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lunes, 14 de mayo de 2012

Capítulo 11 y 12



- Espera…

Lali cerró los ojos, mientras la palabra tiraba suavemente de su alma encogida. Su voz… sólo que más profunda y rica ahora, la voz de un hombre, no de un muchacho. Le costaba toda su fuerza sólo el seguir respirando. Estaba paralizada por algo que sentía como temor, una especie de calor incapacitante que era bombeado en su interior con cada frenético latido de su corazón.

El sonido de su voz parecía abrir senderos de sentimientos en su interior.

-Peter: Si vas a tirar eso al río, quiero que me lo devuelvas.

Cuando Lali intentó aflojar su garra sobre el pañuelo, se le cayó por completo de sus dedos rígidos. Lentamente, se obligó a girarse para mirarlo mientras se aproximaba. El hombre de cabello castaño que había visto en el patio sí era Lanzani. Estaba incluso más grande y más imponente de lo que había parecido en la distancia. Sus rasgos eran fuertes, su arrogante nariz se situaba con perfecta simetría entre los distintos planos de sus pómulos, esos espléndidos ojos, el claro resplandor verde sombreado por gruesas pestañas negras. No había nadie más en el mundo que tuviera unos ojos como esos.

-Lali: Lanzani -dijo roncamente, buscando cualquier parecido que pudiera tener con el desgarbado muchacho herido de amor que había conocido. No había ninguno. Lanzani era ahora un desconocido, un hombre sin ninguna traza de puerilidad juvenil. Era esbelto y elegante con ropas bien cortadas, su brillante pelo castaño cortado a cortas capas que doblegaban su tendencia inherente a rizarse.

-Peter: No esperaba encontrarte aquí -murmuró, su mirada sin dejar nunca la suya- Quería echar una ojeada al río, ha pasado tanto tiempo desde que lo he visto- Su acento era raro, suave y elaborado, con vocales extra añadidas en sitios donde no eran necesarias.

-Lali: Suenas como un americano -susurró, deseando que su tensa garganta se relajara.

-Peter: He vivido en Nueva York una larga temporada.

-Lali: Desapareciste sin decir una palabra a nadie. Yo… -ella se paró, apenas capaz de respirar- me preocupé por ti.

-Peter: ¿De veras? -Lanzani sonrió débilmente, aunque su expresión era fría- Tuve que dejar Bristol bastante repentinamente. El constructor naval del que era aprendiz, el señor Ilbery, se volvió un poco duro de mano en su disciplina. Después de una paliza que me dejó con unas pocas costillas rotas y un cráneo fracturado, decidí partir y hacer un nuevo comienzo en algún otro lugar.

-Lali: Lo siento -susurró, palideciendo. Reprimiendo una oleada de náuseas, se forzó a sí misma a preguntarle- ¿Cómo pudiste permitirte el pasaje a América? Debe haber sido caro.

-Peter: Cinco libras. Más de la paga de un año -Un toque de ironía afiló su voz, revelando que esa suma, tan desesperadamente necesitada entonces, no significaba nada para él ahora- Escribí a la señora Julia, y ella me lo envió de sus ahorros.

Lali inclino la cabeza, su boca temblando cuando recordó el día en que llegó su carta… el día en que su mundo se había roto y ella había cambiado para siempre.

-Peter: ¿Cómo está ella? -oyó preguntar- ¿Trabaja todavía aquí?

-Lali: Oh, sí. Todavía está aquí, y bastante bien.
-Peter: Bien.

Lanzani se estiró y recogió cuidadosamente el pañuelo descartado de la tierra, pareciendo no notar el modo en que Lali se puso rígida ante su proximidad. Enderezándose, volvió a su asiento en la roca cercana, y la estudió.

-Peter: Sos hermosa… -dijo desapasionadamente, como si admirara una pintura o un paisaje espectacular- Incluso más de lo que recordaba. Veo que no llevas ningún anillo.

Sus dedos se curvaron entre los sueltos pliegues de sus faldas.

-Lali: No. No me he casado nunca -Eso provocó una extraña mirada de él. Una ensimismada oscuridad se filtró por el vívido verde de sus ojos, como un cielo de verano llenándose de humo.

