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domingo, 8 de abril de 2012

Capítulo 7




Cuando Lali llegó al callejón que conducía al bloque de la tahona, las rodillas todavía le temblaban, le temblaban de tal modo, que tuvo que pararse y apoyarse en el muro para calmarse y recobrar el aliento.

Peter la había besado... Y ella le había devuelto el beso.

Cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, recostándola sobre los fríos ladrillos, y dejó escapar un gemido. ¡Dios, y qué beso! Aún no se había disipado el cosquilleo que le había dejado en los labios, y todavía se notaba la cabeza mareada y el pulso acelerado.

No era el primer ni el segundo beso que le daban, desde luego, pero jamás la habían besado de aquella manera. Nunca se había sentido tan... abrumada. Y si no hubiera sido por aquella ridícula pregunta sobre Gastón, lo más probable era que en ese mismo momento estuviese rodando por el suelo con él. La sola idea hizo que se le subieran los colores a la cara.

Y lo cierto era que no estaba segura de si se alegraba de que aquello no hubiera llegado más lejos, o todo lo contrario. No, se alegraba, no, se alegraba, se repitió, tratando de convencerse. Sin embargo, se llevó la mano a los labios con un suspiro. Todavía podía sentir sobre ellos la suave presión de los de él. Se estremeció al recordar el beso, y se dijo que estaría mintiéndose si no admitía al menos que había sentido cierta curiosidad por aquel beso. Y, quizá de un modo inconsciente, había querido que la besara. Después de todo, probablemente él aduciría que lo había incitado, pasándole los dedos por el pelo y masajeándole el cuero cabelludo. El solo pensar en la suave textura de su pelo hizo que se estremeciera de nuevo. Nunca había pensado que algo tan inocente pudiera resultar tan… íntimo. De hecho, increíblemente, sintió que quería volver a hacerlo.

Una suave brisa atravesó el callejón, y de algún modo pareció enfriar el calor que la quemaba por dentro, y le devolvió el control sobre sus alterados sentidos. Una vez más la razón prevaleció. «Estás haciendo una montaña de un grano de arena», se dijo, «los hombres como Peter Lanzani besan no a una sino a media docena de mujeres a la semana como quien va a las rebajas y se compra tres camisas». Para él seguramente aquel beso no había significado nada, así que, ¿por qué tendría que significar algo para ella?
-Lali: No significa nada —dijo en voz alta, intentando convencerse una vez más.
Peter la había pillado con la guardia baja, eso era todo, En el futuro tendría más cuidado, pero no tenía por qué seguir dándole vueltas. Claro que a quien tenía que decirle que tuviera más cuidado era a Gastón, pensó. Si sus padres se enteraban de que... Se estremeció de sólo imaginar lo que podía ocurrir. Sin embargo, no había modo alguno de que se enteraran a menos que se precipitara y metiera la pata.

Además, Peter Lanzani no sabía nada. Aquella pregunta que le había hecho había sido únicamente palos de ciego. No sabía nada al respecto, y así iba a seguir siendo.

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Aquella tarde, tras ser inaugurado oficialmente el centro de operaciones de la campaña de Juan Lanzani, el aroma a café recién hecho y de los bollos y pasteles de la Tahona inundaron el ambiente del concurrido salón. Por los altavoces sonaba música ambiental, pero apenas si se oía entre el murmullo de las conversaciones de los voluntarios y el personal contratado para la campaña. El hombre del momento no había llegado aún, y aquello hacía que la expectación fuese en aumento a cada minuto que pasaba.

Peter, apoyado en la pared y con los brazos cruzados, estaba observando la reunión. Sus familiares estaban diseminados por el salón: Cande y Pablo junto a la mesa donde se había puesto el café, los pasteles, bollos y pastas de té, charlando con dos jóvenes voluntarios; la presidenta de la Asociación de Mujeres de Bueno Aires... Melody por su parte, iba de aquí para allá saludando a todo el mundo y ejerciendo de anfitriona con una chapa de Vota al honesto Juan Lanzani en la solapa de su chaqueta azul, y un sombrero de paja con el lema Lanzani senador colocado en un gracioso ángulo sobre su cabello rubio.
Claro que, aunque su padre era el centro de la campaña, lo cierto era que los voluntarios serían quienes la sacarían adelante. Sin ellos, por mucha publicidad que se hiciese o mucho dinero que se gastase, no podían ganarse unas elecciones.

