-Nico: Pensé que habíamos llegado a un acuerdo —dijo,
desilusionado, con una mano sobre el hombro de Peter mientras se dirigían al
bar del Club— No me dejes en la estacada ahora.
-Peter: Bueno, yo... —hizo una mueca y se rascó la oreja.
La conversación no iba por el plan que tan cuidadosamente había planificado. Se
trataba de pedirle que lo sustituyera por cualquiera de los otros tipos
implicados en la situación. Cualquiera de ellos podía vigilar a Lali hasta que
el misterio que envolvía a Rocío Igarzabal y su hija se hubiera aclarado.
-Nico: Vos sos mi hombre —continuó, con una sonrisa—
Siempre lo fuiste. Diablos, Peter, sabes que no puedo arriesgarme a que un
oportunista sinvergüenza se aproveche de ella. Sos el único en quien puedo
confiar y yo no puedo estar pendiente de mi hermana. No hasta que esto se
acabe.
Dividido entre la necesidad de buscar una salida para
evitar el desastre y su lealtad a Nico, Peter dejó escapar un largo suspiro.
-Peter: Pero, Nico...
-Nico: Soy padre, un padre —repitió el amigo sin hacerle
caso, como si todavía no pudiese creer en su buena suerte— Y con una dama en mi
vida. Peter, sabes bien que Rochi y el bebé todavía están en peligro.
Sí, Peter lo sabía, y también Lali. Todavía se sentía asombrado
por las conjeturas de ella. Y la chica había acertado en muchas cosas. Era
cierto que los miembros del Club de Ganaderos de Texas se implicaban en
misiones secretas. Esas misiones formaban parte de su código de honor.
Justicia, paz, liderazgo... lo que hacían siempre era en pro de los mejores
ideales.
Desde hacía muy poco, varios miembros del Club intentaban
resolver el misterio que había comenzado una fría noche de noviembre y que cada
vez se volvía más extraño. Sí, no cabía duda de que sabían mucho más que
aquella noche en que una mujer anónima había entrado dando un traspiés en el
Royal Diner con un niña recién nacida y medio millón de dólares metidos en la
bolsa de los pañales; pero aún quedaban preguntas sin resolver.
La mujer en cuestión, tras desplomarse y luego caer en
coma, recientemente se había recuperado y recobrado la memoria. Era Rocío
Igarzabal, novia de Nico en la actualidad. El bebé era de Nico, el inesperado
aunque hermoso fruto de una aventura que ellos mismos habían decidido dar por
terminada casi un año atrás.
Los dos hombres permanecieron en silencio mientras bebían
una cerveza en el bar.
-Peter: ¿Cómo está Rochi? ¿Y la pequeña Rose? —preguntó,
finalmente.
-Nico: Se encuentran bien. Hombre, no puedo creer que una
vez me alejé de Rochi y que estuve a punto de perderlas. Ese bastardo de
Amadeo... pudo haber matado a Rochi o vendido a nuestra pequeña.
Peter exhaló una gran bocanada de aire. La gravedad de la
situación le pesaba en los hombros cada vez que recordaba los detalles. Esa
noche de noviembre, no se encontraba en el restaurante cuando Rochi apareció
con una tarjeta de crédito del Club de Ganaderos en la mano.
Si Nico hubiera estado en la ciudad cuando Rochi apareció
en escena, las cosas se habrían aclarado con más rapidez. Pero no fue así, y Rochi
empezó a recobrar la memoria cuando descubrió a Nico en la fiesta de Año Nuevo
tras su regreso de Europa.
Finalmente había recordado a Nico y su breve pero intensa
relación amorosa cuyo fruto era la pequeña Rose. Semanas más tarde, había
recordado cómo fue a parar a Royal con todo ese dinero en una bolsa de pañales.
La historia era tan extraña que, incluso en esos momentos, a Peter le costaba
comprender lo sucedido y sus consecuencias.
Rochi había estado trabajando en una maternidad que dirigía
el doctor Benjamín Amadeo. Tras unos meses de su llegada a la clínica, empezó a
notar que una cantidad sorprendente de madres solteras perdían a sus hijos en
el parto. Alarmada, decidió investigar discretamente en los archivos del
ordenador. Así fue como descubrió que los niños no habían fallecido, sino que
los habían vendido. Sin embargo, antes de enfrentarse al doctor Amadeo o acudir
a la policía, se puso de parto.
Y allí comenzaron sus verdaderos problemas. El buen
doctor tenía los mismos planes para el bebé Rochi que para los otros niños. La
había drogado. A la mañana siguiente, tras haber dado a luz y todavía bajo los
efectos de las drogas, apenas logró comprender que el médico le informaba de la
muerte de su hija. De alguna manera, Rochi consiguió escapar de la clínica y
seguir hasta el aeropuerto al doctor Amadeo y la enfermera cómplice donde
intentaban tomar un avión para llevar al bebé a los futuros compradores.