-Peter: ¿Por qué no?- Ella intentó ocultar su agitación con una súbita sonrisa calmada.

-Lali: Supongo que no era mi destino. ¿Y tú? ¿Te has…?

-Peter: No -Esas palabras no deberían haber llevado la presión de un rápido latido a la base de su garganta, pero lo hicieron.

-Peter: ¿Y Cande? -preguntó suavemente- ¿Qué ha sido de ella?

-Lali: Soltera también. Vive aquí con Gastón y conmigo, y bueno, probablemente la veas muy poco.

-Peter: ¿Por qué? –Lali buscó palabras que pudieran explicar la situación de su hermana de un modo que no hiciera que la juzgara severamente.

-Lali: Cande no hace vida social a menudo, ni elige el mezclarse con los huéspedes aquí. Hubo un escándalo hace dos años. Cande estaba prometida a Victorio, un joven de quien estaba muy enamorada. Antes de que se pudieran casar, se mató en un accidente de caza -Hizo una pausa para dar un manotazo a un escarabajo que había aterrizado en su falda.
La expresión de Lanzani era impasible.

-Peter: ¿Qué escándalo hay en eso?

-Lali: Poco después de eso, Cande tuvo un aborto, por lo que todo el mundo supo que Victorio y ella habían… -se paró impotente- Cande cometió el error de confiar sus congojas a una de sus amigas, que no pudo guardarle el secreto para salvarle la vida. Aunque Gastón y yo intentamos reprimir las murmuraciones, pronto todo el condado estuvo cuchicheando, y se extendió a Londres… En mi opinión, Cande no hizo nada malo. Ella y Victorio estaban enamorados, y se iban a casar. Pero por supuesto estaban aquellos que intentaban hacerla una paria, y Cande rehúsa salir del luto. Mi madre está mortificada por la situación, y ha pasado la mayoría de su tiempo en el extranjero desde entonces. Y me alegro de que mi padre ya no esté vivo, ya que hubiera condenado sin dudarlo a Cande por sus acciones.

-Peter: ¿No lo hace tu hermano?

-Lali: No. Gastón no es como nuestro padre. Él es honorable y también muy compasivo, y bastante librepensador.

-Peter: Un Espósito abierto de mente -caviló, pareciendo encontrar que la frase era contradictoria. El brillo de humor de sus ojos de alguna forma la alivió, la apaciguó, y fue finalmente capaz de hacer una respiración a fondo.

-Lali: Tú también estarás de acuerdo, cuando conozcas a Gastón mejor.

Estaba claro que el abismo entre ellos era ahora incluso mayor de lo que lo había sido en su juventud. Sus palabras eran, como siempre, tan ampliamente distintas que no había posibilidad de intimidad entre ellos. Ahora podían interactuar como educados extraños, sin peligro de romperse el corazón. El antiguo Lanzani ya no existía más, al igual que se había ido la muchacha que Lali había sido. Miró la tierra alfombrada de musgo, el letárgico flujo del río, el desleído azul del cielo, antes de que fuera capaz finalmente de encontrarse con su mirada. Y estaba desesperadamente agradecida por el sentimiento de irrealidad que le permitía encararlo sin desvanecerse.

-Lali: Será mejor que vuelva a la casa -dijo, levantándose de la roca- Tengo muchas responsabilidades.

Lanzani se puso en pie inmediatamente, la silueta de su cuerpo oscura y airosa contra el fluir del río detrás de él. Lali se forzó a sí misma a romper el silencio torturante.

-Lali: Debes contarme cómo has llegado a trabajar para un hombre como el señor Martínez.

-Peter: Es una larga historia.

-Lali: Estoy deseando oírla. ¿Qué le ocurrió al muchacho al que ni siquiera le importaba si era hecho primer lacayo?

-Peter: Tuvo hambre.

Lali lo miró con una mezcla de espanto y fascinación, sintiendo la complejidad que había bajo la sencilla frase. Quería saber cada detalle, comprender lo que le había ocurrido a Lanzani, y descubrir las facetas del hombre en que se había convertido. Lanzani parecía incapaz de quitarle la mirada de encima. Fue hacia ella con cautela indebida, como si su cercanía representara algún tipo de amenaza para él. Cuando se paró a una distancia de un pie de ella, un calor paralizante afluyó de nuevo en ella. Inhaló rápidamente, sintiendo el aire rico y pesado en sus pulmones.

