Habían pasado cinco años desde la última vez que la tocó
y aún podía sentir su piel. Su perfume, una mezcla de jazmín y limón, siempre
estaba con él, especialmente en sus sueños. Y los recuerdos podían hacerle
suspirar de deseo.
Especialmente en aquel momento.
No necesitaba a Lali en Baywater ahora que estaba de por
medio la apuesta.
-Lali: No sé por qué no les caes bien —dijo ella
entonces, inclinándose para tomar a Muffin en brazos. La perrilla, temblorosa,
se dedicó a lamerle el cuello.
A Peter no le habría importado hacer lo mismo.
-Peter: Porque saben que es mutuo —contestó a toda prisa
para apartar esa imagen de su mente. Lali acarició a Muffin detrás de las
orejas, dándole una alegría a la perrilla y a ella, algo que hacer con las
manos. Si no hubiera tomado a Muffin en brazos se habría lanzado sobre Peter.
Se le hacía la boca agua sólo con mirarlo.
Su pelo negro, corto al estilo militar, dejaba al
descubierto una cara angulosa, muy masculina. Sus ojos verde oscuro seguían
siendo tan profundos y misteriosos como el océano de noche. La camiseta negra
se pegaba a sus anchos hombros y los vaqueros gastados le quedaban de cine.
Se le había olvidado, que Dios la ayudara.
Se le había olvidado cómo le gustaba aquel hombre.
A lo mejor Mery tenía razón. A lo mejor no había sido
buena idea ir a Baywater.
Ella quería un hijo, sí.
Pero si con sólo mirarlo le temblaban las rodillas, ¿qué
posibilidades había de no volver a enamorarse? Lali sacudió la cabeza para
apartar ese pensamiento. Podía hacerlo. Habían pasado cinco años y ya no estaba
enamorada. Ya no era una niña que confiaba en que un hombre hiciera sus sueños
realidad.
Había trabajado mucho para ganarse la vida y era una
profesional respetada en California. Era una mujer madura y sabría cómo manejar
a Peter Lanzani para no volver a sufrir. Además, estaba bien que siguiera
sintiéndose atraída por él.
Porque así seducirlo sería más fácil.
-Lali: No hay ninguna razón para que no nos portemos de
forma civilizada.
-Peter: No, supongo que no.
-Lali: Muy bien. Voy a hacer carne a la brasa esta noche.
¿Quieres que cenemos juntos? —Durante un segundo, creyó que Peter iba a decir
que sí. Podía verlo en sus ojos...
-Peter: No, gracias. He quedado con Eliseo. Tiene
problemas con... con su...
Lali sonrió.
-Lali: Nunca has sabido mentir.
-Peter: ¿Quién está mintiendo?
-Lali: Tú. Pero no importa. No pienso tomármelo como algo
personal. Aún... Vamos, Peaches, es la hora de la cena —De inmediato, la
perrita soltó los vaqueros de Peter y salió corriendo hacia la cocina.
-Peter: ¡Lali! —Lali se volvió, sonriendo. Estaba bien
eso de que tuviera que mentir. Si no le preocupara estar a solas con ella, no
habría mentido.
Y ahora parecía... confuso. También estaba bien. Si podía
mantenerlo así, en estado de total confusión durante tres semanas, las cosas
saldrían de maravilla.
-Lali: No pasa nada, Peter. Voy a estar aquí tres
semanas. Seguro que nos veremos más de una vez.
-Peter: Si —él se metió las manos en los bolsillos del
pantalón y echó los hombros hacia delante, como intentando soportar una carga
inesperada. Lali estaba segura de que no le gustaría esa analogía, pero pegaba
mucho.
-Lali: Que lo pases bien. Saluda a Eliseo de mi parte.
-Peter: Lo haré.
Lali entró en la casa y, después de cerrar la puerta,
apartó la cortina de batista. Peter subía la escalera como un hombre que se dirige
a la horca.
Y cuando llegó arriba se detuvo y miró hacia la casa.
Ella dio un paso atrás. Era casi como si sus miradas se
hubieran encontrado de forma instintiva...
