo, de modo que era poco probable que lamentara su ausencia.
Solamente su hermana pequeña, Rocío, podría preguntarse por su paradero, pero
hasta eso era poco probable, puesto que él y Rocío no tenían ninguna cita
programada para la semana anterior.
Sin saber quién quería verle muerto ni por qué, Peter
decidió que tal vez sería mejor no informar sobre su verdadera identidad.
Nadie sabía que «el herido» era el marqués de Glenfield,
heredero de un ducado. Ahora estaba seguro en aquel pueblecito alejado de
Londres, un tranquilo refugio donde podría recuperarse y decidir qué hacer.
Sería un estúpido si no se aprovechara de la situación. Un plan se empezó a
fraguar en su mente.
—Peter: No tengo familia —dijo, y sintió una punzada de
culpabilidad cuando Lali le cogía la mano y se la apretaba suavemente.
—Lali: ¡Lo siento! —susurró. —Seguro que hay alguien con
quien le gustaría ponerse en contacto —dijo ella—. ¿Tal vez otro caballero? ¿Un
amigo? ¿O tal vez la persona para quien trabaja?
«¿Trabajar?» Era obvio que ella creía que él era un
plebeyo.
Sopesó rápidamente sus opciones. Aunque no quería que
nadie conociera su paradero, necesitaba confiar en alguien, y sólo había una
persona que merecía toda su confianza. Su mejor amigo y cuñado: Gastón Dalmau,
conde de Blackmoor.
—Peter: De hecho, me gustaría contactar con alguien.
—Lali: Excelente. ¿Un amigo?
—Peter: Sí, alguien con quien solía trabajar.
—Lali: ¿A qué se dedica? —le preguntó ella, con los ojos
brillantes de curiosidad.
—Peter: Soy... soy tutor—improvisó rápidamente—. Trabajo
para una familia en Londres.
—Lali: ¿Tutor? ¡Eso es estupendo! ¿Qué asignaturas
imparte?
—Peter: Ah, las habituales. Las clásicas.
—Lali: ¿Matemáticas? ¿Latín?
—Peter: Por supuesto.
Una amplia sonrisa iluminó el rostro de Lali.
—Lali: Lingua latina? Vero?
A Peter por poco se le escapa un gruñido. «¡Maldita sea,
todas las mujeres saben latín.» A la desesperada, conjugó para sus adentros
unos cuantos verbos y deseó lo mejor.
—Peter: Caput
tuum saxum immane mittam.
La sonrisa de Lali dio paso a una expresión de profunda
extrañeza.
—Lali: ¿Por qué le gustaría tirarme una piedra enorme a
la cabeza?
Él intentó no inmutarse. Al parecer, no había dicho:
«encantado de conocerla».
—Peter: Estoy seguro de que no lo ha entendido bien.
—Para distraerla, carraspeó varias veces—. ¿Puedo beber un poco de agua?
—Lali: Por supuesto. —llenó un vaso y se lo dio a Peter.
Él dio un par de sorbos y le devolvió el vaso.
—Peter: Gracias.
—Lali: De nada, Peter. —Se le sonrojaron las mejillas—.
En realidad, no debería llamarle Peter. ¿Cuál es su apellido?
Sin pensar, Peter contestó:
—Peter: Lanzani... —Y deseó poder darse a sí mismo una
patada en el trasero. «Tanta complicación sólo para mantener el anonimato.»
Tosió varias veces y añadió—: son. Lanzanison.
—Lali: Peter Lanzanison... hummm... el nombre Peter
significa «victorioso», y Lanzanison… mm… no estoy segura. Usted tiene un
apellido de lo más extraño. —Lali le dirigió una sonrisa de complicidad—.Tengo
la afición de estudiar el origen y el significado de los nombres. El suyo es un
nombre de gran nobleza.
—Peter: Para un don nadie... —se apresuró a añadir.
—Lali: Oh, pero usted no es un don nadie. En absoluto,
señor Lanzanison. No hace falta tener un título nobiliario para ser un hombre
noble.
—Peter: Desde luego que no —dijo en voz baja—. Lali es un
nombre poco frecuente. ¿Qué significa?
