BIENVENID@S - YA PODÉS DESCARGAR EL NUEVO BONUS "El Camino Del Sol" - Twitter @Fics_Laliter - Correo: Ficslaliter123@gmail.com

martes, 1 de mayo de 2012

Capítulo 1



Marianella entró en casa balanceando una bolsa de compra. Irradiaba felicidad. Su alianza de oro brillaba a la luz. Llevaba apenas tres meses casada y estaba ansiosa por preparar una cena íntima para darle una sorpresa a Ramiro.
Las largas horas que pasaba en el hospital le impedían cocinar a menudo, a pesar de que, como cualquier recién casada, disfrutaba haciéndolo. Esa tarde le habían cancelado dos citas inesperadamente y pensaba preparar una cena refinada, laboriosa y memorable. Una cena para tomar con vino y velas.

Entró en la cocina canturreando, lo cual, siendo una mujer reservada, era una extraña muestra de emoción en ella. Sonriendo satisfecha, sacó de la bolsa una botella del borgoña preferido de Ramiro. Leyó la etiqueta sonriendo al recordar la primera vez que compartieron una botella de vino. Ramiro se había mostrado tan romántico, tan atento, tan perfecto para ella en ese momento de su vida...

Al echar un vistazo al reloj vio que aún quedaban cuatro horas para que su marido llegara a casa. Tiempo suficiente para preparar una cena exquisita, encender las velas y sacar la cristalería.

Primero, decidió, subiría al piso de arriba para quitarse el traje y los zapatos. Guardada tenía una finísima túnica de seda en difuminados tonos de azul. Esa noche no quería ser una psiquiatra, sino una mujer enamorada.

 Tal vez llamara a la floristería para que le enviaran un ramo. Su mano se deslizaba suavemente por la barandilla brillante. Sus ojos, por lo general serios e incisivos, tenían una expresión soñadora. Empujó distraídamente la puerta del dormitorio.

Su sonrisa se heló, reemplazada por una expresión de completa perplejidad. Mientras permanecía de pie en el vano de la puerta, el color pareció desaparecer de sus mejillas. Sus ojos se agrandaron y se anegaron de dolor. De su boca solo salió una palabra acongojada.

-Ramiro...
La pareja que yacía en la cama, unida en un abrazo apasionado, se separó de golpe. El hombre, de un atractivo blando, levantó la mirada asombrado. La mujer, felina, procaz, bellísima, sonrió con extrema lentitud. Casi podía oírsela ronronear.
-Luna... -Marianella miró a su hermana con ojos desencajados.
-Llegas pronto -había un ápice, tan solo un atisbo de burla en la voz, de su hermana. Ramiro se apartó un poco más de su cuñada -Marianella, yo...
En una fracción de segundo, el rostro de Marianella se contrajo. Con los ojos fijos en la pareja de la cama, rebuscó en el bolsillo de su chaqueta y sacó un pequeño revólver. Los amantes la miraron anonadados y en silencio.

Ella apuntó fríamente y disparó. Una nube de confeti salió despedida del revólver.

-¡Lali!

La doctora Marianella Jamison, más conocida como Lali Espósito, se volvió hacia su alterado director mientras la pareja de la cama y los miembros del equipo de grabación se partían de risa.
-Lali: Lo siento, Neal, no pude resistirme, es que Marianella siempre es la víctima -dijo dramáticamente mientras sus ojos danzaban- Imagínate cómo subirían los índices de audiencia si perdiera la templanza y se liara a tiros.
-Neal: Mira, Lali...
-Lali: O si hiere a alguien gravemente –continuó ella rápidamente- ¿Y quién se lo merece más que el sinvergüenza de su marido y la pérfida de su hermana?
Viendo que el equipo empezaba a aplaudir y a jalearla, Lali hizo una reverencia y luego le entregó de mala gana el arma al director, quien había extendido la mano hacia ella.
-Neal: Vos -dijo él exhalando un suspiro resignado- sos una perfecta lunática y lo has sido desde que te conozco.
-Lali: Gracias por el cumplido, Neal.
-Neal: Esta vez vamos a grabar -le advirtió él, intentando contener la risa-  A ver si podemos acabar esta escena antes de irnos a comer.

