Peter miró a su hermano y después le lanzó el balón.
-Peter: ¿Me estás escuchando?
Camilo se rió, agarró el balón y lo botó mientras
mantenía la vista fija en su hermano, pero sin perder de vista la pelota.
-Camilo: ¿Te refieres a la historia sin pies ni cabeza
que me has estado relatando durante la última hora y media? Sí, te he estado
escuchando,
Peter maldijo en voz baja, se agachó y agarró una botella
de agua. La abrió y dio un trago esperando qué el agua fría apagara el fuego
que había permanecido en su interior desde la otra noche en que había acercado
a Lali a casa de Rochi. Pero no lo hizo.
Y el tiempo no es que tampoco estuviera ayudándolo. Hacía
calor. Un calor húmedo que espesaba el aire hasta el punto de parecer tener que
mascarlo antes de inspirarlo. Las grises nubes que llenaban el cielo se movían
con lentitud. Ocasionalmente el aire caliente las movía un poco más deprisa
hacia otro lugar. Sin duda, era temporada de huracanes en el sur.
Peter tomó aliento y alzó la vista hacia el cielo. Tenía
la sensación de que un huracán que se estaba gestando en el océano pronto
llegaría hasta ellos, lo que significaba que el cuerpo de salvamento y rescate
estaría en alerta veinticuatro horas al día. Y no solo para rescates en el mar
sino para otras emergencias con las que colaboraban con la policía local. En
tiempos difíciles a la gente no le importaba quién los salvara con tal que lo
hicieran.
-Camilo: ¿Te preocupa la tormenta? –preguntó sacando a su
hermano de sus pensamientos.
-Peter: Un poco -respondió encogiéndose de hombros-. El
pronóstico del tiempo dice que va a pasarnos por alto esta vez y que va a
sacudir a Carolina del Norte. Sin embargo, tengo la impresión de que no va a
ser así.
Camilo asintió y miró al cielo.
-Camilo: Odio tener que esperar que una catástrofe les
azote a otros.
-Peter: Simplemente haces lo que todo el mundo hace.
Rezar para que no nos toque.
Peter volvió a cerrar la botella de agua y la dejó en el
césped a la sombra de un roble.
-Peter: De vuelta a lo que nos atañe... ¿Cuál es tu consejo,
padre Camilo? Eres sacerdote así que, por amor de Dios, dime algo que tenga
sentido.
Camilo se rió, se dio media vuelta y encestó una canasta.
Sonriendo, volvió a recuperar la pelota y se la lanzó a su hermano.
-Camilo: ¿Qué tipo de consejo tienes en mente, Peter?
-Peter: Algo reconfortante, ¡maldita sea!
Camilo volvió a reír.
-Camilo: ¿Desde cuándo necesitas sentirte reconfortado en
cuanto a lo que a mujeres respecta?
Aquello no podía ser más humillante.
-Peter: Desde hace un par de días, ¿está bien?
¿Acaso no había estado explicándoselo durante una hora?
-Camilo: Te sientes atraído hacia Lali, la amiga de Rochi.
-Peter: Yo no he dicho eso.
-Camilo: Claro que sí.
No. Él no había dicho eso deliberadamente. De hecho,
había estado dándole mil vueltas al asunto para evitar decir eso en concreto.
Aparentemente, Camilo conocía lo suficientemente bien a su hermano que no
necesitaba que él lo admitiera.
-Camilo: ¿Qué quieres que te diga, Peter?
-Peter: No lo sé. Tú eres el sacerdote. ¿No se te ocurre
nada?
Camilo se rió, botó la pelota un par de veces y la lanzó
contra su hermano. Peter la agarró y la mantuvo con fuerza entre sus brazos.
Había estado pensando en Lali toda la noche. Había
pensado en aquel beso, en la forma en que lo miraba bajo la luz de la luna, en
aquellos ojos apesadumbrados... Y durante toda la noche se había estado compadeciendo
por no haber permanecido junto a ella, por no haber insistido en descubrir qué
era aquello de lo que ella no quería hablar.
Aquello no era propio de él. Se había plantado en la
iglesia al alba mostrando simpatía hacia el sacerdote de la familia. Pero hasta
entonces no parecía haber conseguido
mucho.
Camilo se dirigió hasta donde había dejado su propia
botella de agua, la agarró y se bebió la mitad del contenido sin rechistar.
-Camilo: Peter, sólo estás desconcertado porque nunca
antes has estado interesado en una mujer. AI menos, no mucho más que para
conseguir meterla en tu cama.
Peter lo miró fijamente.
-Peter: ¿Eso es todo? ¿Es eso lo mejor que tienes? ¿Es
eso lo que les enseñan en la escuela de Teología?
