BIENVENID@S - YA PODÉS DESCARGAR EL NUEVO BONUS "El Camino Del Sol" - Twitter @Fics_Laliter - Correo: Ficslaliter123@gmail.com

sábado, 28 de abril de 2012

Capítulo 27



Durante un momento no consigo moverme. Permanezco en la calle, aturdida, notando el aire, con la vista clavada en el lugar en que ha desaparecido el coche. Aún oigo la voz de Peter, todavía veo su rostro. La forma en que me ha mirado, como si fuera una extraña...

Un doloroso escalofrío me recorre el cuerpo y cierro los ojos, in­capaz de soportarlo. Si pudiera retroceder en el tiempo, si hubiera sido más enérgica, si hubiera echado a Belén y a su amigo del local, si hubiera reaccionado con mayor rapidez cuando Peter ha entrado...

Pero no lo he hecho y ahora es demasiado tarde.

Un grupo de gente sale del patio riéndose y hablando de taxis.
—¿Estás bien? —me pregunta uno de ellos, y doy un respingo.
-Lali: Sí, gracias.
Miro una vez más hacia el punto en que he perdido de vista al automóvil y vuelvo despacio a la fiesta.
Cande y Belén siguen en la oficina. Belén está encogida de miedo mientras Cande arremete contra ella.
-Cande: Egoísta, inmadura, arpía. Me das asco, ¿sabes?
Una vez me dijeron que Cande era como un rottweiler en los Tribunales y no lo entendí. Pero viéndola ahora, paseando de un lado a otro de la habitación hecha un basilisco, hasta yo me asusto.
-Belén: Lali, dile que se calle, que deje de gritarme.
-Cande: ¿Qué ha pasado? —me mira con la cara iluminada por la esperanza, y, muda, niego con la cabeza.
-Lali: Se ha ido. No tengo muchas ganas de hablar de ello.
-Cande: Lo siento.
-Lali: No digas nada o me pondré a llorar —le pido con voz temblorosa. Me apoyo en la pared e inspiro profundamente un par de veces para tranquilizarme— ¿Dónde está su amigo? —pregunto indi­cando con un dedo a Belén.
-Cande: Lo han echado —contesta satisfecha— Ha intentado sacar una foto del juez Hugh Morris vestido con mallas y un montón de colegas lo ha rodeado y lo ha puesto de patitas en la calle.
-Lali: Belén, escucha —le suplico, esforzándome en mirar unos ojos azules que no parecen arrepentidos— No dejes que ese tipo se entere de nada más.
-Belén: No te preocupes, ya he hablado con él. Cande me ha obligado. No seguirá adelante.
-Lali: ¿Cómo lo sabes?
-Belén: No hará nada que moleste a mi madre. Tiene un acuerdo muy lucrativo con ella.
Echo una mirada a Cande tipo: «¿Podemos confiar en ella?», y se encoge de hombros.
-Lali: Te lo advierto. —Voy hacia la puerta y después me vuelvo con cara severa— Si se sabe algo de todo esto, le diré a todo el mundo que roncas.
-Belén: Eso no es cierto —replica de manera cortante.
-Cande: Sí que lo es —me apoya— Cuando has bebido mucho, roncas muy fuerte. También difundiremos que tu abrigo de Donna Karan es de las rebajas de unos grandes almacenes.
Suelta un gritito horrorizada.
-Belén: ¡Mentira! —exclama poniéndose roja.
-Lali: Verdad, vi la bolsa —intervengo— Y contaremos que una vez pediste una compresa en vez de una serviette.
Se lleva una mano a la boca.
-Cande: Y que tus perlas son cultivadas, no auténticas.
-Lali: Y que nunca cocinas la comida que sirves en tus cenas.
-Cande: Y que la foto en la que apareces con el príncipe Guillermo es falsa.
-Lali: Y les diremos a todos los hombres que conozcas a partir de ahora que lo único que te interesa es un buen pedrusco en el dedo.
Dejo de hablar y miro agradecida a Cande.
-Belén: Muy bien —accede al borde de las lágrimas— Prometo que me olvidaré de todo esto. Por favor, no digan nada de las rebajas. Se lo suplico. ¿Puedo irme ya?
Mira implorante a Cande.
-Cande: Sí —contesta ella con desprecio, y Belén sale corriendo de la habitación.
Cuando se cierra la puerta, me giro hacia Cande.
-Lali: ¿De verdad que la foto es falsa?
-Cande: Sí, ¿no te lo había contado? Una vez tuve que utilizar su ordenador, abrí una carpeta por equivocación y me la encontré. Había pegado su cara sobre la de otra mujer.
No puedo evitar echarme a reír.
-Lali: Esa chica es increíble.
De repente me siento débil y me dejo caer en una silla. Durante un momento nos quedamos en silencio. A lo lejos se oyen las risas de la fiesta y alguien pasa por delante de la oficina hablando de los problemas del sistema judicial.
-Cande: ¿Peter ni siquiera te ha escuchado?
-Lali: No, se ha ido sin más.
-Cande: ¿No es un poco exagerado? Él reveló todos tus secretos y tú sólo has contado uno de los suyos.
-Lali: No lo entiendes. Lo que me ha dicho no es cualquier cosa. Es algo que valora mucho. Ha venido hasta aquí sólo para compartirlo conmigo. Para demostrarme que confiaba en mí. Y al poco rato me encuentra soltándoselo a un periodista.
-Cande: Pero si no lo has hecho. No ha sido por tu culpa.
-Lali: Sí —Las lágrimas se me agolpan en los ojos— Si hubiera tenido la boca cerrada, si no le hubiera dicho nada a Belén...
-Cande: Ella se habría vengado de todas formas, y ahora Peter te estaría demandando porque alguien le había rayado el coche o dañado los genitales.
Suelto una risa nerviosa.
La puerta se abre y aparece el chico con plumas que he visto antes en los camerinos.
—Cande, te estaba buscando. Han sacado la cena y tiene un aspecto exquisito.
-Cande: Esta bien, Colin, ahora voy.
Él se marcha y mi amiga se vuelve hacia mí.
-Cande: ¿Quieres comer algo?
-Lali: No me apetece nada, pero ve tú. Debes de estar hambrienta después de la actuación.
-Cande: La verdad es que tengo un hambre canina. Pero ¿qué vas a ha­cer?
-Lali: Me iré a casa —la tranquilizo, e intento sonreír lo más alegre­mente que puedo—. No te preocupes, estaré bien.

