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jueves, 15 de marzo de 2012

Capítulo 2

-Lali: ¿O quizá prefiere volver a la fiesta? —añadió ella al ver que él no le contestaba.

Peter reprimió un estremecimiento.
-Peter: Puesto que me he escapado de la fiesta hace sólo un rato, todavía no me muero por regresar.
-Lali: ¿De verdad? ¿Acaso no estaba pasándolo bien?
Peter contempló la posibilidad de responderle con una mentira cortés, pero decidió no hacerlo.
-Peter: Lo cierto es que no. Detesto estas cosas.
-Lali: Pensaba que eso sólo me ocurría a mí.
Él no pudo disimular su asombro. Todas las mujeres que conocía se desvivían por los bailes.
-Peter: ¿No estaba usted disfrutando con la fiesta?
Una expresión sombría asomó a los ojos de Lali, que enseguida bajó la vista.
-Lali: No, me temo que no.

Resultaba evidente que alguien había tratado con poca amabilidad a la joven, alguno de los invitados que habían acudido a ese absurdo baile. No le costaba imaginar a las bellezas de la alta sociedad cuchicheando tras sus abanicos sobre la «vulgar americana».

Las normas de cortesía dictaban que volviese a la casa y ejerciese su papel de anfitrión, pero no tenía ningunas ganas de hacerlo. Sospechaba que en ese preciso momento su madre estaría mirando a su alrededor con exasperación, preguntándose dónde estaba y cuánto tiempo pretendía seguir escondido. El hecho de saber que había por lo menos dos docenas de jóvenes casaderas que su madre estaba anhelando presentarle reforzaba su decisión de mantenerse alejado de la sala de baile.

-Peter: Está claro que ambos necesitábamos algo de aire fresco —dijo con una sonrisa— Venga. La acompañaré a las cuadras, y en el camino podrá contarme su aventura con Diantre.

Lali vaciló. Si tía Julia se enteraba de que se encontraba en el jardín a solas con un caballero, seguro le dedicaría un sermón. Sin embargo, regresar a la fiesta se le antojaba de todo punto imposible considerando el aspecto lamentable que presentaba. Además, ya había sufrido bastante esa noche. Estaba harta de ser el centro de las miradas y de las críticas por el hecho de que le gustara conversar sobre otros temas que no fueran la moda y el tiempo. Y no era culpa suya que estuviese tan mal dotada para el baile ni que fuese más baja de lo que se consideraba apropiado. No sabía si ese caballero estaba al corriente de las bromas que circulaban sobre su nacionalidad y su modo de ser, pero en todo caso era lo bastante cortés para no demostrarlo.

-Peter: Soy consciente de que no cuenta en este momento con una señora de compañía —dijo él en un tono desenfadado— pero le doy mi palabra de que no me fugaré con usted.
Lali se convenció al fin de que no había nada malo en aceptar su propuesta.
-Lali: Por supuesto —respondió— En marcha.

Arrastrando el volante detrás de sí y con Diantre en brazos, Lali echó una ojeada furtiva a su acompañante. Menos mal que ella no era proclive a exhalar suspiros soñadores y románticos, pues éste era a todas luces un hombre capaz de arrancarlos. Su cabello, abundante y de un castaño obscuro, enmarcaba un rostro extremadamente apuesto, al que las sombras proyectadas por la luz de la luna daban un aire misterioso. Tenía una mirada penetrante e intensa, y cuando la había posado en ella hacía unos instantes, los dedos de los pies se le habían contraído involuntariamente dentro de los zapatos de baile. El caballero tenía los pómulos altos, la nariz pequeña, y una boca firme y sensual que Lali había visto curvarse con ironía y que debía de resultar temible crispada en un gesto de ira.

A decir verdad, todo en él era atractivo. Pero no tenía sentido encandilarse con ese desconocido; en cuanto se percatase de lo mal que ella se desenvolvía en sociedad sin duda la rechazaría, como habían hecho tantos otros.
-Peter: Dígame, señorita Espósito, ¿con quién ha venido a este baile?
-Lali: Con mi tía, la condesa de Penbroke.
Los ojos de él reflejaron su extrañeza.
-Peter: ¿Ah sí? —comentó— Conocí a su difunto esposo, pero ignoraba que tuviesen una sobrina americana.
-Lali: Mi madre era la hermana de tía Julia. Se estableció en Estados Unidos cuando se casó con mi padre, un médico americano —Lo miró de reojo— Mi madre nació y se crió en Inglaterra, de modo que soy medio inglesa.
-Peter: ¿Es su primera visita a Inglaterra?
-Lali: Sí.
Habría sido inútil decirle que no se trataba de una mera visita, que nunca volvería a su ciudad natal.
-Peter: ¿Y lo está pasando bien?
Ella titubeó, pero decidió decide la verdad pura y dura.
-Lali: Me gusta su país, pero la sociedad inglesa y sus normas me parecen un poco opresivas. Crecí en una zona rural donde gozaba de mucha libertad. No es fácil adaptarse.
Peter observó su atuendo.
-Peter: Está claro que le está costando abandonar la costumbre americana de arrastrarse entre las matas con su traje de noche.
Una risita brotó de los labios de Lali.
-Lali: Sí, eso parece.

