Justo cuando Lali llegó abajo, alguien llamó a la puerta
con un inquieto staccato. Apareció el mayordomo para recibir al visitante;
parecía tan atribulado que Lali supo que él tampoco había acabado de desayunar.
—Lali: Yo abriré la puerta, Sowers —dijo.
—Pero, señora Lanzani...
—Lali: Creo saber quién es. Puedes volver a la cocina.
El agradecido mayordomo desapareció sin pensárselo dos
veces, y Lali fue hasta la puerta y abrió dejando a medias un aluvión de llamadas.
Como le había indicado su intuición, el visitante era Pablo Martínez.
Iba tan bien vestido como siempre, pero sus ojos estaban
inyectados en sangre y su rostro parecía surcado por arrugas producidas por el
cansancio. Estaba apoyado en el marco de la puerta como si necesitase ayuda
para mantenerse en pie.
—Lali: Buenos días.
—Pablo: Todos tenemos opiniones diferentes sobre eso,
señora Lanzani.
—Lali: Oh —dijo y sonrió al abrirle del todo la puerta—.
Desayune con nosotros, por favor.
—Pablo: Gracias, pero...
—Lali: Al menos, un poco de café —insistió ella
provocándole una sonrisa.
—Pablo: ¿Ha conocido usted a alguien que se negase a
alguna de sus propuestas?
Pablo le entregó su abrigo sin decir palabra y la siguió
hasta el salón del desayuno.
Lali pensó de forma compasiva que, sin duda, él debía de
estar tan alterado por el tema del editorial como su marido; daba la impresión
de no haber dormido más de un par de horas. Lali le pasó el abrigo a Bess y le
susurró que serían uno más para desayunar, después le indicó a Pablo que se
sentase a la mesa.
—Lali: Peter bajará en un minuto —dijo mientras Pablo ocupaba
una silla frente a ella—. En cuanto acabe con el baño y se vista... —Dejó de
hablar al darse cuenta de que Pablo tenía la vista fija en el corpiño de su
camisón. Lali bajó la vista también y descubrió que una de las húmedas marcas
que había dejado Peter todavía resultaba muy visible, justo debajo de su pecho.
Sintió cómo se le enrojecían las mejillas—. Siempre hay que… e… ayudarle un poco cuando se baña —dijo un tanto
avergonzada.
—Pablo: Cómo no —replicó impecablemente correcto, a pesar
de que apreció un oscuro destello en sus ojos.
—Lali: Está de muy buen humor, habida cuenta de... todo.
—No iba a revelarle nada más hasta saber si Pablo había ido a comprometerse o a
comunicar que abandonaba el barco.
Pablo se recuperó de inmediato.
—Pablo: No pude encontrarlo en el periódico. Pensé que si
podíamos hablar antes...
—Lali: Creo que es muy buena idea.
—Pablo: Me gustaría creer que tenemos una oportunidad de
reconciliar nuestras diferencias.
—Lali: Peter es una persona muy razonable, señor Martínez.
Estoy convencida de que él estará dispuesto a encontrar un punto de contacto
entre su posición y la suya.
—Pablo: Con el debido respeto, señora Lanzani —le dijo tenso—,
yo no tuve ayer esa impresión.
—Lali: Sin duda mucha gente piensa de él que es una
persona muy... progresista...
—Pablo: Está siendo usted muy comedida...
—Lali: Quizá demasiado progresista. Pero cree con todas
sus fuerzas en lo que está haciendo, y tiene un gran sentido de la
responsabilidad respecto a su gente. Usted entiende eso a la perfección.
—Pablo: No he venido aquí para discutir con usted...
—Lali: Lo que intento decirle —insistió sin alzar la voz—
es que si él aprecia que usted habla con cierto conocimiento de su
posicionamiento, sin duda se sentirá más dispuesto a escuchar lo que tiene que
decirle. Sin embargo, como usted ya sabrá, si intenta una confrontación
directa, él se mantendrá más en sus trece si cabe.
—Pablo: Gracias por el aviso—murmuró—. Intentaré
recordarlo.
Decidieron cambiar de tema de forma tácita mientras Bess
colocaba el plato y los cubiertos que faltaban. La criada no fue demasiado
hábil mientras preparaba las cosas frente a Pablo, pues miraba con tanta
frecuencia su atractivo rostro que Lali estuvo a punto de llamarle la atención
por no centrarse en su trabajo.
