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miércoles, 16 de mayo de 2012

Capítulo 17 y 18



Lali miraba para arriba del banco cuando Lanzani se le acercó, su presencia oscura bajaba sobre ella como una sombra. Él literalmente le quitó la respiración. Lali se horrorizo ante su propia hambre incontrolable de tocarlo. Éste era el sentimiento de su juventud, el entusiasmo salvaje, vertiginoso que ella nunca había podido olvidar.

-Lali: Lanzani… dijo ella sin aliento -Buenas tardes… -Él se paró ante ella y echó un vistazo atento al umbral a través del cual Adam acababa de salir.

-Peter: ¿Quién era ése? -Preguntó, aunque ella sospechó que él ya lo sabía.

-Lali: Lord Sandridge -contestó ella -Un amigo muy querido.

-Peter: ¿Solamente un amigo? -Diez minutos atrás, Lali habría contestado que sí sin dudarlo. Ahora, en luz de la oferta de matrimonio de Adam, ella consideró la pregunta cuidadosamente.

-Lali: Él desea casarse conmigo -admitió. La expresión de Lanzani era perfectamente aburrida, aunque había un parpadeo impar en sus ojos.

-Peter: ¿Y vos lo deseas? -Lali lo miró fijamente allí parado ante ella, mitad en la sombra, mitad en la luz, y sintió un cambio sobre su cuerpo, la piel zumbando debajo de la seda azul, las puntas de sus pechos endureciéndose. El calor se esparció sobre la superficie de su pecho y estómago como si alguien respirara contra ella.

-Lali: Probablemente -ella oyó su propio susurro. Lanzani vino hacia ella, tomándole la mano como una orden silenciosa. Ella permitió que la levantara de su asiento, y sintió que sus dedos largos se cerraban sobre muñeca enguantada apenas debajo de su anillo de pimpollos blancos. Su muñeca permaneció flexible y sin ofrecer resistencia a su asimiento. Ella sintió su corazón contraerse brevemente al sentir su pulgar deslizarse por su palma. Sus manos estaban forradas en gruesos guantes, pero la mera presión de sus dedos contra ella era suficiente para acelerar su pulso –Lanzani…? -preguntó ella tranquilamente -¿por qué no me advertiste antes de volver tan repentinamente a Stony Cross Park?

-Peter: No pensé que te importaría si venía o no.

La obvia mentira fue entregada suavemente. Cualquier persona le habría creído, excepto ella. ¿No me importaría? Pensó ella, suspendida entre la angustia y una risa miserable. Cuántos días lluviosos y noches solitarias había pasado anhelándolo. Durante el delirio que indujo la fiebre al umbral de su muerte, ella lo había nombrado, lo había llamado, había soñado que él la sostenía mientras ella dormía.

-Lali: Por supuesto que me importa -dijo ella con una ligereza forzada, echando a un lado las memorias -Fuimos amigos después de todo.

-Peter: Amigos -él repitió sin cambiar el tono de voz. Lali retiró cautelosamente su muñeca.

-Lali: Claro que sí. Muy buenos amigos. Y tantas veces me preguntaba que había sido de ti, después de que te fuiste.

-Peter: Ahora lo sabes -Su rostro era duro y llano -¿Me preguntaba también, qué te sucedió a ti después de que me enviaran a Bristol? He oído mencionar una enfermedad.

-Lali: No hablemos de mi pasado -interrumpió con una rápida risa desaprobadora -Es bastante tonto, te lo aseguro. Estoy más interesada en oír todo de ti. Cuéntame todo. Comienza con el momento en que primero pusiste un pie en Nueva York -La ingeniosa adulación de su mirada pareció divertir a Lanzani, como si entendiera de alguna manera que ella había decidido mantenerlo a distancia flirteando con él, de tal modo evitando la posibilidad de discutir cualquier cosa significativa -No es conversación para un salón de baile.
-Peter: Ah, ¿Entonces es conversación de salón? ¿Conversación de salón de juego de naipes? ¿No? Cielos, debe ser espeluznante entonces. Caminemos fuera a alguna parte. A los establos. Los caballos se entretendrán con tu historia, y ellos casi nunca cotillean. ¿Puedes dejar a tus huéspedes?

