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miércoles, 23 de mayo de 2012

Capítulo 34



Cande había pasado aproximadamente siete noches en Londres, retornando con suficientes cajas y bolsas para dar crédito a su reclamo de que ella había ido al centro para una expedición de compras.

Naturalmente, Susan Chamberlain le preguntó a Cande si había visto al su hermano y a Lanzani mientras estaba en Londres y Cande le replicó con una pizca de malicia.

-Cande: Oh, sí, mi chaperona, la Sra. Smedley, y yo pasamos la más deliciosa tarde con ellos en el teatro Capital. Asientos en palcos y una excelente visión del escenario. Todo eso nos fue posible disfrutar -Sin importar lo casual que eran los modales de Cande, sus anécdotas fueron recibidas con cejas arqueadas y agudas miradas. Todos, parecían, sospechar que había mucho más de la historia que lo que les estaba contando.

Lali había oído todos los detalles de la visita a Londres tan pronto Cande había vuelto.

Ella fue a la habitación de Cande después que su hermana se hubiera puesto el camisón para dormir y las dos se sentaron en la cama con copas de vino en sus manos.

-Cande: Estuve con él todas las tardes -le contó ella a Lali, sus mejillas se sonrojaron -siete noches en el absoluto cielo.

-Lali: Entonces, ¿es un buen amante? -le preguntó con una sonrisa y una pizca de curiosidad.

-Cande: El más maravilloso, el más excitante, el más… -incapaz de pensar el adjetivo que ella quería, suspiró y tomó un sorbo de vino.

-Lali: ¿Te vas a casar con él? -le preguntó con un curioso dolor en el pecho, feliz por su hermana, y al mismo tiempo pensando cuán lejos estaba América. Y si era sincera consigo misma, ella hubiera tenido que admitir una vocecita de envidia que demandaba saber por qué ella no podía tener lo que más quería.

-Cande: Él se me declaró, naturalmente -le dijo y luego la sorprendió con su inesperada declaración -Y lo rechacé.

-Lali: ¿Por qué?

-Cande: Tú sabes porque -Lali inclinó su cabeza, su mirada estaba fija en Cande, mientras se hacía el silencio en la conversación por algunos minutos. Dejando salir un largo suspiro, ella bajo la mirada y recorrió el borde de su copa con el dedo.

-Lali: Estoy segura que fue la mejor decisión, querida, y una muy difícil de tomar.

-Cande: No, no lo fue -Se sentaron en silencio por un segundo, mientras Cande preguntaba -¿No me vas a preguntar por Lanzani? -Lali miró dentro de su vaso

-Lali: ¿Cómo esta él?

-Cande: Tranquilo, un poco distraído. Nosotros… hablamos de ti -Una campanada de advertencia sonó en la mente de Lali, mientras oía como aguijoneaba la culpa en la cautelosa admisión de Cande -Ella levantó la mirada rápidamente, su rostro estaba rígido -Resultó bastante bien, realmente -dijo cautelosamente -Al menos no cambiaron para peor, aunque nadie puede saber como reaccionó a…

-Lali: ¡Cande, cambiar qué! -demandó enfriándose por la ansiedad -¿Qué le dijiste?

-Cande: No mucho - le lanzo una mirada defensiva -Finalmente le di las disculpas que se merecía, por lo que les hice a ustedes dos, hace tiempo. Tú sabes, cuando le conté a papá lo de…

-Lali: Candela, no debiste -dijo, tan furiosa y asustada que no pudo gritar, su garganta estaba contraída en un estrecho canal. Sus manos temblaban tan fuertemente que el vino estaba en peligro de derramarse.

-Cande: No hay ninguna razón para preocuparse -dijo exasperadamente Cande -No rompí mi promesa, no le dije nada acerca de tu accidente, o de las cicatrices. Sólo le conté lo que yo hice, y lo que hizo nuestro padre, como manipulaba a todos, y… bueno, si le mencione que tu lo mandaste lejos para protegerlo, porque papá quería dañarlo.

-Lali: ¿Qué? Yo nunca quise que él supiera eso. Mi Dios, Cande, ¿qué has hecho?

-Cande: Sólo le dije una pequeña parte de la verdad. Perdona si te he alterado, pero como dices, la verdad es la mejor política, y en este caso…

-Lali: ¡Yo nunca dije eso! -explotó -Esa es la más trillada, auto conveniente máxima que existe, definitivamente la más deficiente en este caso. Oh, Cande, ¿no te das cuenta lo difícil que has puesto la situación para mí? Como va a ser infinitamente más difícil separarme de nuevo de él, ahora que él lo sabe -de repente, ella se quebró -¿cuándo se lo dijiste?

