A pesar del nombre que recibía, la taquilla era blanca; estaba
salpicada por un puñado de estrellas de colores y un letrero donde se leía:
HERMANOS QUEST. En contraste con el alegre exterior, el interior era aburrido y
desordenado.
Peter estaba sentado detrás del escritorio, con un móvil
en una mano y un portapapeles en la otra. Una sola mirada a su cara tempestuosa
le dijo a Lali que Alai había tenido razón en una cosa: Peter estaba realmente
enfadado. Su marido acabó la conversación bruscamente y se levantó, hablándole
con esa calmada y espeluznante voz que ella estaba empezando a temer cada vez
más.
—Peter: Cuando digo que estés en un sitio a una hora,
quiero que estés allí a esa hora.
—Lali: Pero sí apenas llego media hora tarde.
Su voz se hizo todavía más áspera.
—Peter: No sabes nada sobre la vida real, ¿verdad, Lali?
Esto es un trabajo, no es como tener cita en la peluquería. De ahora en
adelante, te quitaré cinco dólares del sueldo por cada minuto de retraso.
A Lali se le iluminó la cara.
—Lali: ¿Vas a pagarme?
Él suspiró.
—Peter: Por supuesto que voy a pagarte. Es decir, si
realmente llegas a hacer algo. Pero no creas que vas a poder comprarte
diamantes. Los sueldos en el circo son muy bajos.
A ella no le importó. La idea de recibir un sueldo era
emocionante.
—Lali: Enséname qué tengo que hacer. Te prometo que no
volveré a retrasarme.
Peter la llevó a la ventanilla que había en el lateral de
la caravana y le explicó el procedimiento con voz suave. Era muy sencillo y Lali
lo aprendió de inmediato.
—Peter: Comprobaré hasta el último penique —dijo él, —así
que no cojas nada, ni siquiera para tabaco.
—Lali: Yo no haría eso.
Él no pareció convencido.
—Peter: Y asegúrate de no perder de vista el cajón de la
recaudación ni un minuto. El circo está al borde de la ruina, no podemos
permitirnos el lujo de perder dinero.
—Lali: Por supuesto que no lo haré. No soy estúpida.
Ella contuvo el aliento presintiendo que él lo negaría,
pero Peter se concentró en destrabar la bisagra de la ventanilla. La acompañó
mientras despachaba a los primeros clientes para asegurarse de que lo hacía
bien, y cuando vio que no tenía ningún tipo de problema le dijo que se iba.
—Lali: ¿Vas a la caravana? —preguntó ella.
—Peter: Iré cuando tenga que vestirme. ¿Por qué?
—Lali: Lo he dejado algo revuelto. —Tenía que volver a la
caravana antes de que él viera el desorden que había. Al comenzar con la
limpieza, debería haber dejado los armarios para el final, pero había querido
fregar a fondo, Así que había vaciado los estantes para limpiarlos primero.
Ahora los armarios estaban limpios, pero no le había dado tiempo de volver a
colocar las cosas y no había ni una sola superficie en la caravana que no
estuviera cubierta por algo: ropa, herramientas o un alarmante montón de
látigos.
—Lali: Te juro que lo recogeré todo en cuanto acabe aquí
—le dijo atropelladamente, —así que no te preocupes si ves las cosas fuera de
su sitio.
Él asintió con la cabeza y la dejó sola. Las siguientes
horas pasaron sin incidentes. A Lali le gustaba conversar con las personas que
iban a comprar las entradas, y en varias ocasiones, cuando las familias le
parecían pobres, se inventó un sinnúmero de asombrosas razones para decirles
que habían ganado entradas gratis.
Ya se había propagado el rumor de que era la mujer de Peter,
y muchos de los empleados del circo se inventaron excusas para pasar por allí y
satisfacer su curiosidad sobre ella. Tanta cordialidad extrañó a Lali.