Y era precisamente una voluntaria, aunque forzosa, quien tenía su atención aquella tarde: Lali. Ataviada con unos pantalones de lino grises y un suéter burdeos de punto y cuello vuelto, estaba junto a Gastón, cerca de la mesa de los refrigerios, con una taza de café en la mano, escuchando a un hombre mayor que llevaba un traje que parecía prestado por lo grande que le quedaba. Aunque le estaba escuchando con una sonrisa, como si le interesara lo que estaba diciendo, cuando el hombre se giró un momento para tomar otra galleta de una bandeja en la mesa, la mirada de Lali delató su profundo aburrimiento.

Peter sonrió, y por un momento incluso consideró ir a rescatarla, pero dudaba que ella apreciase ese gesto, sobre todo con Gastón allí a su lado, y menos después de lo que había ocurrido entre ellos horas antes. Además, desde el momento en que había llegado a la fiesta con su hermana Rocío y el dependiente, Peter se había fijado en que en todo momento estaba intentando guardar las distancias con él. De hecho, ni siquiera una vez había mirado en su dirección.
—¿La conoces?
Peter se volvió al oír la voz de su hermano Vico, algo molesto porque lo hubiera pillado mirando fijamente a Lali.
-Peter: ¿A quién?
Vico tomó un sorbo de su café, y esbozó una sonrisa de «soy tu hermano; a mí no puedes engañarme ».
-Vico: ¿No es un poco distinta de la clase de mujeres tras las que sueles ir?
Negándose a morder el anzuelo, Peter se limitó a enarcar una ceja.
-Peter: Cuál es esa clase de mujer, si se puede saber?
-Vico: Chicas tontas de alta alcurnia —respondió ladeando la cabeza— bellezas insulsas, aburridas... la clase de mujeres a las que sólo las preocupa si sus zapatos combinan con su bolso.
Peter frunció el ceño. Tal vez había salido con unas cuantas mujeres un poco superficiales, admitió para sus adentros irritado, o cortas de entendimiento, pero, ¿y qué si lo había hecho? En esas ocasiones únicamente buscaba compañía, no un compromiso. Y además, ¿quién era su hermano para hablar, que evitaba cualquier tipo de relación desde que se divorciara?
-Peter: Para tu información —dijo en un tono áspero— es hija del dueño de la Tahona Castillo.
-Vico: ¡Ah, una de las hijas del señor Espósito! —murmuró, asintiendo con la cabeza. Dio otro sorbo a su café mientras observaba a Lali— Jake y yo hemos estado discutiendo la idea de buscar un nuevo proveedor de pastelería y bollería para nuestras cafeterías. Quizá debería ir a presentarme.
Peter lanzó una mirada hostil a su hermano.
-Peter: Ella no está en el menú, Vico.
-Vico: ¿Ah, no? —contestó con una sonrisa burlona, girando el rostro hacia él— ¿En el tuyo o el mío?
Peter sintió deseos de borrar esa sonrisita de su cara, pero dado el momento y el lugar, eso tendría que esperar.
-Peter: En el de ninguno. Tiene novio.
-Vico: Yo no veo ningún anillo en su mano —dijo encogiéndose de hombros— ¿Te estás volviendo blando con la edad?
-Peter: Quieres que vayamos fuera y veamos quién de los dos es blando? —le espetó irritado.
-Vico: Estás demasiado guapo con ese traje nuevo como para arrugártelo —se rió Vico, dándole unas palmadas en el hombro— Además, según creo tiene dos hermanas, ¿no? Dios... por favor, dime que ésa es una de ellas.
Peter siguió la dirección de la mirada de su hermano y vio a Euge, que acababa de entrar. Una masa de rizos dorados le caía en cascada desde un clip plateado en lo alto de la cabeza, enmarcando su rostro ovalado, en el que destacaban la sensual boca y los ojos verdes claros. La blusa semitransparente que llevaba y los pantalones de cuero negro insinuaban un cuerpo con el que la mayoría de los hombres sólo podían fantasear, y eso era precisamente lo que estaba haciendo más de uno en ese momento, pensó Peter, mirando en derredor, y viendo a varios hombres observándola embobados.
-Peter: La hija mayor, Euge —le dijo a Vico. La había conocido el día anterior, en la tahona— ¿Por qué no vas y te presentas?
Sin apartar los ojos de Euge, Vico se puso derecha la corbata y le dio su café a Peter.
-Vico: Creo que lo haré.
Peter lo observó alejarse hacia Euge como un lobo hambriento, aunque le daba la impresión de que la joven no era precisamente un corderito.

