Había sido un Agosto excepcionalmente cálido hasta ahora,
y el condado hormigueaba de elegantes familias que serían atrapadas en los
meses de verano en Londres. Gastón había dicho que el Sr. Martínez y su
compañero de negocios estarían viajando ida y vuelta entre Hampshire y Londres,
con el resto del séquito atrincherado en Stony Cross Park. Parecía que el Sr.
Martínez planeaba abrir una oficina en Londres para las nuevas empresas de su
familia, así como asegurar todos los derechos importantes del muelle que
permitirían a sus barcos realizar las descargas en el puerto.
Aunque la familia Martínez ya era opulenta del estado
real y de las especulaciones de Wall Street, recientemente se habían iniciado
en el negocio de producción locomotora de rápido crecimiento. Aparentemente su
ambición no era abastecer los rieles Americanos con locomotoras, carruajes y
repuestos, sino también exportar sus productos a Europa. Según Gastón, Martínez
no carecía de inversores para su nuevo emprendimiento y Lali presintió que su
hermano pretendía ser uno de ellos. Con ese objetivo en mente, Lali pensó que
el Sr. Martínez y su socio tenían una estadía extremadamente agradable en Stony
Cross.
Con su mente repleta de planes, Lali cambió a un ligero
vestido de verano de algodón blanco, bordado con flores color lavanda. No llamó
a la criada para que la ayudara. A diferencia de otras damas en su situación,
ella se vestía sola la mayoría de las veces, requiriendo la ayuda de la Sra.
Julia sólo cuando era necesario. El ama de llaves era la única persona que
tenía permiso de ver a Lali bañándose o vistiéndose, con excepción de Cande.
Cerrando la hilera de pequeños botones de perlas del
frente de su corpiño, Lali permaneció frente al espejo. Expertamente ella
trenzó y sujetó su cabello en una vuelta sobre su nuca. Mientras aseguraba la
última hebilla en su peinado, vio en el reflejo que algo había sido dejado
sobre la cama, un guante extraviado o liga, quizá, en el destello rosa damasco
del cobertor. Frunciendo el ceño curiosamente, fue a investigar.
Se estiró para alcanzar el objeto sobre la almohada. Era
un pañuelo viejo, la seda bordada de matiz descolorido, muchos de los hilos
estaban gastados. Confundida, Lali trazó el patrón de capullos de rosa con la
yema de su dedo. ¿De dónde había venido? ¿Y por qué había sido dejado sobre su
cama? El sentimiento de revoloteo regresó a su estómago, y su dedo se detuvo en
la delicada trama del bordado.
Ella había hecho esto con sus propias manos, seis años atrás.
Sus dedos se cerraron en el trozo de tela, presionándolo
contra su palma, de repente su pulso resonó en sus sienes, oídos, garganta y
pecho.
-Lali: Lanzani… -susurró.
Recordó el día en que se lo había dado a él o más
precisamente el día en que él lo había tomado de ella, en la sala de los
carruajes del establo. Sólo Lanzani le podía devolver ese fragmento del pasado
a ella. Pero eso no era posible, Lanzani había abandonado Inglaterra años atrás
rompiendo su acuerdo de aprendizaje con el constructor de barcos Bristol.
Nadie lo había visto o había oído de él nuevamente.
Lali había pasado su vida entera de adulta tratando de no
pensar en él, entreteniendo la fútil esperanza con el hecho de que el tiempo
suavizaría los recuerdos del doloroso amor. Pero sin embrago, Lanzani había
permanecido con ella como un fantasma, llenando sus sueños con todas las
abandonadas esperanzas que ella rehusaba admitir durante sus horas diurnas.
Todo este tiempo ella no había sabido si él estaba vivo o muerto. Cualquier
posibilidad era muy dolorosa de contemplar.
Todavía agarrando el pañuelo, Lali salió de su cuarto.
Pasó sin ser vista a través del ala este, como un animal herido, usando las
puertas de los sirvientes para abandonar la finca. No había privacidad en la
casa, y ella tenía que robar algunos minutos a solas para reunir su juicio. Un
pensamiento era el principal en su mente... No regreses Lanzani... El sólo
verte me mataría... No regreses... No lo hagas...
--
Gastón, Lord Westcliff, dio la bienvenida a Pablo
Martínez en su biblioteca. Gastón había conocido a Pablo antes, en una visita
previa a Inglaterra, y había encontrado mucho que recomendar al hombre.
