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sábado, 12 de mayo de 2012

Capítulo 6



Aunque los dos eran conscientes de la necesidad de precaución, aprovechaban cualquier oportunidad para vagar juntos. Se encontraban en los bosques, o en su lugar del río, o por la noche en su balcón. Lanzani rehusaba con firmeza cruzar el umbral de la habitación de Lali, diciendo que no podía ser responsable de sus acciones, si se encontraba cerca de una cama con ella. 

Su autocontrol era mucho mayor que el de ella, aunque Lali era plenamente consciente del esfuerzo que le costaba, y cuánto la quería. Él le había dado placer dos veces más, besándola, sosteniéndola y acariciándola hasta que estaba relajada de satisfacción. Y luego una tarde, mientras yacían justos en el río, Lanzani finalmente le permitió a Lali llevarlo al alivio. Sería para siempre la experiencia más erótica de su vida, con Lanzani jadeando y gimiendo su nombre, su carne rígida y sedosamente dura cuando se deslizaba a través del ardiente agarre de sus dedos, su cuerpo poderoso desvalido a su toque. Lali disfruto de su clímax más que del suyo propio, adorando el hecho de que ella pudiera darle el mismo éxtasis que él le había mostrado a ella.

Si bien esos eran sus años maravillosos, sin embargo, su tiempo era demasiado corto en esta vida. Lali sabía que su aventura amorosa con Lanzani, tal y como era, no acabaría nunca. Por eso mismo, ella no esperaba que terminara tan rápidamente, ni de una manera tan brutal.

Su padre convocó Lali a su estudio después de la cena una noche, algo que nunca había hecho antes. Nunca había habido ninguna razón para que el conde hablara con ella ni con su hermana Cande en privado. Gastón, su hijo, era el único vástago al que el conde prestaba alguna atención y ninguna de las muchachas envidiaban a su hermano mayor por ello. El conde era especialmente crítico con su heredero, exigiendo perfección en todo momento, prefiriendo motivar con miedo en lugar de con elogios. Y pese a todo el adusto tratamiento que Gastón había recibido, era esencialmente un muchacho amable y de buena naturaleza. Lali tenía muchas esperanzas de que no se volvería como su padre algún día, pero había muchos años de moldeado de rudeza del conde almacenados para él.

En el momento en que Lali llegó al estudio, sintió como si su estómago se hubiera vuelto un bloque de hielo. La frialdad se extendía hacia fuera a través de sus miembros hasta que llegó a la punta de sus dedos y a la suela de sus pies. No tenía ninguna duda en su mente del por qué había recibido esa orden inusual de su padre. El conde debía haber descubierto de algún modo su relación con Lanzani. Si fuera otra cosa, le habría dicho a su madre o a la señora Julia que hablaran con ella. Pero el hecho de que se fuera a molestar en comunicarse directamente con ella mostraba que el asunto era de importancia. Y sus instintos le advirtieron que la confrontación iba a ser ciertamente abominable. Trató de pensar frenéticamente en cómo reaccionar, en cómo proteger mejor a Lanzani. Haría cualquier cosa, prometería lo que fuera, para mantenerlo a salvo de la furia del conde.

Helada y sudando, alcanzó el estudio, con su interior de paneles oscuros y el enorme escritorio de caoba sobre el que se dirigían muchos de los negocios de la finca. La puerta estaba abierta, y una lámpara ardía en su interior. Entró en la habitación y se encontró a su padre de pie cerca del escritorio.

El conde no era un hombre apuesto, sus rasgos eran demasiado anchos y rudos, como si hubiera sido moldeado por un escultor que hubiera tenido demasiada prisa para refinar los profundos golpes de su cincel. Si el conde hubiera poseído una cierta medida de calidez o ingenio, o alguna adición de amabilidad, sus rasgos podrían haberse prestado un cierto duro atractivo.

Desafortunadamente, era un hombre desprovisto absolutamente de humor, que con todas las ventajas que Dios le había dado, estaba en amargo desacuerdo con todo en la vida. No encontraba placer en nada, especialmente en su familia, quienes le parecían poco más que una carga colectiva. La única aprobación que le había mostrado alguna vez a Lali era un reluctante orgullo por su belleza física que amigos y extraños habían alabado tan a menudo. Mientras que por sus pensamientos, su carácter, sus esperanzas y miedos, no se preocupaba en absoluto por esos intangibles. Le había dejado claro que el único propósito en la vida de Lali era casarse bien.

