—Lali: Peter, ¿qué estás haciendo?
Lali se hallaba en medio del dormitorio. Fue a ver cómo
estaba su marido en cuanto regresó a casa. Le resultó chocante ver que se había
levantado y casi se había vestido por completo por primera vez desde hacía
varias semanas. Él se volvió mientras abotonaba los puños de su camisa y le
dedicó una mirada sardónica.
—Peter: Al parecer, me estoy vistiendo, ¿no te parece?
—Lali: No puedes salir de la cama.
—Peter: Llevo dos semanas tumbado en ella. He tragado
montones de botellas de tónico, he dormido más de catorce horas diarias, y he
engullido todas las cucharadas de medicamento que me has puesto por delante.
Creo que me he ganado el poder estar fuera de la cama durante un rato.
Se miraron a los ojos; Peter mostraba una fría
determinación; Lali, una dulce y cauta súplica. En cualquier caso, ella sabía
que no habría súplica ni petición alguna capaz de persuadirle, y alzó las manos
evidenciando su indefensión.
—Lali: Siempre te gusta probar tus límites. Pero es
demasiado pronto...
—Peter: No se trata de una elección personal. No puedo
seguir haciéndome el inválido durante más tiempo. El periódico tiene problemas.
—Lali: El señor Martínez puede ocuparse de ellos...
—Peter: Pablo vino a visitarme ayer, mientras estabas en
el club de reuniones. Ha tenido algunas dificultades últimamente... —torció la
boca en un gesto de desagrado antes de añadir—: En gran medida porque ha tenido
que asumir mis funciones además de las suyas. Hoy vendrá otra vez para comentar
cómo tendrá que hacer las cosas hasta que yo vuelva.
—Lali: No sabía que hubiese venido ayer —dijo sintiendo
la repentina punzada de la exclusión.
—Peter: No tenías por qué saberlo —dijo con corrección.
Ella dejó escapar el aire de sus pulmones.
—Lali: Oh —dijo, y rió sonoramente para intentar aplacar
el daño que le habían provocado sus palabras—. Quieres decir que es cosa tuya.
Que no tengo por qué meter las narices... Debes de sentirte como si hubiese
querido mantenerte bajo mi puño.
—Peter: Yo no he dicho eso.
Pero ambos sabían que estaba en lo cierto. Muy lentamente,
Lali se acercó a la mesa del cambiador y se sentó fingiendo que se arreglaba el
pelo. Tenía el ceño fruncido hasta el punto de fundir las dos cejas en una
sola.
La falta de libertad y privacidad deben de haberle sacado
de sus casillas. Pero ¿qué podría haber hecho yo en estas semanas? ¿Acaso
podría no haberme inmiscuido, no haberme preocupado? Solo si lo quisiese un
poco menos. Casi lo había perdido, por eso le daba miedo dejarlo solo durante
mucho rato.
Había deseado aprovechar cada momento junto a él, conocer
todos sus pensamientos, tenerlo al completo para sí. Sin embargo, su sentido de
la posesión podía algún día transformarla en una celosa arpía. Tenía que darle
espacio, o se arriesgaría a alejarlo de su lado.
Peter le había dicho en una ocasión que sus demandas a
algunas personas le resultarían demasiado intensas. Ella le amaba con total
intensidad. Le necesitaba de todo corazón. Lali no podía negar que tendría que
pasar mucho tiempo hasta sentirse lo bastante segura con la relación que mantenían.
Su instinto la llevaba a aprovechar todas las oportunidades para reforzar el
vínculo con Peter, buscando sin descanso el modo de establecer su relación,
cuando lo único que tenía que hacer era relajarse y permitirle la libertad que
su marido necesitaba.
Se volvió y miró a Peter con una forzada sonrisa.
—Lali: ¿Pongo otro plato a la mesa para la cena?
El también sonrió, aunque no la miró a los ojos.
—Peter: Por favor.
A pesar de que había salido de la habitación, Lali siguió
mirando hacia el lugar en el que había estado Peter.
Peter Lanzani, el magnate de los periódicos del Norte, no
se parecía en nada al hombre con el que se había casado. Ahora era una persona
menos lúdica y más autoritaria. El aire de despreocupación que lo envolvía se
había transformado en un aura de poder y responsabilidad.
Incluso el color de su cabellera se había oscurecido
hasta alcanzar un tono marrón ceniza durante los meses de invierno que no se
correspondía con sus veintisiete años: lo avejentaba. El misterio en torno a su
persona, sin embargo, se había intensificado. Ahora era más enigmático, más
desconcertante, más inaccesible que nunca.
El suspiro de Lali expresaba frustración, consciente por
primera vez de que su marido había cambiado, tanto exterior como interiormente,
y de que tendría que empezar a admitirlo. ¿Por qué nadie le había advertido de
que los hombres cambian una vez casados?