Lali descendió al piso bajo del decorado. Aguardó pacientemente mientras le retocaban el peinado y el maquillaje. Marianella siempre estaba impecable. Era ordenada, meticulosa, serena; o sea, completamente distinta de Lali. Esta llevaba más de cinco años haciendo el papel de Marianella en el popular culebrón diurno Nuestras vidas, nuestros amores.

A lo largo de aquellos cinco años, Marianella se había licenciado con honores en la universidad, se había doctorado en Psiquiatría y se había convertido en una afamada terapeuta. Su reciente boda con Ramiro parecía proyectada por los dioses, Pero, como cabía esperar, él era un arribista que se había casado con Marianella solo por su dinero y su posición social y que, en realidad, estaba más interesado por su hermana... y por la mitad de la población femenina de la ciudad ficticia de Trader's Bend.

Marianella estaba a punto de descubrir la verdad. El desarrollo argumental de la serie llevaba seis semanas apuntando hacia aquella revelación, y las cartas de los telespectadores llegaban a raudales. Tanto ellos como Lali pensaban que ya era hora de que Marianella se enterara de que estaba casada con un crápula.

A Lali, Marianella le caía bien. Sentía respeto por su integridad y su templanza. Cuando las cámaras rodaban, ella «era» Marianella. Aunque personalmente prefiriera pasarse un día en un parque de atracciones a asistir a una función de ballet, comprendía a la perfección las tribulaciones de la mujer a la que encarnaba.

Cuando se emitiera aquella escena, los espectadores verían a una mujer esbelta e impecable, con el pelo castaño recogido hacia atrás en un sofisticado moño. Su tez era de porcelana, guapísima y dotada de una gélida belleza que evidenciaba una sexualidad inhibida. Tenía clase y estilo. Sus ojos, marrones, y sus altos pómulos le conferían un aspecto de refinada elegancia. La boca, perfectamente perfilada, tenía tendencia a las sonrisas serias. Las cejas finamente enarcadas y un tanto más oscuras que el delicado castaño de su pelo, acentuaban el efecto de sus exuberantes pestañas. Una belleza impoluta y perfectamente serena: esa era Marianella.

Mientras aguardaba que llegara su turno, Lali se preguntó vagamente si había apagado la cafetera esa mañana.

Hicieron de nuevo la escena de cabo a rabo y luego la repitieron una segunda vez al descubrir que a Luna se le veía el bañador sin tirantes cuando se movía entre las sábanas. Después rodaron algunos primeros planos: la cámara enfocó el rostro pálido y desencajado de Marianella y sostuvo su imagen durante largos segundos de gran intensidad dramática.

-¡A comer!
De pronto se produjo un revuelo. Los adúlteros saltaron de la cama cada uno por un lado. Ataviado con un bañador, Gastón Dalmau, el marido de Lali en la pantalla, la agarró por los hombros y le dio un largo y brusco beso.
-Gas: Mira, cariño- empezó a decide, manteniéndose en su papel- te lo explicaré todo más tarde. Confía en mí. Ahora tengo que llamar a mi agente.
-Lali: Caradura -dijo tras él con una sonrisa muy poco propia de Marianella. Luego tomó del brazo a Paula Reca, su hermana en la teleserie- Ponte algo encima del bañador, Paula. Hoy no me siento capaz de tragar la comida de la cantina.
Paula se echó hacia atrás la melena castaña.
-Paula: ¿Invitas tú?
-Lali: Siempre aprovechándote de tu pobre hermana -masculló- Vamos, invito yo, pero date prisa. Estoy que me muero de hambre.