-Camilo: No te enfades conmigo -dijo volviendo a dejar la
botella de agua en el césped.
-Peter: ¿Qué te hace pensar que lo estoy?
-Camilo: Estás enfadado contigo.
-Peter: Brillante. Para esto me levanto temprano y vengo
hasta aquí -asintiendo, le lanzó la pelota. Después, se agachó para recoger su
camiseta y ponérsela. Volvió a mirar a su hermano.
-Camilo: ¿No quieres saber por qué estás enfadado contigo
mismo?
-Peter: Ilumíname.
-Camilo: Porque te preocupas por ella y no quieres hacerlo.
Tenía parte de razón, pero no iba a darle a Camilo la
satisfacción de admitirlo.
-Peter: No te creas. Sólo hace un par de días que la conozco.
Camilo se encogió de hombros y utilizó el dobladillo de
su camiseta sin mangas para secarse el sudor de la frente.
-Camilo: ¿Acaso hay un límite de tiempo?
Él gruñó.
-Peter: Estás equivocado.
-Camilo: Claro.
-Peter: En serio -volvió a botar la pelota-. No hay nada
entre nosotros.
Aparte de una química sexual arrolladora y algo de
curiosidad por su parte.
-Camilo: Entonces, ¿por qué estás aquí?
-Peter: Créeme. Estoy dándome de cabezazos contra la
pared por haber venido.
Camilo sonrió.
-Camilo: Quieres saber lo que pienso en cuanto sea lo
mismo que tú piensas.
-Peter: ¿Sabes? -gruñó agitando la cabeza-. No sé por qué
he venido a pedirte consejo en lo que refiere a mujeres si tú no has tenido una
cita en quince años.
-Camilo: Y tú nunca has sido sacerdote, pero, aun así,
bien que te tomas la libertad de criticar a la Iglesia.
-Peter: Buena observación.
-Camilo: Pero tanto sí quieres consejo como si no, yo voy
a dártelo -se acercó, le quitó el balón a Peter y lo botó un par de veces
mientras ponía en orden sus pensamientos.
Finalmente miró a su hermano y dijo:
-Camilo: Tienes ante ti una gran oportunidad, Peter.
-Peter: ¿Y eso qué significa?
-Camilo: Tienes oportunidad de conocer a una mujer fuera
del ámbito de tu cama. ¿Quién sabe? Quizá te guste.
-Peter: Ella me gusta -se sorprendió por haber pronunciado
aquellas palabras y frunció el ceño ligeramente.
Camilo sonrió.
-Camilo: Quizá todavía haya esperanza para ti, Peter.
-Peter: Sí, sí -murmuró mientras le arrebataba la pelota
y la botaba unas cuantas veces antes de asimilar que le había empezado a gustar
Lali Espósito.
-Camilo: Así que, ¿crees que aguantarás hasta el final de
la apuesta?
Volvió la cabeza para mirar a Camilo a los ojos.
-Peter: Por supuesto que sí.
-Camilo: ¡Aja! -recuperó el balón-. Bueno, ya sabes, el
otro día estuve recogiendo las faldas de flecos y los sostenes de coco de Germán
y Eliseo...
Eso lo animaba. Peter se rió al imaginarse a sus
hermanos, avergonzados, conduciendo un descapotable mientras los marines se
reían de los hermanos Lanzani.
Genial.
-Camilo: Por si acaso, también traje un conjunto para ti.
Peter se puso tenso.
-Peter: Ni lo sueñes, Camilo. Eso no va a suceder de
ninguna manera.
-Camilo: Ya lo veremos, ¿no crees? Aún te quedan un par
de semanas...
Antes de que pudiera contestarle, Peter miró al cielo y
vio que las nubes grises estaban empezando a arremolinarse.
-Camilo: ¿Qué te parece?
-Peter: Creo que no vamos a tener suerte esta vez.
-Camilo: Pueden pasar días hasta que llegue aquí.
-Peter: Sí.
-Camilo: ¿Estás de servicio? -preguntó dejando las bromas
aparte.
-Peter: ¿En época de huracanes? Siempre.
Afortunadamente el huracán podría extinguirse antes de
llegar hasta ellos, pero aunque la tormenta no azotara a Baywater, los vientos
y las lluvias resultantes podrían causar numerosos daños.
-Camilo: Me cuesta creer que alguien quisiera salir a navegar
con un tiempo como éste –comentó preocupado.
Pero Peter pensaba de forma diferente. La gente siempre
pensaba que las cosas malas jamás les sucedían a ellos. Eran cosas que les
pasaban a otras personas. Personas que acababan siendo portada en los periódicos
del día siguiente.