—Lali: “Lali” es solo un sobre nombre. Mi nombre es
Mariana —Para sorpresa de Peter, a Lali se le sonrojaron considerablemente las
mejillas.
—Peter: ¿Y qué significa?
—Lali: Significa «del prado de heno».
Peter no se podía imaginar por qué motivo «del prado de
heno» podía hacer que las mejillas de Lali adquirieran un color tan febril.
Incapaz de contener su curiosidad, le preguntó:
—Peter: ¿Por qué se ha ruborizado?
A Lali todavía se le subieron más los colores y se mordió
el labio inferior mientras se le curvaban las comisuras de los labios en una
divertida sonrisa.
—Lali: Tal vez se lo explique cuando se sienta más
fuerte. Me sabría fatal escandalizarle o provocarle una conmoción que le haga
recaer —contestó a punto de reírse—. Además, es algo que no puedo contarle
hasta que nos conozcamos mejor.
Antes de que él pudiera cuestionar las intrigantes
palabras de Lali, ella cogió una servilleta de lino de la bandeja y se inclinó
hacia Peter.
—Lali: Se ha dejado una miguita de pan —le dijo,
frotándole el labio inferior con la servilleta.
Peter la miró fijamente mientras ella le tocaba la boca
con la servilleta y le asaltaron toda suerte de pensamientos. El rostro de Lali
estaba sólo a unos centímetros del suyo, sus magníficos ojos fijos en su boca. El
contacto duró sólo unos segundos, pero bastó para que Peter se estremeciera
íntimamente. Notó que la sábana se le había tensado en la parte de los
genitales y, de repente, lo recordó.
Estaba desnudo.
Para su sorpresa, un rubor de puro azoramiento empezó a
subirle por el cuello. Había mantenido relaciones sexuales con multitud de
mujeres y, sin embargo, ahí estaba, sonrojándose como un escolar.
—Peter: A propósito, ¿pudieron salvar algunas de mis
ropas? —preguntó flexionando las rodillas para que ella no se diera cuenta de
la forma en que se le había tensado la sábana en la zona de la entrepierna.
«¡Justo lo que necesitaba! Que me doliera una parte más del cuerpo»
—Lali: Me temo que sus ropas estaban demasiado
destrozadas para aprovecharlas, pero tengo prendas que pertenecían a mi padre
que seguro que son de su talla. Si me disculpa un momento, los iré a buscar.
Peter respiró aliviado cuando Lali salió de la habitación.
«¿Qué diablos me pasa?» Cuando Lali volvió al cabo de varios minutos con los
brazos llenos de ropa, Peter había recuperado el control.
—Lali: ¿Se siente con fuerzas de levantarse? —le preguntó
ella—. Tal vez sería mejor que esperara...
—Peter: No. Me gustaría estirar un poco las piernas —dijo
con firmeza.
Lali estaba de pie junto a la cama, con las manos en las
caderas y, por primera vez, Peter se dio cuenta de cómo era. Deslizó la mirada
por toda su estatura, fijándose en cada curva y recoveco que se insinuaba bajo
el vestido.
—Lali: ¿Necesita ayuda?
Pero, para su mortificación, Peter no estaba en
condiciones de ponerse de pie. «¡Maldita sea! ¿No se da cuenta de que estoy
desnudo?»
—Peter: No, gracias, puedo hacerlo solo —dijo en tono
cortante.
Lali se inclinó hacia delante y asió los antebrazos de Peter.
Cuando éste se resistió a que le ayudara a levantarse, ella lo miró a los ojos.
Su mirada reflejaba una ligera irritación.
—Lali: ¿Prefiere quedarse en la cama, señor Lanzanison?
—Peter: Peter. Llámeme Peter. Es ridículo que ahora, de
repente, empiece ha llamarme señor Lanzanison —espetó—. Lo único es que, bueno,
estoy...
—Lali: Está desnudo bajo la sábana. Sí, soy plenamente
consciente de ello. —La naturalidad de la respuesta de Lali todavía incomodó
más a Peter—. Pero, como le he estado curando durante las últimas semanas, no
tiene por qué avergonzarse —Hizo una mueca con los labios—. Le prometo no
mirar.