-Lali: Oh, Gastón es un experto anfitrión, él lo hará bien.

-Peter: ¿Y qué hay de tu dama de compañía? -Preguntó, aunque ya la dirigía a la entrada lateral del salón de baile.

-Lali: Yo no necesito ninguna, Lanzani -Él le dio un vistazo cuidadosamente alarmante.

-Peter: Yo creo que sí lo necesitas -Caminaron a través de los jardines exteriores hacia la entrada trasera de los establos. Se detuvieron en el cuarto de los arneses, en las paredes colgaban sillas de montar, frenillos, cabestros, pecheras y cueros. Lanzani vagó hacia una silla de montar y pasó sus yemas sobre la superficie pasada de moda. Su cabeza oscura se inclinó, y pareció como si repentinamente se perdiera en recuerdos.

Lali esperó hasta que su mirada volvió a ella.

-Lali: ¿Cómo conseguiste comenzar en Nueva York?- preguntó. -Hubiera creído que encontrarías algo en relación con los caballos. ¿Por qué es que te convertiste en un barquero?

-Peter: Mover cargo en los muelles fue el primer trabajo que pude encontrar. Cuando no cargaba los barcos, aprendí cómo defenderme a mí mismo en una pelea callejera. La mayoría del tiempo los cargadores del muelle tienen que pelearse para definir quien consigue el trabajo- Se detuvo brevemente, y agregó francamente -Aprendí en poco tiempo la forma de pelear para conseguir lo que deseaba. Finalmente pude comprar un pequeño barco de vela con calado hondo, y me convertí en el barquero más rápido en ir y volver a Staten Island -Lali escuchó cuidadosamente, intentando comprender el proceso gradual por el cual el arrogante muchacho se había convertido en este hombre duro que estaba parado frente ella.

-Lali: ¿Alguien fue tu mentor? -Preguntó ella.

-Peter: No, no tuve ningún mentor -Él recorrió sus dedos por la línea firme de su pelo corto -Yo me considere a mí mismo un criado durante mucho tiempo. Nunca pensé que sería más de lo que era entonces. Pero después de un tiempo me di cuenta que los otros barqueros tenían ambiciones mucho mayores que las mías. Me contaban historias sobre hombres como John Jacob Astor ¿has oído hablar de él?

-Lali: Creo que… ¿Es contemporáneo de los Martínez? -La pregunta hizo reír a Lanzani repentinamente, sus dientes destellaban blancos en su rostro oscuro.

-Peter: Él es más rico que los Martínez, aunque ni Pablo lo admitirá. Astor era el hijo de un carnicero que comenzó con nada e hizo una fortuna en el comercio de las pieles. Ahora él compra y vende propiedades inmobiliarias en Nueva York. Tiene un patrimonio de al menos quince millones de dólares. He conocido a Astor, es un hombrecillo dominante que apenas sabe hablar inglés y se ha convertido en uno de los hombres más ricos del mundo -Los ojos de Lali se agrandaron. Ella había oído hablar del explosivo crecimiento de las industrias en América, y del crecimiento rápido del valor de las propiedades en Nueva York. Pero le parecía casi imposible para un hombre, especialmente uno de clase baja, haber adquirido tal fortuna. Lanzani pareció seguir el tren de sus pensamientos.

-Peter: Todo es posible, allá. Tú puedes hacer mucho dinero si estás dispuesto a hacer lo que sea necesario. Y el dinero es todo lo que importa, puesto que los americanos no se caracterizan por los títulos o la sangre noble.

-Lali: ¿Qué quieres decir con, 'si estás dispuesto a hacer lo que sea necesario? ¿Qué has tenido que hacer?

-Peter: He tenido que sacar ventaja de otros. He aprendido a ignorar mi conciencia y a poner mis propios intereses sobre los de cualquier persona. Sobre todo, he aprendido que no puedo darme el lujo de cuidar a otras personas sino sólo a mí mismo.

-Lali: Tú no eres así -dijo ella.

-Peter: No lo dudes ni por un minuto, Lali. No soy nada como el muchacho que conociste. Él más bien pudo haber muerto cuando dejó Stony Cross -Lali no podía aceptar eso. Si no hubiera quedado nada de ese muchacho, entonces una parte vital de su corazón moriría también. Girando hacia una tachuela en la pared más cercana, ella ocultó la infelicidad que había convertido su mirada.

