Epílogo

Dos días después el sol se estaba poniendo allá en el horizonte. 

Ya habían terminado la mayoría de los discursos y la banda de marines estaba afinando. No había suficientes asientos, así que la mayoría de la gente se había llevado sus propias sillas y banquetas.

La celebración del día de las Fuerzas Armadas era sonada.

Había algo mágico en ver cómo los marines desfilaban y llevaban a cabo con tal precisión todo tipo de movimientos totalmente sincronizados sin hacer más ruido que el de los rifles chocando contra las palmas de sus manos.

Todos los asistentes compartían cierta sensación de orgullo. Un orgullo que jamás ningún civil podría sentir.

Cuando fue el turno del equipo Silent Drill, Ana Lanzani, Mili Lanzani y Lali Espósito, que muy pronto se convertiría también en señora de Lanzani, charlaban sentadas cómodamente en el césped en torno a su suegra Kendra.

Ana se agachó debajo de la sombrilla y, arrastrando la silla, sacó un termo con té helado.

-Ana: ¿Alguien quiere?

-Mili: No, gracias. Estoy bien –dijo inclinándose hacia delante para tratar de divisar cierto descapotable rojo.

-Ana: ¿Lali? -preguntó.

-Lali: Sí, gracias -agarró un vaso de plástico y dio un trago-. Esto es tan...

-Kendra: ¿Increíble, verdad? -dijo dándole a Lali una palmadita en la mano-. Los desfiles oficiales siempre me han emocionado. Y estoy tan contenta de que estés aquí con nosotros...

-Lali: Yo también lo estoy -dijo de corazón-. No me habría perdido esto por nada del mundo.

-Ana: No me extraña -dijo riéndose-. ¿Los hermanos Lanzani con sostenes de coco? -volvió a reírse, claramente imaginándoselos.

-Mili: Sus amigos van a hacer que sea una experiencia que nunca olviden –dijo sonriendo.

-Kendra: Y nosotras tampoco lo haremos, querida -dijo sacando una vídeo cámara de la cesta de paja que tenía a sus pies.

Lali se rió y miró a aquella mujer que tenía los mismos ojos verdes que sus hijos.

-Lali: ¿Vas a grabarles?

-Kendra: Naturalmente -respondió encendiendo la cámara y guiñándole un ojo a Lali- Siempre es bueno tener cierto material que poder usar para hacer chantaje a la familia.

-Lali: Oh -dijo, dando otro sorbo de té y disfrutando de aquel momento-. Creo que voy a ser muy feliz en esta familia.

-Kendra: Miren, chicas -gritó llena de entusiasmo-. ¡Ahí llegan!

Un Cadillac descapotable de color rojo brillante pasaba lentamente por la avenida principal. Camilo iba sentado al volante saludando a los asistentes con una enorme sonrisa en su rostro.

Peter, Eliseo y Germán iban sentados en el maletero con las piernas apoyadas en el asiento trasero. Cada uno de ellos llevaba un sostén de coco, una falda de hawaiana y la misma expresión en su rostro: la de no hay salida.

Pero la multitud los aclamó. Los trillizos Lanzani alzaron las manos para saludar y soportaron su humillación como unos verdaderos marines.

-FIN-

________________________________________________________

Terminamossssssssssssssssssssssss!!!... 

me falló la foto!... no encontré ninguna con cocos! jajaja... pero bueno al menos son... son... q se dice?... bueno no importa!... ESPERO q les haya gustado esta serie!... 

Hoy estoy sin sueño así que tal vez les deje el primer cap de la siguiente nove!... aunque no les prometo nada!! ;D

GRACIAS POR LEERR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

BESOSS 

Danii :D