Peter notó que se le estaba calentando la cara. «¿Acaso
se está riendo de mí?» Había infinidad de mujeres en Londres que lo encontraban
irresistible. Y, sin embargo, aquella muchachita de pueblo parecía
completamente tranquila, mientras que él estaba manifiestamente azorado.
De hecho, cuanto más pensaba en ello, más le irritaba la
aparente serenidad de Lali, y sintió el deseo de hacerle perder la compostura.
Si había algo que se le daba bien era hacer perder la compostura a una mujer.
Mirándola directamente a los ojos, le preguntó arrastrando la voz, con un
seductor susurro:
—Peter: Entonces supongo que fue usted quien me desnudó.
Los pómulos de Lali adquirieron un color casi carmesí y se
puso tiesa súbitamente, soltando los brazos de Peter como si se hubiera quemado
con ellos.
—Lali: Yo... yo sólo ayudé a Winston y a Grimsley. Pero
salí de la habitación en el momento oportuno.
La reacción de azoramiento de Lali animó
considerablemente a Peter ¿Cuánto podían subirle los colores a Lali? Esbozando
una insinuante sonrisa, le dijo:
—Peter: Bueno, puesto que aparentemente no hay nada
debajo de esta sábana que usted no haya visto, sugiero que... procedamos.
El rojo de las mejillas de Lali se intensificó más allá
del carmesí, lindando con el escarlata. Tragó saliva visiblemente.
—Lali: ¿Que procedamos?
—Peter: Sí. ¿Le importa pasarme el batín?
Ella dudó por un momento, pero hizo lo que él le pedía. Sintiendo
que había recuperado el control sobre sí mismo y sobre la situación, Peter
deslizó con cuidado los brazos dentro de las mangas del batín, quejándosele las
costillas con cada movimiento. Después de atarse el cinturón alrededor de la
cintura, acercó lentamente las piernas al borde de la cama y, apoyándose en los
brazos de Lali, bajó las piernas y se sentó.
Se apoyó en los hombros de Lali y ella lo sujetó con
ambas manos por la cintura para ayudarle a sostenerse en pie. El notó la
calidez de sus palmas a través del fino batín de seda. Con aquellos labios tan
increíblemente carnosos enfrente de él y aquellos seductores y acuosos ojos
mirando a los suyos, una repentina oleada de sangre le inundó los genitales. Se
soltó de ella tan rápidamente que por poco se cae.
—Lali: ¡Cuidado! —Le advirtió cogiéndolo con más fuerza
por la cintura—. Apóyese en mí y tal vez logremos dar algunos pasos.
Apretando los dientes, Peter se apoyó en el hombro de Lali
y dio un paso de prueba. Fueron avanzando, poco a poco, pero al final consiguieron
dar una vuelta a la alcoba. Luego ella le ayudó a sentarse en el borde de la
cama.
—Peter: ¡Uf! Me siento tan débil... —murmuró él,
disgustado porque el breve paseo le había dejado agotado.
—Lali: Ha estado muy grave. Tiene que darse tiempo para
recuperar fuerzas —Cruzó la habitación y se detuvo delante de la puerta—.
Intente descansar y vendré a ver cómo está dentro de varias horas. —Luego se
volvió para marcharse.
—Peter: Lali…
Ella miró hacia atrás, con expresión de interrogación.
—Peter: Gracias por todo lo que ha hecho por mí. Me ha
salvado la vida.
Ella esbozó una sonrisa angelical.
—Lali: No se merecen. Ha sido un placer. —Y se fue,
cerrando la puerta tras de sí.
_____
En Londres, una figura solitaria miraba con ojos
entornados por la ventana de una casa de Park Lane. Sus dedos inquietos se
cerraron en sendos puños y una oleada de rabia, caliente y rebosante de odio,
recorrió sus venas.
«¿Dónde diablos te has metido, Peter? Si has muerto, ¿por
qué no está tu cuerpo donde se supone que debería estar? Y, si estás vivo, ¿por
qué no has vuelto a casa?» La figura inspiró profundamente varias veces
intentando calmarse. «No importa. Si estás muerto, tu cuerpo acabará por
aparecer. Y si estás vivo... bueno, pues no será por mucho tiempo.»