-Lali: No digas eso.

-Peter: Es la verdad.

-Lali: Parece que me estuvieras advirtiendo de mantenerme lejos de ti -dijo ella con voz poco clara.

Lali no se dio cuenta del acercamiento de Lanzani, pero repentinamente él estaba detrás de ella. Sus cuerpos no se tocaban, pero ella estaba agudamente conciente de la solidez y del tamaño de él. En el medio de su agitación interna, un hambre puramente física la envolvió. Se sentía débil con la necesidad de reclinarse contra él y atraer sus manos a su cuerpo. Había sido una mala idea haberse ido sola con él, pensó ella, cerrando los ojos firmemente.

-Peter: Te lo estoy advirtiendo -dijo suavemente -Debes pedirme que me vaya de Stony Cross. Me iré, Lali, pero sólo si tu dejas que suceda -Su boca estaba muy cerca de su oído, su respiración acariciando el blando borde externo.

-Lali: ¿Y si no lo hago?

-Peter: Entonces me voy a acostar contigo -Lali se dio vuelta para hacerle frente la mirada estupefacta.

-Lali: ¿Qué?

-Peter: Ya me oíste -Lanzani se inclinó hacia adelante y apoyo sus manos a ambos lados de ella, sus palmas aplanadas en la madera antigua del establo -Voy a tomarte -dijo, su voz enlazada con una amenaza suave -Y no será nada como la forma gentil de hacer el amor a la que estás acostumbrada con Sandridge -Eso era un tiro en la oscuridad. Lanzani la miró atentamente, para ver si ella contradecía su presunción.

Lali guardó silencio mientras se daba cuenta que decirle algo de la verdad haría que todos sus secretos quedaran revelados. Era mejor que él pensara que ella y Adam eran amantes, antes que preguntarse por qué ella había permanecido sola por tantos años.

-Lali: Tu... tu no pierdes tiempo en delicadezas, ¿no es así? -Se las arregló para decir, mirándole con asombro, mientras que una sensación caliente invadió el agujero de su estómago.

-Peter: Yo sólo pensé que era justo darte una advertencia -La familiaridad extraña del momento la sacudió, mientras se sentía esclava de esos extraordinarios ojos verdosos. Esto no podía realmente estar sucediendo.

-Lali: Tu nunca me lastimarías -murmuró ella -No importa lo mucho que hayas cambiado -Lanzani contestó firmemente, mientras que su mirada abarcaba cada grado de temperatura entre el fuego y el hielo.

-Peter: Si no me envías lejos de Stony Cross para mañana por la mañana, lo tomaré como una invitación personal a tu cama -Lali sintió una mezcla desconcertante de emociones, diversión, consternación, para no mencionar admiración. El muchacho que había nacido para servir se había convertido en un espléndido y arrogante hombre, y ella amaba su furiosa confianza en sí mismo. Si las circunstancias fueran diferentes, ella estaría completamente gustosa de darle todo lo que el deseara de ella. Si sólo… De repente su mente se puso en blanco al sentir las manos de Lanzani sobre su collar de perlas. El apoyo la mayoría de su peso en una pierna, dejando que la otra jugara libremente entre sus faldas. En ese momento de proximidad completamente vestidos, Lali sintió su propio control derrumbarse. La fragancia de su piel llenó sus fosas nasales, un indicio de colonia y jabón de afeitar, y la limpia y calidad fragancia masculina que sólo le pertenecía a él. Respirando profundamente, ella sintió una sacudida elemental en respuesta.

Con una deliberación que la dejo perpleja, Lanzani utilizo el frente de su cuerpo para anclarla contra la pared. Ella sintió su mano libre resbalar detrás de su cuello, y su enguantado pulgar y dedo índice esparcirse firmemente alrededor de la parte posterior de su cráneo. Por alguna razón no se le ocurrió a Lali que ella debería intentar oponerse. Ella sólo podía quedarse allí, colgando su asimiento, débil con excitación, deseo y agitación.