Cuando la enfermera fue al cuarto de baño a cambiarle los
pañales, de un empujón Natalie la tiró al suelo y huyó con la niña y la bolsa
de pañales que resultó estar llena de dinero. Un dinero que posteriormente los
miembros del Club guardarían en la caja fuerte del establecimiento.
Luego corrió a la estación de autobuses, pero Amadeo y la
enfermera la alcanzaron en Amarillo. Y de ahí en adelante, Rochi no recordaba
nada de lo sucedido. Por eso Nico y el resto de los compañeros todavía se
mantenían en guardia.
-Peter: ¿Recordó algo más? —preguntó
Nico negó con la cabeza.
-Nico: No. Todo lo ocurrido tras Amarillo está muy
confuso. Lo único que Rochi recuerda es que hubo un forcejeo y ella se golpeó
la cabeza. No sabe cómo logró escapar —explicó, desolado— Anoche me dijo que lo
único que la mantuvo consciente fue la necesidad de encontrarme —Peter tragó
saliva—. Y yo no estuve allí para ayudarle.
-Peter: Oye. Ahora estás acá con ella. Estás acá para
protegerlas a ambas.
Peter sabía que los compañeros de Nico también hacían lo mismo. Desde entonces,
ningún hombre había bajado la guardia ni dejado de investigar el misterioso
caso de Rochi.
-Nico: Amadeo todavía anda suelto por ahí —dijo en tono
gélido— Hasta que no logremos meterlo entre rejas, ni Rochi ni Rose estarán a
salvo. Por eso te necesito. Lali...
-Peter: Ya es mayor —insistió, decidido a no rendirse
todavía— Realmente no sé por qué pensas que necesita protección. No tiene nada
que ver con esto….
-Nico: Pero yo sí –lo interrumpió— Y Amadeo lo sabe.
¿Estás totalmente seguro de que ese bastardo que se dedica a drogar a las
mujeres y a decir que sus hijos han muerto con el fin de venderlos no intentaría
llegar hasta Rochi a través de mí o de los míos?
Peter cerró los ojos y tuvo que reconocer que era verdad.
El hecho de que Lali formara parte del mundo de Nico le daba toda la razón.
-Peter: Estás en lo cierto. Se necesita una mente
corrupta y retorcida para hacer lo que ese médico hizo.
-Nico: Y se necesita un hombre de mi entera confianza
para que cuide de mi hermana hasta que logremos encontrarlo y dar por terminado
este asunto.
Finalmente, Peter asintió con la cabeza.
-Peter: De acuerdo. Lo haré. Pero aún no comprendo qué
tiene que ver Teo Gorki con todo esto— Nico se encogió de hombros.
-Nico: Posiblemente, nada.
-Peter: Entonces, ¿por qué tengo que vigilarlo?
-Nico: Porque ese hombre no me gusta —lo miró con
suavidad— ¿Hace falta otra razón?
Continuará…
Lo sé. Un poquitin, en realidad mui aburrido el capítulo.
Pero es para que se entienda un poco más la historia!... La razón por la que
Nico y Peter son tan cuidas con Lali....
Buenoooo en la noche subo otro...
Besitos a todosss y que pasen un lindo San Valentín!! :P
Buenoooo en la noche subo otro...
Besitos a todosss y que pasen un lindo San Valentín!! :P
Gorki es amadeo cierto??
ResponderEliminarojala que no le pase nada malo a laliiii
que complicada la historia de rochi pero la comprendi igual xD
nico cuando le contara a lali que tiene una sobrina??/
subiii otro capp
@lali_peterlove
/gonzalez_andy92
y se me olvidabaaa ya quiero momento laliterrr
ResponderEliminarquiero un momento tiernoo o algo asii :D
@lali_peterlove
/gonzalez_andy92
me gustaa !!
ResponderEliminarmaas :D
@DsiiRS
mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarMMMMMM!!CREO QUE GORKY Y BENAJMIN ES LA MISMA PERSONA!! JEJE!! ESPERO EL SIGUIENTE! BESOSS
ResponderEliminarFATY***
Hola re lindo el cap
ResponderEliminarcuando se va a enterar lali que tieene una sobrina?
mas nove
besos
no me parecio para nada aburrido eh! es mas GENIA!!! Me aclaraste tantas dudas ajajaaj ;)
ResponderEliminarME ENCANTA!!!
MAS NOVE MAS NOVE!
Besos :D