La mañana era soleada. El aire cálido que entraba por la
ventanilla entreabierta aún no era asfixiante. Lali no encontraba ninguna razón
para que él se pasara enfurruñado una mañana tan perfecta y bonita, así que
finalmente rompió el silencio.
—Lali: ¿Adónde vamos?
—Peter: Tenemos una cita cerca de Greenwood.
—Lali: Supongo que es demasiado esperar que «con una
cita» te refieras a ir a cenar y bailar.
—Peter: Me temo que sí.
—Lali: ¿Cuánto tiempo estaremos allí?
—Peter: Sólo una noche.
—Lali: Espero que mañana no tengamos que madrugar tanto.
—Peter: Más aún. Tenemos un largo viaje por delante. La
vida en los circos es así.
—Lali: ¿Y dices que tendremos que hacer esto todas las
mañanas?
—Peter: En algunos lugares nos quedaremos un par de días,
pero no más. El circo tiene programadas funciones hasta octubre.
—Lali: ¡Pero si
faltan seis meses! —Lali podía ver cómo el futuro se extendía como un borrón
oscuro ante ella. Seis meses. Justo lo que duraría su matrimonio.
—Peter: ¿Por qué te preocupas? —preguntó él. —¿De verdad
crees que vas a aguantar hasta el final?
—Lali: ¿Y por qué no?
—Peter: Van a ser seis meses —dijo él sin ambages.
—Recorreremos montones de kilómetros. Tenemos funciones tan al norte como
Jersey y tan al oeste como Indiana. «En una camioneta sin aire acondicionado.»
—Ésta será la última temporada del circo de los Hermanos Quest —dijo él. —Así
que lo haremos lo mejor posible.
—Lali: ¿A qué te refieres con que será la última
temporada?
—Peter: El dueño, Owen Quest, murió en enero. Su esposa,
Eugenia, ha heredado el circo y lo ha puesto a la venta. «¿Había sido su imaginación o Peter había
apretado casi imperceptiblemente los labios?»
—Lali: ¿Llevas mucho tiempo en el circo? —preguntó ella,
decidida a saber más de él.
—Peter: Voy y vengo.
—Lali: ¿Tus padres pertenecían al circo?
—Peter: ¿Cuáles? ¿Mis padres cosacos o los que me
abandonaron en Siberia? —Él ladeó la cabeza y ella vio que le brillaban los
ojos.
—Lali: ¡No te criaron los cosacos!
—Peter: ¿Pero no lo oíste anoche?
—Lali: Eso es como uno de esos cuentos de P. T. Barnum
para el circo —dijo refiriéndose al popular artista circense que se inventaba
fantásticas historias para hacer más emocionantes los espectáculos. —Sé que
alguien tuvo que enseñarte a cabalgar y usar el látigo, pero no creo que fueran
los cosacos. —Hizo una pausa. —¿O sí? Él se rio entre dientes.
—Peter: ¿Algo más, cara de ángel? —No iba a dejar que se le
escapara otra vez.
—Lali: ¿Cuánto llevas en el circo?
—Peter: He viajado con el circo de los Hermanos Quest
desde la adolescencia hasta que cumplí los veinte. Desde entonces voy y vengo.
—Lali: ¿Qué haces el resto del tiempo?
—Peter: Ya sabes la respuesta a eso. Estoy en prisión por
asesinar a una camarera.
Ella entrecerró los ojos, haciéndole saber que lo tenía
bien calado.
—Lali: ¿No trabajas de gerente en el circo todo el
tiempo?
—Peter: No. —Puede que si dejaba de presionarlo un rato,
le sacase más información personal.
—Lali: ¿Quiénes eran los Hermanos Quest?
—Peter: Sólo era Owen Quest. Se llama así por seguir la
tradición de los Hermanos Ringling. La gente del circo considera que es mejor
que todos crean que el circo es de una familia aunque no sea así. Owen fue el
propietario del circo durante veinticinco años y, un poco antes de morir, me
pidió que terminara la temporada por él.
—Lali: Vaya sacrificio para ti. Dejar de lado tu vida
normal..., tu trabajo de verdad...
Ignorando el interrogatorio de Lali, Peter hizo que se
fijara en una señal de la carretera.
—Peter: Avísame si ves más indicaciones como esa, ¿esta
bien? Ella vio tres flechas rojas de cartón. Cada una de ellas tenía impresas
unas letras azules y señalaban hacia la izquierda.
—Lali: ¿Para qué son? —Nos guían hasta el recinto donde
daremos la próxima función. —Desaceleró al acercarse a un cruce y giró a la
izquierda.
—Peter: Dobs Murria, uno de nuestros hombres, sale una
noche antes que nosotros y las va colocando. Es para indicar la ruta. —Ella
bostezó.
—Lali: Tengo muchísimo sueño. En cuanto lleguemos, voy a
echar una buena siesta.
—Peter: Vas a tener que conformarte con dormir de noche.
El circo no mantiene a inútiles; todos trabajamos, vas a tener que hacer cosas.
—Lali: ¿Esperas que trabaje?
—Peter: ¿Acaso temes romperte una uña?