Permitiéndole pasar, Gastón estaba predispuesto a que no
le agradaría Pablo, que era un conocido miembro de la llamada aristocracia
Americana. A pesar de una vida de adoctrinamiento social, Gastón no creía en la
aristocracia de ningún tipo. Él habría rechazado su propio título, si fuera
legalmente posible. No era que tuviera presente la responsabilidad, ni que
tuviera aversión al dinero heredado. Era sólo que nunca le había sido posible
aceptar la superioridad innata de un hombre sobre otro. La noción era
inherentemente injusta, sin mencionar que era ilógica y Gastón nunca había sido
capaz de tolerar una falta de lógica.
Sin embargo, Pablo no era como los aristócratas
Americanos que Gastón había conocido. De hecho, Pablo parecía disfrutar
haciendo rebajar a su familia de New York con sus joviales referencias de su
bisabuelo, un bruto y franco marinero mercante que había acumulado una
sorprendente fortuna. Subsecuentes generaciones de Martínez refinados y de
buenos modales hubieran preferido olvidar a sus vulgares ancestros, si sólo Pablo
lo hiciera posible.
Pablo entró al cuarto con holgadas y tranquilas zancadas.
Él era un hombre elegante de unos treinta y cinco años de edad. Su cabello del
color del trigo estaba cortado en centelleantes capas, su piel era bronceada y
estaba afeitado. Su apariencia era concentradamente Americana... ojos azules,
castaño, con un aire de irreverencia. Pero había una oscuridad debajo de su
dorada superficie, un cinismo e insatisfacción que habían marcado profundas
líneas alrededor de sus ojos y boca. Su reputación era la de un hombre que
trabajaba duro y que jugaba aún más fuerte, disparando rumores de bebida y
libertinaje que Gastón sospechaba eran bien merecidos.
-Pablo: Mi Lord -murmuró, intercambiando un decisivo
apretón de manos- es un placer llegar al fin -Una criada entró sosteniendo un
juego de plata de café, y Gastón gesticuló para que lo depositara sobre el
escritorio.
-Gas: ¿Cómo estuvo el viaje? -preguntó. Una sonrisa
arrugó los extremos de los ojos azul grisáceos de Martínez.
-Pablo: Tranquilo, gracias a Dios. ¿Puedo preguntar por
la condesa? ¿Confío en que esté bien?
-Gas: Bastante bien, gracias. Mi madre me pidió comunicar
sus disculpas por no poder estar en estos momentos, pero ella está visitando
amigos en el exterior. Observando la bandeja de refrescos, Gastón se preguntó
por qué Lali no había aparecido aún para recibir a los invitados. Sin dudas
estaba acomodando sus planes para compensar la temprana llegada- ¿Tomará un
poco de café?
-Pablo: Sí, por favor -descendiendo su alta y flaca
figura en la silla detrás del escritorio, Pablo se sentó con sus piernas
descuidadamente desplegadas.
-Gas: ¿Crema o azúcar?
-Pablo: Azúcar solamente, por favor –mientras recibía su
taza y platillo, Gastón notó un temblor diferente en sus manos, causando que la
porcelana golpeteara. Eran los inconfundibles tremores de un hombre que aún no
se había recuperado de la borrachera de la noche anterior.
Sin pasar por alto una sacudida, Pablo colocó la taza
sobre el escritorio, retiró un frasco de plata del interior de su saco, y echó
una generosa cantidad de licor en su café. Bebió de la taza sin utilizar el
platillo, cerrando los ojos mientras la caliente infusión alcohólica vertía por
su garganta. Mientras el café descendía, extendió la taza sin comentarios, y
servicialmente Gastón la volvió a llenar. De nuevo fue representado el ritual
del frasco.
-Gas: Su socio es invitado a acompañarnos -dijo
amablemente. Recomponiéndose en su silla, Pablo bebió la segunda taza de café
más lentamente que la primera.
-Pablo: Gracias, pero creo que por el momento, él está
ocupado dándole instrucciones a los sirvientes -una sonrisa irónica asomó en
sus labios- Lanzani tiene aversión de sentarse en el medio del día. Él está en
constante movimiento.
Habiendo tomado su propio asiento detrás del escritorio,
Gastón se detuvo en el instante en que estaba llevando la taza a sus propios
labios.
-Gas: Lanzani? -repitió pausadamente. Era un nombre
común. Aún así, una nota de alarma sonó en su interior. Pablo sonrió
descuidadamente.
-Pablo: Lo llaman El Gran Lanzani en Manhattan. Es
enteramente por su esfuerzo que las fundiciones Martínez han comenzado a
producir máquinas locomotoras en lugar de maquinaria agrícolas.
