Capítulo 16

—Benja: ¿Ese es el acompañante de Mery? ¡No voy a comer con él!

—Lali: Benjamín —dijo, preguntándose en lo más profundo de su ser por qué le costaba tanto dejar salir de su garganta un mero suspiro—, por favor, no me dejes en ridículo. No hagas el ridículo. Puedes mostrarte cortés durante cuarenta y cinco minutos. No tienes que hacerte su amigo, pero no te pelees.

—Benja: ¡Si me peleo con él, le voy a dar lo que anda buscando!

—Lali: No quiere pelear. Te lo aseguro. Está aquí para disfrutar del picnic, como tú.

—Benja: No nos compares —replicó con voz ronca—. No tengo nada que ver con él.

Se volvió para recoger la cesta, y se tomó su tiempo en hacerlo, pues sentía las reticencias de un hombre que tiene que afrontar una tarea desagradable. Mery y Peter se encontraron con Lali en el límite del claro donde habían extendido sus mantas.

—Mery: Ustedes dos ya se conocen, así que no es necesario que los presente.

A Lali, la voz de Mery le pareció poco más que un ruido de fondo mientras clavaba la mirada en los hechiceros ojos verdes de Peter y sentía que el pulso se le aceleraba hasta alcanzar una velocidad alarmante.

—Peter: Señorita Espósito —dijo amablemente—, qué inesperado placer.

—Lali: ¿En serio es «inesperado»? —preguntó al tiempo que Mery ayudaba a Benjamín con el bote.

—Peter: Sí y no.

—Lali: ¿A qué se refiere?

—Peter: No, porque no es inesperado. Y sí, porque es un placer.

—Lali: Lo había planeado. Ha venido con Mery porque sabía que yo soy su mejor amiga y que probablemente Benjamín y yo nos sentaríamos junto a ella.

—Peter: Sea un poco más modesta. ¿Cree usted que soy tan enrevesado para trazar un plan a fin de limitarme a verla comerse un bocadillo?

Lali enrojeció, incomodada por sus burlescos comentarios y consciente de lo presuntuosas que habían sonado sus palabras.

—Lali: No, no lo creo.

—Peter: Pues debería haberlo hecho.

Ella alzó la vista y comprobó que su sonrisa evidenciaba su amistosa burla. Le correspondió con una sonrisa. Le incomodaba el sentimiento que la embargaba en ese instante, la combinación de alegría, nerviosismo y excitación. Cuando Peter hablaba, su voz tocaba algo en su interior, como si sus dedos rozasen unas cuerdas bien afinadas.

—Benja: Buenas tardes, señor Lanzani —saludo secamente cuando se acercaron a ellos. Se notaba tenso por la irritación que sentía al tener que mostrarse cordial con un hombre al que despreciaba.

—Peter: Buenas tardes, señor Amadeo.

Lali miró a ambos hombres, sorprendida al ver lo diferentes que eran. Benjamín con el pelo rubio y prolijo, y a pesar de no resultar tan interesante y fascinante como otros hombres, era oro puro. Ella sospechaba que Peter, por otra parte, era tan inestable como el mercurio.

Lali y Mery se las arreglaron para no dejar de hablar durante la hora que duró la comida, explicándole a Peter lo que había supuesto crecer juntas en Concord. Incluso Benjamín no tuvo más remedio que reír al escuchar ciertas historias, especialmente las referentes al teatro amateur en el que ellas y sus amigas habían actuado.

—Mery: La mejor obra que interpretamos —dijo con una risita tonta— fue El perro también tendrá su día de suerte, una comedia de errores de principio a fin. Escrita para un chucho sin amo que Lali recogió.

Peter sonrió.

—Peter: Debía de ser un can muy especial.

—Lali: No tenía el más mínimo talento —dijo con los ojos húmedos de tanto reír— Ni disciplina. No interpretó su parte tal como había pensado para él la autora.

—Peter: ¿Quién era la autora?

—Mery: Lali, por supuesto. Cuando éramos pequeñas, ella escribía obras teatrales e historias. Algunas eran absolutamente increíbles.

Peter miró a Lali con aire especulativo.

—Peter: Le gusta escribir. No lo sabía.

—Benja: ¿Existe alguna razón por la que tuviese que saberlo? —intervino de forma abrupta.

Peter lo miró sin inmutarse.

—Peter: Ninguna en absoluto.

—Mery: ¿Qué pasó con aquel perro? —le preguntó a Lali cambiando con urgencia de conversación—. Nunca me lo dijiste. Fui a visitar a unos familiares durante el verano y cuando volví ya no lo tenías.

—Lali: No pude contártelo en su momento —dijo con una forzada sonrisa—. ¿Recuerdas cómo corría por la calle, ladrándole a todo lo que se moviese? Acabó bajo las ruedas de un carruaje.

—Mery: Pobre —convino.

—Lali: Oh, me costó unas cuantas semanas recuperarme —añadió—. Era algo ridículo estar tan apegada a aquella cosa. No era muy bonito.

—Benja: Era horroroso —corrigió.

—Lali: Supongo que sí —admitió—  Lo encontré cerca del molino cuando no era más grande que un puño. Alguien había abandonado allí toda una carnada de perritos y él era el único superviviente. A mi padre no le hizo gracia que lo llevase a casa, pero acabó aceptándolo. Aquel perro no causaba más que problemas, siempre andaba metido en alguna cosa, pero no saben lo dulce que era. Nunca he vuelto a tener otro animal de compañía. —De repente, a Lali se le humedecieron los ojos, y rió nerviosa al darse cuenta mientras buscaba su pañuelo—. Lo siento. No sé por qué he explicado todo esto.

—Mery: A nuestra Lali no le cuesta demasiado echar la lagrimita. —sonrió con afecto y le palmeó la espalda.

—Benja: Eso va a cambiar —dijo, observando con incomodidad cómo Lali se enjugaba las lágrimas—. ¡Uno no puede mostrarse tan emocionado por un perro que murió hace diez años!

A Lali se le enrojecieron las mejillas ante aquella reprimenda y no supo hacia dónde mirar.

Siguieron unos segundos de silencio.

—Peter: Bueno —dijo amablemente—. Yo no veo nada de malo en que una mujer sea sensible.

—Benja: Se supone que una mujer tiene que dar ejemplo a sus hijos —le contradijo—. Si no aprende a controlar sus emociones, sus hijos serán unos bobalicones que llorarán con tanta facilidad como ella.

Peter no respondió, en lugar de eso parpadeó hacia Lali. En el fondo de su mirada había un brillo de exasperación. Lali sabía que se estaba preguntando por qué no había replicado a Benjamín del mismo modo en que le respondía a él. Pero no había modo alguno de hacerle entender a Peter cómo funcionaban las cosas entre ella y Benjamín. 

Continuará...

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Les dejo el último cap de hoy! :)
sé que la nove no está gustando mucho por que Lali parece enamorada de Benjamín y él es un... idiota... ¬¬ jaja pero les prometo que eso no será por mucho tiempo ;) pronto las cosas van a cambiar para mejor...

GRACIAS por sus firmitas...
BESOS :D