—Lali: No soy la niña mimada que crees. —Él le dirigió
una mirada de incredulidad, pero Lali intentaba evitar otra discusión e ignoró
el cebo que él le estaba tendiendo. —Sólo quería decir que no sé nada del mundo
del circo.
—Peter: Aprenderás. Bob Thorpe, el tipo que normalmente
se encarga de la taquilla, tiene que ausentarse durante un par de días.
Ocuparás su lugar hasta que vuelva, suponiendo, claro está, que sepas contar lo
suficiente como para devolver bien el cambio.
—Lali: Con las monedas de curso legal, sí —respondió ella
con un deje de desafío.
—Peter: Después tendrás que encargarte de algunas tareas
domésticas. Puedes comenzar por poner algo de orden en la caravana. Y
agradecería una comida caliente esta noche.
—Lali: Y yo. Tendremos que buscar un buen restaurante.
—Peter: Eso no es lo que tenía en mente. Si no sabes
cocinar, puedo enseñarte lo básico. Ella reprimió su enfado y adoptó un tono
razonable.
—Lali: No creo que intentar que me encargue yo sola de
todas las tareas domésticas sea la mejor manera de empezar con buen pie este
matrimonio. Deberíamos repartirnos el trabajo equitativamente.
—Peter: De acuerdo. Pero si quieres un reparto
equitativo, tendrás que hacer también otras cosas. Actuarás en la presentación.
—Lali: ¿En la presentación?
—Peter: En el espectáculo. En el desfile con el que se
inicia la función, y es obligatorio.
—Lali: ¿Quieres que actúe en la función?
—Peter: Todos, menos los obreros y los candy butchers
salen en el desfile.
—Lali: ¿Qué son los candy butchers ?
—Peter: Los que atienden los puestos del circo.
—Lali: Ah. —Continuaron viajando varios kilómetros en
silencio mientras ella cavilaba sobre lo que él le había dicho. Pero era lo que
no había dicho lo que más le preocupaba. — ¿No crees que deberías hablarme un
poco más de ti? Contarme algo sobre tu vida que sea verdad, claro.
—Peter: No veo por qué.
—Lali: Porque estamos casados. A cambio te contaré
cualquier cosa que quieras saber de mí.
—Peter: No hay nada que me interese saber de ti.
Eso hirió los sentimientos de Lali, pero de nuevo no
quiso darle más importancia de la que tenía.
—Lali: Nos guste o no, ayer hicimos unos votos sagrados.
Creo que lo primero que deberíamos hacer es preguntarnos qué esperamos de este
matrimonio.
Él meneó la cabeza lentamente. Ella nunca había visto a
un hombre que pareciera más consternado.
—Peter: No es un matrimonio de verdad, así que quítate
esa idea de la cabeza.
—Lali: ¿De qué estás hablando? Por supuesto que es un
matrimonio de verdad.
—Peter: No, no lo es. Es un acuerdo legal.
—Lali: ¿Un acuerdo legal?
—Peter: Exacto.
—Lali: Ya entiendo.
—Peter: Bien.
La obstinación de Peter la enfureció.
—Lali: Bueno, pues ya que soy la única involucrada en
este acuerdo legal por el momento, intentaré que funcione, tanto si quieres
como si no.
—Peter: No quiero.
—Lali: Peter, hicimos unos votos. Unos votos sagrados.
—Peter: Eso no tiene ningún sentido, y tú lo sabes. Te dije
desde el principio cómo iban a ser las cosas. No te respeto, ni siquiera me
gustas, y te aseguro que no tengo ni la más mínima intención de jugar a las
casitas.
—Lali: Estupendo. ¡Tú tampoco me gustas!
—Peter: Veo que nos entendemos.
—Lali: ¿Cómo podría gustarme alguien que se ha dejado
comprar? Pero eso no quiere decir que vaya a ignorar mis obligaciones.
—Peter: Me alegra oírlo. —Él la recorrió lentamente con
la mirada. —Me aseguraré de que tus obligaciones sean agradables.
Ella sintió que se sonrojaba y que esa inmadura reacción
la enfadaba lo suficiente como para desafiarlo.
—Lali: Estás refiriéndote al sexo, ¿por qué no hablas
claro?
—Peter: Por supuesto que me refiero al sexo.
—Lali: ¿Con o sin tu látigo? —Ella se arrepintió en
cuanto las impulsivas palabras salieron de su boca.
—Peter: Tú eliges.
Lali fue incapaz de seguir soportando sus bromas. Se dio
la vuelta y se puso a mirar por la ventanilla.
—Peter: ¿Lali..?
Tal vez fuera porque deseaba creerlo, pero su voz le
pareció más suave esta vez. Ella suspiró.
—Lali: No quiero hablar de eso.
—Peter: ¿De sexo?
Ella asintió con la cabeza.
—Peter: Tenemos que ser realistas —dijo él, —los dos
somos personas saludables, y a pesar de tus diversos desórdenes de
personalidad, no eres precisamente un adefesio.
Ella se volvió hacia él para dirigirle su mirada más
desdeñosa, pero lo que vio fue cómo una comisura de esa boca masculina se
curvaba en lo que en otro hombre hubiera sido una sonrisa.
