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domingo, 13 de mayo de 2012

Capítulo 9



-Lali: Parece que han llegado los Americanos - ella y su hermana, Cande, regresaban a la casa después de una caminata matutina. 

Se detuvieron al lado de la fachada rocosa color miel para tener una buena vista de los cuatro vehículos adornados que estaban parados en el frente de la casa. Los sirvientes se chocaban a través del patio amplio enfrentado a la casa, desde los establos localizados en un lado, a los cuartos de los sirvientes en el otro. Los invitados habían llegado con una gran cantidad de baúles y equipaje para su estadía de un mes en Stony Cross Park. Cande volvió para aguardar a Lali. Ella era una atractiva joven de veintidós años, con cabello castaño claro, ojos cafés avellanados y delgada figura. Por sus modales alegres, uno podía pensar que a ella no le importaba en absoluto. Pero era evidente para cualquiera que mirara en sus ojos que ella había pagado un alto precio por los raros momentos de felicidad que había conocido.

-Cande: Tontos -dijo con indiferencia, refiriéndose a sus invitados- ¿no les han dicho que no se estila llegar tan temprano en el día?

-Lali: Pareciera que no.

-Cande: Bastante ostentosos, ¿no? -Murmuró, observando las molduras doradas y los paneles pintados a los lados de los carruajes -Lali sonrió.

-Lali Cuando los americanos gastan su dinero, lo hacen para mostrarlo.

Rieron e intercambiaron miradas maliciosas. Esta no era la primera vez que su hermano, Gastón, ahora lord Westcliff, había hospedado Americanos para sus famosas cacerías y sus reuniones de tiro. Todos los asuntos de negocios eran tratados en estas reuniones, que usualmente duraban semanas e incluían figuras políticamente influyentes o ricos profesionales. Durante estas visitas, Gastón persuadió astutamente a ciertos huéspedes para tomar parte con él de un asunto o de otro, o para concordar en una materia de negocios que serviría a sus intereses.

Los Americanos que llegaron a Stony Cross eran usualmente ricos nuevos, sus fortunas provenían de embarques de transporte, y herencias reales, o de fábricas que producían cosas como láminas de jabón, o rollos de papel. Lali siempre había encontrado a los Americanos bastante agraciados. A ella le gustaban sus espíritus altivos, y le impresionó su anhelo por ser aceptados. Fuera de sentirse demasiado elegantes, usaban ropas que estaban una temporada o dos por detrás de la moda actual. En la cena estaban terriblemente ansiosos por si sus asientos habían sido ubicados después del marinero o si se les había dado el lugar más prestigioso cerca del hospedador. Y generalmente estaban preocupados acerca de la calidad, estaban notablemente ansiosos por concretar matrimonios transatlánticos, utilizando fortunas Yankees para atrapar empobrecidas sangres azules Británicas. Y ninguna sangre era más elevada que la de los Espósito, quienes poseían uno de los condados más antiguos de la nobleza.

A Cande le gustaba bromear acerca de su linaje, clamando que la reconocida ascendencia Espósito podría hacer que una oveja negra como ella pareciera atractiva para un ambicioso Americano.

-Cande: Considerando que ningún Inglés decente me tomaría, quizá debiera casarme con uno de esos simpáticos y ricos Yankees y navegar con él a través del Atlántico -Lali había sonreído y la había abrazado con fuerza.

-Lali: No te atreverías -susurró en los cabellos de su hermana- Te extrañaría demasiado.

-Cande: Que par que formamos -respondió con una lastimosa risa- Te das cuenta de que ambas terminaríamos viejas y solteras, viviendo juntas con una gran horda de gatos.

-Lali: Dios me salve –dijo con un quejido risueño- Nada de eso, aún sos demasiado joven para decir algo semejante-deslizó un brazo alrededor de los hombros de su hermana- Bueno, querida -dijo suavemente- esta es la oportunidad para que consigas un ambicioso Americano con grandes bolsillos. Justo lo que estabas esperando.

Cande emitió un bufido.
-Cande: Sólo estaba bromeando, como bien sabes. Además, ¿cómo puedes estar segura de que habrá hombres elegibles en la fiesta?

-Lali: Gastón me contó un poco acerca del grupo de la noche anterior. ¿Alguna vez has oído de los Martínez? Han tenido dinero por tres generaciones, lo que es para siempre en América. La cabeza de la familia es el Sr. Pablo Martínez, que es soltero y aparentemente bastante apuesto.

-Cande: Bien por él. De todos modos, no estoy interesada en la cacería de maridos, no importa cuán atractivo pueda ser.

Lali presionó su brazo de manera protectora sobre los estrechos hombros de Cande. Desde la muerte de su prometido, Victorio D’alessandro, Cande había jurado no enamorarse otra vez. Sin embrago, era evidente que Cande necesitaba una familia propia. Su naturaleza era demasiado afectuosa para ser malgastada en la vida de soltería. Era una medida de cuán profundamente había amado Cande a Victorio, tanto que aún lo lloraba dos años después de su muerte. Y seguramente Victorio, el más bondadoso de los jóvenes, no hubiera querido que Cande pasara el resto de su vida sola.