-Gas: Eso es considerado por algunos como un riesgo
innecesario -comentó- Usted lo está haciendo muy bien con la producción de
máquinas agrícolas, las segadoras y las sembradoras mecánicas de grano, en
particular. ¿Por qué aventurarse con manufacturas locomotoras? Las principales
compañías ferroviarias han construido sus propias maquinarias y es aparente que
abastecen sus necesidades de una manera muy eficiente.
-Pablo: No por mucho tiempo -dijo tranquilamente- Estamos
convencidos que sus demandas de producción excederán pronto su capacidad y se
verán forzados a contar con constructores externos para compensar la diferencia.
Además, América es diferente de Inglaterra. Allí la mayoría de los
ferrocarriles cuentan con empresas propias privadas de locomotoras, como la
mía, para proveerles maquinaria y partes. La competencia es feroz, y de esto
resulta un mejor producto, más agresivamente valuado.
-Gas: Sería interesante saber por qué usted cree que las
fundiciones ferroviarias de Inglaterra no serán capaces de mantener un paso
aceptable de producción.
-Pablo: Lanzani proveerá todas las figuras que usted
requiere -le aseguró.
-Gas: Espero conocerlo.
-Pablo: Creo que usted ya lo conoce, mi Lord -la mirada
de Pablo no se desvió mientras continuaba con estudiada contingencia- Parece
que Lanzani fue un empleado una vez aquí en Stony Cross Park. Puede que usted
no lo recuerde, él era un muchacho del establo en ese tiempo.
Gastón no mostró ninguna reacción ante el relato, pero
interiormente pensó, ¡Oh, Demonios! Este Lanzani era desde luego al mismo a
quien Lali había amado tanto tiempo atrás. Gastón sintió una inmediata urgencia
de alcanzar a Lali. Él tenía que prepararla de alguna manera para las noticias
de que Lanzani había regresado.
-Gas: Lacayo -corrigió suavemente- Según recuerdo,
Lanzani fue un sirviente de la casa justo antes de que partiera- Los ojos
azules de Pablo estaban falazmente inocentes.
-Pablo: Espero que no le incomode recibir un antiguo
sirviente como un huésped.
-Gas: Al contrario, admiro los logros de Lanzani. Y no
vacilaré en decírselo -eso era mitad verdad. El problema era que, la presencia
de Lanzani en Stony Cross seguramente causaría incomodidad a Lali. Si era así,
Gastón tendría que encontrar una manera de lidiar con la situación Sus hermanas
importaban más para él que cualquier otra cosa en la tierra, y él jamás
permitiría que ninguna de ellas resultara herida.
Pablo sonrió ante la respuesta de Gastón.
-Pablo: Veo que mi juicio acerca de usted fue correcto,
Lord Westcliff. Usted es tan justo y razonable como sospechaba.
-Gas: Gracias.-se dedicó a revolver una cuchara de azúcar
en su café, preguntándose siniestramente dónde estaba Lali.
--
Lali se encontró caminando apresuradamente, casi
corriendo a su lugar favorito cerca del río, donde una pradera de flores
salvajes se inclinaba hacia las hierbas altas con mariposas color marrón, miel
y blanco mármol. Ella nunca había traído a alguien aquí, ni siquiera a Cande.
Era el lugar que ella había compartido sólo con Lanzani. Y después que él se
había ido, era donde ella había llorado a solas.
La perspectiva de verlo otra vez era lo peor que le podía
ocurrir.
Todavía agarrando el pañuelo bordado, Lali descendió
hacia un sendero de hierbas y trató de calmarse. El sol borraba el agua con
brillantes destellos, mientras unos pequeños escarabajos negros marchaban
lentamente hacia los tallos de la genista espinosa. La mordacidad del cardo
tibio por el sol y de la flor de muerto de la ciénaga se mezclaba con el
fecundo olor del río. Entumecida, ella miraba al agua fijamente recorriendo el
avance de un somormujo mientras chapoteaba diligentemente en una viscosa masa
de hierba enlodada en su estolón.
Voces de hace mucho tiempo susurraron en su mente...
"No me casaré con ningún hombre excepto tú, Lanzani.
Y si alguna vez me dejas, estaré sola por el resto de mi vida."
"Lali... nunca te dejaría a menos que tú me pidieras
que me vaya..."
Sacudió su cabeza agudamente, deseando que los recuerdos
atormentadores se fueran. Apelotonando el pañuelo en una bola, movió su brazo
para arrojarlo en la gentil corriente del río. El movimiento fue suspendido por
un tranquilo silencio.
- Espera.