Para ir a su camerino, Lali tenía que salir del decorado y atravesar otros dos más: el quinto piso de un hospital y el cuarto de estar de los Lane, la familia de potentados de Trader's Bend. Le daban ganas de cambiarse de ropa y soltarse el pelo, pero, si lo hacía, tendría que pasar de nuevo por vestuario y maquillaje después de comer. Así pues, agarró su bolso, una especie de zurrón que resultaba un tanto incongruente junto al elegante traje de vestir de Marianella. Ya estaba pensando en una gruesa porción de baklava rociada con miel.
-Lali: Vamos, Paula -asomó la cabeza en el camerino contiguo al suyo mientras Paula se subía la cremallera de unos vaqueros ceñidos- Me están rugiendo las tripas.
-Paula: Como siempre -replicó su compañera, poniéndose una gruesa sudadera- ¿Adónde vamos?
-Lali: Al griego de la esquina.
Lali echó a andar por el pasillo con su largo y bamboleante paso mientras Paula se apresuraba tras ella.
-Paula: ¿Y mi dieta? -preguntó.
-Lali: Tómate una ensalada -le dijo sin asomo de piedad. Giró la cabeza y miró a Paula de arriba abajo-. ¿Sabes?, si en la serie no llevaras siempre esa ropa tan provocativa, no tendrías que matarte de hambre.
Paula sonrió mientras salían por la puerta de la calle.
-Paula: Estás celosa.
-Lali: Sí. Yo siempre voy elegante y discreta. Vos sos la única que se divierte -al salir, inhaló una bocanada del aire de Nueva York. Le encantaba; siempre le había encantado, de un modo que normalmente quedaba reservado a los turistas. Lali había vivido toda su vida en la larga y angosta isla de Manhattan y, con todo, sus calles seguían siendo una aventura para ella. Las vistas, los olores, los sonidos... se fijó en un vendedor callejero que vendía narcisos. Compró dos ramilletes y le dio uno a Paula.
-Paula: A ti no se te pasa nada por alto, ¿eh? -masculló, hundiendo la cara entre las flores amarillas.
-Lali: Imagínate todo lo que me perdería si no prestara atención -contestó- Además, es primavera.
Paula se estremeció y alzó la mirada hacia el cielo plomizo.
-Paula: Sí, ya.
-Lali: Vamos a comer -la agarró del brazo y tiró de ella- Cuando te saltas una comida, no hay quien te aguante.
El restaurante estaba lleno de gente y de aromas. Especias y miel. Aceite y cerveza. Lali, cuyos sentidos estaban siempre alerta, se empapó de aquella mezcolanza de olores antes de abrirse paso hasta la barra. Tenía una habilidad especial para pasar entre la multitud sin utilizar los codos ni pisar a nadie. Mientras avanzaba, mantenía los ojos y los oídos bien abiertos. No quería perderse ningún olor, ni la textura de una voz, ni los colores entremezclados de la comida. Mientras miraba tras el mostrador cubierto de cristal, saboreaba ya los manjares que allí se exponían.
-Paula: Queso fresco, una rodaja de piña y café... solo -dijo dando un suspiro.
Lali la miró con pena.
-Lali: Ensalada griega, kebab y una porción de baklava. Café con leche y azúcar.
-Paula: Das asco -le dijo- No engordas ni un gramo.
-Lali: Lo sé -se acercó a la caja- Es una cuestión de control mental y vida sana -ignorando el áspero resoplido de Paula, pagó la cuenta y se abrió paso entre la gente hacia una mesa vacía. Llegó a ella al mismo tiempo que un hombre del tamaño de un armario ropero. Lali se limitó a sostener la bandeja y a lanzarle una sonrisa radiante. El hombre irguió los hombros, metió tripa y le cedió el paso:
-Paula: Gracias -dijo secamente, sabiendo que, si no lo ahuyentaba, Lali invitaría a aquel tipo a sentarse con ellas, arruinando así cualquier posibilidad de mantener una conversación privada. Su amiga, pensó Paula, necesitaba un ángel guardián. Lali hacía cosas que cualquier mujer en su sano juicio evitaría por principio. Hablaba con extraños, paseaba sola por la noche y abría la puerta sin echar la cadena. Y no porque fuera irresponsable o temeraria, sino porque sencillamente creía en la bondad de la gente. Y, de algún modo, la gente nunca la decepcionaba. Lo cual llenaba a Paula de perplejidad y preocupación.