-Lali: Uno nunca sabe –dijo con una sonrisita- Es posible que conozcas a un hombre a quien ames tanto, si no más, como amaste a Victorio -Los hombros de Cande se atiesaron.

-Cande: Dios, espero que no. Duele demasiado amar a alguien de esa manera. Tú lo sabes tan bien como yo –El rostro de Lali se tensó.

-Lali: Sí -Admitió, luchando para alejar los recuerdos que se agitaban detrás de una puerta invisible en su mente. Recuerdos tan inhabilitantes que tuvo que ignorarlos por el bien de su propia salud.

Permanecieron juntas en silencio, cada una entendiendo las silenciosas penas de la otra. Cuán extraño, pensó Lali, que la hermana menor que tenía siempre considerada como algo molesta, resultara ser su amiga más querida y su compañera. Suspirando, Lali se volvió hacia una de las cuatro torres que estaban ubicadas en las esquinas del cuerpo principal de la finca.

-Lali: Ven -dijo enérgicamente- Entremos a través de la puerta de los sirvientes. No quiero encontrarme con nuestros huéspedes estando polvorienta por nuestra caminata.

-Cande: Yo tampoco quiero -siguió tras de sus pasos- Lali, ¿no te cansas alguna vez de ser la anfitriona de los invitados de Gastón?

-Lali: No, en realidad no me importa, me gusta entretener, y siempre es agradable oír las noticias de Londres.

-Cande: La semana pasada, el viejo Lord Torrington dijo que tú tienes una manera de hacer que los otros se sientan más inteligentes e interesantes de lo que en verdad son. Dijo que eras la anfitriona más diestra que el haya conocido.

-Lali: ¿Eso dijo? Por sus amables palabras pondré brandy extra en su té la próxima vez que nos visite.

Sonriendo, Lali se detuvo a la entrada de la torre y miró por sobre su hombro al cortejo de invitados y sus sirvientes, que se arremolinaban en el patio mientras varios baúles eran cargados por un camino o por el otro. Parecía ser un grupo ruidoso, esta compañía del Sr. Pablo Martínez. Mientras Lali contemplaba el patio, su mirada fue atraída por un hombre que era más alto que el resto, su altura excedía aún más de las de los lacayos. Él era grande y de cabellos castaños, con hombros anchos, y una segura, masculina manera de caminar, que estaba muy cercano al contoneo. Como los otros Americanos, estaba vestido con un traje entallado pero escrupulosamente conservador. Él se detuvo para conversar con otro invitado, su perfil duro parcialmente disimulado.

Verlo hizo sentir inquieta a Lali, como si su autodominio hubiera sido apartado de repente. A esa distancia ella no podía ver sus rasgos con claridad, pero podía sentir su poder. Estaba en sus movimientos, en la innata autoridad de su posición, la arrogante inclinación de su cabeza. Nadie podía dudar que él era un hombre de importancia ¿quizá él era el Sr. Martínez?

Cande la precedió dentro de la casa.
-Cande: ¿Vienes Lali? -Dijo sobre su hombro.

-Lali: Sí, yo... -Balbuceó en un silencio mientras continuaba mirando la distante figura, cuya vitalidad apenas escondida hacía que cualquier otro hombre en la vecindad pareciera pálido en comparación. Terminando su breve conversación, él cruzó a pasos largos hacia la entrada de la finca. En el momento en que iba a dar un paso, se detuvo, como si alguien hubiese gritado su nombre. Sus hombros se pusieron tensos bajo su saco negro. Lali lo observó, hipnotizada por su imprevista tranquilidad. Lentamente él se volvió y la miró directamente. El corazón de ella se dio un fuerte, doloroso golpe y se retiró rápidamente hacia la torre antes de que sus miradas se encontraran.

-Cande: ¿Qué pasa? -Preguntó con un toque de preocupación- Has enrojecido repentinamente. -Ella se adelantó y tomó la mano de Lali, tironeando con impaciencia- Ven, lavaremos tu rostro y tus muñecas con agua fresca.

-Lali: Oh, estoy perfectamente bien. –replicó, pero el vacío de su estómago se sintió extraño y trémulo- Es sólo que vi a un caballero en el patio...

-Cande: ¿El de pelo castaño? Sí, yo también lo noté. ¿Por qué será que los Americanos son siempre tan altos? Quizá es algo en el clima, los hace crecer como malas hierbas.

