Lali estaba de pie, en medio del porche, sosteniendo la
barandilla que se zarandeaba por la fuerza del viento. A Peter el corazón le
dio un brinco al ver su melena al viento. Ella alzó una mano para protegerse
los ojos a medida que él se acercaba. Peter vio la expresión de bienvenida en
su rostro al verlo cruzar la entrada.
Aparcó el coche lo más cerca del garaje que pudo para
que, al menos, estuviera protegido por un lateral de la casa. Después, se
dirigió hacia el porche, agarró del brazo a Lali y la metió en casa. Una vez
hubieron cerrado la puerta con llave, la rodeó con sus brazos y la abrazó
disfrutando de la sensación de sentir su frío y húmedo cuerpo contra el suyo.
-Peter: ¿Qué estabas haciendo ahí fuera?
-Lali: No podía soportar estar aquí ni un minuto más
-admitió-. Me sentía vacía estando aquí. Todo está tan tranquilo...
Él se rió. Levantó la cabeza y escuchó la furia del
viento, la fuerza de la lluvia y el sonido de la televisión.
-Peter: ¿Tranquilo?
-Lali: Me sentía muy sola.
-Peter: Ahora ya no estás sola -señaló él.
-Lali: No -sonrió ella-. No sabes cuánto me alegro de
verte.
Levantó una mano para acariciarle la mejilla.
-Peter: Lo mismo digo.
Las manos de Lali le acariciaron la espalda y el pecho,
pero, a pesar de que tuviera la camiseta empapada, el calor de sus caricias le
calaba los huesos.
-Lali: Has estado fuera mucho tiempo.
Él tomó aire.
-Peter: No ha sido nada fácil encontrar al pescador.
-Lali: Pero lo has logrado.
-Peter: Sí -respondió deslizado una mano por su espalda
mientras que notaba cómo ella se estremecía. Finalmente, su mano se detuvo en
la curva de su trasero. La miró a los ojos-. J.T. ha sobrevolado mil sitios
hasta que Monk y yo hemos podido divisar al tipo gracias a que llevaba un
chaleco naranja.
Ella se humedeció los labios, cerró los ojos por un
instante y le susurró.
-Lali: ¿Se encuentra bien?
-Peter: Sí, pero es un desagradecido. No paraba de hablar
acerca de demandar al capitán del barco e incluso a nosotros.
-Lali: ¿Y por qué?
-Peter; Se ha hecho daño en el cuello al subir a la cesta
de rescate.
-Lali: Qué idiota.
-Peter: Eso lo resume todo -volvió a deslizar su mano
hasta la cinturilla e introdujo la mano bajo sus pantalones -Me estás matando
otra vez.
Ella le sonrió.
-Lali: No me lo parece.
Con su otra mano, le sostuvo la cabeza por la nuca y se
inclinó para besarla. Una y otra vez.
-Peter: Tengo la sensación de que no vamos a parar aquí.
-Lali: A mí también me lo parece -fue capaz de decir
tragando saliva.
-Peter: Así que antes de que nos pongamos a ello quiero
que sepas que he protegido debidamente la librería.
-Lali: Oh, estupendo. Gracias.
Él sonrió rápidamente.
-Peter: Estamos atrapados aquí, ¿sabes? No podemos salir.
Ella abrió los ojos y le miró.
-Lali: ¿Quién quiere marcharse?
-Peter: Desde luego, yo no.
Peter inclinó la cabeza y la besó con una pasión que
ponía de manifiesto cuánto la deseaba, cuánto había estado pensando en ella.
Ella abrió los labios y sus lenguas se entrelazaron. Peter
respiraba como si fuera un moribundo intentando conseguir un par de minutos de
vida. La saboreó y la exploró hasta sentir cómo el calor se había apoderado de
ambos.
Eso era en lo que había estado pensado todo el día. La
promesa de tocarla, de explorarla, de tenerla bajo él, encima de él. Sus manos
le apretaron con más fuerza el trasero y ella gimió, acercándose más a él para
rozar sus pechos contra su torso.
-Peter: Vayamos a otro lugar -murmuró él separando los
labios de los de ella.
Lali estuvo de acuerdo. Tomándolo de la mano, le dirigió
hacia el dormitorio.
Peter había estado antes en casa de Rochi. Sabía que Lali
le estaba llevando hacia el dormitorio principal. Una vez allí, la agarró
fuerte. No quería perder ni un minuto más. Deseaba tocarla, sentirla. Ella
emitió un gemido de sorpresa, pero se acercó a él y comenzó a deslizar sus
manos por el cuello de su camiseta, por sus hombros, por su espalda. Un
increíble calor se había apoderado de Peter.