-Paula: Lo de la pistola ha sido una de tus mejores salidas de toda la temporada -comentó mientras pinchaba su ración de queso fresco- Pensé que a Neal iba a darle un ataque.
-Lali: Neal necesita relajarse -dijo con la boca llena- Está desquiciado desde que rompió con esa bailarina. ¿Y vos? ¿Sigues con Cliff?
-Paula: Sí -alzó los hombros- Pero no sé por qué. Lo nuestro no va a ninguna parte.
-Lali: ¿Y a dónde querés que vaya? -preguntó- Si tenés un objetivo, tendrás que ir tras él.
Paula esbozó una carcajada y empezó a comer.
-Paula: No todo el mundo va por la vida lanzándose de cabeza a la piscina como vos, Lali. La verdad es que me asombra que nunca hayas tenido una relación seria.
-Lali: La razón es muy simple -clavó el tenedor en la ensalada y luego masticó lentamente- Nunca he conocido a nadie que hiciera que me temblaran las piernas. En cuanto lo conozca, iré por él.
-Paula: ¿Así, sin más?
-Lali: ¿Por qué no? La vida no es tan complicada como la mayoría de la gente cree -echó una pizca de pimienta al kebab- ¿Estás enamorada de Cliff?
Paula frunció el ceño. No por la pregunta, pues estaba acostumbrada a la franqueza de Lali, sino por la respuesta.
-Paula: No sé. Puede ser.
-Lali: Entonces es que no lo estás -dijo con naturalidad- El amor es una emoción muy concreta. ¿Seguro que no querés cordero?
Paula no se molestó en contestar.
-Paula: ¿Cómo lo sabes, si nunca te has enamorado?
-Lali: Tampoco he estado nunca en Turquía y sé dónde está.
Riendo, Paula tomó su taza de café.
-Paula: Maldita sea, Lali, vos siempre tenés respuesta para todo. Háblame del guión.
-Lali: Oh, Dios -dejó su tenedor y, apoyando los codos en la mesa, cruzó las manos-. Es lo mejor que he leído en toda mi vida. Quiero ese papel. Y lo voy a conseguir -añadió con convicción-. Llevo mucho tiempo esperando un papel como el de Rae. Es una mujer despiadada -continuó, descansando la barbilla sobre las manos juntas- Compleja, egoísta, fría, insegura. Un papel así... -se interrumpió, sacudiendo la cabeza-. ¡Y la historia! -añadió dejando escapar un largo suspiro mientras saltaba de un pensamiento al siguiente-. Es casi tan fría y despiadada como tú, pero te atrapa.
-Paula: Peter Lanzani -musitó- Se rumorea que para el papel de Rae se ha inspirado en su ex mujer.
-Lali: Pues él tampoco sale muy bien parado. Si lo que cuenta es cierto, la llevaba por la calle de la amargura. En cualquier caso -dijo, y comenzó a comer otra vez- es el mejor papel que se me ha cruzado en el camino. Haré la prueba dentro de un par de días.
-Paula: Un telefilme -dijo, pensativa- Debe de ser una producción de calidad, con guión de Lanzani y Marshell en la producción. Tendrás a nuestro productor a tus pies si consigues el papel. ¡Madre mía, qué tirón para el índice de audiencia!
-Lali: Ya ha estado tanteando el terreno -frunciendo el ceño, Lali partió un pedazo de baklava- Me ha mandado una invitación para ir a una fiesta en el piso de Marshell, esta noche. Se espera que también vaya Lanzani. Por lo que he oído, es él quien, tiene la última palabra en la elección del reparto.
-Paula: Según dicen, le gusta controlarlo todo -dijo- ¿Porqué pones esa cara?
-Lali: Porque las relaciones públicas son como la lluvia en abril: sabes que es necesaria, pero aun así resulta molesta y engorrosa -se encogió de hombros, ahuyentando aquella idea, como hacía con todo lo inevitable. Al final, si los comentarios que circulaban sobre Peter Lanzani eran ciertos, conseguiría el papel por sus propios méritos. Si había algo que le sobraba a Lali era confianza. Siempre la había necesitado.