-Lali: En ese caso, yo debería ir por una larga estadía -dijo con una sonrisa. Charlando confortablemente, las hermanas hicieron su camino hacia sus apartamentos privados en el ala este. Lali sabía que debía ser rápida al cambiarse su vestido y refrescar su apariencia, mientras el temprano arribo de los Americanos había conmocionado a toda la casa. Los huéspedes querrían refrescos de alguna clase, pero no había tiempo para preparar un pleno desayuno. Los Americanos tendrían que contentarse con bebidas hasta que su desayuno de media mañana pudiera ser convocado.

De inmediato, Lali hizo una lista mental de los contenidos de la despensa. Decidió que dispondría los bowls de cristal de frutillas y frambuesas, potes de manteca y jamón junto con pan y torta y Lali también le diría al ama de llaves, la Sra. Julia que sirviera soufflé de langosta fría que sería la cena para más tarde.

-Cande: Bueno -dijo prosaicamente, interrumpiendo sus especulaciones- que tengas un día placentero, debo proceder a escabullirme como es usual.

-Lali: No es necesario -dijo frunciendo el entrecejo instantáneamente. Cande había optado por esconderse luego de las escandalosas consecuencias de su trágica aventura amorosa con Victorio. Aunque generalmente ella era observada con simpatía, Cande aún era considerada como "arruinada", y por lo tanto, compañía inconveniente para aquellos de delicada sensibilidad. Ella nunca era invitada a eventos sociales de ninguna clase, y cuando un baile o una tertulia era organizada en Stony Cross Park, permanecía en su cuarto para evitar la reunión. Sin embargo, después de dos años de atestiguar el exilio social de Cande, Gastón y Lali habían acordado en que era suficiente. Quizá Cande nunca podría recuperar la posición que había disfrutado antes de su escándalo, pero los hermanos estaban decididos a que ella no viviría el resto de su vida como una reclusa. Gentilmente la reacomodarían en los márgenes de la buena sociedad y eventualmente le encontrarían un marido de fortuna y respetabilidad adecuadas.

-Lali: Has cumplido tu penitencia, Cande -dijo con firmeza- Gastón dice que cualquiera que no se quiera unir contigo simplemente tendrá que abandonar el estado.

-Cande: Yo no evito a la gente porque tema su decepción -protestó- La verdad es que no estoy lista para volver a la corriente de las cosas aún.

-Lali: Puede que nunca te sientas lista -contrarió- Tarde o temprano tendrás que saltar de nuevo en ella.

-Cande: Tarde, entonces.

-Lali: Pero recuerdo cuanto te gustaba bailar, y jugar juegos de salón, y cantar al piano…

-Cande: Lali -interrumpió con gentileza- Te prometo que algún día bailaré, jugaré y cantaré otra vez, pero tiene que ser en el momento de mi elección, no del tuyo -Lali cedió con una compungida sonrisa.

-Lali: No es mi intención ser dominante, sólo quiero que seas feliz.
Cande buscó su mano y la presionó.

-Cande: Deseo que te preocupes por tu propia felicidad de la misma forma en que te preocupas por la de los demás -Soy feliz, quería replicar Lali, pero las palabras se atascaron en su garganta. Suspirando, Cande abandonó su lugar en el hall- Te veré más tarde esta noche.

Continuará…


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Peter está más cerca de lo que piensan!! 
para entender más subo el siguiente cap!
+15 firmas :D

26 comentarios:

  1. Me encanto!
    Pero aun quede con la duda, sobre las quemaduras de lali??

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  2. Que paso después del incendio de la cocina???

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  3. A que Peter es el "americano" alto que vio Lali y quedo hipnotizada por el!

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  4. que paso con la carta ?? que paso con el incendio ?? aaaaah no entiendo nada subi mas cap besooos

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  5. mas
    mas mas mas ahhhh ya quiero que aparesca

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  6. :O cuando lali se quedo mirando al patio y supuso q era pablo, para mi que era peter jajajaj estoy delirando lo se =)

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  7. Vivu ( @Lina _AR12)14 de mayo de 2012, 0:01

    LO intuyo!Lo intuyo!Despues te cuento si me equivoqué,prometo ser sincera,JAJA

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  8. yo quede con la misma duda que vale que paso despues del incendio??

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  9. para mi es LANZANI quiero el encuentro mas

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  10. MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS

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  11. MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS

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  12. Ese era peter guapote caño

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  13. que paso con lali y el fuego de la cosina se habia incendiado

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  14. que decia la cartaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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  15. ay dios ese hombre quien sera pues yo cre q se quien es bube porfa

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  16. me encanto!!! podrias decirme el nombre de la novela y la autora porfi??

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  17. es cierto, Que paso con el hincendio? :o
    me imagino que se quemo la carta o algo asi...

    hahaha de seguro que el hombre apuesto es peter<3

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  18. Tengo duda si el hombre es Peter o Pable, para mi es Peter, y qué le paso a Lali despues del incendio??

    NO ENTIENDO NADA!

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  19. Aaaaaahhhhhhh por favor decime qe ese era Peterrrr :D por favor!!! Ya sigo leyendo muchas muchas gracias :)como me encanta la noveeee

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