-Peter: ¿Tomas mi brazo? -le pidió. Era una trivialidad cortés que cualquier caballero le habría ofrecido, pero Lali dudó antes de tocarle. Sus dedos revolotearon sobre su manga como las alas de una polilla.

-Lali: Gracias. -se mordió el labio y tomó su brazo, su mano amoldándose a la línea de pesados músculos que yacían bajo las suaves capas de paño y lino. La realidad de tocarle, después de años de anhelo desesperado, la hizo tambalearse ligeramente, y apretó su agarre cuando buscó estabilizarse. El ritmo de la respiración de Lanzani se rompió abruptamente, como si algo le hubiera agarrado por la garganta. Sin embargo, recuperó rápidamente su compostura mientras la escoltaba subiendo la suave pendiente hacia la casa. Sintiendo el enorme poder de su cuerpo, Lali se preguntó qué habría hecho para adquirir tal fuerza física.

-Peter: Trabajé como barquero, llevando en barca a pasajeros entre Staten Island y la ciudad -dijo, pareciendo leer sus pensamientos- Veinticinco centavos ida y vuelta. Así es como conocí a Pablo.

-Lali: ¿Era uno de tus pasajeros? -preguntó. Ante su asentimiento, le lanzó una mirada curiosa- ¿Cómo se transformó un encuentro casual en una asociación de negocios?- Su expresión se hizo precavida

-Peter: Una cosa llevó a la otra- Ella consiguió sonreír ante su evasiva.

-Lali: Veo que tendré que usar todas mis artes para que muestres tu lado locuaz.

-Peter: No tengo lado locuaz.

-Lali: Ser entretenido es una responsabilidad del huésped -le informó ella.

-Peter: Oh, te entretendré -murmuró- es sólo que no hablaré mientras lo hago -Como debía haber sido su propósito, el comentario desarmó su compostura. Ruborizándose, Lali dio una risa lastimera.

-Lali: No has perdido tu maña en hacer comentarios escandalosos, por lo que veo. Recuerda que estás en compañía de una protegida dama inglesa -Él no la miró cuando replicó.

-Peter: Sí, me acuerdo -Se aproximaron a la parte de los solteros, una pequeña residencia puesta aparte de la casa principal y reservada para el uso de los huéspedes que desearan más privacidad de la que permitía la mansión. Gastón le había dicho a Lali que el señor Martínez había pedido específicamente que el sólo estaría en el pabellón de solteros, aunque tuviera que ser acomodado con tres huéspedes más. Pese a que todavía no se veía señal del señor Martínez, Lali vio un par de criados entrando en el lugar con baúles y equipaje.

Lanzani se detuvo, sus vívidos ojos atrapando la luz del sol cuando miró hacia la pequeña casa.

-Peter: ¿Te importa si nos separamos aquí? Iré pronto a la mansión, pero primero quiero echar una ojeada por aquí.

-Lali: Claro, por supuesto -suponía que debía resultarle abrumador regresar a Stony Cross, con recuerdos escondidos en cada esquina y sendero- Lanzani -dijo insegura- ¿fue una coincidencia que el señor Martínez decidiera aceptar la invitación de una visita de mi hermano, o arreglaste deliberadamente las cosas para poder regresar?

Lanzani se giró para hacerle frente, sus hombros pendiendo amenazadores sobre los suyos.

-Peter: ¿Qué razón tendría yo para regresar?

Lali buscó su mirada indescifrable. Y entonces entendió lo que él escondía tan cuidadosamente, lo que nadie podría ver a menos que lo hubiera amado alguna vez. Odio. Había regresado por venganza, y no se iría hasta que la hubiera castigado de miles de maneras por lo que ella le había hecho. “Oh, Lanzani” pensó ella ciegamente, sintiendo una curiosa simpatía por él incluso mientras sus instintos le gritaban que se alejara del peligro inminente “¿Todavía te duele tanto?” Apartó su mirada, juntando sus cejas mientras reflexionaba sobre qué poco le costaría a él aniquilarla.