A diferencia de Marianella, el personaje que interpretaba en la teleserie, Lali no había gozado durante su infancia de una situación económica desahogada. En su casa abundaba más el afecto que el dinero. Nunca lo había lamentado, como tampoco lamentaba la lucha cotidiana para llegar a fin de mes. Su madre había muerto cuando ella tenía dieciséis años y su padre se había sumido en un estado de postración que había durado casi un año. Lali nunca había pensado que fuera demasiado joven para asumir la responsabilidad de atender una casa y criar a dos hermanos pequeños. No había nadie más para hacerlo. Había vendido maquillaje y perfumes en unos grandes almacenes para pagarse la universidad, mientras se ocupaba de la casa y aceptaba los papelitos que le iban ofreciendo. Habían sido años difíciles y agitados, y quizá fuera eso precisamente lo que le había proporcionado ese superávit de energía del que siempre hacía gala. Además de la convicción de que todo cuanto hubiera que hacer, podía hacerse.

-Marianella...
Lali alzó la mirada y vio a una mujer madura, de corta estatura, que sostenía una bolsa de comida para llevar de la cual emanaba un penetrante olor a ajo. Lali estaba acostumbrada a que la llamaran por el nombre de su personaje tanto como por el suyo, de modo que sonrió y extendió la mano.
-Lali: Hola.
-Soy Dorra Wineberger y quería decirte que eres tan guapa como en la tele.
-Lali: Gracias, Dorra. ¿Te gusta la serie?
-No me pierdo ni un capítulo -la mujer le sonrió y se inclinó un poco hacia ella- Sos maravillosa, querida, y tan amable y paciente... Creo que alguien debería decirte que Ramiro... no te conviene. Lo mejor que puedes hacer es ponerlo de patitas en la calle antes de que le eche mano a tu dinero. Ya ha empeñado tus pendientes de diamantes. Y esta... -Dorra frunció los labios y miró a Paula- ¿Por qué te molestas con ella después de los problemas que te ha dado? Si no hubiera sido por ella, Nicolás y tú se habrían casado, que era lo que tenían que hacer -lanzó a Paula una mirada ofendida- Sé que vas detrás del marido de tu hermana, Luna.
Paula intentó contener una sonrisa y, poniéndose en su papel, echó la cabeza hacia atrás y achicó los ojos.
-Paula: Los hombres se sienten atraídos por mí –dijo lenta y suavemente- No pueden remediado.
Dorra sacudió la cabeza y volvió a mirar a Lali.
-Vuelve con Nicolás -le aconsejó calurosamente- Él te quiere, siempre te ha querido.
Lali le devolvió el rápido apretón de manos.
-Lali: Gracias por su preocupación.
Las dos vieron alejarse a Dorra antes de volverse la una hacia la otra.
-Paula: A todo el mundo le gusta la doctora Marianella -dijo sonriendo- Es prácticamente una santa.
-Lali: Y a todo el mundo le gusta odiar a Luna -riendo, apuró su café- Mira que sos mala…
-Paula: Sí -dejó escapar un suspiro satisfecho- lo sé - masticó lentamente su piña, lanzando miradas melancólicas al plato de Lali -Pero siempre me parece muy raro que la gente me confunda con Luna.
-Lali: Eso solo significa que haces bien tu trabajo -dijo- Si te metes en la casa de la gente todos los días y no consigues suscitar en ellos ninguna emoción, es mejor que te dediques a otra cosa. A la física nuclear, o a aserrar maderos. Y hablando de trabajar... -añadió mirando su reloj.
-Paula: Lo sé... Oye, ¿vas a acabarte eso?
Riendo, Lali le dio el resto de la baklava mientras se levantaban.