-Peter: Dime que me vaya -murmuro Lanzani, pareciendo querer que ella luchara, casi deseando que lo hiciera. Su falta de oposición parecía enardecerlo. El aire caliente de su respiración golpeó sus labios, y ella sintió su cuerpo tensarse por dentro –Dime… -él la urgió, mientras su cabeza se acercaba a la suya.

Y los recuerdos de quiénes y de que habían sido, de los últimos besos, de anhelos agonizantes, fueron consumidos en un rugido de deseo. Sólo existía su gemido atrapado en la boca caliente de Lanzani, el beso comenzó como una agresión, transformándose velozmente en un tipo de rápida y eufórica reverencia. Su lengua se hundió dentro de ella, fuerte y segura, y ella lanzo un grito ante el placer de ello, el sonido suavizado por sus labios. Lanzani le había enseñado como besar, y el aun recordaba todos los trucos que la excitaban. Él se detuvo para jugar con ella, usando sus labios, dientes, lengua, luego volviendo dentro, ahondando dentro de su boca con besos gloriosamente agresivos. Su mano se deslizo desde su cuello al final de su espina dorsal, atrayéndola mas firmemente contra él. Arqueándose en respuesta, Lali gimió cuando su palma alcanzo su trasero y la impulso contra sus caderas. Aun con el espesor de sus faldas entre ellos, ella pudo sentir la dura marca de su excitación.

EL placer se intensifico hasta llegar a un tono casi atemorizante. Demasiado, muy fuerte, muy rápido... De pronto Lanzani hizo un sonido ronco y se separó de ella. Mirándolo, Lali se apoyó contra la pared, sus piernas amenazando ceder bajo ella. Ambos respiraban con profundas succiones de sus destruidos pulmones, mientras que la pasión frustrada saturaba el ambiente.

Finalmente Lanzani pudo hablar.

-Peter: Vuelve a la casa -dijo roncamente -mientras aun pueda dejarte. Y piensa en lo que te dije.


Le llevo varios minutes recomponerse para volver a la fiesta. Ella pensaba que había logrado llevar en su rostro una fachada de equilibrio sobre sus emociones internas, nadie parecía notar que todo estaba mal mientras ella saludaba a los invitados y conversaba y reía con alegría artificial. Sólo Gastón, quien le dio una mirada meditativa desde el otro lado del salón de baile, la hizo consiente de las estrechas franjas de calor que brillaban en la parte superior de sus mejillas. Y Adam, por supuesto, quien apareció en su codo izquierdo y observo su trastocado rostro con discreta preocupación.

-Lali: ¿Luzco bien? -Le susurró ella.

-Adam: Aparte de ser la usual belleza arrebatadora -dijo Adam -estas un poco acalorada. ¿Qué sucedió entre ustedes? ¿Hablaron? -Mas que hablar, pensó tristemente. Ese beso, el placer aniquilante como nada que ella hubiera sentido antes. Años de deseo y fantasía rezumando en una pura sensación física. Parecía imposible deshacerse del ferviente deseo, permanecer parada mientras sus rodillas mostraban una inclinación a ceder. Imposible pretender que todo era como debía ser, cuando nada lo era.

Ese beso, cargado con el mutuo apetito de descubrir los cambios que se habían sucedido en tantos años de vivir separados. Lanzani presentaba un peligro a Lali, en todo sentido, y aun así ella estaba segura de que tomaría las decisiones equivocadas, correría riesgos dementes, todo por el intento fútil de calmar su necesidad de él.
-Lali: Adam… -murmuró ella sin mirarlo -¿alguna vez has deseado algo tan fuertemente que harías cualquier cosa por tenerlo, aun sabiendo que sería malo para ti?

Caminaron lentamente, dando un giro por las afueras del salón de baile.

-Adam: Por supuesto -respondió Adam -Todas las cosas verdaderamente agradables de esta vida son invariablemente malas para ti y son aún mejores cuando las haces en exceso.

-Lali: No me estas ayudando -dijo severamente, luchando por mantener una sonrisa.

-Adam: ¿Te gustaría que alguien te dé permiso para hacer lo que tú ya has decidido? ¿Eso te ayudaría a pacificar tu culpable conciencia?

-Lali: Si, a decir verdad. Pero nadie puede hacer eso por mi.

-Adam: Yo puedo -Ella rió de repente -Mediante esto te doy permiso para hacer lo que desees. ¿Te sientes mejor ahora?

