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sábado, 2 de marzo de 2013

Capítulo SIETE



Por la tarde, Lali se dirigió a la casa Lanzani. Llevaba una cesta llena de viandas como brandy, una ronda de queso blanco suave y un pequeño pastel casero ligeramente dulce. Fueran o no para los Lanzani artículos necesarios no importaba, lo que se tomaba en cuenta era el propio gesto. 

Eugenia la había instado a montar a la casa Lanzani en un coche o un carro, ya que la canasta era un poco pesada para llevarla cargando. Sin embargo, Lali creía que el esfuerzo de caminar, le ayudaría a calmar su alma en pena. Puso sus pies a un ritmo estable, y aspiro el aire de principios de verano en sus pulmones. Este es el olor de junio, quería escribir a Peter. . . heno verde, ropa mojada puesta a secar. . . En el momento en que llegó a su destino, los dos brazos le dolían por haber cargado la canasta durante tanto tiempo. La casa, vestida de hiedra espesa, se parecía a un hombre acurrucados en su abrigo. Lali sintió un dejo de aprehensión cuando se dirigió a la puerta principal y llamó. 

Se introdujo al interior cuando un mayordomo de rostro solemne le abrió la puerta liberándola de la canasta y mostrándole la habitación de las visitas. La casa parecía calurosa especialmente después de su paseo. Lali sintió como afloraba la transpiración debajo de las capas de su vestido y dentro de los botines resistentes. Cande entró en la habitación, delgada y desaliñada, su cabello peinado para arriba. Llevaba un delantal con manchas rojizas oscuras. Manchas de sangre. Cuando Cande se reunió con Lali intentó una sonrisa. 
—Cande: Como puedes ver, no estoy de ánimo para recibir a nadie. Pero eres una de las pocas personas con quien no hay que mantener las apariencias — consciente de que aún llevaba el delantal, lo desató y lo arrojo a un pequeño taburete — Gracias por la canasta. Le pedí al mayordomo que sirviera una copa de licor de ciruela y se la llevara a la Sra. Lanzani. Ella está en cama. 
—Lali: ¿Está enferma? — preguntó cuando Candese sentó a su lado. 
Su amiga sacudió la cabeza como respuesta. 
—Cande: Sólo angustiada. 
—Lali: Y. . . ¿Tu marido? 
—Cande: Se está muriendo — dijo rotundamente — No falta mucho tiempo. Es cuestión de días, dice el doctor. Lali intento acercarse a ella, deseaba darle consuelo en la forma en que lo hacía con sus criaturas heridas. Cande se estremeció y puso las manos evitándola. 
—Cande:  No, no lo hagas. No me toques. Voy a romperme en pedazos. Tengo que ser fuerte para Vico. Vamos a hablar rápidamente. Sólo tengo unos minutos. 

Inmediatamente Lali cruzó las manos sobre el regazo. 
—Lali: Permítanme hacer algo — dijo, con voz baja — Deja que me quede con él mientras descansas. Por lo menos durante una hora. 
Cande logró una leve sonrisa. 
—Cande: Gracias, La. Pero no puedo dejar que nadie se siente con él. Tengo que ser yo. 
—Lali: ¿Entonces voy con su madre? 
Cande se frotó los ojos. 
—Cande: Eres muy amable en ofrecerlo. Pero no creo que ella quiera compañía, sin embargo – suspiró —Ella prefiere morir junto a Vico que seguir adelante sin él. 
—Lali: Pero todavía tiene otro hijo. 
—Cande: Jamás le tuvo afecto a Peter. Todo fue para Vico. 

Lali trató de asimilar lo dicho, el reloj marcó la hora y sonó como una señal de desaprobación, el péndulo oscilaba, como el negativo movimiento de una cabeza. 
—Lali: Eso no puede ser verdad — dijo finalmente. 
—Cande: Pues lo es — dijo, con una leve sonrisa, compungida. — Algunas personas tienen una fuente infinita de amor para dar a toda su familia. Pero para otros es un recurso limitado. La Sra. Lanzani tenía el amor suficiente para su marido y Victorio — se encogió de hombros con un gesto agotado — Es indiferente en lo que se refiere a Peter. Nada parece importante en este momento. Lali buscó en su bolsillo y retiró la carta. 
—Lali: Tengo esto para él – dijo — Para el Capitán Lanzani es de Bel. 
Cande lo tomó con una expresión indescifrable. 
—Cande: Gracias. Voy a enviarla junto con una carta acerca de la condición de Vico. Él querrá saber. Pobre Peter. . . tan lejos. 

Lali se preguntó si debería tomar la carta de vuelta. Sería el peor momento posible para distanciarse de Peter. Por otra parte, tal vez sería el mejor momento. Una pequeña lesión infligida al mismo tiempo duele menos que una mucho mayor. Cande observaba el juego de emoción en su rostro. 
—Cande: ¿Alguna vez se lo vas a decir? — le preguntó suavemente. 
Lali parpadeó. 
—Lali: ¿Decirle qué? 
—Cande: No soy idiota, Lali. Belén esta en Londres en este mismo momento, asistiendo a bailes, tertulias y todos aquellos eventos tontos, triviales de la temporada. Ella no pudo haber escrito esa carta. Lali se sentía a la vez colorada y pálida. 
—Lali: Me la dio antes de irse. 
—Cande: ¿Debido a su devoción por Peter? – los labios de Cande se torcieron — La última vez que la vi, ni siquiera se acordó de preguntar por él. ¿Y por qué es que tú estas siempre entregando y buscando las cartas? – le dirigió una mirada aguda de reprimenda. 

—Cande: Por lo que Peter nos ha escrito en sus cartas a Vico y a mí, es obvio que él si se toma muy en serio a Belén. Debido a sus cartas. Y si termino con esa niña tonta como cuñada, La, será culpa tuya. 