Cuando se encaró con su padre, Lali se preguntó como era posible sentir tan poco por el hombre que la había engendrado. Uno de los muchos lazos entre ella y Lanzani era el hecho de que ninguno de ellos había conocido cómo era el amor de un padre ni una madre. Para ambos, si no hubiera sido por la señora Julia, ninguno hubiera tenido ningún concepto de amor paternal.

Leyendo en la mirada de su padre un odio vivaz, Lali reflexionó que eso era como él siempre había mirado a Cande. La pobre Cande, quien no tenía ninguna culpa de haber sido concebida por uno de los amantes de la condesa.

-Lali: ¿Enviaste a por mí, Padre? -murmuró sin entonación.

La luz de la lámpara acuchillaba sombras a través del rostro del conde de Westcliff cuando se dirigió a ella fríamente.

- En este momento -remarcó- estoy más seguro que nunca de que las hijas son una maldición del infierno.

Lali dejó inexpresivo su rostro, aunque se vio forzada a hacer una breve inspiración cuando sus pulmones se contrajeron.

- Has sido vista con el mozo de cuadra -continuó el conde- Besándose, con sus manos en el otro. -Hizo una pausa, su boca contorsionándose brevemente antes de que consiguiera disciplinar sus rasgos- Parece que finalmente ha sobresalido la sangre de tu madre. Ella tiene un gusto similar por los de clase baja, aunque incluso ella tiene el sentido común de divertirse con los lacayos, mientras que tú pareces haber reducido tu interés a nada mejor que un desecho de cuadra.

Esas palabras llenaron a Lali de un odio casi letal por su intensidad. Quería golpear el rostro burlón de su padre, vencerlo, herirlo en lo más profundo de su alma, si tenía una. Enfocando un pequeño cuadro de los paneles, Lali se disciplinó para permanecer perfectamente quieta, dando sólo un pequeño respingo cuando su padre avanzó y le agarró la mandíbula con una mano. La presión de sus dedos mordió cruelmente los pequeños músculos de su rostro.

- ¿Cuán lejos llegaron? -ladró él.

Lali le miró directamente en la superficie de obsidiana de sus ojos.

-Lali: Nada.

Vio que no la creía. La garra hiriente sobre su rostro se tensó.

- Y si yo llamo a médico para examinarte, ¿confirmará él eso?

Lali no parpadeó, sólo lo miró sin expresión, retándole silenciosamente.

-Lali: Sí. -La palabra salió como un siseo- Pero si hubiera sido por mí... Me ofrecí libremente a Lanzani, sólo desearía que él la hubiera aceptado.

El conde la soltó con un sonido enfurecido y la abofeteó rápidamente, su palma estrellándose contra su mejilla. La fuerza de la bofetada le entumeció el rostro y le giró la cabeza a un lado. Aturdida, Lali sostuvo la palma de su mano contra su mejilla inflamada, y lo miró con ojos abiertos.

La visión de su estupor y su dolor pareció calmar de algún modo al conde. Dejando escapar una profunda inspiración, fue a su silla y se sentó con gracia arrogante. Su brillante mirada oscura se encontró con la de ella.

- El muchacho se irá de la finca por la mañana. Y te asegurarás de que nunca se atreva a aproximarse a ti de nuevo. Porque yo descubriré si lo hace, y usaré todos los medios a mi disposición para arruinarlo. Sabes que tengo el poder y la voluntad para hacerlo. No importa adónde vaya, lo haré encontrar y cazar. Y tendré el mayor placer en asegurarme que su vida termina miserable y tortuosamente. No se merece menos por posar los ojos en la hija de un Espósito.

Lali nunca había comprendido verdaderamente con anterioridad que para su padre era una propiedad, que sus sentimientos no significaban nada para él. Ella sabía que él decía en serio cada palabra, que aplastaría a Lanzani como un infeliz roedor bajo su pie. Eso no debía pasar. Lanzani debía ser amparado de la venganza de su padre, y ser previsto. Ella no podía permitirle castigarlo simplemente porque se había atrevido a amarla. Mientras el miedo roía su corazón, habló con una voz frágil que no reconoció como suya.

-Lali: Lanzani no se regresará si él cree que yo quiero que se vaya.

- Entonces por su bien, haz que él lo crea.

Lali no dudó en su respuesta.

-Lali: Quiero que se encuentre un puesto para él. Uno decente, un aprendizaje, algo que le permita mejorar.

Su padre parpadeó un instante ante la audaz demanda.

- ¿Qué te da la temeridad para creer que yo voy a hacer eso por él?

-Lali: Aún soy virgen. -Dijo ella suavemente- Por ahora.