-Lali: No, sólo asustada. Y como mi amigo, tu deberías estar haciendo lo máximo para prevenirme de cometer un error que resultara en un gran dolor.

-Adam: Tu ya sientes el dolor -él le marco -Ahora podrías también tener el placer de cometer ese error.

-Lali: Dios mío -susurro apretando su brazo -eres una terrible influencia, Adam.

-Adam: Lo intento -murmuro, sonriéndole.



Pablo deambulaba por los jardines detrás de la casa, siguiendo un camino de lajas que giraba alrededor de una fila de tejos habilidosamente diseñados. Él esperaba que el aire del exterior lo distrajera de las tentaciones. La noche aún era joven, y él debía aminorar el ritmo de su bebida un poco. Más tarde, cuando los invitados se dispersen, él daría rienda suelta a su sed, y se emborracharía correctamente. Desgraciadamente, aun tenía que sufrir unas pocas horas de relativa sobriedad. Unas pocas antorchas, estratégicamente colocadas, proveían luz suficiente para alojar una caminata nocturna. En su deambular errante, Pablo dio con un pequeño espacio abierto que contenía una fuente en el medio.

Para su sorpresa, vio una muchacha desplazándose por el claro. Ella parecía estar disfrutando de la música distante que flotaba de las ventanas abiertas del salón de baile. Tarareando suavemente, ella se deslizaba en una soñadora aproximación a un vals, deteniéndose ocasionalmente para beber un sorbo de su copa de vino. Observando un atisbo de su perfil, Pablo vio que no era una muchacha sino una mujer joven, con hermosas, pero comunes facciones. Debe ser una sirvienta, pensó el, notando que su vestido era viejo, y su cabello estaba entrelazado flojamente en su espalda. Tal vez ella era una mucama disfrutando de un vaso de vino robado.

La mujer giro de acá para allá como una cenicienta descarriada cuyo vestido de baile había desaparecido antes de que ella llegara a la fiesta. Ella hizo que Pablo sonriera. Olvidando temporalmente su deseo de otro trago, Pablo se acercó, mientras el salpicar de la fuente ocultaba el sonido de sus pasos.

En el medio de un lento giro, la mujer lo vio y se congelo.

Pablo permaneció parado delante de ella con su acostumbrada elegancia desgarbada, girando su cabeza y mirándola con una mirada bromista. Recuperándose rápidamente, la mujer le clavo la mirada. Una sonrisa arrepentida curvo sus labios, y sus ojos destellaban en la suave luz de las antorchas. A pesar de su falta de belleza clásica, había algo irresistible en ella, un tipo de vibrante alegría femenina que él nunca había visto antes.

- Bueno -ella dijo -esto es bien humillante, y si tienes algo de piedad, olvidaras lo que has visto.

-Pablo: Tengo la memoria de un elefante -él le dijo con un arrepentimiento fingido.

- Que desagradable de tu parte -contestó ella, y rió libremente. Pablo fue seducido instantáneamente. Cientos de preguntas llenaron su cabeza. Quería saber quién era, porqué estaba allí, si le gustaba el té con azúcar, si había trepado árboles de niña, y como había sido su primer beso.

El desborde de curiosidad lo dejo perplejo. El generalmente evitaba el preocuparse por alguien lo suficiente como para evitar estas preguntas. Sin confiar en poder hablar, Pablo se acercó a ella cuidadosamente. Ella se puso levemente rígida, como si no estuviera acostumbrada a la proximidad con un extraño. Mientras él se acercaba, vio que sus facciones eran llanas y su boca era suave y dulcemente formada. Sus ojos eran de un color obscuro, marrones quizá, ojos brillantes que contenían profundidades inesperadas.

-Pablo: Bailar un vals es de alguna manera más fácil con un compañero -comento él -¿Te gustaría probar?

La mujer lo miro como si de pronto se encontrara en una tierra lejana con un amable extranjero. La música del cuarto de baile se deslizaba por el aire en una corriente intoxicante. Después de un momento, ella sacudió la cabeza con una sonrisa de disculpas, buscando una excusa para rechazarlo.