Mucho tiempo después de que hubiera desaparecido, Lali
seguía de pie en la cocina, mirando por la ventana. Y no podía dejar de
preguntarse cuál de los dos estaba más confuso.
--
Dos horas después, Peter estaba terminando de cenar y
oyendo a Eliseo soltar grandes risotadas. Aunque era culpa suya por contarle
todo. No había esperado simpatía por parte de su hermano, pero tampoco que le
diera un ataque de risa.
-Eliseo: Así que Lali está de vuelta en Baywater.
Estupendo, ya casi siento cómo entran esos diez mil dólares en mi bolsillo.
-Peter: De eso nada —replicó— No vas a ganar la apuesta.
Estamos divorciados, no sé si te acuerdas.
-Eliseo: Ya, ya... —le hizo un gesto al camarero para que
llevara dos cervezas más—. Y la verdad es que nunca entendí por qué se habían
divorciado.
Nadie de su familia lo había entendido, pensó Peter,
dejándose llevar por los recuerdos. Ni siquiera él. Pero era lo único que podía
hacer.
No había sido fácil, pero era lo mejor. Seguía
creyéndolo. Si no lo creyese, los remordimientos no lo dejarían vivir.
El recuerdo de Lali Espósito lo perseguía. En los
momentos más extraños, su imagen aparecía de repente: cocinando, riendo,
desafinando mientras cantaba durante uno de sus viajes en coche por todo el
país. Recordaba que discutían mucho, que gritaban hasta que uno de los dos
soltaba una carcajada y luego caían en la cama... El sexo había sido asombroso.
Era más que sexo. En los momentos más poéticos, Peter pensaba que no eran dos
personas, sino una sola.
Y cuando se separaron supo que era verdad porque se
sentía vacío. Con el corazón roto, a pesar de que fue él quien quiso separarse.
Pero lo había hecho por Lali.
Eso no había cambiado.
Peter apartó lo que quedaba de su hamburguesa con patatas
fritas y se echó hacia atrás en la silla. El restaurante Lighthouse estaba
abarrotado, como siempre. Había familias enteras y parejas en las mesas más
escondidas... parejas que Peter no quería mirar.
-Peter: Bueno, ¿y a ti qué tal te va con la apuesta?
Eliseo se atragantó con la cerveza y cuando terminó de
toser sacudió la cabeza.
-Eliseo: Es más difícil de lo que yo pensaba.
Peter soltó una risita.
-Peter: Ya te digo.
-Eliseo: No, en serio. Ahora tengo que esconderme de las
mujeres.
-Peter: Te entiendo —suspiró él. Esconderse de las
mujeres en el trabajo era fácil. No había muchas mujeres piloto en el escuadrón
de F-18 y las pocas que había no se relacionaban mucho con los compañeros.
Lógico, porque habían tenido que trabajárselo dos veces más que cualquier
hombre para ser aceptadas y no querían que hubiera murmuraciones.
Así que en el trabajo estaban seguros. Por eso Peter
había planeado esconderse en casa, alejarse de los bares, de los clubs, evitar
a las mujeres como fuera. Pero ahora su casa ya no era un refugio. Ahora que
Lali estaba en Baywater, su casa era el sitio más peligroso de todos.
-Eliseo: Sólo han pasado dos semanas —admitió— y ahora
tengo mucho más respeto por Camilo.
-Peter: Lo mismo digo.
-Eliseo: Anoche hablé con Germán y dice que está pensando
en ingresar en un monasterio durante estos tres meses.
Peter soltó una carcajada.
-Peter: Por lo menos, sabemos que él también sufre.
-Eliseo: Ya te digo —apretó los labios— Al menos yo puedo
pagar mi frustración con los pardillos del campamento.
Peter sonrió, aunque le daban pena los pobres reclutas
que tuvieran que soportar a su hermano en aquel momento.
-Eliseo: ¿Te has dado cuenta de que el único que no está
sufriendo es Camilo? Se está riendo de nosotros... ¿cómo nos convenció para que
aceptáramos la apuesta?
-Peter: Porque no podemos decir que no a un reto. Y él lo
sabe.
-Eliseo: ¿Tan predecibles somos?