Al ver el temblor de la barbilla de Lali y el brillo en sus ojos, Cande le tomó la mano y la apretó. 
—Cande: Sé que tus intenciones eran buenas. Pero dudo bastante que los resultados lo sean mas – suspiró — Tengo que volver con Vico. Lali siguió a Cande hacia el hall de entrada, abrumada por el conocimiento de que su amiga pronto tendría que soportar la muerte de su marido.
—Lali: Can.. — dijo vacilante – Desearía poder pasar por esto por ti. 
Cande la miró durante un buen rato, con el rostro pleno de emoción. 
—Cande: Eso, Lali, es lo que te hace una verdadera amiga. 


Dos días después, los Espósito recibían la noticia de que Victorio Lanzani había fallecido en la noche. Movidos por la compasión, los Espósito pensaban en la manera de ayudar a las mujeres. 

Normalmente habría recaído en Gastón, como señor de la casa, hacer un llamamiento a los Lanzani y ofrecer sus servicios. Sin embargo, Gas se encontraba en Londres, el Parlamento estaba todavía en sesión. En la actualidad un debate político estaba en su apogeo sobre la incompetencia y la indiferencia que había dado lugar a que las tropas de Crimea hubieran sido tan terriblemente mal apoyadas y abastecidas. Se decidió que Pablo, el marido de Rocío, iría a la casa de los Lanzani en nombre de la familia. Nadie tenía la menor expectativa de cómo sería recibido, ya que los dolientes, sin duda, estarían muy apenados para hablar con nadie. Sin embargo, Pablo enviaría una carta para ofrecer cualquier tipo de asistencia que podría ser necesario. 

—Lali: Pablo – le hablo, antes de irse – Transmítele mi cariño a Cande, y pregúntale si podría ayudar con cualquiera de los arreglos funerarios. O si solo necesita que alguien se siente con ella. —Pablo: Por supuesto — respondió, sus ojos oscuros llenos de calidez.— ¿Por qué no escribes una nota? Se la daré en tu nombre. 
—Lali: Sólo será un minuto — se precipitó hacia la escalera, tirando puñados grandes de sus faldas para no tropezar mientras se apresuraba a su habitación. Se acercó a su mesa y sacó sus papeles por escribir y plumas, alcanzó la cima del tintero. Su mano se congeló en el aire al ver una carta media arrugada en el cajón. Era la carta formal, de distanciamiento que había escrito a Peter Lanzani. 

Nunca había sido enviada. 

Lali se congelo en el acto, sentía las rodillas débiles 
—Lali: Oh, Dios – susurró sentándose en la silla cercana con tal fuerza que se tambaleo peligrosamente. Debió haberle dado a Cande la carta equivocada. La que había escrito sin firma y que iniciaba con "No puedo escribir de nuevo. Yo no soy quién tu crees que soy. . . " el corazón le latía con fuerza, con la fuerza de pánico. 

Trató de calmarse para pensar. ¿Si la carta no hubiera sido entregada todavía? Tal vez había tiempo para recuperarla. Le pediría a Cande. . . pero no, sería el colmo del egoísmo y la desconsideración. El marido de Cande acababa de morir. No se merecía que le molestase con tonterías en un momento así. Ya era demasiado tarde. Lali tendría que dejarlo como estaba, dejar que Peter Lanzani interpretara esa nota extraña. — ¡Vuelve, por favor, ven a casa y encuéntrame. . .! 

Gimiendo, Lali se inclinó hacia delante y apoyó la cabeza sobre la mesa. El sudor en la frente se pegaba a la madera pulida. Fue consciente de cuando Lucky salto sobre la mesa y acaricio su cabello ronroneando. Por favor, Dios mío, pensó con desesperación, no permitas que Peter conteste. Deja que todo termine aquí. No permitas que el sepa que fui yo. 

Continuará...

+15 firmas :D

20 comentarios:

  1. OSTIA ME MUERO le a mandao la otra GUAJAJAJA
    masss me muero mas mas mas mas nove nmove me estoy muriendo mas nove y cande ya lo sabe como se lo tomara peter ?

    Arantxa

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    1. pobre peter se le a muerto vico ahi ahi ahi ahi ahi ahi pobresssssssss los lanzanis

      Arantxa

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  2. Si!! Era lo que tenia que pasar!! Más me encanta!!

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  3. Se equivoci al mandar la carta.Espero k Peter la interprete correctamente.

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  4. La madre me preocupa como recibira a Peter.

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  5. Creo k en esa epoca al ser la madre viuda y ahora no tener Vico como soporte d la familia,Peter podria volver d la guerra para ocuparse dla familia

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  6. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa jaja mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

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  7. me encanta mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

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  8. q peter regrese y mire a lali jaja

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  9. se murio vico pobre cande

    mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

    ya quiero el encuentro laliter jajaja

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  10. noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

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  11. me encanta mas noveeee

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  12. lo sabia q se equivocaria de carta jaja

    me encanta

    mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

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  13. cuando ira a regresar peter ?

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  14. Muero por saber como reaccionará peter, por favor! sube mas nove

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  15. Ahora que me lo pongo a pensar Danii murio Vico en tres noves no? JAJAJAJA en la de "Solo con tu amor"en "Con un poco de magia" y en "Alguien a quien amar" creo que en ninguna otra no? Viste que estoy atenta a todo :') jajajaja
    ME ENCANTOOOOO el cap! de a poco prometo ir poniendome al dia con la nove :D
    Pobrecita Candee debe estar re mal, y por dios quiero saber si Peter v a leer la carta o no!?!?!?! o.O @LuciaVega14

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