Capítulo SESENTA y CINCO

Después de hacer despedirse de su familia, Lali salió a la tracción delantera con Peter. Él había dejado su uniforme, con su tintineo de las medallas relucientes, y llevaba un tweed simple y de paño, con una corbata blanca atada simple en su cuello. Lo prefería de esta manera. 

En lugar de los transportes que Lali había esperado, había un solo caballo en la unidad Lali volvió a darle una mirada inquisitiva. 

-Lali: ¿Nos han puesto un caballo? ¿Un carro de pony? 

Sus labios temblaban. 

-Peter: Vamos a viajar juntos, si estás dispuesta. 

Tengo una sorpresa para ti. 

La ayudó a montar el caballo, y montó detrás de ella fácilmente. Lali saboreó la sensación de él, su cuerpo se ajustaba fácilmente a todos los movimientos del caballo. Él le ordenó cerrar los ojos a su paso por el bosque. Lali se relajó contra su pecho. El aire del bosque se volvió dulce al enfriarse, impregnada de olores de resina y tierra oscura. 

-Lali: ¿Dónde vamos? - preguntó contra su abrigo. 

-Peter: Ya casi llegamos. No mires. 

Pronto Peter tiró de las riendas en el caballo y desmontó, ayudándola a bajar. Viendo su entorno, Lali sonrió con perplejidad. Era la casa secreta en la finca de lord Westcliff. 

La luz brillaba a través de las ventanas abiertas. 

-Lali: ¿Por qué estamos aquí? 

-Peter: Sube las escaleras para ver - dijo, y se fue a atar el caballo. Recogiendo las faldas de su vestido azul, Lali subió la escalera circular, que se había iluminado con lámparas estratégicamente situadas en los tramos de una pared antigua que se había iluminado con antorchas alguna vez. Al llegar al piso de arriba Lali cruzó el umbral. La habitación se había transformado. 

Un pequeño fuego ardía en la chimenea antes oscuro y luz de la lámpara de oro llenó el aire. Los pisos de madera había sido fregados y cubiertos con alfombras. Tapices florales suavizaban las paredes de piedra antigua. La bancada antigua había sido reemplazado por una cama grande con castañas paneles tallados y columnas salomónicas. La cama se había hecho con un colchón de profundidad y edredones de lujo, ropa de cama, almohadas blancas y regordetas apiladas de tres en fondo. La mesa del rincón estaba cubierto de damasco de color malva y cargados de bandejas de plata cubiertas y cestas rebosantes de comida. La condensación brillaba en los lados de un cubo de plata de champán helado. Aturdida, Lali vagó más en la habitación. Peter se le acercó por detrás. Como Lali se volvió hacia él, buscó en su rostro con una mirada inquisitiva. 

-Peter: Si lo deseas, podemos pasar nuestra primera noche juntos aquí – dijo - Pero si esto no te complace. Iremos a la Casa Lanzani. 

Lali apenas podía hablar. 

-Lali: ¿Hiciste esto por mí? 

Él asintió con la cabeza. 

-Peter: Le pregunté a lord Westcliff si podríamos pasar la noche aquí. Y no tuvo objeciones a un poco de redecoración... 

Fue interrumpido cuando Lali se arrojó sobre él y rodeó con sus brazos alrededor de su cuello. Peter la abrazó, con las manos moviéndose lentamente sobre la espalda y las caderas. Sus labios encontraron la delicada piel de sus mejillas, la barbilla, la suavidad de su boca. Lali le contestó a ciegas. Él tomo sus labios con los suyos, su lengua suavemente dibujando el contorno de su bocas. Necesitan más de él, luchó para atraerlo más profundo, para darle un beso más, y se resistió con una sonrisa tranquila. 

-Peter: Espera, mi amor, hay otra parte de la sorpresa que no quiero que te pierdas. 

-Lali: ¿Dónde? - preguntó adormilada, su mano buscando por encima de su frente. Peter soltó una carcajada ahogada, tomándola de los hombros. Se quedó mirándola, sus ojos verdes brillantes. 

-Peter: Escucha - susurró. Cuando el zumbido de su propio corazón se aquietó, Lali oyó la música. No instrumentos, pero se unian las voces humanas en armonía. Asombrada, se fue a la ventana y miró hacia afuera. Una sonrisa iluminó su rostro. Un pequeño grupo de oficiales del regimiento de Peter, todavía en uniforme, estaban de pie en una fila, cantando una lenta, inquietante balada. 

Si yo fuera a la costa de Groenlandia en medio de las helada eternidad caliente. Sobre las colinas y muy lejos. . . 

Lali bajó al piso y se preparó con los brazos cruzados sobre el alféizar de la ventana... el mismo lugar donde ella había encendido tantas velas para un soldado que luchaba en tierra lejana. Peter se reunió con ella en la ventana, de rodillas con los brazos se paro a su alrededor. Al concluir la canción, Lali sopló un beso a los oficiales. 

-Lali: Gracias, señores - le dijo a ellos - Voy a atesorar esto en mi memoria siempre. 

Uno de ellos improviso 

- Tal vez no sea consciente de ello, Sra. Lanzani, pero de acuerdo a la tradición de la boda de la Brigada del Rifle, todos los hombres de la guardia de honor del novio llega a besar a la novia en su noche de bodas. 

-Peter: Eso no pasará... - replicó amablemente.

- Bueno, era una broma viejo amigo - el grupo rió. 

- No se puede decir que lo culpamos - agregó uno de ellos - Usted es una visión, Sra. Lanzani. 

- Hermosa como la luz de luna - dijo otro. 

-Peter: Gracias - dijo - Ahora dejen de cortejar a mi esposa o perderán su permiso. 

- Comenzamos el trabajo – dijo uno de los oficiales – Tu te quedas para terminar, Lanzani. 

Y con silbidos alegres y buenos deseos, los rifles se fueron. 

-Peter: Nos están quitando el caballo - dijo, con una sonrisa en su voz - Están verdaderamente locos por ti ahora - se volvió hacia Lali y deslizó los dedos bajo la barbilla, empujándola para mirar hacia él. - ¿Qué es esto? - su voz se suavizó. - ¿Qué te pasa? 

-Lali: Nada - dijo, al verlo a través de un brillo de lágrimas - Absolutamente nada. Es que... Pasé muchas horas en este lugar, soñaba con estar junto a ti algún día. Pero nunca me atreví a creer que realmente podría suceder. 

-Peter: Tenías que creer, sólo un poco – dijo en voz baja - De lo contrario no se habría hecho realidad. 

La envolvió en un abrazo reconfortante. 

Continuará...

+QUINCE!!! :D