-Cande: La segunda noche que estuve en Londres -Lali cerró sus ojos porque repentinamente se sintió enferma. Las flores habían llegado dos días después de eso. Entonces era por eso que Lanzani le había mandado regalos, y el poema.

-Lali: Cande, tengo ganas de matarte -le susurró. Evidentemente decidida a ir a la ofensiva, su hermana menor le dijo con decisión.

-Cande: No veo porque es tan terrible remover los obstáculos que hay entre tú y Lanzani. La única cosa que falta por hacer es que tú le cuentes acerca de tus piernas -Lali le respondió con una mirada helada.

-Lali: Y eso nunca va a pasar.

-Cande: No tienes nada que perder contándole. Tú siempre has sido la persona más valiente que he conocido. Nunca lo he sabido hasta ahora, cuando finalmente tienes la posibilidad de ser feliz, y la estás tirando a la basura porque eres muy obstinada y miedosa.

-Lali: Nunca he sido valiente -le soltó de vuelta -Valentía no es tolerar algo apenas, porque no puede cambiarlo. La única razón por la que no me he tirado contra las paredes y pateado y gritado todos los días por los últimos doce años es por el conocimiento que cuando me levantara del suelo, nada habría cambiado. Mis piernas siempre serán repulsivas. Tu ni siquiera puedes acercarte para mirarlas, ¿cómo te atreves a sugerir que estoy siendo cobarde a no exponerlas frente a Lanzani? -Ella dejó la cama y tomo la copa de vino -Tú eres una hipócrita, Candela tu pareces esperar que Lanzani me acepte sin importar mis defectos, cuando tu rechazas hacer lo mismo con Pablo.

-Cande: Eso no es justo -protestó indignada -Las dos situaciones son completamente distintas. Tus cicatrices no se comparan con su hábito de tomar y ¿cómo te atreves a decirme que tengo una mente cerrada por no aceptarlo?

Respirando con furia, Lali se acercó a la puerta.

-Lali: Sólo déjame en paz. Y no te atrevas a decirle una palabra a Lanzani acerca de nada -Apenas pudo controlarse para no pegar un portazo cuando se fue.

Lali y Cande siempre habían vivido en relativa armonía. En las raras ocasiones en el pasado que discutían, se evadían la una a la otra, hasta que sus temperamentos se hubieran enfriado, después seguían como si nada hubiera pasado. Si la pelea era particularmente amarga, iban las dos por separado donde la Sra. Julia, que siempre les recordaba que no había nada más importante que los lazos de hermanas. Esta vez, sin embargo, Lali no le confió sus problemas al ama de llaves, y no creía que Cande lo hiciera. El asunto era demasiado personal. Esta vez Lali intentó seguir adelante como le era habitual, tratando a Cande con la diplomacia que ella siempre era capaz de manejar. Ella suponía que podría relajarse si le ofrecía una disculpa, pero nunca le había sido fácil pedir perdón, prefería ahogarse en la culpa. No es que pensara que Cande le ofrecería una rama de olivo, además era definitivo que, la culpa la tenía ella. Después de tres días, Cande y Lali manejaban el asunto con normalidad, aunque quedaban residuos de frialdad entre ellas.

En la tarde del sábado Gastón dio una fiesta al aire libre, que fue rápidamente amenazada por un conjunto de nubes que les cubría la cabeza. El cielo se volvió del color de las ciruelas negras, mientras unas avizoras gotas de lluvia caían en la multitud y causó una serie de barullos en protesta. La gente empezó a entrar a la casa, mientras Lali se apuraba en regresar a la casa para dar las instrucciones a los sirvientes para trabajar en traer confortabilidad, vasos y sillas en la sala de dibujo. En medio de su apuro, ella vio algo que la hizo parar en seco. Cande estaba hablando con Pablo, que recién había vuelto de Londres. Estaban cerca de la entrada, mientras Cande descansaba en la pared, reía de alguna broma que él le estaba haciendo, el rostro de ella estaba resplandeciente, sus manos estaban detrás de su espalda como si ella tuviera que controlarse para no tocarlo a él.