-Peter: Oh, siempre hay algún tonto que cree que la
alerta de tormenta es para todo el mundo en la ciudad excepto él -le arrebató
la pelota a Camilo y corrió hacia la canasta para encestar.
Camilo recuperó la pelota y metió una canasta mientras Peter
le decía:
-Peter: Te aseguro que, en este mismo instante, hay algún
tipo por ahí perdido en el océano que nunca debería haber abandonado su casa.
Continuará...
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Ella jamás debería haberse marchado de casa.
-Lali: ¡Maldita sea!
Lali volvió a accionar la llave de contacto y escuchó
indignada el lamentable sonido al intentar arrancarlo. Pero no lo conseguía.
Golpeó con el puño el tablero de mandos, agarró el timón
con ambas manos y lo sujetó fuerte en lugar de acabar tirándose de los pelos.
-Lali: No puedo creérmelo -murmuró alzando la vista para
contemplar a la inmensidad de las aguas revueltas del océano.
Se apartó el pelo de los ojos y miró en dirección a
Baywater. No podía divisar tierra. De repente, sintió una sensación de angustia
y hundimiento en el estómago. Sólo esperaba que el barco no empezara a sentirse
de la misma forma. Aquel estúpido barco se las había apañado para recorrer unas
cuantas millas antes de que el motor se rindiera y acabara petardeando
anunciando una muerte súbita. Ahora lo único que ella podía hacer era rezar
para que el casco del dichoso barco estuviera en mejores condiciones que el
motor.
-Lali: ¿En qué estabas pensando? -era una buena pregunta,
pero no obtuvo una buena respuesta.
Había pasado la noche en vela. Había intentado dormir,
pero era incapaz de cerrar los ojos sin ser arrastrada por el torbellino de
emociones que Peter Lanzani había despertado en su interior. Todo había
empezado con el rugido de aquella maldita motocicleta, y sentarse detrás de él
y sentir el contacto y el calor de su fornido cuerpo no había ayudado
demasiado.
Hacía mucho tiempo que no era consciente de aquello, que
no experimentaba aquella chispa que proporcionaba la aventura. Creía que su
deseo por ese tipo de cosas se había desvanecido junto con el pasado, pero, una
vez que había vuelto a despertarse, ya no era posible olvidarlo.
Quería maldecirle por haberlo hecho.
Sin embargo, una parte de ella le estaba agradecida.
Y después estaba aquel beso. Cerraba los ojos para volver
a sentirlo otra vez. Aquel beso increíble y conmovedor que la había hecho
derretirse y le había partido el corazón. Cada una de las partes de su cuerpo
se había puesto en alerta y reclamaba más. Él había hecho que algo se removiera
en su interior. Algo mucho más desconcertante que la búsqueda de la aventura. Peter
Lanzani le había hecho recordar cuánto tiempo hacía que ella no sentía
verdaderamente algo.
Abrió los ojos otra vez y suspiró, examinado el océano en
busca de otro barco. Pero no tuvo éxito. No tenía a nadie a quien hacer señales
de socorro. Estaba sola.
Y todo era culpa de Peter Lanzani.
Justo antes del amanecer, Lali había desechado la idea de
poder dormir así que se levantó y se dispuso a hacer algo. Se dirigió hacia el
puerto, encontró un puesto de alquiler de embarcaciones y soltó el suficiente
dinero para permitirse gobernar un barco y dictar su propio rumbo durante un
par de horas.
Era todo lo que quería. Salir a navegar al océano. Sentir el viento en el rostro y ver cómo el
mar salpicaba en su piel. En definitiva, sentirse libre.
Naturalmente hubiera ayudado bastante que este estúpido
barco funcionara maldiciendo, encendió la radio y agarró el auricular y dijo:
-Lali: ¿Hola? Houston tenemos un problema! –luego recordó
que esa expresión solo la usaban los astronautas, maldijo para sí misma y dijo
-Mayday, mayday…
Mantuvo el botón apretado y permaneció a la espera, pero
nada, no se oía nada. Presionó todos los botones y dio vueltas al dial como si
se tratara de la rueda de la fortuna.
Pero nada.
No sabía por qué se sorprendía. Si el motor no
funcionaba, ¿por qué debería hacerlo la radio?
Realmente era tonta. No había revisado el barco, antes de
echarse a la mar.
Entonces recordó que tenía su teléfono móvil. Dejó la
radio y rebuscó en el interior de su bolso de piel. De él sacó un pequeño
teléfono. Dejo escapar un suspiro de alivio e hizo todo lo que podía hacer.
Marcar el 911.
