Alertada por los impetuosos golpes en la puerta
principal, Lali recorrió el pasillo camino de esta justo en el momento en que
Sowers abría.
—Lali: ¡Peter! —gritó asustada al ver a su marido apoyado
en el marco de la puerta, con la cara pálida a pesar de su tono bronceado. Pablo
estaba a su lado, agarrándolo por un brazo.
—Peter: Estoy bien —gruñó.
—Pablo: Está enfermo —aclaró haciéndole un gesto al
mayordomo para que lo ayudase a entrar a Peter en casa—. He mandado llamar al
médico de mi familia. Estará aquí en cuestión de minutos.
—Peter: Solo necesito descansar...
—Pablo: Malditos sudistas —dijo—. Nunca saben cuándo
rendirse. —A pesar de que había pronunciado aquellas palabras con su típica
frialdad, algo parecido al afecto corría por debajo de la apariencia.
Entre los tres llevaron a Lali hasta el dormitorio, y
Sowers regresó abajo para esperar al médico.
En una situación normal, a Lali le habría incomodado
mucho el hecho de desnudar siquiera parcialmente a su marido en presencia de
otra persona, pero le sacó el abrigo y los zapatos sin ponerse nerviosa, apenas
consciente de que Pablo estaba allí observándolo todo. Peter tiritaba. Lali
murmuró algunas palabras y le subió las sábanas hasta el cuello, y las adaptó
repetidamente a la línea que formaban sus hombros.
—¿Señora Lanzani?
Reconoció la voz de Bess y respondió sin mirar:
—Lali: Trae mantas.
—Bess: ¿Y unas piedras calientes envueltas...?
—Lali: Sí. Sí, pero date prisa —dijo mordiéndose el
labio.
La criada salió de la habitación y bajó corriendo la
escalera.
Peter apoyó la mejilla en la palma de la mano de Lali,
cerró los ojos y se durmió sin esfuerzo alguno. Tuvo ganas de llorar. A su
marido le ardía la piel. ¿Cómo podía tiritar de esa manera? Miró a Pablo
sintiendo culpa y dolor.
—Lali: Ha trabajado mucho —susurró—. Debería haberlo
obligado a parar.
—Pablo: No habría podido —replicó—. Todos lo intentamos.
Pero tiene un demonio dentro que tira de él... desde hace tiempo. No podría
haberlo detenido.
Sorprendida, Lali lo miró con suspicacia. ¿A qué se
refería? ¿Le habría contado a Pablo algo que no le había dicho a ella? ¿O Pablo
se limitaba a suponer una razón oculta para el incansable afán de Peter? Nunca
llegaría a saber la respuesta, porque el médico apareció antes de poder preguntarle
a Pablo.
A Lali no le importaba lo amables y confiados que se
mostrasen, los médicos siempre le habían dado miedo. Su mera presencia indicaba
que algo no iba bien. Siempre parecían insensibles, y Lali tenía la teoría de
que el hecho de tener que tratar tan a menudo con el dolor y la muerte los
había apartado del resto de la gente.
El doctor Evans, el hombre que Pablo había mandado
llamar, era más amable que la mayoría. Se comportaba como un abuelo, y parecía
entender a la perfección los miedos de Lali, asegurándole que a Peter no le
pasaba nada grave más allá de la fiebre y el cansancio. Le prescribió tónicos y
descanso continuado, y después el viejo doctor se fue con animada celeridad.
Lali lo acompañó hasta la puerta principal y vio cómo se marchaba.
—Pablo: ¿Cómo está? —escuchó decir a su espalda, y ella
se volvió para descubrir que había estado esperando en el salón.
—Lali: Mucho mejor de lo que me temía —respondió
lentamente—. Solo necesita descansar. No sabe lo aliviada que me siento, y lo mucho
que le agradezco que...
—Pablo: No hay de qué.
A Lali no le engañó el indiferente tono de su voz. Pablo
tal vez tratase de ocultar sus sentimientos, pero ella había podido comprobar
su preocupación mientras llevaban a Peter al dormitorio, y también se había
percatado de su amabilidad para con ella.
—Lali: Le estoy muy agradecida —repitió deseando decirle
algo más pero temiendo incomodarlo.
—Pablo: Tengo que volver al periódico.
—Lali: ¿Puedo ofrecerle algo de comer o de beber antes de
que se vaya? —le preguntó consciente de que se le había pasado la hora del
almuerzo—. ¿Un poco de té?
—Pablo: Gracias, pero no. Hay mucho que hacer.
—Lali: Eso es lo que diría mi marido.
Sus palabras le hicieron sonreír.
—Pablo: Su obsesión por el trabajo debe de ser contagiosa.
Ella rió de mala gana.
—Lali: Entonces, tenga cuidado. No queremos que usted
también caiga enfermo.
—Pablo: No. —La oscura sonrisa que mostraban sus ojos se
transformó en agridulce cuando la miró a los ojos—. Por favor, dígale de mi
parte a su marido, señora Lanzani, que no se preocupe por el Examiner. Lo
mantendré todo en orden en su lugar.
—Lali: Sé que él confía en que usted se hará cargo de
todo.
—Pablo: ¿Y usted? —La expresión de Pablo se convirtió en
una mueca de burla en cuanto pronunció aquella pregunta.
Lali no estaba segura de por qué le preguntaba eso, y le
dio la impresión de que él tampoco lo sabía a ciencia cierta.
—Lali: Yo también confío en usted —dijo en voz baja—. Y
ahora, si me disculpa. Tengo que ir arriba con Peter. Sowers le acompañará a la
puerta.
Un tanto confundida, Lali subió la escalera para volver
junto a su marido.
Su instinto le decía que no tenía nada que temer de Pablo
Martínez, pero la trataba con tanta corrección que parecía como si temiese que
ella pudiera descubrir un secreto guardado con extremo celo.
Continuará...
___________________________________________________
+15 :D
Maaaas!
ResponderEliminarHahaha mas pablo jummm no me da buena espina quiero mas mas mas
ResponderEliminarMmmmmmaaaaaaaaaasssss
ResponderEliminarPobresito peter :3
ResponderEliminarMassssss nove :)
ResponderEliminarMas nove mas nove
ResponderEliminarMas nove
Mas nove
Me preocupa Peter y me generaestres saber por todo lo que esta pasando Lali, espero se mejore y mejore la situacon de su trabajo ... mas por favor que esto esta bueenisiimo ... :D ...
ResponderEliminarEspero q se mejore pronto
ResponderEliminarMas nove mas nove
MAs mas mas
Mas mas nove
Mas nove
Mas mas mas mas nove
ResponderEliminarme encanta más!
ResponderEliminarMas nove porfa!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarSecreto? celo? pero estos hombres estan llenos de historia!!
ResponderEliminarotro capi!!
sube maaaaaas!
ResponderEliminarmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss poooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr fffffffffffffffffaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaavvvvvvvvvvvvvvvvvvvvvooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
ResponderEliminarmas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarQuiero mas, no nos puedes dejar en ese capítulo.
ResponderEliminarMAAAASSSS NOVEEEEEEE
ResponderEliminarPUEDO PEDIR MAS O YA NO DA ???
ResponderEliminarPablo esta enamoradoo de Lali!
ResponderEliminarmas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarYa te dije para mi que Pablo se enamoro de Lali y espero que esto no traiga problemas aunque estoy segura qe si... y pobre Peter terco como mula tiene que descansar!!!!!! :( @LuciaVega14
ResponderEliminarPAblo está sacando las armas con mucha sutileza.
ResponderEliminar