Pensaba marcharme, pero cuando salgo me veo incapaz de hacerlo. Estoy demasiado tensa. No puedo ir a la fiesta y entablar una con­versación, pero tampoco me atrevo a enfrentarme a las cuatro pare­des de mi cuarto. Todavía no.
En vez de eso, cruzo el patio en dirección al teatro vacío. La puerta no está cerrada, y entro. Avanzo en la penumbra hasta una butaca de las filas centrales y, abatida, me siento en la almohadilla­da felpa de color morado.

Cuando miro hacia la silenciosa oscuridad del escenario, dos enormes lágrimas me descienden despacio por las mejillas. Me cuesta creer que Peter piense que soy capaz de... No puedo borrar de mi mente la expresión de su rostro. Revivo una y otra vez la impotencia, la desesperación por hablar y explicarme.

Si pudiera volver atrás...

De repente oigo un ruido. Alguien ha abierto la puerta con sigilo. Miro a través de la penumbra y vislumbro a alguien que entra y se detiene. Muy a mi pesar, el corazón empieza a golpearme con fuerza en el pecho con una incontenible esperanza.

Es Peter, tiene que ser él. Ha venido a buscarme.

El silencio es angustioso. Estoy agarrotada por el miedo. ¿Por qué no dice nada? ¿Por qué no habla? ¿Me está castigando? ¿Espera que me disculpe de nuevo? Esto es una tortura. «Di algo —suplico en silencio—, lo que sea.»
—¡Oh, Francesca!
Pablo...?? ¿Qué? Aguzo la vista, y me llevo una gran decepción. Qué tonta soy. No es Peter. Y no hay una figura, sino dos: mi ex novio y la que debe de ser su pareja actual. Se están besando.
Oh no! Tengo que salir de acá. Pero qué vergüenza.
-Pablo: ¿Te gusta esto? —murmura.
-Francesca: Humm...
-Pablo: ¿De verdad?
-Francesca: Pues claro, deja de interrogarme.
-Pablo: Perdona.
Después vuelve el silencio, que sólo interrumpen unas extrañas exclamaciones de placer.
-Pablo: ¿Te gusta? —repite él.
-Francesca: Ya te he dicho que sí.
-Pablo: Francesca, sé sincera. —La voz de Pablo parece cada vez más inquieta— Porque si lo que quieres decir es que no...
-Francesca: No he querido decir que no. ¿Qué te pasa?
-Pablo: Que no te creo.
-Francesca: ¿Y por qué narices no me crees? —pregunta furiosa.
Me invade el remordimiento. Es por mi culpa. No sólo he echado a perder mi relación, sino que también he arruinado la de Pablo. Tengo que hacer algo, he de tenderles un puente.
-Lali: Perdón —digo tras aclararme la voz.
-Francesca: ¿Quién está ahí?—exclama bruscamente.
-Lali: Soy yo, Lali, la ex novia de Pablo.
Se enciende una fila de luces, y veo a una chica pelirroja que me mira con agresividad y tiene la mano sobre un interruptor.
-Pablo: ¿Qué haces aquí? ¿Nos estás espiando?
-Lali: No, lo siento. No tenía intención de... escucharos... pero no he podido evitar oír... —Trago saliva—. Pablo no pretende provocar un conflicto, sólo quiere que seas sincera con él. Desea saber lo que te gusta. —Adopto una expresión de complicidad femenina— Cuéntaselo, Francesca.
Ella me mira sin poder dar crédito a lo que está oyendo y después clava la vista en Pablo.
-Francesca: Dile que se vaya —le ordena señalándome.
-Lali: Esta bien —acepto desconcertada— Lo lamento.
-Francesca: Y apaga la luz al salir —añade empujando a Pablo hacia un pasillo, al fondo del patio de butacas.