- Mi vino aún no se ha acabado -Lentamente Pablo alcanzo la copa casi vacía de su mano. Ella se rindió sin una palabra, su mirada permanecía trabada con la de él. Llevando la copa a sus labios, Pablo trago el contenido en una experta maniobra, luego apoyo el frágil recipiente en el borde de la fuente.

Ella rió intensamente y sacudió sus dedos a él en una mueca de reproche.

Él le ofreció su mano desnuda, habiéndose quitado los guantes y colocado en su bolsillo tan pronto como él ingresó al jardín. Volteando su palma hacia arriba, el deseaba silenciosamente que ella la tomara.

Aparentemente la decisión no era nada fácil. Ella miro mas allá de él, su expresión repentinamente contemplativa, el borde de sus dientes mordiendo la exuberante curva de su labio inferior. Justo cuando Pablo pensaba que iba a rechazarle, ella lo alcanzo impulsivamente, sus cálidos dedos cerrándose en los de él. Él sostuvo su mano como si sostuviera un frágil pájaro, y la acerco lo suficiente como para oler una pizca de agua de rosas en sus cabellos. Su cuerpo era delgado, dulcemente formado, su cintura sin corsé suave debajo de sus dedos. A pesar de lo innegable romántico del momento, Pablo sintió un tirón de deseo totalmente antiromántico mientras que su cuerpo reaccionaba con la típica conciencia masculina ante la presencia de una mujer deseable. Él deslizo a su compañera en un lento vals, guiándola expertamente a través del irregular camino de lajas.

-Pablo: He visto duendes bailando en el jardín antes -dijo él -cuando tomo lo suficiente de brandy. Pero nunca había realmente bailado con una antes -Él la sostuvo más estrechamente cuando ella trató de cambiar su dirección.

- No, déjame guiarte. Estábamos muy cerca del borde del pavimento -protesto ella, riendo mientras él la obligaba a volver a su ritmo.

-Pablo: No, no lo estábamos.

- Americano mandón -dijo ella, arrugando su nariz -Estoy segura que no debería bailar con un hombre que admite haber visto duendes. Y sin duda tu esposa tendrá una o dos cosas que decir sobre esto.

-Pablo: No tengo esposa.

- Si la tienes -Ella le dio una sonrisa amonestadora, como si fuera un niño de colegio al que encontró en medio de una travesura.

-Pablo: ¿Porque estas tan segura?

- Porque tu eres uno de los americanos, y ellos están todos casados, exceptuando al Sr. Lanzani. Y tu no eres Lanzani.

-Pablo: Hay otro americano no casado en el grupo -comento perezosamente -soltando su cintura y haciéndola girar con una mano. Al completar la vuelta, la volvió a sostener contra sí y le sonrió.

- Si -respondió ella -pero ese sería el...

-Pablo: Sr. Martínez -dijo servicialmente, mientras la voz de ella se iba perdiendo.

- Oh... -Ella lo miró con los ojos bien abiertos. Si él no la hubiese estado sosteniendo tan fuertemente, ella se hubiera tropezado -Eres un libertino, entonces.

-Pablo: De la peor clase -Ella se soltó con una risa.

- Al menos eres honesto. Sin embargo, será mejor que me vaya ahora. Gracias por el vals... fue encantador.

-Pablo: No te vayas -dijo, su voz suave y apremiante -Espera, dime quien eres.

- Tienes tres oportunidades.

-Pablo: ¿Eres una criada?

- No.

-Pablo: ¿Eres del pueblo?

- No -Pablo frunció el ceño ante una idea repentina.

-Pablo: No eres la amante del Conde ¿no?

- No -ella dijo dulcemente, sonriendo -Esa fue tu tercera oportunidad. Adiós Sr. Martínez.

-Pablo: Espera…

- Y nada de bailar con duendes en el jardín -lo amonesto ella -Esta mojado, y te arruinaras los zapatos -Ella lo abandono velozmente, dejando sólo la copa vacía en la fuente, y la confusa sonrisa en los labios de Pablo, como única evidencia de que ella había estado allí.

Continuará...