Pablo no pareció ser consciente del interés de la criada;
por su parte, estaba totalmente concentrado en Lali, de un modo entre halagador
y desconcertante. Lali le pasó la cesta de magdalenas recién hechas incitándole
a que se apropiase de la más grande de todas. Sonrió al ver que cogía dos de
ellas y las dejaba en su plato.
—Lali: Me alegra que al menos una de las personas con las
que voy a desayunar muestre apetito esta mañana —dijo.
—Pablo: Solo porque me encuentre sumido en una crisis
personal y un potencial desastre financiero no significa que tenga que morirme
de hambre. —Pablo partió una de las magdalenas y la untó con mantequilla.
—Lali: Muy práctico de su parte.
—Pablo: Por supuesto. No podría esperarse otra cosa de un
Martínez. Los Cabot son francos, los Forbes perversos, los Lawrence son
remilgados, los Lowell fríos. Los Martínez somos prácticos.
Qué ridículo.
Lali le sonrió al tiempo que pensaba que las primeras
familias de la ciudad eran un puro contrasentido.
¿Cómo podía una persona perteneciente a una de esas
familias tener vida propia? Todo en la vida de Pablo estaba trazado, desde el
día de su nacimiento al día de su muerte, incluida su educación, sus amigos,
sus negocios, su futura esposa... incluso su personalidad. Ella sabía que más
de uno se había quedado con la boca abierta cuando decidió comprar el periódico
en lugar de seguir los pasos de sus hermanos mayores en el mundo de la banca.
Lali esperaba que siguiese apartándose del molde de los Martínez,
pues tenía la sensación de que existía un Pablo Martínez diferente tras la
sombra del joven en que su familia había intentado convertirlo.
—Lali: A mí también me educaron para ser práctica —le
confesó, vertiendo una generosa cantidad de leche en su café y removiéndolo
lentamente—. Para mí, todo tenía que estar muy organizado y resultar
previsible. Era fácil tomar decisiones. Resolvía los problemas fácilmente.
—Sacudió la cabeza al recordar y dejó escapar una risotada—. Entonces conocí a
Peter, y nada volvió a ser lo mismo. Nada volvió a resultar sencillo nunca más.
Es difícil ser práctica cuando tienes al lado a alguien que hace que las cosas
más sensibles parezcan absurdas.
—Pablo: Él aborda las cosas desde un nivel diferente al
resto de nosotros —admitió de mala gana—. Un nivel muy complicado. Yo ya
debería haber trazado un método para evitar tener problemas con él. Pero no he
tenido demasiado éxito a la hora de entenderle.
Lali no tuvo que responderle porque, por suerte, apareció
Bess con la bandeja de comida.
Pensativa, se llevó la taza de café a los labios. Estaba
tan caliente que apenas pudo sorber unas pocas gotas de aquel oscuro líquido.
Le resultó interesante pensar que tanto Pablo como ella tenían los mismos
problemas en el trato con Peter.
Obviamente, cualquier persona con sentido práctico
pensaría de él que era incomprensible. Hubo un tiempo en el que ella también
había intentado comprenderle. Pero no había categoría alguna en la que Peter
encajase.
Era un rompecabezas formado por demasiadas piezas. Era
mejor aceptarlo tal cual era, con ambigüedades y todo, y sentirse satisfecha
sabiendo que necesitaba a alguien como ella, constante y estable, con el fin de
mantener el equilibrio en su mundo.
Peter entró en la habitación justo en ese momento,
deteniéndose bajo el marco de la puerta al percatarse de la presencia del
inesperado visitante. Lali lo miró a la cara y después miró a Pablo,
conteniendo la respiración sin darse cuenta.
—Peter: No me sorprende que estés aquí —dijo con
sequedad—. No he oído decir que un yanqui dude nunca en aventurarse en
territorio enemigo.
Pablo alzó la servilleta blanca para limpiarse la
comisura de la boca y la agitó como si de una bandera blanca se tratase.
—Pablo: He venido, mi general, para ver si existe alguna
posibilidad de negociar un tratado de paz.
Peter sonrió ligeramente, apartando la silla que estaba
junto a la de Lali y sentándose en ella.
—Peter: Cabe la posibilidad. Tendrás que empezar
pasándome las magdalenas.
—Pablo: Sí, señor.
