Era más de medianoche cuando Gas se marchó al hotel, por
lo que Lali pensó que lo más sensato sería meterse en la cama, apagar la luz y
dormir un poco, ya que la noche anterior apenas lo había hecho.
Así que cruzó el descansillo y llamó a la puerta de Peter.
—Lali: Hola.
Peter miró hacia su casa.
—Peter: ¿Y tu hermano?
—Lali: Se ha ido al hotel. He abierto una botella de
coñac y me preguntaba si te apetecía...
No pudo terminar la frase porque Peter la agarró de la
mano, tiró de ella hacia el interior de la casa y comenzó a besarla
apasionadamente en cuanto hubo cerrado la puerta a su espalda.
—Lali: Supongo que no quieres coñac —consiguió decir con
la voz entrecortada, mientras él le besaba el cuello y le desabrochaba la
camisa.
Peter no había podido controlar la necesidad que se había
apoderado de él nada más verla al otro lado de la puerta. No podía dejar de
besarla y sabía que no podría aguantar mucho más antes de poseerla por
completo.
Ella se entregó a la pasión con igual desenfreno. Echó la
cabeza hacia atrás en un gesto de abandono cuando sintió que su boca bajaba y
bajaba, dejando a su paso un sinfín de escalofríos de placer. No era posible
sentir algo semejante, ése fue el último pensamiento coherente de Lali antes de
que la lengua de Peter le hiciera perder el aliento y la cabeza.
Oyó el grito de éxtasis que salió de sus propios labios
cuando, con la espalda apoyada en la puerta, se abrió a él y al placer que él
le daba. Se deshizo en su boca, pero él continuó hasta que su cuerpo empezó a
estremecerse de nuevo.
Peter la oyó gruñir cuando comenzó a subir por su
anatomía, recorriendo su piel con la lengua, saboreando su erótico sabor. La
llevó a la butaca y, con los ojos clavados en los suyos, la sentó encima de sí,
adentrándose en el húmedo calor de su cuerpo.
Sus gemidos se convirtieron en uno solo. Ahora era ella
la que marcaba el ritmo y lo hacía con auténtica maestría, arrastrándolo al
borde del delirio. Peter tuvo que aferrarse a un pensamiento para no perder el
control por completo y conseguir esperarla hasta que llegó el momento de
liberarse juntos, de derretirse el uno en el otro y dejarse llevar por el
placer más absoluto, un instante en el que no supo dónde terminaba su cuerpo y
comenzaba el de ella.
Al sentir su rostro apoyado en el hombro y su respiración
rozándole el cuello recordó lo que le había dicho, que nadie la había tocado
antes como él.
Nadie le había hecho sentir a él lo que ella le hacía
sentir. Pero, a pesar de lo hábil que era con las palabras por escrito, no
tenía la menor idea de cómo decirle algo así.
—Peter: He estado toda la noche pensando en esto —eso era
algo que podía decir sin correr el menor riesgo.
—Lali: Y pensar que he estado a punto de irme a la cama
—dijo ella con un suspiro de satisfacción—. Sabía que esta butaca era perfecta
para ti.
Ambos se echaron a reír, pero entonces Lali le agarró el
rostro con ambas manos y lo miró a los ojos.
—Lali: Peter…—fue todo lo que dijo antes de besarlo.
Aquel cálido beso le estremeció el alma y le hizo desear
algo en lo que no quería creer. Sintió que estaba cruzando la delgada línea que
separaba el deseo de la necesidad y que se acercaba aterradoramente al amor.
Lali suspiró al apoyar la mejilla sobre la suya.
—Peter: Estás helada.
—Lali: Un poco —cerró los ojos y se recordó que no
siempre se podía tener todo lo que se deseaba—. Y muerta de sed. ¿Quieres agua?
—Peter: Sí, yo la traeré.
—Lali: No te preocupes —se levantó suavemente—. ¿Tienes
una bata?
Peter trató de sonreír para no pensar en la sensación de
pérdida que lo había invadido al notar que sus cuerpos dejaban de estar en contacto.
—Peter: ¿A qué viene esa obsesión con las batas?
—Lali: Olvídalo —optó por ponerse la camisa de Peter, que
había quedado en el suelo—. Le has caído muy bien a Gastón —comentó al tiempo
que iba a la cocina.
—Peter: Él a mí también —no podía dejar de mirarla
mientras ella servía los vasos de agua para después volver a su lado y
acomodarse en su regazo como un gato.
—Lali: ¿Qué te parecería hacer un viajecito? —le dijo
entonces.
—Peter: ¿Un viaje?
—Lali: Sí. Gas va a ir a Hyannis a visitar a nuestros
abuelos, y se me ha ocurrido que podríamos acompañarlo. El abuelo Jasper siempre
se queja de que nunca vamos a verlos. Es un lugar maravilloso; la casa es... no
sé ni cómo describirla, pero sé que te gustará. Y ellos también son estupendos.
¿Qué me dices, Lanzani?
—Peter: Parece una reunión familiar —le resultó extraño,
pero lo cierto era que no le gustaba nada la idea de estar sin ella ni siquiera
un par de días.
—Lali: Al abuelo le encanta que vaya gente. Tiene más de
noventa años, pero rebosa energía por los cuatro costados.
—Peter: Lo sé. Es un hombre fascinante. Y tu abuela
también —la vio fruncir el ceño y enseguida se lo explicó— Los conozco. Son
amigos de mis padres.
