Lali se dio la vuelta y gimió, consciente del terrible
dolor que aprisionaba su cabeza, al tiempo que intentaba abrir los ojos.
Recorrió el dormitorio en penumbra con la mirada hasta alcanzar las cortinas
echadas de las ventanas. Un retazo de luz solar se coló por el extremo de las
cortinas, evidenciando que era de mañana.
—Lali: ¿Papá? —preguntó a media voz al percatarse de que
alguien estaba entrando en la habitación—. Estoy... —Su voz se apagó en cuanto
se dio cuenta de que el intruso no era su padre y recordó lo que le había
sucedido el día anterior. Su rostro palideció—. ¡Oh! Es usted... señor...
—Peter: Peter Lanzani —le respondió aproximándose a la
cama sin hacer ruido.
Ella se apartó de él de inmediato y tiró de las mantas
hasta cubrirse con ellas la barbilla; parecía la caricatura de una virgen
acosada, lo que llevó a que Peter compusiera una sonrisa.
—Peter: No me diga que no confía en mí, Mariana. Por el
modo en que me reprimí anoche, merezco una medalla, se lo aseguro. —Le colocó
la mano sobre la frente antes de que pudiese moverse o protestar para comprobar
si tenía fiebre. Con el pulgar notó el pulso de Lali al rozar la sien antes de
retirar la mano. A ella no le gustaba el modo en que él la tocaba, parecía como
si fuese un objeto de su propiedad—. Tiene fiebre. No es extraño, habida cuenta
de lo que le pasó ayer. —Acomodó tranquilamente su cuerpo en una silla cerca de
la cama.
Lali tardó unos pocos minutos en darle forma a sus
pensamientos.
—Lali: Me sacó usted del río...
—Peter: Así es.
—Lali: Ni... ni siquiera le di las gracias.
—Peter: No supuso un gran esfuerzo sacar del agua algo
tan ligero como usted.
—Lali: Pero usted es del Sur. Y yo soy...
Él la miró con fingida consternación.
—Peter: ¿Y usted cree que alguien del Sur no le echaría
una mano a alguien que la necesitase, aunque fuese una yanqui?
—Lali: Bueno...
—Peter: No responda —le cortó secamente—. Le diré una
cosa, Mariana. Incluso para un degenerado enemigo de la Unión resulta evidente
que es usted algo demasiado precioso para servirle de comida a unas cuantas
percas y róbalos.
No tenía duda de que se estaba burlando de ella, pero no
supo qué responder. Le alarmaba pensar que un extraño la tratase con semejante
familiaridad, como si fuesen viejos conocidos. No importaba lo que hubiese
hecho por ella o lo mucho que hubiese tenido que reprimirse la noche anterior,
le hacía sentir incómoda.
—Lali: Me gustaría irme a casa —dijo en tono vacilante.
—Peter: Ya sé lo que le gustaría hacer. Por desgracia,
Mariana, tiene fiebre, y casi sería igual de malo volver a tirarla al río como
dejar que se marchase. Además, es del todo imposible para cualquiera de los dos
ir a ninguna parte. Sigue nevando.
—Lali: Oh, no. No puedo quedarme aquí. No puedo.
—Peter: ¿Cree que habrán salido a buscarla? ¿Su padre,
tal vez?
—Lali: No, él cree que sigo en casa de mis tíos en
Connecticut. No sabe que decidí regresar dos días antes de lo previsto. Cogí el
tren y después intenté llegar andando desde la estación...
—Peter: Y cayó en mitad del río. Cariño, ¿es que no hay
nadie que cuide de usted?
—Lali: Mi padre. Y mi prometido, Benjamín Amadeo. Y a
ninguno de los dos le gustaría saber que usted me... llama de ese modo.
—Peter: Pero encaja con usted, cariño. —Enfatizó la
palabra para irritarla, y sus ojos verdes brillaron dedicándole una maliciosa
sonrisa—. Supongo que tampoco les hará gracia saber que ha estado usted en mi
cama.
—Lali: No sabrán nada de todo esto. Tengo que irme. Tiene
que haber un modo...
—Peter: ¿Todavía cree que podrá mantener en secreto lo
que sucedió ayer?
—Lali: Tengo que hacerlo. Supondría un serio problema con
mi padre... y con Benjamín... ¡Benjamín se pelearía con usted!
—Peter: ¿Cree usted que podría conmigo? —le preguntó.
Tenía sus dudas. Pero eso era algo que no pensaba admitir
ante él.
—Lali: Por supuesto. Fue un héroe de guerra, y era un
buen tirador, y ganó un motón de medallas.