Lali dejó salir el aire de sus pulmones y sonrió mientras
seguían las negociaciones y discutían sobre sus compromisos.
Ninguno de los dos hombres era tan inflexible como para
sacrificar su ambición en aras del orgullo. Y, según la opinión de Lali,
ninguno de los dos había considerado seriamente abandonar el periódico. El
Examiner significaba algo más que dinero para ellos, algo más que tinta y
papel, palabras y columnas. Les ofrecía a dos hombres de palabra una
oportunidad única de ser idealistas, y no estaban dispuestos a prescindir de
ella.
Continuará...
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Mañana continuamos con la maratón!!! :D
Que tengan un lindo finde y gracias por sus firmitas!
besosssssssssssssssss
Mañana continuamos con la maratón!!! :D
Que tengan un lindo finde y gracias por sus firmitas!
besosssssssssssssssss
Wooooow odio a Pablo, se que desea a Lali !! TERMINALA
ResponderEliminarMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS!
ResponderEliminarlu
mmmm creo qe a pablo le gusta masss!!
ResponderEliminarOsh pablo no me cae nada bieen me encantaa la pareja que hacen peter & lali :DD! Buenisimoos los caps :)
ResponderEliminar@mf_lazaro
este pablo va es traer problemas...
ResponderEliminarmas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarno me gusta pablo, para mi que esta loquito por lali.! espero que no traiga problemas! espero mas
ResponderEliminar@novesdiferentes
masssssss
ResponderEliminarPablo se siente atraído hacia Lali por su forma de ser... me encanta como están llevando su relación Lali y Peter se ve que se aman y tienen algo muy fuerte...
ResponderEliminarMas novela!!!
Con diferentes posturas Peter y Pablo.Es complicado pero no imposible.
ResponderEliminarYo siempre digo :Dame tus razones, y si me convences ,te daré la razón.
ResponderEliminarYo tambien digo que pablo esta enamorado de lali pero me parese que es bueno y no hara nada.... MAS NOVE! XFA
ResponderEliminarPablo me sigue dando mala espina con respecto a Lali!
ResponderEliminarBien por ambos tratando de llegar a un acuerdo!
Mas novee, porfass!
ResponderEliminarMas novee, mas novee, mas novee
ResponderEliminarmasssss noveeee!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarEStatus: Desatrasada!!! Me gustan estos últimos capitulos... Me gustan este peter y esta lali me divierten de alguna manera que todavia no entiendo y ojala Pablo mas adelante sea un apoyo no una interrupción!
ResponderEliminarincreible vas a suvir la nove de rosas rojasn
ResponderEliminarPablo mira mucho a lali y no corresponde es un señora casa che! je! Me encanta Más!!
ResponderEliminar¬¬ espero que Pablo no traiga problemas... por favor te lo ruego!!!!!! aunque como Lali ama mucho a Peter no creo que lo deje, y estoy segura de que Peter tampoco dejaria a Lali :D hablando de todo un poco... quien es Nina?? :O chan!! chan!! jajajaja muchas gracias por subir noveee!! MAS POR FAS! @LuciaVega14
ResponderEliminarm
ResponderEliminara
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ResponderEliminara
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me encantaaa! ... pablo no se estara enamorando de lali?? no seee digo no?
ResponderEliminar@_maroly_
Haha ese Pablo no me da buena espina ...quiero mas mas mas mas mas :)
ResponderEliminarmaaas por favor, me fasina. :D
ResponderEliminarYa decía yo que a Pablo le gustaría Lali, espero que puedan solucionar sus problemas Peter y Pablo.
ResponderEliminarMujer mil gracias por las marathones, si que sabes cómo poner feliz a tus lectoras, mil gracias.
Sabes que no te puedo frimar siempre ya que de la v ando sin compu, besos.
@Masi_ruth
Espeero qe Pablo no intente nads con Lsli porqe ahi si se va a armar lio!
ResponderEliminarEspeero mas, beso :)
Arii - @AriadnaAyelen
ME ENCANTA Quiero Mas Nove
ResponderEliminar@DaniiVasqueez
amo esta nove , quuieromaaaaaaaaaaaaaaaaaaas :L
ResponderEliminarbesos!
mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarespero que pablo no traiga problemas
ResponderEliminarmas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
Me encanta! pero no quiero q pablo se meta entre lali y peter! como la mira si! jaja
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