Continuará…
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Y si!! adivines quien es?? ^^
espero que con este capítulo entiendan un poco más!! lo del accidente de Lali ya se irá desvelando mientras la nove se desarrolla!... gracias por leer!!
MARATóN MARTES Y MIéRCOLES!!!! les parece bien esos días?? :O
siiii
ResponderEliminar...El ama de llaves era la única persona que tenía permiso de ver a Lali bañándose o vistiéndose, con excepción de Cande... es por lo de el accident? y quiero saber que pasa con la carta? la ha leido al final?
ResponderEliminarquiero el siguiente capitulo!
ResponderEliminarsube el siguiente capitulo porfa
no me puedes dejar asi, con ese suspenso:
ResponderEliminar-Espera.
es lanzani?
subi un capitulo masss, xfa :DD
Quiero más!!! Le quedaron marcas no? por eso se viste sola y no le gusta q la ayuden y solo julia lo hace ne ocaciones??? Más!! Me encanta, es divina!! Lanzani un amor!
ResponderEliminar@vale_cadenas
:O regreso pobre de lali
ResponderEliminarMe encanto!
ResponderEliminarDespués de leer que Lali se vestía sola, algo nada común de la época, supongo que tiene que maduras en el cuerpo :S
Me preocupa Lali! Y el daño que le quiera hacer Lanzani! :(
Besos Dani
@vagomi
Quiero saber que le paso a Lali....siento que es algoo muy feo. :( "A diferencia de otras damas en su situación, ella se vestía sola la mayoría de las veces..."
ResponderEliminarY me encanta como Gas cuida a sus hermanas, me parece muy tierno "Sus hermanas importaban más para él que cualquier otra cosa en la tierra, y él jamás permitiría que ninguna de ellas resultara herida."
Solo espero que Peter no sea tan malo con Lali porque ella lo hizó todo por él, hasta el accidente fue por algo relacionado con Peter.
Pobre Lali me da cosa.
Pobre Lali le pasó de todo en lo que va de su vida. Su padre no la soporta, su madre no le presta atención, tuvo que dejar a Pete, tuvo un accidente y ahora de nuevo es atormentada con el recuerdo de Peter.
ResponderEliminarQuiero saber que le pasó a causa del accidente, espero que no haya perdido esa belleza por la cual era reconocida y admirada por todos.
mmm pobre de lali tener qeu revivir todo eso y lo de su padre, yo tengi una pregunta el pap de lali murio?? o donde esta?
ResponderEliminarsiento que cuando lali lo vea ella se va a desmayar
Lanzani es el que esta en el Rio y me parece bien el maratón espero que sea en la tarde.
ResponderEliminarAyy como la dejas ahí jaja, es Lanzani!! Le han quedado marcas en el cuerpo por eso que se cambia sola, no? Llegó a leer la carta? Qué tramará Peter, pobre está muy dolidoo y Lali tambien. Espero el siguiente capi!
ResponderEliminarSí ! sabía q habia vuelto,y por la intro ya sabia q volvia en otra posicion,tbien sabemos q querra vengarse,pero creo q no podrá,creo q averiguará la verdad,vs la saben por lo visto en cuanto al Amor de Lali,así q esperemos q les den una manito (GAS/Cande/JUlia),creo q ira limando el resentimiento q alimentó todos esos años,y q tapa para el padre de Lali de lacayo a triunfador.Pablo sabrá la verdad?Me desconcierta cómo marca la frialdad en los ojos de él,tendrá q ver con la venganza.La trama es ATRAPANTE!MUY BUENO!!!!!
ResponderEliminaray ame esta noveee!
ResponderEliminarperdon por no firmar, pero no me queda tiempo u.u
pero siempre estoy aqui leyendo tus noveees!
en especial estas de epoca que me encantan!
sube mas pliiis muero por saber como reaccionara lali al ver a peter :)
besos!!
mas novela <3
ResponderEliminarqueirooo massss
ResponderEliminarDios mio! Espero que lali estea preparada! La adoro y ya quiero que llegue el final para verlos felices y juntos!
ResponderEliminarQuiero saber que le paso a Lali en el accidente!!! :(
ResponderEliminarfresy07
MAAAASSSS NOVEEEEE!!
ResponderEliminarnas nove
ResponderEliminarmassss noveeeeeee!!!!
ResponderEliminarmass ♥
ResponderEliminarAaa cuando vi la imagen dije no por favor decime qe Pablo no es tercero en discordia, ojalá Peter hubiera. Tenido quien se preocupe por el como Gaston por Lali. Me encantooo el cap no puedo esperar para leer el reencuentro!! Buenisima la novee gracias gracias
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