Capítulo 22

Peter estaba encima de Lali y acalló con la boca sus palabras.

A través de la ropa, ella sintió la dura erección de Peter, creciendo contra su vulnerable suavidad. Le resultaba sorprendentemente natural encajarse con un cuerpo como aquel. Lali deslizó las manos por debajo de su camisa y acarició la sedosa piel de su espalda hasta tocar una larga cicatriz que la recorría en diagonal. Muy despacio, apartó una de sus manos para rozar la cicatriz de la sien; separó la boca de la de Peter. Apreció la llama verdosa que ardía ahora en los ojos de aquel hombre al mirarla.

—Lali: ¿Dónde? —preguntó ella con un hilo de voz—. ¿Dónde te hiciste estas heridas?

—Peter: En la guerra.

—Lali: ¿Todas?

—Peter: Sí. ¿Te molestan?

—Lali: No... Pero... No me gusta pensar que quisieron hacerte daño.

Peter esbozó una leve sonrisa.

—Peter: A mí tampoco me entusiasmaba la idea.

—Lali: Peter, deja que me marche.

No podía hacerlo. Su fuerza de voluntad la había abandonado.

—Peter: Un minuto más. Solo un minuto más.

Ella cerró los ojos y sintió un escalofrío cuando él le besó en el cuello. Sus labios parecían conocer a la perfección todos los puntos débiles.

—Lali: ¿Por qué viniste al Norte? —preguntó en un intento de hacerle cambiar su foco de interés. Apoyó las manos en su pecho y lo apartó.

—Peter: Porque tú estabas aquí.

Ella lanzó una risotada.

—Lali: No, ese no es el motivo... ese no... Oh, Peter...

Tenía los labios en lo alto de la curva de sus pechos, y ella sintió cómo sus dedos se adentraban por el escote.

—Peter: Voy a besarte.

—Lali: Peter no…

Pero sus labios descendieron unos centímetros, y después un poco más, y su boca no tardó en alcanzar la cima. Sintió cómo se contraía el pezón dentro de su boca, respondiendo al delicado roce de su lengua, por lo que no pudo evitar que se le escapase un leve gemido.

En su interior estaba teniendo lugar una lucha encarnizada —aquello estaba mal y no quería animar a Peter para que siguiese adelante—, pero lo que le estaba haciendo le hacía sentir tan bien que, al poco, ya nada le importaba.

Ella se disolvió bajo aquel poderoso chaparrón de sensaciones: el peso del cuerpo de Peter encima del suyo; la estremecedora calidez que entrañaba notar su boca sobre la piel; la fuerza de sus músculos, capaces de atenazarla y, al mismo tiempo, de abrazarla con delicadeza; su lenta respiración; el fervoroso pulso de su corazón.

—Peter: A esto es a lo que se parece —dijo con voz raposa— que un hombre te desee tanto... que fuese capaz de cualquier cosa para tenerte... —La besó con ardor, y ella pensó, completamente mareada, que tras ese último beso le detendría. El llevó las manos hasta sus hombros y la apretó con fuerza contra sí al tiempo que inclinaba la cabeza para susurrar su nombre—. Lali... mi Lali... Dios, cómo te deseo... —Lali se estremeció, indefensa bajo el cuerpo de Peter mientras susurraba su nombre. Su corazón rogaba en silencio por que aquel instante no acabase jamás. Pero justo en ese momento, escuchó el grito de una mujer.

Arrancada de golpe de aquel paraíso de placer, Lali abrió los ojos. Tenía los labios rojos e hinchados, y miró atontada hacia el lugar del que provenía el grito. A solo unos pocos metros de distancia estaban Benjamín y Mery, ambos con la cara pálida.

Peter maldijo en voz alta y se incorporó, colocando a Lali a su lado con un suave movimiento.

—Mery: Te... te estábamos buscando... Lali —tartamudeó llevándose las manos a la boca. Tras pronunciar esas pocas palabras, se volvió y echó a correr haciendo crujir las hojas que cubrían el suelo.

Benjamín se limitó a mirarlos. Su expresión de sorpresa fue mudando progresivamente en odio. El viento hacía sonar las hojas de los árboles. Sus amargos ojos se cruzaron con los verdes de Peter. Benjamín sonrió ligeramente.

—Benja: Te dispararía entre los ojos —le dijo en voz baja—, pero no mereces que me moleste.

Lali ocultó su rostro con las manos mientras escuchaba los pasos de Benjamín alejándose de allí. Todo el calor de la pasión abandonó su cuerpo, dejándole tan solo una desagradable y heladora sensación de vacío.

Continuará...

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Gracias por las firmitas ...  anónimo, Lucia14 firmaron un montón! GRACIASSSSS <3 

MAÑANA MÁSSSS!!! ;)