BIENVENID@S - YA PODÉS DESCARGAR EL NUEVO BONUS "El Camino Del Sol" - Twitter @Fics_Laliter - Correo: Ficslaliter123@gmail.com

lunes, 4 de marzo de 2013

Capítulo TRECE



Peter caminaba de vuelta a casa con el acolchado Albert tranquilamente a su lado. Por alguna razón el perro parecía mejorar luego de reunirse con Lali Espósito. Como Peter le dirigió una mirada condenatoria, Albert lo miró con una sonrisa y su lengua fuera.
—Peter: Idiota. — murmuró, aunque no estaba seguro si se dirigió a su perro o a sí mismo.

Estaba molesto y se sentía culpable. Se había comportado como un imbécil con Lali Espósito. Había tratado de ser amistosa, y había estado frío y condescendiente. No había tenido intención de ofenderla. Sólo que él estaba casi loco de deseo por Belén, por su voz dulce, ingenua, que había salvado su cordura. Cada palabra de cada carta que ella le había enviado todavía resonaba a través de su alma.
— He hecho un gran esfuerzo de caminar los últimos tiempos. Me parece pensar mejor al aire libre. . .
Y cuando Peter se había propuesto encontrar a Albert, se encontró caminando por el bosque y una idea loca se había apoderado de él. . . que ella estaba cerca, y el destino los llevaría juntos con tanta rapidez

Pero en lugar de encontrar a la mujer que había soñado, anhelado, necesitado por tanto tiempo, había encontrado a Lali Espósito.

No es que no le gustara. Lali era una criatura extraña, y era mucho más hermosa de lo que recordaba. De hecho, se había convertido en una belleza en su ausencia, su figura desgarbada se había transformado en una llena de curvas agraciadas. . .

Peter negó con la cabeza con impaciencia, tratando de redirigir sus pensamientos. Pero la imagen de Lali se mantuvo. Su hermoso rostro ovalado, su boca suavemente erótica e inquietantes ojos cafés de un café tan rico y profundo que parecía contener toques de dorado y el pelo oscuro y sedoso.

Cristo, había pasado demasiado tiempo desde que había tenido una mujer, estaba tan caliente como el diablo y solo lleno de dolor y rabia. Había tantas necesidades insatisfechas, y no sabía como empezar a cubrir cualquiera de ellas, sin embargo encontrar a Belén parecía un buen comienzo.

Él descansaría un par de días. Cuando se sintiera más como lo que era, iría a Londres a buscar a Belén, sin embargo, era bastante claro que su vieja manera de hablar había cambiado. Y Peter sabía que mientras que él había sido relajado y encantador, era cauteloso y duro ahora.

Parte del problema era que no dormía bien. Cualquier ligero ruido, un crujido de la casa, el golpe de una rama en la ventana, lo despertaba de inmediato mientras que su corazón latía con fuerza. Y ocurría en el día también. Ayer Cande había tirado un libro de una pila que llevaba, y Peter casi salto de sus zapatos. Había llegado por instinto hacia un arma antes de acordarse en el próximo instante que ya no tenía una pistola. El rifle se había convertido en algo tan familiar como uno de sus propios miembros. . . a menudo se sentía como una presencia fantasmal.

Los pasos de Peter se volvieron lentos. Se detuvo a agacharse junto a Albert, mirando a la cara peluda. 
—Peter: Es difícil salir de la guerra, ¿no? — Murmuró, acariciando al perro afectuoso. — Vamos a regresar — dijo. — Te voy a dejar dentro de la casa de nuevo, y que Dios te ayude si muerdes a alguien.

Por desgracia, tan pronto como entró en la mansión cubierta de hiedra, Albert estalló en la misma hostilidad que había mostrado antes. Sombríamente Peter lo arrastró a la sala, donde su madre y Cande tomaban el té.

Albert ladraba a las mujeres, ladró a una criada aterrorizada, a una mosca en la pared, a la tetera.
—Peter: Silencio — dijo con los dientes apretados, tirando del canino enloquecido al sofá. Ató un extremo de la correa a una pierna del sofá. — Siéntate, Albert, abajo.
Con mucho cuidado el perro se sentó en el piso y gruñó.