-911, ¿cuál es el motivo de su llamada?
Dios, era genial oír otra voz que no fuera la de uno
mismo.
-Lali: Hola. Soy Lali Espósito. Estoy varada en medio del
océano, a unas pocas millas de distancia de Baywater. Estoy parada. El motor no
funciona -miró al exterior y vio que las olas estaban empezando a hacer espuma
y el viento comenzaba a soplar fuerte-. Y el tiempo está empeorando.
-¿Cómo se llama el barco?
-Lali: Wet Noodle -dijo- Si pudieran avisar a la guardia
costera por mí...
-Aquí no disponemos de guardia costera -respondió el
operador-, pero enseguida enviaremos a alguien para que la ayude. Sólo tendrá
que esperar un poco más, ¿de acuerdo?
Bajó la vista para admitirlo. Necesitaba ayuda. Y pronto.
Debería haber consultado el pronóstico meteorológico antes de salir por la
mañana. Debería haber revisado el barco, pero aquello habría sido demasiado
inteligente, demasiado lógico. Y esa mañana no se encontraba para nada en su
mejor momento.
Estaba inquieta.
-Lali: Estupendo. Muchas gracias -asintió como si el
operador pudiera verla-. De todas formas, ¿podría decirles que se dieran prisa?
Entonces la voz se apagó y Lali volvió a estar sola otra
vez. Guardó el teléfono en el bolso y separó los pies para intentar mantener el
equilibrio ya que las olas estaban azotando el casco del barco y amenazaban con
volcarlo.
¿Esperar?
¿Qué otra cosa podía hacer si no?
Continuará...
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Hola!!!
perdón por desaparecer!!! (-^_^-)
MUCHA TAREAAAAAA!!! HORRIBLEEEEEEEE!!!
les dejo dos caps!
si quieren más:
+20 firmitas y subo!!
RECOMENDACIÓN!!!!
NOVELA: Fantasía y Amor... ACÁ:
No se la pueden perder!!! :D
Me parece que será Peter el que ira a rescatarla y justo Lali es una de esas tontas de la que se estaba refiriendo Peter. MAAAAS! @flordemariia
ResponderEliminarMASS
ResponderEliminarotroo
ResponderEliminarseguro es peter que la rescataa
ResponderEliminarY es ahora cdo Peter la rescata del medio del mar y y ya no pueden resistirse al amor,pero q se resistan al sexo por esas dos semanas q quedan,NO QUIERO Q CAMILO GANE!JAJAJA
ResponderEliminarme encanta peter la va a rescatar! gracias por la recomendacion quiero mas nove
ResponderEliminarMASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
ResponderEliminarPETER LA VA A SALVAR?????????
massssssssss ♥
ResponderEliminarmas mas mas mas msasss
ResponderEliminarNove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove
ResponderEliminarActivando las firmas para leer el prox!
ResponderEliminarNove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove
ResponderEliminarmasssssssssssssssss
ResponderEliminarJajajajaja Lali es una de las tontas de las que Peter hablaba y cuando vaya a rescatarla se va a volver a dar topes en la pared al ver que es ella jajaa claro ademas de morir de preocupación y retarla por un rato.
ResponderEliminarNove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove
ResponderEliminarPor q no quiero q gane Camilo?porq me parece q ya se fue de mambo con la apuesta en la q metio a sus hnos,pero además quiere ridiculizarlos disfrazandolos así ,eso para un marine es denigrante!FEA LA ACTITUD!
ResponderEliminarNove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove
ResponderEliminarquiero noveeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarNove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove
ResponderEliminarsube otros por fa
ResponderEliminar#Q gane Peter!JAJA!No se cómo va a aguantar pero si Lali lo ayuda y se entretienen de otra forma por dos semanas despues les pagamos un viaje a alguna isla paradisiaca para q se ponga al día!JAJA!
ResponderEliminarME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME ME
ResponderEliminarENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA ENCANTA
ResponderEliminarmás nove por fa
ResponderEliminarsube otroo
ResponderEliminarNove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove
ResponderEliminarNove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove
ResponderEliminarNove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove
ResponderEliminarGracias por subir !
ResponderEliminarMas nove
ResponderEliminarYa son mas de 20!
ResponderEliminarOtro capítulo
Cuando Peter dijo eso me imagine a Lali en el Mar O: Soy adivina :D
ResponderEliminarOk no, pero quiero mas!
Y eso k es la primera vez k se siente así,jajaja,me temo k le pasaran más locuras y ¡¡¡¡Peter al rescate!!!.
ResponderEliminarAyyyyy sii ahora Peter va a ir a salvarla!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! me encanta! @LuciaVega14
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