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Les dejo dos caps!! :D como prometí!! 
bueno para repasar un poquito: Lali tiene una cicatriz en la pierna, secuela del accidente que tuvo, eso le creo una gran complejo es por eso que no deja que nadie la vea excepto la Sra. Julia y Cande y es una de las razones por la que evitó relacionarse con hombres en ciertos aspectos... espero haber podido responder algunas preguntas aunque surgen muchas más como: ¿Qué pensará Peter cuando se entere? ¿Se enterará? y otra muy importante: ¿Quién era la mujer que Pablo conoció???.... espero sus opiniones! :D 

una vez más les doy las gracias por leer y firmar!... bienvenidas a las nuevas lectoras y saludos a las que siempre firman... y perdón por no haber subido más pero los horarios se me mezclaron y estoy un poquito atrasada con las tareas jeje... sé que Va está más que dispuesta a ayudar pero no pude adaptar ningún cap! :( 
espero sepan comprender! 

Ahora me voy a dormir, estoy mui cansada!
Besos y que mañana la pasen lindo... 
:D

  


21 comentarios:

  1. Me fascina!! Peter no se si amarlo o odiarlo, aunque calculo q con el paso de los capítulos lo voy a amor, pablo todo un caballero con Cande??? Espero más mañana Besos!

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  2. Gracias por los capítulos, que Lali caiga en las redes de Peter, sufrirá pero también disfrutará jaja:)-
    Ruthy_lu

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  3. Muy buenos los capi y estoy casi segura de que era cande la que bailo con Pablo en la fuente espero madssssssss capi

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  4. Me encanta la nove! Yo creo que la chica que bailó con Pablo es Cande. Gracias por la maratón! Espero más novee!!

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  5. Vivu ( @Lina _AR12)16 de mayo de 2012, 6:36

    Para mí es Cande.Peter tiene un poder increible sobre Lali,caera a sus pies sólo espero q no la haga sufrir demasiado,q sobreviva el verdadero sentimiento q el tiene por ella ,AMBOS SE AMAN!

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  6. masss noveeeee!!! creo q es Cande pero nose, nose.... y Lali pues....espero q caiga en las redes de Peter!! un besooo!! :D

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  7. me la lei toda hoy!! me encanta!! creo q la chica es cande :-) besitsss

    faty****

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  8. yo no creo que sea cande pro qeu dijo que no es del pueblo entonces sabiendo creo qeu seria rochi si la metes jaja
    y lo de lali mm la cicatriz de un accidente no es el del fuego ???
    y no creoq eu lali pueda defenderse contra lanzani el es mas fuerete y mas por que lali quiere que pase

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  9. ahora con lo de la cicatriz se me aclararon las cosas jaja
    para mi la mujer q vio pablo fue cande jeje
    espero mas
    besoss

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  10. Muchas gracias por subir esta novela ..... aunque ya la he leido, te cuento que con Laliter es mas linda de leer .....

    De verdad, que sos una genia como haces para combinar todo: el logo, el papel de fondo, en bien, con cada novela que subis me enamoro mas del blog.


    Seguire esperando todo lo que se viene, aunque muchas estan encaminadas, hay varias sorpresas dando vueltas en esta historia.

    Besos enormes

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  11. Vas a seguir con el asunto de las maratones los dias que dijiste?

    Porque estoy bastante liadas con cosas del trabajo y por ahi es facil leer varios capis seguidos en forma de maraton que dia a dia ..... esta bien que despues me como los codos por saber como va a seguir ( mas alla de haberla leido ) pero es para ver como hago .....

    Besos ( de nuevo )

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  12. MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE
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  13. QUIERO MAS NOVELA
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  14. hayy me encantaron los caps!!! mass novee ♥

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  15. Es candeee :D amooo esta nove :D

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  16. Me gusta muchísimo esta novela :D ♥
    Una pregunta: ¿alguna de ustedes sabe en qué blog puedo encontrar novelas laliters para descargar? Me refiero a como hay en esta. Muchas gracias de antemano :)

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  17. no me gusta este nuevo peter :c
    estoy segurisima de que la chica de pablo es cande :D
    Sube maaaas!

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  18. Me encanto el capitulo!
    Lo leí ayer pero no alcance a leer!
    Besos
    @vagomi

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  19. Para mi qe es Cande :) obvio qe Peter se va a enterar y estoy segura de que cn cicatriz y todo le va a decir qe es hermosa :D me encanto buenisimo el cap

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