Haciéndose levantar la mirada a su oscuro rostro, habló con gran precaución:

-Lali: Cuánto has conseguido, Lanzani. Pareces haber tenido éxito con todo lo que has querido. Incluso más -Girándose, lo dejó con pasos medidos, llamando a todo el autocontrol que le quedaba para evitar salir corriendo.

-Peter: No todo -dijo en voz baja, su mirada persiguiéndola cuidadosamente hasta que desapareció.


Lanzani vagó por el pabellón de solteros, sin prestar atención a los criados mientras colocaban las pertenencias de Pablo.

Lanzani sabía exactamente por qué necesitaba Pablo la intimidad del pabellón de solteros. Siempre un caballero, Pablo evitaba escrupulosamente hacer escenas o aparecer fuera de control. Lanzani nunca lo había visto borracho en realidad. Pablo sólo se encerraría a solas en una habitación con una o dos botellas, y reaparecería dos o tres días después, pálido e inestable, pero perspicaz y perfectamente acicalado. Esos episodios no parecían ser provocados por nada en particular, era simplemente su modo de vida. Sus hermanos le habían comunicado en secreto que los rituales de bebida habían comenzado no mucho tiempo después de que Lanzani y él se habían conocido, cuando su hermano mayor había muerto por su corazón débil.

Lanzani vio como el ayuda de cámara de Pablo sacaba una caja japonesa de puros de un aparador con multitud de cajones y casilleros. Aunque Lanzani rara vez fumaba, y nunca a esa hora del día, tomó la caja. Extrajo un puro, sus hojas aceitosas y opulentamente ásperas. Inmediatamente, el bien entrenado ayuda de cámara generó un diminuto par de perversamente afiladas tijeras, y Lanzani las recibió con un cabeceo de agradecimiento. Cortó el extremo del puro, esperó a que el ayuda de cámara encendiera el extremo, y tiró rítmicamente de él hasta que produjo una opresiva corriente de humo tranquilizante. Desapasionadamente observó el temblor de sus propios dedos.

El shock de ver de nuevo a Lali había sido mayor de lo que había anticipado.

Detectando la evidencia de sus nervios destrozados, el ayuda de cámara le disparó una mirada valorativa- ¿Puedo traerle algo más, señor?- Lanzani sacudió la cabeza.

-Peter: Si viene el señor Martínez, dile que estoy en el balcón de la parte de atrás.

- Sí, señor.

Como la mansión principal, los alojamientos de solteros estaban dispuestos cerca de un farallón que dominaba el río. La tierra estaba excesivamente arbolada con pinos, los sonidos del fluir del agua subyacentes al trinar de los nidos de currucas de los sauces. Arrojando su chaqueta, Lanzani se sentó en una de las sillas del balcón cubierto y fumó negligentemente hasta que recuperó una apariencia de autocontrol. Apenas notó cuando el ayuda de cámara le trajo un plato de cristal para los pegotes de ceniza de su puro. Su mente estaba completamente ocupada por la imagen de Lali en el río, la abundante masa de su cabello recogida en lo alto, las exquisitas líneas de su cuerpo y su garganta.

El tiempo sólo había hecho más elocuente la belleza de Lali. Su cuerpo era maduro y plenamente desarrollado, con la forma de una mujer en pleno florecimiento. Con la madurez, su rostro se había vuelto más delicadamente esculpido, la nariz más delgada, los labios se habían decolorado de profundo rosa al pálido matiz de rosa que se encuentra en el interior de una concha. La visión de Lali había provocado que un retazo de humanidad se removiera dentro de Lanzani, recordándole que una vez había tenido la habilidad de experimentar dicha, una habilidad que se había desvanecido hace mucho tiempo. Le había llevado años alterar el obstinado curso de su destino, y había sacrificado la mayor parte de su alma para hacerlo.