Si hubiera habido alguna duda en la mente de Lali, que Cande amaba a Pablo Martínez, quedo completamente segura de ello. Ella había visto a su hermana mirar de esa manera a un sólo hombre en su vida. Aunque la expresión de Pablo no era visible de ese ángulo, la inclinación protectora en su postura hablaba muy claro. Qué pena, pensó Lali. Estaba claro que no importaba cuales fueran sus diferencias, habían encontrado en el otro algo necesario.

Ella fue distraída de sus pensamientos por una conocida calidez en cada célula de su cuerpo, que la hizo tener carne de gallina.

- Lali.

Una voz profunda sintió detrás de ella. Ella bajo la mirada por un momento, concentrándose con fiereza en el suelo, mientras el mundo parecía inclinarse de su eje. Cuando ella pudo moverse, se volvió para encontrar a Lanzani a unos centímetros de distancia.

Era difícil de creer que ella necesitara tanto a otro ser humano, tanta añoranza podía mandar a alguien cerca del delirio. Requirió un escrupuloso esfuerzo para respirar, mientras que su corazón corría desbocado entre sus pulmones. Se quedaron quietos en la entrada del jardín como dos estatuas de mármol, mientras el resto de la fiesta se alejaba de ellos.

Él sabía, pensó ella, sus nervios se estrecharon hasta el punto de romperse. Había habido un cambio en él, una transformación interna que parecía que lo había liberado de cualquiera obligación. La miró como solía hacerlo en su juventud, sus ojos brillaban con anhelo. Esto produjo en ella sentimientos que sólo él podía engendrar, una especie de sueño excitante que habría todos sus sentidos.

Mientras Lali permanecía inmóvil y muda, una fría gota de lluvia recorrió su mejilla hasta llegar al borde de su boca. Lanzani se acercó lentamente. Sus manos ascendieron, y capturaron la gota de lluvia con la punta de su pulgar, y la frotó entre sus dedos como si fuera un precioso elixir. Ella retrocedió instintivamente, apartándose de él, alejándose de su insaciable anhelo, él la cogió fácilmente con una mano en su espalda. Lentamente la atrajo hacia dentro, para cubrirse en el techo que había cerca del seto.

Incapaz de mirarlo, Lali dobló su cabeza, en ese momento Lanzani la acerco hacia ella. Él se movió con mucho cuidado, atrayéndola hacia su cuerpo para que su rostro pudiera apoyarse en su cuello. El delicioso olor de su piel hizo que sintiera un agudo dolor en las costillas, que luego se convirtió en una calmante calidez. Iba mucho más allá que un simple placer sexual, estando ahí con sus manos alrededor de ella, una en la espalda, y la otra en su nuca. Era una completa bendición.

El calor de su contacto atravesó en su piel y se introdujo hasta el centro de sus huesos. Los muslos de él estaban entre las piernas de ella, presionándola con tanta gentileza, como si él supiera de las heridas que ella tenida en su tierna piel. Y él la sostuvo, sólo la sostuvo, con su boca contra su sien y su cálido aliento soplando sobre su piel. Sus cuerpos estaban tan juntos, pero no lo sentían suficientemente cerca. Ella hubiera dado encantada el resto de su vida por una sola noche de pura intimidad, por sentir otra vez su cuerpo desnudo, piel contra piel, corazón contra corazón.

-Lali: Gracias -susurró después de un rato.

-Peter: ¿Por qué? -Sus labios se movieron suavemente contra su sien.

-Lali: Los regalos -le dijo ella -Eran adorables -Lanzani asintió silenciosamente, respirando en el nacimiento de su pelo. En un desesperado intento de autoprotección, Lali cambió la conversación -¿Te fue bien, en Londres? -Para su tranquilidad, Lanzani le contestó.

-Peter: Sí -Con facilidad él hecho la cabeza de ella hacia atrás, con sus manos él seguía acunando la parte posterior de su cuello -Aseguramos los derechos de puerto del Somerset Shipping, y todos los potenciales inversores quedaron confirmados -Ella suspiro de alivio -Ahora que todo está arreglado, me tengo que ir a Nueva York. Hay mucho que tengo que hacer, y muchas decisiones que tengo que tomar.

-Lali: Si, yo... -Su voz le falló mientras lo miraba con ansiedad -¿Cuándo se van?

-Peter: El martes.