Inclinó la cabeza y la besó otra vez. Lo hizo apasionadamente,
desesperadamente, como si fuera un hombre al borde del abismo. Lali echó a un lado
la colcha que cubría la cama. Con las ventanas cubiertas por listones de madera,
la habitación parecía una cueva, una isla desierta.
-Peter: Enciende la luz -murmuró él-. Quiero verte.
Lali encendió una lamparita de colores que hizo que la
habitación se llenara de coloridos reflejos de cristal. Lali lo miraba
fijamente. Ya no había marcha atrás. Quizá nunca lo había habido. Quizá habían
estado destinados a llegar a ese momento desde el mismo instante en que se
conocieron. ¿Acaso no se había sentido atraída hacia él a pesar de todos sus
esfuerzos? ¿Acaso no había sentido esa atracción cada vez que él estaba cerca
de ella?
¿Acaso no quería más?
Mientras él la miraba, ella tomó aire. Él también lo hizo
y Lali sintió cómo su mirada voraz se detenía sobre sus pechos aún cubiertos
por su sostén.
Despacio, de forma insinuante y coqueta, Lali deslizó las
manos hacia el broche y lo abrió. Después se despojó de su sostén de encaje y
lo dejó caer a su lado.
-Peter: Lali...
Ella echó los hombros hacia atrás. Él seguía con la
mirada cada uno de sus movimientos y vio cómo se desabrochaba el botón de los
pantalones y bajaba la cremallera. Después, los dejó caer a sus pies.
-Peter: Si no te poseo en los próximos dos minutos te
juro que soy hombre muerto.
Ella sonrió sintiéndose poseedora de cierto poder
femenino que le hacía bullir la sangre.
-Lali: Llevas demasiada ropa.
-Peter: Supongo que sí -en cuestión de segundos, se quitó
la camiseta, los pantalones, los zapatos y los calcetines. Después dejó que
ella le contemplara tal y como él había hecho antes con ella.
Nunca había visto un hombre tan espectacular en su vida.
Lucía un bronceado dorado y cada músculo de cuerpo, así como su abdomen,
estaban perfectamente bien definidos. Y en cuanto al resto... ¡Dios mío!
Peter sonrió y fue hacia ella. La agarró con fuerza y la
estrechó contra su cuerpo desnudo. Piel contra piel, fuerza y suavidad. Ella
sentía la firmeza de su erección contra su cuerpo y eso hizo que toda ella se
humedeciera. Sus pechos rozaban la firmeza de su torso y sus pezones se
endurecieron por la excitación que le provocó que él tomara uno en su boca y empezara
a lamerlo, saborearlo.
El pulso se le aceleró.
Todo empezó a darle vueltas.
Su cuerpo se tensó tal y como lo había hecho horas antes,
pero, esta vez, lo hacía más intensamente. Más porque, en esa ocasión, quería
disfrutar de todo él.
Peter la elevó como si no pesara nada. Ella lo miró. Sus
ojos reflejaban deseo. Podía leerse la pasión en ellos, la furia indómita y el
anhelo. Él se inclinó hacia ella suavemente y ella pudo sentir la fuerza de su
erección en todo su esplendor.
Lali susurró su nombre mientras él la penetraba. La humedad
y el calor de su cuerpo le daban la bienvenida mientras que Lali sabía cómo
acomodarse para poderle sentir más dentro de ella. Cruzó las piernas por detrás
de su espalda y se inclinó hacia atrás confiando en su fuerza.
Un infierno de pasión se produjo entre ellos,
arrastrándoles más allá de los límites del deseo.
Agachó la cabeza para tomar entre sus labios uno de sus
pezones. Mientras su lengua hacía las delicias de Lali, ésta gemía por el
placer que él le proporcionaba. Cada una de las partes de su cuerpo se sentía
viva. Sentía un cosquilleo por todo el cuerpo, pero también sentía cierta
desesperación. Cuando él le lamía los pezones, sentía el poder arrebatador de
la masculinidad de Peter, pero eso no le bastaba.
Peter la oyó gemir y aquello hizo que algo dentro de él
se activara. Algo que estaba más allá de su control.
Nunca había deseado a nadie tanto, con tanta ansia.
Nunca había vivido la pasión con tanto anhelo.