Apagando su puro medio acabado, se inclino hacia delante con los antebrazos apoyados sobre los muslos. Mientras miraba un espino cercano en pleno florecimiento, se preguntó por qué había permanecido soltera Lali. Quizás era como su padre, de naturaleza esencialmente fría, siendo reemplazadas con el tiempo las pasiones de su juventud por el auto interés. Fuera cual fuera la razón, no importaba. Iba a seducir a Lali. Su único pesar era que el antiguo Lord Westcliff no estuviera por los alrededores para descubrir que Lanzani había tomado su placer entre los muslos blancos como la nieve de su hija.

La atención de Lanzani fue abruptamente capturada por el crujir del pavimento y el líquido tintineo de cubos de hielo en un vaso. Recostándose en la silla, levantó la mirada cuando Pablo cruzó el emparrillado de la galería cubierta.
Girándose para encarar a Lanzani, Pablo se medio sentó en la barandilla y colgó flojamente el brazo libre de una columna. Lanzani le miró fijamente. La suya era una compleja amistad, que los extraños suponían basada únicamente en un deseo compartido de ganancias financieras. Aunque esa era una innegable faceta de su relación, no era en absoluto su única razón. Como la mayoría de las amistades sólidas, y fervientemente ambicioso, mientras que Pablo era cultivado, refinado y complaciente. Lanzani hacía ya mucho que reconocía que no podía permitirse los escrúpulos. Pablo era un hombre de impecable honor. Lanzani se había involucrado sombríamente en las batallas diarias de la vida, mientras que Pablo había elegido permanecer al margen.

-Pablo: Me he encontrado con la señorita Espósito cuando volvía a la casa. Una hermosa mujer, justo como la describiste. ¿Está casada?

-Peter: No -lo miró malhumorado a través del velo de humo del aire.

-Pablo: Eso te facilita las cosas, entonces -Los anchos hombros de Lanzani se crisparon al encogerse de hombros.

-Peter: Ocurriría de un modo u otro.

-Pablo: ¿quieres decir que no dejarías que un asunto menor como un esposo se interpusiera en el camino de lo que querías? -La sonrisa de Pablo se amplió en una mueca admirativa- Maldición, eres un despiadado, Lanzani.

-Peter: Por eso me necesitas como socio.

-Pablo: Cierto. Pero… ¿No crees que estás llevando la venganza un poco demasiado lejos? No dudo que tendrás éxito con Lali. Pero no creo que eso te traiga nada de paz.

-Peter: Sólo quiero… -Se detuvo en silencio. Como siempre, estaba preso de un hambre que había comenzado seis años antes, cuando había sido lanzado a una vida que nunca había concebido para sí mismo. En América, el paraíso de los oportunistas, había tenido éxito más allá de sus sueños más salvajes. Pero aún no era suficiente. Nada podía satisfacer a la bestia de su interior.

Los recuerdos de Lali le habían atormentado perpetuamente. Ciertamente no la amaba, esa ilusión había empalidecido hacía mucho tiempo. Ya no creía más en el amor, ni quería. Pero tenía que satisfacer la furiosa necesidad que nunca le permitía olvidarla. Había visto los ojos de Lali, su boca, la curva de su mentón, en el rostro de miles de extrañas. Cuanto más fervientemente intentaba ignorar su recuerdo, más persistentemente le obsesionaba ella.

-Pablo: ¿Y qué ocurrirá si ella resulta herida durante lo que llamas exorcismo?- preguntó. Su tono no estaba sombreado por ningún tipo de enjuiciamiento.

-Peter: Quizás quiero herirla -Eso era una subestimación. Lanzani no pretendía meramente herir a Lali. La iba a hacer sufrir, llorar, gritar, suplicar. Iba a ponerla de rodillas. Quebrarla. Y era sólo el comienzo…

Pablo lo miró escéptico.

-Pablo: Es una actitud bastante extraña, viniendo de un hombre que una vez la amó.

-Peter: No fue amor. Fue una mezcla de pasión animal, juventud y estupidez.

-Pablo: Qué gloriosa pócima -dijo con una sonrisa llena de recuerdos- No me he sentido de esa forma desde que tenía dieciséis años y me encapriché con amiga de mi hermana -Se paró, resquebrajándose su sonrisa, oscureciéndose sus ojos azules - Me voy a tomar otra bebida. ¿Te importa venir conmigo?

Lanzani sacudió la cabeza.

-Peter: Tengo algunos asuntos que atender.