—Peter: Oh. —reflexionó durante unos segundos—. Bueno,
entonces supongo que deberíamos mantenerlo en secreto.
Ella no pudo evitar sonreírle a modo de respuesta,
mirándole de frente por primera vez. Era muy distinto de los hombres a los que
estaba acostumbrada. Era guapo… está bien ¡era bastante guapo! pero de una
belleza también diferente a la que estaba acostumbrada. Había algo rudo e
indomable en él. Era alto y sus anchos hombros se destacaban bajo la camisa
blanca. Los pantalones grises, sin dobladillo ni raya, se adaptaban a la
perfección a su estrecha cintura. Tenía los fuertes muslos ligeramente
separados debido a su postura en la silla.
A Lali se le encendieron las mejillas con tono acusador,
y volvió a alzar la vista, pasando por la bragueta abotonada de los pantalones,
recorriendo el pecho y los hombros, para llegar de nuevo a su cara. La sonrisa
de Peter le hizo sentir incómoda, pues indicaba que sabía que había observado
su cuerpo de un modo que ninguna joven cabal debería hacerlo. Al menos, no con
semejante indiscreción.
Sus ojos eran tan verdes, destacaban tanto en contraste
con su bronceada piel. Una fina cicatriz cruzaba una de sus sienes hasta
llegarle casi al extremo del ojo. Pero desaparecía bajo toda una serie de
arruguitas provocadas por su sonrisa. Aquella cicatriz le aportaba un toque
libertino; le daba carácter a su belleza. Durante unos traicioneros segundos,
se preguntó cómo sería besar a aquel hombre.
¡Debería darte vergüenza, Lali Espósito!, se reprochó al
instante.
—Peter: ¿Encuentra algo que le guste en particular?
—preguntó con malicia.
Pero ella ya no estaba atemorizada.
—Lali: Parece un sureño como cualquier otro, por lo que
puedo apreciar.
—Peter: Nos fabrican más altos allí en el Sur. Ustedes,
los de Nueva Inglaterra, pasan demasiado tiempo dentro de casa, y bien sabe
Dios que no comen como hay que comer...
—Lali: ¡Por supuesto que sí!
—Peter: Si al pescado y a la sopa de pescado le llama
comer bien... En Virginia acostumbramos llenar los platos hasta arriba con
comida de verdad, no con esas minucias de pasta de colores que llaman comida.
Un poco de esto, un poco de lo otro... Un hombre puede comer durante días sin
hartarse.
—Lali: ¿Cuánto tiempo lleva aquí?
—Peter: Casi un año.
—Lali: No parece que lo haya pasado muy mal con nuestra
comida... aunque no cocinemos pollo frito demasiado a menudo...
—Peter: Pollo frito —repitió con tono melancólico—. O un
buen jamón ahumado. O judías pintas con beicon... o batatas con mantequilla...
Lali no pudo evitar sonreír. Resultaba difícil resistirse
a su encanto natural. Sintió un repentino deseo de prepararle una buena comida:
carne asada y repollo, pan moreno con melaza cocido al vapor durante horas, y
tarta de manzana de postre. Eso le demostraría que la comida del Norte podía
igualar a cualquiera de las cosas que preparaban en el Sur.
—Lali: ¿Por qué se instaló en Concord? —le preguntó, y la
chispa de sus ojos verdes se esfumó de golpe—. No parece tener mucho sentido,
ahora que la guerra ha acabado y la Reconstrucción...
—Peter: Reconstrucción. Como la mayoría de la gente de
por aquí, no tiene ni idea de lo que es eso.
—Lali: Sí lo sé. Es ayudar a que el Sur vuelva a ponerse
en pie...
—Peter: Y nos ayude a todos con sus muletas huecas. Nunca
he entendido por qué la gente de aquí parece esperar que le estemos agradecidos
por habernos quitado nuestros periódicos y nuestro derecho al voto, o porque
nos niegue la posibilidad de decir una sola palabra al respecto...
—Lali: Obviamente, costará un tiempo que el Sur se
recupere —contrapuso con convencimiento—, pero finalmente...
—Peter: ¿Finalmente? Nunca.
—Lali: ¿Qué quiere decir? Por supuesto que lo hará.
La miró a los ojos con total concentración, haciéndola
sentir molesta, y citó en voz baja:
—Peter: «...Cómo han cambiado las cosas, y cómo el dulce
y sonriente rostro del verano ha variado su expresión. Porque aquellos tiempos
pasaron... Los soldados solo dejaron el recuerdo del pasado y la soledad...»
Ella lo miró, hipnotizada por la declamación de su voz,
por las sutiles cadencias que llegaban a sus oídos.