Las cuadras se alzaban ante ellos. Cuando ya se hallaban muy cerca, un gato tremendamente gordo salió por la puerta, emitiendo un fuerte maullido. El caballero se inclinó para acariciar al animal.
-Peter: Hola, George. ¿Cómo está mi chica esta noche? ¿Echas de menos a tu bebé?
Lali depositó a Diantre en el suelo y el gatito saltó de inmediato sobre George.
-Lali: ¿La madre de Diantre se llama George?
Todavía agachado, Peter alzó la vista hacia ella y sonrió.
-Peter: Sí. Mi mozo de cuadra le puso el nombre. No se enteró de que era una gata hasta que la vio parir. Mortlin sabe mucho de caballos, pero me temo que sus conocimientos sobre gatos son escasos.
La sonrisa de Lali se desvaneció cuando reparó en las implicaciones de estas palabras.
-Lali: ¿Su mozo de cuadra? ¿Estos gatos son suyos?
Peter se enderezó lentamente, maldiciéndose para sus adentros por ser tan descuidado. Ahora este agradable paréntesis estaba a punto de terminar.
-Peter: Sí, son míos.
-Lali: Entonces ¿ésta es su casa?
-Peter: Sí, Bradford Hall me pertenece.
-Lali: Entonces usted debe de ser... —Se inclinó en una torpe reverencia— Perdonadme, excelencia. No me había dado cuenta de quién era. Debe de pensar que soy increíblemente grosera.

Él la observó enderezarse, esperando ver cómo sus ojos se achicaban en un gesto calculador, brillaban con codicia o centelleaban con el afán de sacar el máximo provecho de su encuentro inesperado con el «soltero más cotizado de Inglaterra». No vio nada de eso. Por el contrario, ella pareció auténticamente consternada y ansiosa por alejarse de él.
Qué interesante.

-Lali: Siento mucho no haber sabido apreciar vuestra fiesta —se disculpó la joven, retrocediendo unos pasos— Es una fiesta encantadora. Encantadora. La comida, la música, los invitados, todos son...
-Peter: ¿Encantadores? —aventuró él, servicialmente. Ella asintió con la cabeza y retrocedió unos pasos más. Él no despegó la mirada de su rostro. Los expresivos ojos de Lali mostraron una sucesión de emociones: vergüenza, desánimo, sorpresa... Sin embargo, él no detectó en ellos el menor asomo de timidez afectada o de cálculo interesado. Tampoco parecía especialmente impresionada por su ilustre título. No obstante, lo que lo fascinó fue la absoluta ausencia de coquetería en su comportamiento. Ella no estaba flirteando con él.

Tampoco había coqueteado con él antes, cuando aún no sabía quién era, pero ahora...
Pues sí, resultaba muy, muy interesante.
-Lali: Gracias por acompañarme, excelencia. Creo que ahora volveré a la casa —Retrocedió varios pasos más.
-Peter: ¿Y qué me dice de su vestido, señorita Espósito? Ni siquiera una americana osaría mostrarse en el salón de baile en ese estado.
Lali se detuvo y se miró.
-Lali: Supongo que no hay esperanza de que nadie lo note.
-Peter: No hay la menor esperanza. ¿Pasarán la noche aquí su tía y usted?
-Lali: Sí. De hecho, nos quedaremos varias semanas en Bradford Hall como invitadas de la duquesa viuda... —sus ojos brillaron con súbita comprensión— que es su madre.
-Peter: En efecto, lo es.

Peter se preguntó por un momento si su madre había concertado la visita con la esperanza de emparejarlo con Lali, pero desechó la idea de inmediato. Le parecía inconcebible que a su madre, tan convencional, se le pasase por la cabeza la idea de que una americana pudiera ser una duquesa aceptable. No, Peter sabía demasiado bien que su progenitora había puesto el ojo en varias jóvenes de rancio abolengo británico.
-Peter: Como usted se aloja en esta casa, creo que puedo resolver su problema —dijo— Le indicaré el camino de una entrada lateral poco usada que conduce directamente a las habitaciones de los invitados.
Ella le dirigió una mirada de gratitud inconfundible.
-Lali: Eso me salvaría sin duda del desastre social.
-Peter: Vamos, pues.