Nunca había sentido nada parecido a lo que sentía con
aquella mujer.
La agarró con firmeza de las caderas y empujó con todas
sus fuerzas para poder colmarla con todo su ser. En aquel momento disfrutó del
calor que el cuerpo de ella desprendía. Alzó la cabeza y se detuvo a contemplar
la mezcla de emociones que reflejaba el rostro de Lali. Vio cómo se mordía los
labios y la escuchó gemir y jadear mientras él se movía dentro de ella.
Y así, Peter empleó toda su fuerza para marcar un ritmo
que pudiera hacer que ambos se volvieran locos.
Contempló el brillo de los ojos marrones de Lali en
contraste con la palidez de su piel y se permitió disfrutar de aquel momento.
Ella le estaba clavando las uñas en los hombros y elevaba las caderas para
recibirlo mejor, para poder sentirlo más adentro y retenerle el mayor tiempo
posible.
La habitación se inundó de susurros, palabras entrecortadas
procedentes de los labios temblorosos de Lali mientras se estremecía bajo él.
Ella alzó la cabeza y lo miró con ojos vidriosos. Entonces,
Peter la sujetó con fuerza.
Sintió cómo llegaba al clímax.
Y, después, él la siguió.
Continuará...
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Perdió la apuesta!!!... para mí Peter debería avivarse y no decirle a nadie!... jajaja ;)
lo bueno es q parece que ya se quieren!
bueno vemos como sigue!!!...
+20 FIRMAS y más nove! :)
MAaaass :D
ResponderEliminarmas por favorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
ResponderEliminarotrooo:D
ResponderEliminarnove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove
ResponderEliminarmasssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarme gusta me gusta espero no se arrepientan
ResponderEliminaruno mas por fa asi me voy a dormir jajajaja
ResponderEliminarMas!
ResponderEliminarnovenovenovenovenovenovenove
ResponderEliminarquiero otro capitulo
ResponderEliminarquiero leer uno mas por favor esta buenisima
ResponderEliminarotro por favor gracias
ResponderEliminarotrootrootrootrootrootro
ResponderEliminarnove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove
ResponderEliminaruno mas por favor
ResponderEliminarnove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove
ResponderEliminarespero subas otro antes de que me duerma esta buenisima
ResponderEliminarbueno nada esta re linda la nove me copa
ResponderEliminarquiero otro
ResponderEliminarAAAH PERDIÓ!
ResponderEliminarDE ACUERDO CON VOS DANII! QUE NO LE DIGA A NADIE Y LISTO!
:P
nada espero que subas el proximo
ResponderEliminarME ENCANTO!
ResponderEliminarGRACIAS POR SUBIR!
BESOS
nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove
ResponderEliminarmaaaaaaaaaas noveeeee!! huracan peter lanzani se llamoo! jaa
ResponderEliminarMAS PLEASE♥
ResponderEliminarMaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarY perdió la apuesta nomas ...wooww q CAP increíble jajajaja mas mas mas (la imaginacion tiene grandes poderes nada eso )
ResponderEliminarChe en ningun momento se cruzan las Mujeres de los Lanzanis? estaria bueno una reunion familiar! ajaja mas mas mas mas
ResponderEliminarme encanto
ResponderEliminaraskmdnaklsd
massss
Mas mas mas
ResponderEliminarMas
Mas!
ResponderEliminarY bueno perdió la apuesta!
ResponderEliminarMáaaaas
jaja creo que descubririan lo de lali por que no estaba con ellos y sospecharan :P
ResponderEliminarsisisi perdio y yo tambien digo lo mismo
ResponderEliminarq no le diga nada a sus hermanos asi gana de las 2 partes
esta lali y despues la apuesta
besos
Divinos!Pura pasión y Amor!Pero perdió la apuesta,q desilucion,JAJA1No puedo soportar q gane Camilo,sólo me resta tener la esperanza q todo haya sido un plan de Camilo para q sus hnos sentaran cabeza,y se las perdone.Seguro ellos le donan la plata para el techo de la Iglesia y todos felices!
ResponderEliminarAhora q tres prototipos eran estos tres Lanzanis,no?
Muy buen cap!
Para mi ya había perdido la apuesta en el 16.
ResponderEliminarJAJAJAJAJA yo queria qe gane la apuesta pero era obvio que no!! y me alegra JAJAJAJAJA ME RE ENCANTOOOOOO, Y TERMINARON PERDIENDO LOS TRES LANZANI JAJAJAJAJAJA @LuciaVega14
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