Continuará...

-------------------------
Espero que les guste!! Y a ver para cuando quieren MARATóN!!!

Y....













:D

27 comentarios:

  1. Me encanto :)
    me re gusto la personalidad de Lali!
    jajaja espero el proximo cap!
    te deseo un lindo dia mañana
    un beso
    Juli♥
    @amorxca

    ResponderEliminar
  2. Me enncaaantooo
    Quiero ya el próximo caaap
    respecto a la maratón asela pronto que quiero ver como sigue :)

    ResponderEliminar
  3. Todavia preguntas para cuando maraton!!! Por mi seria ya.. la nove empieza interesante, una Lali bastante interesante =) me gusta quiero mas

    ResponderEliminar
  4. Maraton todos los dias !! Me encatooo!

    ResponderEliminar
  5. Mmm, ya te llegará Lali el hombre que te subira el pulso!! :D
    Me gusta muchoo!!
    Am

    ResponderEliminar
  6. Me encanto,ya quiero la maraton.Paula y Lali amigas,eso si k es rarito,jajaja.En el comienzo d la novela llegue a asustarme,x la descripcion d Marianella,no me daba k sacara una pistola y disparase,hasta k salieron los confetis,ahi comence a entender,jajaja.

    ResponderEliminar
  7. maaaaasssssssssssnnnnnnoooooooveeeeeeeeeeeeeeeeeeee

    ResponderEliminar
  8. Me encanta, me encanta!! Cuando tu puedas estamos disponibles ara maratón eso ni se pregunta!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siii :$ Estaria re bueno que haga Maratón

      Eliminar
    2. Coincido :D A Mi tambien me gustaria MA RA TÓN :D

      Eliminar
  9. jaja me dio risa lo de la pistola y la chava que se les arrimo :P pero una cosa no me gusta paula, pero bueno tendre que superarlo o aguantarme :)

    ResponderEliminar
  10. mas nove me encantooooooooooooooooooooooooo

    ResponderEliminar
  11. Me encanta el personaje de Lali!! Es una mujer muy decidida! Mas nove!!

    ResponderEliminar
  12. Me gusta!Q bueno el personaje de Lali!

    ResponderEliminar
  13. Pense que en esta novela serian mar, rama, luna, Thiago.... Jaja

    Me encanto el primer cap! Y lo que dijo lali a Paula sobre ella ser una buena actriz pq las perdonas creen que es mala és lo mismo que dice mi profesor de teatro

    ResponderEliminar
  14. Me encanto el primer cap!!
    Mas Noveee
    @sarapinyana

    ResponderEliminar
  15. jajaaj! que buenaa!! se creyo la novela la señora! jajajaja! espero el siguienteee! besos

    faty****

    ResponderEliminar
  16. podria se el viernes o el sabado que es cuando estoy libre

    ResponderEliminar
  17. jajaj ME ENCANTAA q buen primer cappp quierooo mas mas mas dame mas mas mas ♪

    ResponderEliminar
  18. Mass me encanto de verdad

    ResponderEliminar
  19. AMEEE LA NUEVA NOVE :D

    ResponderEliminar
  20. Maaaaaas Noveeeeeee! PORFAS ((:

    ResponderEliminar
  21. Por fin lei el cap! jaja
    Me encanto! Esta muy beuna la nove!
    Me encanto Lali!
    Besos
    @vagomi

    ResponderEliminar