Mientras caminaban hacia la mansión, Lali preguntó:
-Lali: Detesto abusar más aún de su bondad, excelencia, pero ¿no le importaría disculpar mi ausencia ante mi tía cuando vuelva a la sala de baile?
-Peter: Pierda cuidado; así lo haré.
-Lali: Eh... —Se aclaró la garganta— ¿Y qué excusa piensa darle?
-Peter: ¿Excusa? Ah, supongo que le diré que ha sufrido usted un leve mareo.
-Lali: ¡Mareo! —exclamó indignada— ¡Qué tontería! Yo jamás caería víctima de algo tan frívolo. Además, tía Julia no se lo creería. Sabe que soy de constitución fuerte. Deberá pensar en otra cosa.
-Peter: De acuerdo. ¿Y qué me dice de una jaqueca?
-Lali: Jamás sufro de eso.
-Peter: ¿Y la dispepsia?
-Lali: Mi estómago funciona sin problemas.
Peter reprimió un gesto de desesperación.
-Peter: ¿Acaso nunca está usted indispuesta?
Lali negó con la cabeza.
-Lali: Se olvida de que soy...
-Peter: De constitución fuerte, sí, ya lo veo. Sin embargo, me temo que cualquier otra excusa, como la de un ataque de fiebre, causaría una preocupación innecesaria a su tía.
-Lali: Hum. Supongo que tiene razón. No quisiera asustarla. De hecho, lo de la jaqueca no está tan lejos de la realidad. La mera idea de regresar al salón de baile hace que me palpiten las sienes. Muy bien —dijo, asintiendo con la cabeza— puede comunicarle que he sucumbido a la jaqueca.
Peter reprimió una sonrisa.
-Peter: Gracias.
-Lali: De nada —le respondió ella con una sonrisa radiante.

Unos minutos después llegaron a la mansión, y Peter la guió entre las sombras hasta una puerta lateral prácticamente oculta por la hiedra. Buscó el pomo a tientas y abrió la puerta.
-Peter: Ahí tiene. Los habitaciones están en lo alto de las escaleras. Tenga cuidado con los escalones.
-Lali: Lo tendré. Gracias de nuevo.
-Peter: Ha sido un placer.

La mirada de Peter se posó en su rostro, débilmente iluminado. Incluso despeinada como estaba le parecía preciosa. Y divertida. No podía recordar la última vez que se había sentido de tan buen humor. Aunque le esperaban asuntos serios en casa, no podía resistirse a prolongar aquel agradable paréntesis un poco más. Con suma delicadeza, le tomó la mano y se la llevó a los labios. Notó que tenía la mano caliente y suave, y los dedos finos. De pronto, el aroma a lilas lo asaltó de nuevo.
Sus miradas se encontraron, y Peter se quedó sin aliento. Maldición, ella tenía un aspecto tan deliciosamente desarreglado..., como si las manos de un hombre le hubiesen desordenado el cabello y la ropa. Bajó la vista hacia su boca..., una boca incitante, increíblemente tentadora, y se preguntó a qué sabría. Imaginó que se inclinaba hacia delante, que le rozaba los labios con los suyos una vez y luego otra, antes de profundizar el beso, deslizando la lengua dentro de la seductora calidez de su boca. Tendría un sabor delicioso, como el de...
-Lali: Oh, Dios mío...

Los dedos de ella se cerraron con fuerza en torno a los suyos mientras lo contemplaba con los ojos muy abiertos. Mantuvo la mirada fija en los labios de él durante varios segundos y luego la apartó, visiblemente turbada. Peter se sorprendió al advertir que una sensación de calor le recorría el cuerpo. De no haber sido imposible, creería que ella le había leído el pensamiento. Se disponía a soltarle la mano cuando la joven profirió un grito ahogado. Se miraron a los ojos y Peter se percató de que ella había palidecido de repente. Intentó apartar su mano de la de Lali, pero ella se la apretó con más fuerza.

-Peter: ¿Qué ocurre? —preguntó nervioso por la concentración con que lo observaba— Parece que vio un fantasma.
-Lali: Pablo.
Peter se quedó paralizado.
-Peter: ¿Cómo ha dicho?
Los ojos de ella buscaron desesperadamente los suyos.
-Lali: ¿Conoce a alguien llamado Pablo?
Todos los músculos del cuerpo de Peter se tensaron.
-Peter: ¿A qué cree que está jugando?
Por toda respuesta, ella le estrujó la mano entre las suyas y cerró los párpados.
-Lali: Es su hermano —musitó— Le dijeron que murió sirviendo a su país —Abrió los ojos, y su expresión produjo en él la espeluznante sensación de que podía verle el alma— No es verdad.