Sus miradas se sostuvieron durante un helado momento.

- Ya veo -murmuró el conde- Amenazarás con encamarte con el primer hombre que puedas encontrar, sea un pordiosero o un criador de cerdos, si no concedo tu petición.

-Lali: Exactamente -No se requirió ninguna habilidad de actriz para que Lali lo convenciera. Ella era sincera. Después de que Lanzani se fuera, nada mantendría ningún valor para ella. Ni incluso su propio cuerpo.

La audacia de Lali pareció despertar el interés del conde, tanto como lo irritó.

- Parece que aún tienes en ti algo de mi sangre -murmuró- Aunque hay, como siempre, mucho en cuestión, considerando a tu madre. Muy bien, le encontraré un puesto al insolente bastardo. Y tú harás tu parte para asegurarte que Stony Cross se libra de él.

-Lali: ¿Tengo tu palabra de eso? -persistió ella en voz baja, sus puños apretados a los costados.

- Sí.

-Lali: Entonces tú tienes la mía a cambio.

Una mueca despectiva contorsionó sus rasgos.

- No te pido tu palabra, hija. No porque me fíe de ti, te aseguro que no es así. Sino porque he aprendido que el honor de una mujer tiene menos valor que la basura del suelo.

Como no se requería respuesta, Lali permaneció de pie allí tiesa hasta que le ordenó que se fuera. Insensible y desorientada, caminó a su cuarto, donde esperó a que viniera Lanzani. Los pensamientos clamaban frenéticamente en su mente. Una cosa era cierta, ningún poder en la tierra podría mantener a Lanzani alejado de ella, mientras él creyera que ella todavía lo amaba.

Continuará…


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:(

22 comentarios:

  1. Al borde de la lagrima! Q hdp el padre de lali, y ella q amor tan profundo q para salvarlo decide renunciar al él! Más nove!

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  2. Vivu ( @Lina _AR12)12 de mayo de 2012, 21:52

    El padre un horror y ella lo va a destruir con lo q piensa a hacer,ahora entiendo la introducción y todo ese resentimiento q él le tiene luego,pero hay una verdad y es q el AMOR VERDADERO NUNCA MUERE!TARDE o TEMPRANO TODO VUELVE A SU LUGAR!
    MUY buen cap aunq triste y fuerte.Buenísima la nove,ojalá subas más!

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  3. haaaaaaaaaaay dios que valor el de lali y bueno el amor mueve montañas espero el proximo capitulos

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  4. Ya me imaginaba que algo asi iba a pasar :( por eso Peter despues busca venganza... porque cree que ella le mintió, que jugo con él o algo parecido =( va a ser muy feo el siguiente cap!
    odio cuando una persona piensa mal de otra y le guarda rencor por creer algo que en realidad no es, sino todo lo contrario =/
    espero el proximo capitulo a pesar de todo =/
    un beso
    Juli♥
    Pd: gracias x pasarte :)

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  5. mmm pobre de lali tiene que decirle a peter que no lo quiere cuando eso es lo que mas quiere :p no creo que em guste los siguientes capitulos por que van a ser tristes :(

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  6. Tambien ya me imaginaba que algo así iba pasar! Lali es una persona muy tierna para hacer mal a otra persona!

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  7. mas noveeeeeeeeee plis esto es muy interesante...

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  8. Soy algo boba y me quedé con la duda de si Lali es virgen o le mintió a su papá.
    Por la parte que dice: "Y luego una tarde, mientras yacían justos en el río, Lanzani finalmente le permitió a Lali llevarlo al alivio. Sería para siempre la experiencia más erótica de su vida..."

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  9. Que tristee, pobre Peter

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  10. Mas Nove Me Encanta Pero Pobre Pitt

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  11. AAAAAAAA ME ENCANTO
    QUE BASURA QUE ES EL PADRE -.-

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  12. Me encanto el capi comienza a tener forma la nove quiero el siguiente capi

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  13. Aaaaay, qué maldito el papá de Lali!!
    Recién terminé de leer la nove anterior, me fascinó, como todas!! Y ya estoy al día con esta para poder firmar!
    beso y espero el siguiente capi!

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  14. que triste ya me imagino como lo tratara para q se vaya =(

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  15. Que hdp es el papa de Lali!
    Ya sabia que iba terminar así! Una de mis teorías se confirmo :'(
    Me encanta la nove
    Besos
    @vagomi

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  16. Nnoooooo había empezado tan bien el cap! Ya se lo que va a hacer Lali y no quiero leerlo :(qe

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  17. :'( :-C probes van a tener q separarse

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