Reconoció a algunos de los hombres que se ocupaban de los tenderetes, a algunos
payasos y a varios miembros de la familia Lipscomb, que realizaba un número
ecuestre. Se dio cuenta de que algunas de las chicas tenían que disimular para
ocultar los celos que sentían porque ella hubiera logrado pescar a Peter Lanzani;
Lali apreció el gesto. Por primera vez, sintió un atisbo de esperanza. Tal vez
las cosas resultaran bien después de todo.
Quizá la persona más interesante que se presentó ante
ella fue Nico Riera, el padre de Alai. Apareció con sus ropas de trabajo: un
mono blanco ceñido a la cintura por un ancho cinturón de color oro con unas
cintas doradas que adornaban el escote y los tobillos.
Una chica llamada Charlene ya le había dicho que Nico y Peter
eran los hombres más atractivos del circo, y tuvo que darle la razón. Nico Riera
le recordaba a una versión más baja de Sylvester Stallone, lleno de músculos,
actitud arrogante y acento neoyorquino. Tenía un atrayente aspecto de tío rudo,
aunque por la manera que tuvo de examinarla de arriba abajo Lali supo que era
un redomado mujeriego. Se recostó en la esquina del escritorio con las piernas
extendidas; la perfecta imagen de un hombre que se sentía a gusto con su
cuerpo.
—Nico: Así que procedes del circo, ¿no?
Él le hizo la pregunta con el tono agresivo y casi
acusatorio que muchos neoyorquinos empleaban para preguntar cualquier cosa y Lali
tardó un momento en darse cuenta de a qué se refería.
—Lali: ¿Yo? Oh, no. Mi familia no forma parte del circo.
—Nico: Eso lo hará todo más difícil para ti. En el circo
de los Hermanos Quest no eres nadie si no puedes justificar tu ascendencia
circense en un mínimo de tres generaciones. Simplemente pregúntale a Euge.
—Lali: ¿A Euge?
—Nico: Es la dueña del circo. María Eugenia Suarez Quest.
Es una de las voladoras más famosas del mundo. Trapecista —dijo él cuando vio
su expresión confusa. —Ahora entrena a los hermanos Tolea, que actúan con
nosotros. Son rumanos. También hace la coreografía de otros números, supervisa
el vestuario y otras cosas por el estilo.
—Lali: Si el circo es suyo, ¿por qué no lo dirige ella en
vez de Peter?
—Nico: Ése es un trabajo de hombres. El gerente tiene que
tratar con borrachos, peleas con cuchillo, discusiones. A Euge no le gustan
esas cosas.
—Lali: Aún no la conozco.
—Nico: Es que se ha ido unos días. Lo hace en ocasiones,
cuando las cosas se ponen feas por aquí.
Debió de resultar evidente que ella no comprendía lo que
él había querido decir, así que se lo explicó.
—Nico: A Euge le gustan los hombres. Sin embargo, no está
demasiado tiempo con ninguno. Es un poco esnob. No se enrolla con nadie que no
proceda de una antigua familia del circo.
La imagen que se había formado de la dueña del circo, una
viuda entrada en años, se desvaneció de la mente de Lali. El gesto tirante en
la boca de Nico hizo que se preguntara si Eugenia Quest no significaría algo
para él.
—Nico: En mi caso, mi viejo era carnicero en Brooklyn. Me
marché con un circo ambulante el día que me gradué en el instituto y nunca miré
atrás. —La miró con algo de rabia, como si esperara que discutiera con él. —Sin
embargo mis hijos sí tienen sangre circense en las venas gracias a su madre.
—Lali: No creo haberla conocido.
—Nico: Cassie murió hace dos años, pero nos divorciamos
hace doce, por lo que no estoy exactamente de luto. Ella odiaba el circo,
aunque había crecido en él, y por esa razón se mudó a Wichita y se licenció en
la universidad, pero a mí me gusta este mundo y me quedé aquí.
Así que Alai también había perdido a su madre. Lali quiso
saber aún más.
—Lali: Entonces tus hijos viven contigo, ¿no?