A Peter se le heló la sangre. Retiró la mano bruscamente y retrocedió un paso, conmocionado por sus palabras. ¿Acaso conocía esa mujer su secreto más oscuro? Y en caso afirmativo, ¿cómo lo sabía?

Todas las imágenes que había intentado borrar de su mente durante un año lo asaltaron de golpe. Un callejón lóbrego. El encuentro de Pablo con un francés llamado Benjamín. Cajas llenas de armas. Dinero que cambia de manos. Preguntas insistentes. Un amargo enfrentamiento entre hermanos. Y después, sólo unas semanas después, la noticia de que Pablo había muerto en Waterloo, convertido en héroe de guerra.

El corazón le latía con fuerza mientras intentaba conservar la calma. ¿Había algo más en esa mujer de lo que parecía? ¿Sabría algo de la carta que había recibido hacía poco o de los tratos de Pablo con el francés? ¿Sería ella la clave que él había pasado un año buscando? Entornó los ojos sin apartarlos de la cara pálida de ella, y repitió la mentira que había dicho en incontables ocasiones:
-Peter: Pablo murió luchando por su país. Es un héroe.
-Lali: No, excelencia.
-Peter: ¿Me está diciendo que mi hermano no era un héroe?
-Lali: No. Le estoy diciendo que no murió. Su hermano Pablo está vivo.

Continuará...
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Vieron? ya empezamos con el misterio!... para que se enganchen más rápido con la novela desde hoy subiré capítulos más largos, y depende las firmas subiré dos veces al día o incluso más. Y como habrán notado ya no subí imagen! perdón pero se me hace mui difícil encontrar una imagen acorde el capítulo :(

-LOVE M.F: (Faty) Te doy las clases prácticas cuando quieras! pero preferiría que lo hagamos mediante correo! Asi que si tenés cualquier duda solo pregunta y yo te ayudo. 
-vale: Me encantó tu concejo! jaja Elizabethtown tenia la solución!

Gracias por los consejos de ayer! jaja fueron lo más. Hice lo que me dijeron y les puse un peli que les encanta (La guerra de las galaxias) la miraron como embobados hasta que... terminó (mi error: no tener la parte 2 de la peli) entonces empezaron a jugar con los bates beísbol como espadas laser y decidieron que yo era la enemiga! suerte que llegó mi mamá segundos antes de ser asesinada por un bate de beísbol/espada laser!... :)

Besos a todass! 
:) 

15 comentarios:

  1. Ok, tenes una vida de locos! jajajaja
    Muy buena la historia =) ¿cuantos caps tendra?
    espero mas!
    un beso
    Juli♥

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  2. Lali es vidente?.. que misterio hay alrededor de Pablo estará involucrado con algo ilegal para hacerse el muerto y todo lo crean un héroe. mientra Peter esta encandilado con la belleza de Lali y mas ahora con su extraño don que posee... quiero ver como sigue la historia.
    MAS NOVE!!!!

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  3. NO NO PUEDES DEJARLO AHI!!! AWW ME ENCANTO MAAAAS!!

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  4. entonces Pablo es un traidor?
    y está vivo?

    me encantó!!
    MAS NOVE!!!

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  5. Q capitulo eh!! espero más, muy interesante la nove! Besos!
    @vale_cadenas

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  6. ay me encanta el misterio,mas noveeeeeeee
    Besos
    @porLali_ITALIA

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  7. Demasiado interesante la nove!! Me encanta, espero el sgte. cap!

    @jeissymori

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  8. Me encanto el capitulo!
    Esas visiones de Lali la van a meter en mas de un problema y estoy segura que uno de esos problemas van empezar desde el sgte cap!
    Me esta gustando mucho la nove! Me encantan las novelas de época!
    Besos
    @vagomi
    Que estes bien!

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  9. yo antes de leer el final iba a decir que era como Melinda Gordon (entre fantasma) que veia a los muertos pero con el final me has desmontado la hipotesis...

    No se porque lo sabra me siento frustrada.

    habra posibilidad de que subas otro hoy?

    Me encanta la nove, como todas!!

    besos

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  10. Me gusta,pero aún debo entender un poco más la trama.Después igual la voy a releer,cuando son de época tienen muchos detalles q hay q considerar.Gracias por subir!

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  11. Buenisimo ,un añadido d intriga,y x parte d Lali,seguro k con su ayuda, Peter logra descubrir lo k le paso a Pablo, en realidad,o le da miedo lo k Lali hace .

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