¿Van a hacerlo?
Bueno, será mejor que me largue, por si acaso.
Cojo mi bolso a toda prisa y corro hacia la salida. Empujo las puertas, accedo al vestíbulo y, después de apretar el interruptor, salgo. Cierro y levanto la vista.

Entonces me quedo helada.

No me lo puedo creer. Es él.

Es Peter, y viene hacia mí con expresión resuelta. No tengo tiempo de pensar ni de prepararme.
El corazón no me obedece. Me gustaría hablar, llorar o hacer algo, pero no puedo.
Él llega a mi altura, me coge por los hombros y me mira fijamente un buen rato.
-Peter: Me da miedo la oscuridad.
-Lali: ¿Qué?
-Peter: Siempre me ha dado miedo. Tengo un bate de béisbol debajo de la cama, por si acaso.
Lo miro sin entender nada.
-Lali: Pero, Peter...
-Peter: Nunca me ha gustado el caviar y me avergüenza cómo pronuncio el francés.
-Lali: ¿Qué estás...?
-Peter: La cicatriz de la muñeca es de un corte que me hice al abrir una botella de cerveza cuando tenía catorce años. Cuando era niño pegaba los chicles debajo de la mesa de la tía Francine. Perdí la virginidad con una chica que se llamaba Lisa Greenwood, en el granero de su tío, y después le dije que si podía quedarme con su sujetador para enseñárselo a mis amigos. —No puedo reprimir una risita, pero, a pesar de todo, él continúa, sin apartar sus ojos de los míos— Nunca me he puesto las corbatas que me regala mi madre en Navidad. No sé lo que significa codependiente. Siempre he querido ser un jugador de rugby. Tengo un sueño recurrente en el que soy Superman, y me caigo desde el cielo. A veces me encuentro en una reunión de la junta directiva, miro a mi alrededor y me pregunto: «¿Quién demonios es esta gente?» —Toma aliento y me mira. Sus ojos parecen más oscuros que nunca— Conocí a una hermosa y maravillosa chica en un avión y mi vida cambió por completo.

Algo sucede en mi interior. Tengo un nudo en la garganta y me duele todo. Trato con todas mis fuerzas de no llorar, pero mi cara se contrae sola.
-Lali: Peter, te aseguro que no...
-Peter: Lo sé.
-Lali: Nunca haría...
-Peter: Lo sé muy bien.
Ahora sí que no consigo controlarme y empiezo a derramar lágrimas de alivio. Él lo sabe. Todo está bien.
-Lali: ¿Eso... significa que... nosotros...? —balbuceo mientras me limpio la cara e intento recuperar el control sobre mí misma. Se produce un prolongado e insoportable silencio. Si dice que no, no sé lo que haré.
-Peter: Bueno, es mejor que aplaces tu decisión —responde con una mirada inexpresiva— Tengo muchas otras cosas que contarte, y no todas son buenas.
Suelto una risa nerviosa.
-Lali: No tenés por qué contarme nada.
-Peter: Sí, pero creo que quiero hacerlo. ¿Damos un paseo? Porque me va a costar un buen rato.
-Lali: Bueno —accedo con voz un tanto temblorosa aún. Me ofrece un brazo y, tras unos segundos lo acepto.
-Peter: ¿Dónde me había quedado? —pregunta en cuanto salimos al patio— Ah, sí. Esto sí que no puedes decírselo a nadie. —Se inclina hacia mí— La verdad es que no me gusta la Panther Cola, prefiero Pepsi.
-Lali: ¡No! —exclamo, y suelto una carcajada.
-Peter: Es verdad, ya te he dicho que no todo iba a ser agradable.

Lentamente, empezamos a caminar por el oscuro borde del patio. El único ruido que se oye es el de nuestros pasos sobre la grava, la brisa en los árboles y la voz de Peter, que está contándomelo todo.

continuará...

-----------------------------------
+25 y se viene el final!!!

:D

18 comentarios:

  1. xfin hace algo bn peter jajajajajjaja

    ResponderEliminar
  2. ya quiero ver que pasara entre ellos

    ResponderEliminar
  3. Ultimo ultimo ultimo!!!

    ResponderEliminar
  4. Sube mas quiero saber todos los secretos de peter muahaha me encanta tu noe

    ResponderEliminar
  5. JAAJAJAJAJAJA ME ENCANTO EL CAP Y LA NOVELA!

    ResponderEliminar
  6. Buenísimo!Peter es un genio para mí!

    ResponderEliminar
  7. AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! LO AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO VOLVIOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!! :D ME ENCANTO TE JURO QE ME ENCANTO!!!!!!!!!!!!!!!:D ♥.♥

    ResponderEliminar
  8. Un hombre k confiesa sus secretos,todo un logro,y x Lali.

    ResponderEliminar