—Nico: Alai vivía en Wichita con su madre, pero Cassie
tenía problemas para manejar a los chicos, así que se vinieron a vivir conmigo
cuando eran muy jóvenes. Desde ese día, hice una función con ellos. Matt y Rob
tienen ahora veinte y veintiún años. Son unos demonios, ¿pero qué puedes
esperar siendo yo su padre?
Lali no estaba interesada en los diabólicos hijos de Nico
e ignoró la inconfundible nota de orgullo en su voz.
—Lali: Entonces, ¿Alai acaba de venirse a vivir contigo?
—Nico: Llegó el mes pasado, pero suele pasar conmigo un
par de semanas en verano. Aunque claro, no es como vivir aquí todo el año.
Cuando lo vio fruncir el ceño, se dio cuenta de que la
situación no estaba resultando como él había planeado, pero Lali ya tenía
suficientes dificultades con su propio padre como para sentir otra punzada de
compasión hacia Alai. No era de extrañar que fumara y se enamorara de hombres
mayores que ella. Aunque Nico Riera era innegablemente atractivo, no parecía
ser el más paciente de los padres.
—Lali: Ya he conocido a Alai. Parece una chica muy
sensible.
—Nico: Demasiado sensible diría yo. Ésta es una vida dura
y Alai es demasiado blanda. —Nico se levantó bruscamente. —Me voy antes de que
comience a llegar la gente. Encantado de conocerte, Lali.
—Lali: Igualmente.
Cuando llegó a la puerta le dirigió otra de esas miradas
de rompecorazones.
—Nico: Peter es un hombre afortunado.
Ella sonrió educadamente y deseó que también Peter
pensase de esa manera.
Continuara....
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+30 firmas y mas!!!
QUIERO MAAAAS
ResponderEliminarME ENCANTA LA NOVE
ResponderEliminarMAAAS
ResponderEliminarMAAAAAAAAAAAAS
ResponderEliminarmassssssssssssssssssssssssssssss laliterrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
ResponderEliminaramor amor amor amor amor laliterrrrrrrrrrrrrrrrr
ResponderEliminarMAAAAAAAAAAAAAS
ResponderEliminarmasssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarnoveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarquiero mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarMAAAAAAAAAS
ResponderEliminarMAAAAAAAAAAAAAAAAS
ResponderEliminarmuy buena nove, quiero maas :)
ResponderEliminarmaaaas !!! quiro maaaas !!!!
ResponderEliminarPor lo menos empiezan a salir bien las cosas...se va transformando...admiro la garra q pone ella!
ResponderEliminarQuiero mas
ResponderEliminarmaaaaas
ResponderEliminarquiero maas :)
ResponderEliminaradmiro la onda que le pone lali :)
ResponderEliminarquiero maas :)
ResponderEliminarme encanta la nove :)
ResponderEliminarquiero mas me encanta
ResponderEliminar@Angie_232alma
sii yo tambien deseo que Peter se de cuenta de eso, definitivamente porbrecita Alai todo lo que tuvo que pasar u.u quierooooo MASSSSS
ResponderEliminarfalta poquito para las 30 :D
ResponderEliminarquiero que empiece laliter :)
ResponderEliminarFalta mucho para que Peter se de cuenta de que tiene suerte de tener a Lali con el???? o para el Rock? :O chan chan chan JAJAJAJ me encanto la noveee! :D ♥
ResponderEliminarmaaaaas :)
ResponderEliminarmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
ResponderEliminarde cuantos capítulos es la nove, mas o menos ? :)
ResponderEliminarcuatro firmitas mas!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarLali a sido "aceptada" en el circo, quiero leer massss, quiero saber que pasaaa, ansiosa me decian!
ResponderEliminarMasss nove! ;DD
ResponderEliminarMAS NOVE POR FAS!!!!
ResponderEliminarMassssssssssss Novelaaaaaaaaaa :D
ResponderEliminarMas mas mas cada vez mas interesante
ResponderEliminarLali esta mas k enamorada.
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