Continuará...
_____________________________________
Les dejo el ÚNICO capítulo de hoy!!
es largo! ^-^ espero q lo disfruten!...
Caparatodos: Gracias Cami! igual me deje llevar con el banner del cumple de Peter! me sentía inspirada! JAJA! ;) y por TODOS los fondos tengo q agradecer a: http://www.dolliecrave.com se los super recomiendo! tienen miles de cosas interesantes! :D
AMO tu banner :D es hermoso!
ResponderEliminarNo comento sobre tu nove xq cuando desapareciste no me pude aguantar y la busque y me lei algunos caps :s pero ahora me estoy conteniendo para no seguir leyendola asi te firmo! seguro en el proximo cap ya aparece lo ultimo que leí!
bueno nada, espero que andes bien!
Besos
:)
Uuuu el único :( ...me encanto el CAP estuvo buenísimo haha peter esta on fire jajaja mas mas mas mas
ResponderEliminarsencillamente PERFECTO el banner!
ResponderEliminarfelicitaciones! Peter se lo merece, ojalá lo viera...
muchas gracias por el capitulo
besos
Es benjamin no?Di q sí JAJAJA!Largo y muy bueno.Me encantó!
ResponderEliminarjajaja me mata que lali habla tan natural q el estaba desnudo y peter se haya puesto asi tan nervioso jajaja
ResponderEliminarquiero otro cap
beso
Me encanto, se corrían carreras para ponerse colorados! más!
ResponderEliminardaanni danni danni tenes que hacer un maaton te lo ruego imploro y pidooooo jajajaja sabes que amo tu nove no??? si no lo sabes AMO TU NOVELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSS
ResponderEliminarESTOY LOCA POR MAS NOVE LOCA POR MAS NOVE Y ESTOY LOCA POR OTRO CAPITULOOOOOOO
mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
ResponderEliminarmas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
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ResponderEliminarPeter ruborizado como un adolescente ,jajaja,un dolor más ,jajaja,pobrecito.
ResponderEliminarMe encanto el cap..:))
ResponderEliminarMas Novee
ResponderEliminarMe encantó el cap :) Me mata quee Peter se haya puesto nervioso jajaja.
ResponderEliminarMás novee
JjJAJAJAAJAJA lali pone nervioso a peter eh!jj
ResponderEliminarMe encantan todas tus noves , MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS
ResponderEliminarQuiesiera saber con que programa editas o haces los banners porfavor lo necesito urgente
PLEASE PLEASE
El programa que uso es PhotoScape :)
Eliminary me encanta que te encanten las noves! ^-^
Besos Dan!...
mee encanto primero peter esta descubriendo donde esta luego lo de lali y su amigo luego su apellido cambiado y al final trata de seducirla no pos con ganas massssss
ResponderEliminarExcelente capitulo
ResponderEliminarPor cierto te dejo el Lina de una adaptación laliter que estoy haciendo. Beso A
adaptacioneslaliypipu.blogspot.com.es
Ah buenísimo!! en cuento tenga mas tiempito me paso a leerla! :D
Eliminarmuchas gracias por avisar! :)
Besos Sara!
Quién cómo Lali que lo ha visto desnudo (hablo por la novela jaja )Lo lindo que el le ha agradecido el cuidado.
ResponderEliminarlo prometido es deuda y me use al día con tu nove, con el trbajo y familia a las justas tengo vida.
Masi_ruth
Por fin me puse al día!!
ResponderEliminarHe estado mal de salud y no había podido firmar
Me parece que el que quiere matar a Peter es Benjamin
Uh! espero que estés mejor!
Eliminary gracias por leer y firmar! :)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarempeze una novela soy nueva en todo esto pasate acabo de publicar el argumento http://novelapyl.blogspot.com.ar/ gracias;)
ResponderEliminarMuchas gracias por avisar! ^-^
Eliminaren cuanto tenga más tiempito me paso!
Besos y mucha suerte con el blog! :D
sube mas capis porfaa :)
ResponderEliminar@_maroly_
Sube mas capitulos
ResponderEliminarNo nos dejes con la intriga