-Peter: Me temo que sí. Además, por muy sacerdote que
sea, Camilo es el más taimado de los cuatro.
-Eliseo: Desde luego que sí —sacó la cartera y dejó un
par de billetes sobre la mesa—. Bueno, ¿y qué vas a hacer con Lali?
-Peter: Voy a alejarme de ella todo lo que sea posible.
-Eliseo: Eso no será fácil. Nunca lo ha sido para ti -Peter
puso sus dos correspondientes billetes sobre la mesa.
-Peter: ¿He dicho yo que fuera a ser fácil? -Eliseo se
levantó, sonriente.
-Eliseo: Podríamos hacer un truco. Como lo pasas tan mal
con ella, yo podría hacerme pasar por ti... y pedirle que se fuera.
Peter hizo una mueca. No habían dado el cambiazo desde
que eran unos críos. Los trillizos eran tan idénticos que incluso su madre
tenía problemas para distinguirlos. De modo que habían usado esa confusión para
salirse con la suya muchas veces. Habían engañado a profesores, entrenadores e
incluso, en una ocasión, a sus propios padres.
Lali, sin embargo, siempre había podido distinguirlos. No
la habían engañado ni una sola vez... Pero hacía años que no veía a los tres
hermanos Lanzani juntos. Años desde que Lali pudo distinguirlo entre los tres
por puro instinto.
-Eliseo: Si quieres, podríamos intentarlo —sonrió.
¿Qué podía perder?, se preguntó Peter. Si Lali no se daba
cuenta y decidía irse de Baywater, su vida sería mucho más fácil. Y si se daba
cuenta... en fin, hacía mucho tiempo que no la veía enfadada.
Y si no le fallaba la memoria, Lali Espósito enfadada se
ponía guapísima.
Continuará....
Perdón OTRA VEZ por el retraso!
en minutos les dejo el siguiente cap!! ^-^
Ani Garcia oooH :D GRACIAS! jaja
mueroxksiangeles Más adelante explica por qué se separaron! :D
Más! Lali los va a reconocer pero le va a seguir el juego adrede no?
ResponderEliminarcada vez me gusta mas espero el siguiente
ResponderEliminar@Angie232alma
Ahhhhhh!!! me encantoooo!!! buenisimo el momento Laliter!!!!! ♥ ay ya quiero qe Lali se enoje (suena feo pero es para que Peter se de cuenta de que la AMA) y me re intriga saber porqe se separaron :| jajaja AMO ESTA NOVE ESTA BUENISIMA!! TODAS TUS NOVES ME ENCANTARON!!!!! ♥
ResponderEliminarMAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE recien ahora me di cuenta del texto qe pasa abajo(? xD jJAJAJAJAJa
ResponderEliminarMASSSSSSSSSS NOVEEEEEEEE POR FAS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! QUIERO SABER COMO SIGUE ESTOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ♥
ResponderEliminarMASSSSSSSSSSSSSSSSSSSS Novela por favor esta muy buena .D
ResponderEliminarNOVE NOVE NOVE NOVE
ResponderEliminarMAS NOVEEEEE MAS NOVEEEE MAS NOVEEEEE MAS NOVEEEEE MAS NOVEEE ♥
ResponderEliminarAaajajaaj cambiaso de trillis? me gusta
ResponderEliminarmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
Quiero más nove está súper buena!!!!
ResponderEliminarMás nove más nove más nove más nove más nove más nove más nove más nove más nove más nove más nove más nove más nove más nove
ResponderEliminarEstoy leyendo la nove desde el celular estoy ansiosa por la nove está súper buena quiero más!!!! 77! :-D
ResponderEliminarNo me gusta lo q van a hacerle a Lali,pobre!Tampoco es muy honesto lo q pretende ella...embarazarse de él!
ResponderEliminarMuero por saber pq se divorció,dice q fue por el bien de ella!
Si Peter,es corresponsal d guerras,quizás ese fuera el motivo d la separación.
ResponderEliminartres Lanzanis.. imaginemonos eso!
ResponderEliminarEso espero jajaja...estoy deseando
ResponderEliminarQue genial! jaja
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