—Lali: ¿Sí? No lo sabía. Ya te he dicho lo complicada que
es mi familia, ¿verdad? Los Miller, los Accardi, los Espósito.
—Peter: No empieces, por favor, que me pitan los oídos.
Lali se echó a reír y le dio un beso en cada oreja.
—Lali: Bueno, pues si los conoces a ellos y a Gas, no te
sentirás entre desconocidos. Ven conmigo —fue bajando de la oreja al cuello—.
Será divertido.
—Peter: También sería divertido quedarnos en esa butaca.
—Lali: En el palacio de mi abuelo hay multitud de
habitaciones —le dijo con voz tentadora—. Y muchas de ellas tienen... cama.
—Peter: ¿Cuándo nos vamos?
—Lali: ¡¿De verdad?! —preguntó, entusiasmada—. Pasado
mañana. Podemos alquilar un coche.
—Peter: Yo tengo coche.
—Lali: Ah —lo miró a los ojos con curiosidad.
—Peter: Espero que te gusten los coches familiares.
—Lali: Claro, siempre es bueno tener un vehículo fuerte y
fiable —dijo sin demasiada convicción.
—Peter: Entonces supongo que no aprobarás que tenga un
Porsche.
—Lali: ¿Un Porsche? No me digas que es descapotable.
—Peter: Por supuesto.
—Lali: ¡Dios! ¿Me dejarás conducir?
—Peter: ¡Claro!... cuando se hiele el infierno.
—Lali: Oye, conduzco muy bien.
—Peter: No lo dudo —decidió que era más inteligente
distraerla que intentar convencerla, así que le quitó el vaso de la mano y
comenzó a acariciarle la espalda—. ¿Qué crees que podríamos hacer si
reclináramos el respaldo de la butaca?
—Lali: Mm... se me ocurren un par de cosas increíbles
—estiró el cuello para que él pudiera besárselo cómodamente—. ¿Sabes que mi
abuelo es el propietario del edificio?
—Peter: Claro, fue él el que me ofreció este apartamento
cuando se enteró de que estaba buscando casa en la ciudad.
—Lali: ¿Él mismo te lo alquiló? —los movimientos de su
lengua consiguieron que abandonara una idea que le había pasado fugazmente por
la cabeza—. ¿Cuándo... ¡Dios, qué bien lo haces!
—Peter: Gracias. Pero te voy a enseñar otra cosa que hago
aún mejor.
Continuará...
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Muuuuuuuuuchas gracias por sus firmitas!
y la maratón la hacemos MAÑANA????
Besos y q tengan un lindo finde! :D
y la maratón la hacemos MAÑANA????
Besos y q tengan un lindo finde! :D
nooo maraton ahoraa :D
ResponderEliminarya quiero ver que hara el abuelo jasper parra que terminen juntos jajajajjaja
ResponderEliminarsii me encanta la idea, eso significa que tendre mucho q leer el domingo :D
ResponderEliminarMAS MAS MAS MAS MAS MAS!!
ResponderEliminarAmo esta nove, me encanta.
@flordemariia
MAS MAS MAS MAS
ResponderEliminarse va adar cuenta ........
ResponderEliminarse va a enterar ke lo hizo con la intension de unirlos
como ira a areacionar
massssssssssssssssssssss
plisssssssssssssssssssssss
=)
La otra no la vas a terminar verdad? bueno, esta la ley hoy y esta buenísima, gracias y vamos por la maratón jaja Terminala Ya!
ResponderEliminarMe encanto!
ResponderEliminarBesos
@vagomi
Maaaaaaaaas! no nos podes dejar asiii
ResponderEliminar@suugustinaa
MAS MAAAAAAAS
ResponderEliminarJaja Buenisimaa como que lali ya se va a dar cuenta de lo que tramo su abuelo quee no? jaja me encantaa la nove es buenisimaa & me hace reir demasiiado el personaja de lali :3
ResponderEliminar@maaff_lazaro
Decí q esta entretenidisima con Peter pero cuando sume 2+2 y se de cta q cayo en trampa del abuelo,JAJA Se arma me parece!
ResponderEliminarjajaj me encantaa masss
ResponderEliminarHahaha peter todo celoso de gas y terminan así jaja jummm si ese taburete hablara jajaj mas mas mas mas me encanta
ResponderEliminarjaja lali se dio cuenta que si abuelo lo hizo pero peter al distrajo en el momento me encanto lo de gas jaja :P masssss
ResponderEliminarmás cerca de que se entere de la ayudita del abuela je! más!
ResponderEliminarsi haz maraton porfa :)
ResponderEliminarMARATON! MARATON!
ResponderEliminarGENIAL
ResponderEliminarame el capitulo
lo que se hace los 2 para convencerse es increible jaja
besos
al fin Daniiiii me pude poner al dia lo logre! me llevo dos dias! pero lo logre :') JAJAJAJAAJA sentite orgullosa jajajaja ♥♪ Muchas Gracias por subir tanta y tantas noves! JAJAJAJA me encantan gracias ya quiero leer como sigue, y por dios el final es re aldhelwhflfewhfkehw ♥♪ @LuciaVega14
ResponderEliminarmasssssssssssssssssssssssssssssssssssss massssssssssssssssss
ResponderEliminarMaaasssss.... Maaasss...(:
ResponderEliminarMas Nove plis! :D
ResponderEliminarYa está dándose cuenta k Jasper le tendió una trampa a ambos, y le salió bien ,y Lali k se creía más lista k su abuelo ,después d ver como armaba las demás parejas d la familia,jajaja,¡k abue más listo!!.
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