—Peter: Lo escribió un corresponsal de guerra... del Sur,
para ser más exactos. ¿Tiene hambre?
—Lali: Sí, pero me gustaría explicarle...
—Peter: Puedo preparar unas aceptables galletas de leche
agria.
—Lali: ¿Porqué...?
—Peter: Y café.
—Lali: Oh, de acuerdo. No voy a hacerle más preguntas.
—Peter: Le gusta mucho hacer preguntas, ¿verdad?
—Lali: De hecho... hay una cuestión más.
—Peter: ¿Sí? ¿Cuál?
Lali dudó durante un instante, bajó la vista hacia el
limpio y desteñido edredón, y su cara empezó a evidenciar señales de
enrojecimiento. Le costó algunos segundos concentrarse lo bastante para decir:
—Lali: Necesito... Necesito... ¿Hay algún lavabo por
aquí?
—Peter: Por supuesto. No tengo bata para usted. ¿Le
molestaría ponerse una de mis camisas?
—Lali: No, no me molestaría... Gracias.
Continuará...
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Todas las preguntas se van a ir respondiendo... ;)
Bueno les dejo el último cap de hoy!
dije q era una MINI maratón...
que les parece q hagamos una SUPER maratón MAÑANA????...
o cuando quieran!! :D
Que tengan un lindo martes!
BESOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!!
me encantooooooo masssssssssssssss}djdjsdnfkjsdf
ResponderEliminarAy que pícaro el señor Lanzani, nos leemos mañana :D
ResponderEliminarMe encantaa, maaaaaaaaaaaaas nove!
ResponderEliminar@suugustinaa
mas mas nvoelaaa- nsqbhjfhyfs me encantooo.... quieor mas...
ResponderEliminarMASSSSS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE
ResponderEliminar@DaniiVasqueez
Tiernos
ResponderEliminarayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy
ResponderEliminarmas nove plis mejor ke sea una archi supermega maraton
asi no nos kedamos kon las ganas........
cdt =)
El Sr Peter ya le movio la estanteria a la delicada Lali!
ResponderEliminarGeniaal! Me gusta como la trata Peter.
ResponderEliminarme encanto!!!!!!!!!! todas tus noves son geniales!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMe gustaa, la empece a leer justo :))
ResponderEliminarEspero maas, besotees!!
Arii
Me encanta la timidez de lali y la forma en que la trata peter!! Más!!
ResponderEliminarMAÑAÑAANA SUPER MARATOONN!!
ResponderEliminar++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
ResponderEliminar++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
ResponderEliminarY... estaría genial!
ResponderEliminarHahah si si súper mAraton !
ResponderEliminarHAHAHAHA me encanto lali mirando a peter jummm jajajaj esta muy bueno
ResponderEliminarwaooo!!' me encanto la nove los primeros cap's fueron buenisimoos!' me encanta el personaje de peter bien confiansudo y lali toda asustada pobre jaja mori cuando le pregunto si le habia gustado algon en especifico :3 jummm lo unico que no me gusta es que lali quiera a benja pro bueno supongo que ya pasaraa!'
ResponderEliminar@maaff_lazaro
Me encanta la nove, me gusta mucho más que sea antigua y pues por lo que he leído la pasión es mucho más fuerte, corren riesgos.
ResponderEliminarYa sabes que Grey me entretuvo y te abandoné, gracias por la otra nove, aunque me la había leí es mi preferida.
@Masi_ruth
Me encanta la nove!!! Es genial!!! Espero que lali se recupere pronto y que se siente mejor. ESPERO EL SIGIENTE CAP!! Besos (:
ResponderEliminarsi un super maraton porfa :))
ResponderEliminarPeter ya le movio toda la libreria enteera a Lali!
ResponderEliminarMAS NOVEE
@sarapinyana
si super maraton!!!!!!!!11
ResponderEliminaruff lali es mas creida!
ResponderEliminarmaaaasssssssssssssssss
quiero más capítulos!! jaja a Lali muy pronto le empezó a gusta, aunque sea un poquito, Peter @flordemariia
ResponderEliminarDaleeeee hacete una super super maratón que quiero ver como sigue esta novela MAS que interesante... Quiero mas noveee!!!!!
ResponderEliminarEsperando esa maratón.
ResponderEliminarAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH ME RE ENCANTA ESTA NOVE ESTA BUENISISISIMA!!!!!! ♥ GRACIAS POR
ResponderEliminarSUBIRLA DANIIIIIII, TE AMOOOO JAJAJA :P ♥ Pobre Peter se nota la tristeza en lo que dice, y no me gusta qe Lali piense que por ser del Sur no la habrian ayudado :( AME el cap!! @LuciaVega14