—Lali: Tú tampoco eres precisamente un adefesio —admitió
ella a regañadientes, —pero tienes muchos más desórdenes de personalidad que
yo.
—Peter: No, creo que no.
—Lali: Te aseguro que sí.
—Peter: No.
—Lali: Si.
—Peter: ¿Como cuáles?
—Lali: Pues bien, para empezar... ¿Estás seguro de que
quieres oírlos?
—Peter: No me lo perdería por nada del mundo.
—Lali: Bueno, pues eres cabezota, terco y dominante.
—Peter: Pensaba que ibas a decir algo malo.
—Lali: No eran cumplidos. Y siempre he creído que un
hombre con sentido del humor es más atractivo que uno sexy y machista.
—Peter: Bueno, pues avísame cuando llegues a la parte
mala, ¿esta bien?
Ella lo fulminó con la mirada y optó por no mencionar los
látigos que tenía debajo de la cama.
—Lali: Es imposible hablar contigo.
Él ajustó la visera solar.
—Peter: Lo que estaba tratando de decirte antes de que me
interrumpieras con la lista de mis cualidades es que ninguno de nosotros va a
poder mantenerse célibe durante los próximos seis meses.
Lali bajó la mirada. Si él supiera que ella llevaba así
toda la vida...
—Peter: Vamos a vivir en un lugar pequeño —continuó él,
—estamos legalmente casados y es natural que tarde o temprano echemos un polvo.
«¿Echemos un polvo?» Su rudeza le recordó que eso no
significaría nada para él y que, contra toda lógica, ella quería algo de
romanticismo.
—Lali: En otras palabras, esperas que haga las tareas
domésticas, trabaje en el circo y «eche polvos» contigo —dijo bastante
mosqueada.
Él lo pensó detenidamente.
—Peter: Supongo que es más o menos eso.
Ella giró la cabeza y miró con aire sombrío por la
ventanilla. Hacer que ese matrimonio tuviera éxito iba a ser todavía más
difícil de lo que pensaba.
Continuara...
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hola chicas!!... como estan?? yo feliz de acabar la semana... estoy en exámenes y digamos que mi método de estudiar CINCO minutos antes del examen me esta sirviendo bastante bien! :D (espero que mi papá no este leyendo esto) :S
Bueno empezamos de nuevo con la maratón!...
+25 firmas y MAS
MÁS ME ENCANTÓ... :)
ResponderEliminarMe encanto el cap!!! Espero mas
ResponderEliminarBesos
Ines
pobre Lali sinceramente me da mucha pena... QUIERO Q PETER SUFRA... NO LA PUEDE TRATAR ASI... Y MAS CUANDO ELLA ESTA PONIENDO TODO DE SI PARA Q ESO FUNCIONE..!!!!!
ResponderEliminarquiero mas nove!!!!!
Besos q estes bien!!!!....
masssssssssssss
ResponderEliminarMas nove
ResponderEliminarEsta genial subí mas
ResponderEliminarQue genial nove
ResponderEliminarJajjajaja vos tampoco SOS un adefesio bonita forma de decir que es linda :) mas nove
ResponderEliminarMas mas mas mas
ResponderEliminarme encantaaaaa
ResponderEliminarY Peter me tenia qe arruinar la felicidad, tendria que decirle que los latigos no son para pegarle JAJAJAJA pobrecita Lali yo ya le hubiese pegado por todas las cosas que dijo e hizo -.- jajajaja encima la pobre intenta cumplir con los votos matrimoniales y el se lo hace complicado u.u MASSSSSSSSSSSSS NOVEEEEEEEEE POR FAS! buenisimo que te este yendo bien :) me alegro ♥
ResponderEliminarmassssssssssss
ResponderEliminarMas nove me muero ;)
ResponderEliminarMASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
ResponderEliminarNOVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
ResponderEliminarPORRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR
ResponderEliminarMas GENIA amo tus noves
ResponderEliminarFASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
ResponderEliminarQUEREMOSSSSS SABER COMO SIGUE!!!!!!!!!!!!!!!! :D
ResponderEliminarYo no puedo escuchar más q la maltraten así,aunq creo q + q maltrato es ironia y se está riendo de ella,pero no me gusta,me imagino en su situacion y creo q lo unico q haria sería llorar.Y ella pobre le pone ganas todavía!
ResponderEliminarMassssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarME EMOCIONE CON LA NOVE ;D ♥
ResponderEliminarMas mas mas mas mas aunque pobre lali
ResponderEliminarMas :)
ResponderEliminarTodo un amor pitt Jajajaja ;) mas nove
ResponderEliminarmas nove me encanta
ResponderEliminar@Angie_232alma
maaaaaaaassssssss :):):):):):):):):)
ResponderEliminarmasssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarJuro que me encanta esta lali!
ResponderEliminarEs como una sumiza rebelde.. no se me encanta!
MAAS MAAS
ResponderEliminarmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas :D
ResponderEliminarLali intentado k al menos esos 6 meses sean agradables,y el rudo y arisco como el solo.Me da k es un lobo solitario.
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