-Lali: ¿El martes? –susurró, no podía creer que lo perdería tan pronto. La lluvia cayó más arduamente, hasta que el agua brillante adornó la densa cabellera castaña de Lanzani -Deberíamos entrar -dijo Lali, alcanzándolo para limpiar unas pocas gotas del renegrido cabello de él. El agarró su mano y envolvió sus dedos alrededor de los de ella, y presionó sus nudillos contra los labios de él.

-Peter: ¿Cuándo puedo hablarte? -preguntó él.

-Lali: Estamos hablando ahora.

-Peter: Sabes lo que quiero -dijo en un murmullo suave -Lali apresuró su mirada mas allá del ancho hombro de él. Si, ella sabía exactamente qué es lo que él quería discutir con ella, y ella hubiera dado cualquier cosa para evitarlo.

-Lali: Temprano en la mañana, antes de que los invitados se despierten -sugirió ella -Nos encontraremos en los establos, y caminaremos a algún lado.

-Peter: Está bien.

-Lali: Mañana entonces -dijo ella, escondiendo la cabeza mientras caminaba alrededor de él. Lanzani la sujetó fácilmente, atrayéndola fácilmente más cerca de él. El sostuvo la parte de atrás de su adornada cabella y jaló su cabeza hacia atrás, la boca de él cubriendo la de ella. Lali comenzó a suspirar repetidamente mientras él la exploraba con su lengua, llenando su boca de la manera que él quería llenar su cuerpo.

Sintiendo la necesidad creciente de ella, Lanzani sostuvo ambos lados de sus caderas y deslizó su rodilla entre las piernas de ella. Él la atrajo contra él, una y otra vez, hasta que el corazón de ella estaba latiendo tan locamente y su piel estaba ardiendo en todos lados, aun cuando la frescura de la lluvia empapaba la piel y la ropa de ella. Buscando estabilizarse, ella se sostuvo de los hombros de él mientras que la besaba y le decía palabras poco claras contra sus labios abiertos. La atrajo más cerca hasta que ella se encontró más arriba, sobre él, las manos de él moviéndose sobre ella en un ritmo delicioso. La fricción permanente, justo donde su cuerpo se había hinchado y calentado, el placer llegó muy rápido, y ella luchó contra el con un gemido de negación.

Lanzani se separó de ella, respirando dificultosamente. Se miraron fijamente, parados bajo la lluvia como un par de idiotas. Sacándose el abrigo, Lanzani se lo ofreció a Lali como un improvisado paraguas y la instó a que fuera con él.

-Peter: Adentro -le dijo -Nos alcanzará un relámpago si nos quedamos de pie aquí -Una sonrisa deshonesta cruzó su rostro y agregó secamente -aunque no creo que lo note.

Continuará...

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Así empezamos la maratón!!!
+15 FIRMAS 
...y subo el siguiente capítulo

pasi bienvenida! dos noves seguidas??? :D capa! que buen que te gustaron!! 
Ana Carol yo creo que si! ^-^

20 comentarios:

  1. Quien sabe ahora que se inventara lali para alejarlo!!!!

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  2. La verdad no entiendo lo reacia que esta Lali... Pero me gusta que sea asi o si no las cosas serian muy faciles, eso es lo bueno de la nove, por lo menos gracias a cande ya se sabe parte de la verdad.

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  3. mas cuantos cap vas a subir

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  4. otro cap please!!! Q soy d españa y me tengo q ir a dormir!!! Jajaja maria :D

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  5. muy bueno
    sigue subiendo hoy la nove plisss

    saludos
    carmen
    =)

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  6. nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove

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  7. ME ENCANTA MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS

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  8. siiiiiiiiiiii dale dale dale

    nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove

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  9. es un tierno Peter y Lali no aguanta el tener q alejarlo se noto cuando el le dijo q se hiria el martes...
    espero q subas pronto otro cap...
    Besos q estes bien..!!!!
    QUIERO MAS NOVEEEEEEEE YAAAAAAAAAAAA!!!!! ☺

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  10. Vivu ( @Lina _AR12)23 de mayo de 2012, 19:10

    Mortalmente romántico!Q se juegue lali y no lo laeje,se merece ser feliz!Y Peter la amará por siempre,además cdo se entere del accidente no se separará de ella por nunca jamás!

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  11. es muuuuuuuuuuuuy buena la noveee

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  12. AHHHHHHHHH !!!!!! ME ENCANTOOOOOO ♥espero qe Peter no se vaya por favor!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! :) ♥ ME ENCCANTA ESTA NOVE ESTA BUENISIMA!!!! :D ♥

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