-Melody: Atención todos, un momento por favor —pidió subiendo la voz, y esperando a que disminuyera el ruido en la sala— Quiero agradecerles que hayan venido aquí esta tarde, y que vayan a donar tan generosamente su tiempo y su dinero para esta campaña. Con su apoyo, estoy convencida de que el próximo senador de este hermosísimo estado que es Georgia no podrá ser otro que Juan Lanzani.
Los asistentes rompieron en vítores y aplausos.
-Melody: Quiero aprovechar también —prosiguió— para anunciarles que están todos invitados al cóctel que la familia Lanzani celebrará dentro de dos semanas en Crofthaven. Esperamos verlos allí —aguardó de nuevo a que el murmullo se calmase antes de continuar— Mientras esperamos a que llegue nuestro candidato, aprovechemos para ir conociéndonos todos, y disfrutemos de ‘os riquísimos dulces y bollos con los que tan amablemente nos están obsequiando esta tarde Nicolás y Emilia Espósito, de la Tahona Castillo. Emilia sonrió ampliamente, saludando a todo el mundo con la mano, mientras su esposo, a quien no le gustaba ser el centro de atención se limitó a hacer una inclinación de cabeza.

Volvió a formarse el murmullo de conversaciones, y Peter giró el rostro hacia el lugar donde había estado Lali unos minutos antes. Había estado, porque ya no estaba. Paseó la vista por el salón, buscándola, pero no la vio por ninguna parte. Tampoco veía al joven dependiente. No habían salido por la puerta delantera, eso seguro, porque Melody había estado frente a ella mientras hablaba y los habría visto, así que debían haber ido al servicio, o quizá hubieran salido por la puerta trasera.

Bueno, ¿y qué diablos le importaba eso a él? se dijo. El problema era que sí le importaba, y aquello lo irritaba profundamente porque no quería que le importase.

Si Lali estaba saliendo con Gastón, no debía inmiscuirse, sino mantenerse alejado de ella. Pero, entonces, ¿por qué había dejado que la besara?, ¿y por qué le había devuelto el beso? Y otra pregunta aún más importante, ¿por qué se había enfadado de aquel modo cuando le había preguntado por Gastón? Allí había algo que no encajaba. No sabía qué era, pero necesitaba respuestas. Le llevó un rato llegar hasta la parte trasera entre la cantidad de gente que había, y una vez allí comprobó que Lali y el dependiente no estaban por allí, ni en el servicio.

Aquello era lo más irracional que había hecho en su vida, pero, aun así, salió fuera. Ya había anochecido, y sólo la tenue luz de la luna iluminaba el jardín, pero pudo distinguir a una pareja abrazada junto a unos arbustos. Peter apretó los puños y estuvo a punto de darse media vuelta y entrar de nuevo, pero las palabras de Vico resonaron en su cabeza: «¿estás volviéndote blando con la edad?». ¿Blando él?

Relajando las manos, se las metió en los bolsillos y avanzó hacia los tortolitos con paso tranquilo.

Continuará…

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lo sientoooo!!! la compu se colgó!! jaja :D 
+25 firmitas y más nove!!

32 comentarios:

  1. super mas nove.... jajaj sigo haciendote la misma pregunta siempre... tienes twitter =D

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  2. wau.... jajajaja me parece q peter se va a llevar una sorpresita =D

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  3. Quiero mas!
    nada que ver Lali y Gastón jajaja
    me encanta que Peter piense tanto en Lali :)
    espero el proximo, va si subis mas lo leo mañana xq me voy a estudiar ¬¬
    Buenas noches!
    un beso
    Juli♥

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  4. Decime q s Gaton y rochi y los descubre y termina siendo cómplice de lali en cubrirlos!UY!Ya deliro,voy a tener q plantearme escribir,JAJA.BUENISIMA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  5. Jajaja no es lali :p hay 2 opciones o rochi y gas o que vico este con euge y se la lleve muy rapido :p
    Mas quiero saber la expresion de peter
    Abril

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  6. Muyy buena, como todas tus adaptaciones :D

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  7. me gust dmasiado el tema de esta nove

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  8. peter q jura que lali esta con gas jajajajajajja

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  9. sera lali y gaston? ;o

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  10. ya quiero otro momento laliter :D

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  11. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa ya quiero el otro !!!
    Seguro que son gaston y rochi
    Buenicima la nove
    besoss

    leti

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  12. ajajaa peter celoso y vico todo coqueton jajaja

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  13. Ya lei todo!! Me encanta peter celoso!!!! Más nove!!

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  14. Jajaja,las palabras d Vico aun le retumban.Lo mas estupido ,perseguir a Lali?,no lo creo,esta deseoso d comprobar y k no sean ciertas ,todas sus hipotesis.

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  15. jaja q chiquilines peter y vico jaja
    mass noveee ♥

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