Esperaba que Peter hubiese sabido apreciar que lo
cuidasen mientras estaba enfermo. El hecho de haberse equivocado de medio a medio
demostraba, una vez más, lo poco que lo conocía. El a duras penas toleraba sus
mimos. En ocasiones había tenido que tocarlo o que besarlo en la mejilla para
comprobar si estaba bien, pero él no había respondido a esas muestras de
afecto. Pálido, silencioso y contenido, había aceptado el confinamiento en el
lecho sin quejarse, hasta ese momento.
El doctor Evans le dijo que el comportamiento de Peter no
era anormal, y que pasarían unas cuantas semanas hasta que recuperase la salud
al punto en que estaba antes de caer enfermo. Sin embargo, Lali dio por sentado
que los cambios que había apreciado en Peter, su enigmático humor, su
desacostumbrado silencio, eran el resultado de sus condiciones físicas solo en
parte. La otra causa era mucho más inquietante. Parecía como si hubiese
comprendido algo mientras luchaba con la fiebre, como si hubiese reconocido
algo que le preocupaba seriamente. No habló con ella. De hecho, parecía en
ocasiones como si estuviese evitando con todas sus fuerzas hablar de ello.
Nina. A pesar de que nunca la habían mencionado, ese
nombre pendía sobre el silencio que se extendía entre ambos, evitando las
libres conversaciones que habían mantenido anteriormente. Lali no sabía si
Peter recordaba algo acerca de los delirios que había sufrido. ¿Sabía lo mucho
que había nombrado a Nina? ¿Lo sospechaba siquiera?
Las dudas que Lali sentía al respecto no se vieron
aplacadas precisamente por la aparente falta de interés que mostró por ella.
Ocupaban habitaciones separadas, dormían en camas distintas todas las noches, y
aunque hacía ya algún tiempo que podían dormir juntos, Peter no había dado la
impresión de desear algún cambio al respecto.
El plan de Lali de regresar al dormitorio principal se
esfumó en los últimos días. Había esperado demasiado, ahora le sería difícil y
embarazoso regresar a la cama de Peter. ¿Tenía verdadera necesidad de conseguir
alcanzar una posición que ya era la que le correspondía? Sin duda, no. Pero,
entonces, ¿por qué temía ser rechazada? No lo tenía claro. Era de cobardes
esperar a que fuese él el que lo mencionase, pero su confianza se había visto
reducida, y no quería correr un riesgo mayor.
Continuará...
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m-a-r-a-t-ó-n
+15 +NOVE
-María: Si! te agradecería q explicaras cómo haces para descargar las noves!! tenés cuenta en 4shared??... o podes hacerlo igual? te pide algún código promocional? q carajo es eso?? jaja :D
Uuuu peter esta muy frío noo pobre lali
ResponderEliminarMasss mas si mas mAraton mas mas mas
ResponderEliminarMe encanto más nove!
ResponderEliminarEspero q peter reaccione pronto h no sea muy tarde q se de cuenta cm esta cambiando
ResponderEliminarQuiero massss nove. Nove :) :)
ResponderEliminarMasss mas mas mas
ResponderEliminarMas mas mas
MAs mas
Mas mas
Mas
Mas
Si sólo te registras y ya
ResponderEliminarYo acabo de descargar 2 y así lo hice
No me gusta, pq peter la trata así, ella que tan preocupada estuvo!! Más!!
ResponderEliminarMe encanto el capi espero que lali hable con peter de sus dudas y preocupaciones antes de todo terminé por el silencio de los dos.
ResponderEliminarMaaaaas! Pobre Lalii :(
ResponderEliminarMasssssss capiiiiii
ResponderEliminarmas noveeeeeeeeeeeee!
ResponderEliminarNOOOO! no me gusta porque la trata asi! quiero mas please! pobre lali!!
ResponderEliminar@mf_lazaro
Masssssssasssssssss
ResponderEliminarmas noveeeeeeeeeee
ResponderEliminarQuiero el siguiente ya antes de ver la voz americana
ResponderEliminarQ osco se ha vuelto,cada vez peor,lo mal q ha de sentirse ella!
ResponderEliminarMaaaaaas @_maroly_
ResponderEliminarEspero que puedan solucionarse rápido los problemas con Peter y estaría bueno que Lali este embarazada... Quiero más nove!!!!
ResponderEliminarmas novee, pobre lali!
ResponderEliminarNooooo Peter!!!! ¬¬ que te pasooooooooo ayer me quede dormida re temparno :| @LuciaVega14
ResponderEliminarPeter se pasa ,no está valorando todo lo k hace lali.no se xk pero en estos momentos no me fío ni d Bess,ni mucho menos d lo k Pablo pudiese haber hablado con Peter ,en ausencia d LAli.
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