-Pablo: Sí, claro. Querrás hacer la ronda… no dudo que algunos de los criados se acordarán de ti -Una sonrisa burlona tocó los labios de Pablo -Un lugar adorable, Stony Cross. Uno se pregunta cuánto tiempo le llevará a sus habitantes comprender que han dejado entrar una serpiente en su paraíso.


Continuará...

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Sé que aún tienen muchas preguntas por lo de la carta y el accidente pero no coman ansias, todo se va a resolver... Lucia: Gastón es uno de mis personajes favoritos en la novela! cuida mucho a sus hermanas y no quiere que nadie las lastime! eso incluye a Peter!... Anónimo: Lali no perdíó su belleza física si es eso a lo que te referís! la cicatriz no está en su cara... conocerán los detalles en los siguientes caps! :) abril como dice el cap 11 el papá de Lali si murió! :D Vivu: Gas, Cande y Julia si participarán mucho en la unión de Lali y Peter! especialmente Gastón! ;) katy ♥ Tranquila! no hay problema sé que leés la nove y te agradezco eso!! 

MAÑANA MARATóN!!! :D

20 comentarios:

  1. quiero mas nove... me encanta esta nove...!!!!
    Espero q subas pronto...
    Besos q estes bien...!!! :)

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  2. jaja si ya vi que pusiste que se murio :P
    creo que me agrada y creo que entiendo por que no esta casada lali :P mm siento que peter quiere hacer venganza por que cree lo que lali le dijo que jugaba con el pero pienso cuando se de cuenta que no era siento se va a querer morir

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  3. Me gusta, me gusta!! Me da entre penita y bronca peter por lo q quiere hacer con lali pero se q en fondo la sigue queriendo!1 Más nove!

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  4. Era peter volvio con sed de venganza :O!!!!
    mañana espero la maratón kja sdsnda
    me encantaaaaaaaaaaaaa el cap

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  5. Estoy ansiosa por el maratón!!!!!!!! AMO TU NOVELA!

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  6. Me encanto los caps!
    Gracias por subir! POR SUBIR DOS! GENIA!
    Ya entiendo mucho mas la nove! Me encanta, esta genial!
    Me alegro que Lali se halla dado cuenta de las intenciones de Lanzani, lo que creo es que se va dejar lastimar por él! :S
    Besos
    @vagomi

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  7. Es obvio que Peter la sigue amando porque nadie se venga de una persona que no le interesa, ademas si se la imagina en otras chicas, pues es obvio que aún la quiere.

    Pablo me tiene un poco confundida, nose si es bueno o malo. Creo que es como neutral no le importa lo que Peter haga, ni lo apoya ni le da la espalda...Noseee

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  8. quiero ver como se va a quedar peter cuando sepa toda la verdad!

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  9. Vivu ( @Lina _AR12)15 de mayo de 2012, 0:11

    Peter está dolido y mucho ...pero la ama de la misma manera q ella aun lo ama.Me gusta mucho la historia!

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  10. Quiero masssss capi me esta atrapando esta nove como las demás me facina

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  11. Me gusta mucho esta noveee! Peter vengativo, aun está dolido con todo lo que pasó pero la amaa...
    mañaana maratón, qué genial!!

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  12. Yo creo que a Peter se le van a voltear las cosas, el acabará sufriendo más con la venganza y pues lali a sabiendas que peter se quiere vengar dará rienda suelta a su amor, intentando recuperarlo.
    Me dejaste intrigada con lo del accidente, dices que lali no tiene nada físico.
    Ruthy_lu

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  13. Entonces Lali tiene una cicatriz pero no en la cara... mmm... En el cuerpo..Emm.. O quizas no puede tener hijos!
    Fresy07

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  14. Una pregunta, cuantos capítulos tiene?? porque parece que va para largo jajaja
    MÁS!!

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  15. Mas noveelaa.. peter sabe lo del accidenten?

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  16. Ojalá qe Peter se de cuenta qe la gigue amando, es obvio qe se va a dar cuenta pero espero qe pase rapido :) jajajjaa me morí cn el comentario qe le hace Peter del entretenimiento a Lali jajajajaja buenisimo el cappppp :).. me encantooo

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