Cande dibujo una falsa sonrisa en su cara.
—Cande: Voy a servirte.
—Peter: Gracias. — dijo en un tono seco, y fue a reunirse con ellas a la mesa del té.
El rostro de su madre, como un acordeón plisado hablo en tono tenso.
–Emilia: Hay manchas de barro en la alfombra. ¿Tienes que inflingirnos la presencia de esa criatura, Peter?
—Peter: Sí, debo hacerlo. Él tiene que acostumbrarse a vivir en la casa.
—Emilia: No va a acostumbrarse a eso. — replicó su madre. — Entiendo que el perro te ayudó durante la guerra. Pero seguramente no tienes necesidad de él ahora.
—Cande: ¿Azúcar? ¿Leche? — preguntó con sus ojos marrones rojos ya sin sonreír mientras miraba de Peter a su madre.
—Peter: Sólo azúcar.— observó mientras ella echo un terrón de azúcar en el té con una cuchara pequeña. Y tomando la taza se concentró en el líquido humeante, mientras luchaba con una oleada de rabia, esto también era un problema nuevo, estas oleadas de sentimiento eran totalmente desproporcionadas en relación con las circunstancias.

Cuando Peter se había calmado lo suficiente como para hablar, dijo. 
—Peter: Albert hizo más que ayudarme. Cuando pasé varios días en una zanja fangosa, me vigilaba para que yo pudiera dormir sin temor a ser tomado por sorpresa. Tomó mensajes arriba y abajo de las líneas, de modo que no cometía errores en la ejecución de órdenes. Él nos alerto cuando sintió que el enemigo se acercaba, mucho antes que nuestros ojos u oídos podrían haber detectado a nadie. — Peter hizo una pausa mientras miraba tenso a su madre, con cara triste. — Le debo mi vida y mi lealtad. Y a pesar de que tenga feos y malos modales lo quiero. – hecho un vistazo a Albert.

La cola de Albert golpeó el suelo con entusiasmo.

Cande le miró dudosa. Su madre lo miró furiosa.

Peter bebió su té en el silencio que siguió. Se desgarró su corazón al ver los cambios en ellas. Las dos estaban delgadas y pálidas. El pelo de su madre se había vuelto blanco. No cabía duda de que la prolongada enfermedad de Vico había hecho mella en ellas antes de su muerte, y un año de luto había terminado el trabajo.

Su madre puso la taza de te a medio terminar sobre la mesa y se levanto. Peter se puso de pie para ayudarla con la silla.
—Emilia: No puedo disfrutar de mi té con esa bestia mirándome — dijo. — En cualquier momento, podría saltar hacia adelante y rasgarme la garganta de cabo a rabo.
—Cande: Su correa está atada a los muebles, Madre — señaló.
—Emilia: Eso no importa. Es una criatura salvaje, y yo la detesto. — salió de la habitación, con la cabeza alta indignada.

Continuará...
______________________________________________

HEY! 
les dejo el primer capítulo de la GRAN maratón de hoy!  ;)
ya sabennn... +15 COMENTARIOS y más

Ari: Busque "compensar" en el diccionario (y no por internet! :O lo busque en un dicc de verdad esos libros gruesos gruesos y pesados... lo pedi prestado de mi papá ja!) y si, la palabra existe! y la uso bien! no es q significa otra cosa jajaja ;)  te juro q pensé q me la inventé...
Amor a Lali: Siiii hoy maratón largisimaaa!! ;) Y SI! yo todo lo contrario a la otra chica esta... enserio crees q es buena mina??? :D awww... yo creo q es una boluda jajajajajaja ME ENCANTAN tus comentarios <3

24 comentarios:

  1. Que bueno que hoy vamos a tener muchos capitulos!
    Flor..

    ResponderEliminar
  2. Estoy esperando la maraton!! La ansiedad me mata ajajaja

    ResponderEliminar
  3. Ya espero el proximo! :)

    ResponderEliminar
  4. Pobre Albert a mi me cae bienn.....

    ResponderEliminar
  5. Ayer me quede con ganas de seguir leyendo jajaja
    subi mas!

    ResponderEliminar
  6. mas mas mas mas mas mas mas!

    ResponderEliminar
  7. mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

    ResponderEliminar
  8. pobre peter y albert se quedaron traumados con la guerra subi mas

    ResponderEliminar
  9. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

    ResponderEliminar
  10. Bien el que Peter se haya fijado ya en Lali como una mujer hermosa, eso es algoo ya

    ResponderEliminar
  11. me encanta mas noveeeeeeeeeeeeeeeeee

    ResponderEliminar
  12. Que mala Emilia con Albert haha peter tien mucha necesidades que atender o explotara :0 jajaja

    ResponderEliminar
  13. Lina (@Lina_AR12)4 de marzo de 2013, 21:22

    Me gusta Albert!

    ResponderEliminar
  14. Otra mas!!! pobrecito Albert!!! y si Peter sentite culpable porque pobrecita Lali nada mas queria ser amigable ¬¬ me encantooooo!! @LuciaVega14

    ResponderEliminar