Pero ¿cómo es posible?
La furia incontrolable, el dolor y la ofensa aparecerían
después. En ese momento, Lali estaba demasiado anonadada para sentir nada.
Palideció al dejarse llevar por el atontamiento. Eso era mejor que la rabia, y
muchísimo mejor que el miedo. Cuanto menos pudiese apreciar Nina en su rostro,
mejor.
—Peter: Te pido disculpas por no haberte avisado con
antelación —dijo con estudiada calma—. Se nos unió una persona en el último
momento. Lali, me gustaría presentarte a Alai, mi hermana, y a mi cuñada, la
señora Nina Price.
—Lali: Alai... Señora Price... Encantada de conocerla. La
acompaño en el sentimiento —murmuró Lali automáticamente, y Nina se le acercó
con pasos tan delicados que la falda parecía flotar sobre el suelo.
Esbelta y extraordinariamente hermosa, Nina poseía el
tipo de gracia y belleza que hacía que las demás mujeres se sintiesen torpes y
zafias. Sus ojos eran de color gris, rodeados por unas largas pestañas que
formaban sombras sobre la brillante pureza de su piel. El pelo, de un tono
castaño obscuro, le caía hasta los hombros formando largos tirabuzones. No era
muy alta, pero su esbeltez le hacía parecerlo.
—Nina: La esposa de Peter... —Tomó la mano de Lali con
una de sus frías y pálidas manos y la apretó gentilmente—. No nos había dicho
lo hermosa que es usted. Por favor, llámame Nina. —A Lali le sorprendió
comprobar que a aquella mujer también le temblaban las manos. Al parecer, Nina
estaba nerviosa, o contrariada, o ambas cosas; aunque no mostraba signo alguno
de ello aparte de ese traicionero temblor.
Su rostro no exteriorizaba preocupación, su sonrisa era
dulce y cariñosa. No respondía en absoluto al retrato que de ella había hecho Alai
en las cartas a Peter.
—Nina: Alai —prosiguió soltando la mano de Lali y volviéndose
hacia la silenciosa chica—, no te asustes de tu nueva hermana. Ven aquí y dale
las gracias por su hospitalidad.
Alai se acercó obediente, con los ojos fijos en el suelo
y las manos cruzadas al frente. Parecían asustarle los extraños, o quizá se
trataba únicamente de Lali. También resultaba evidente que se debatía en su
interior acerca del grado de simpatía que tenía que mostrar con la esposa
yanqui de su hermano.
De repente, Lali se olvidó de Nina, y de Peter, y de sus
celos, y miró a aquella espigada y tímida muchacha. Sintió un instantáneo brote
de empatía hacia ella. Alai acababa de pasar por la pérdida de un hermano y la
huida de su madre, y además estaba en tierra extraña... concretamente en el
Norte. Parece muy sola, se dijo. Tiene miedo. Si fuese ella, no me gustaría que
una extraña me tratase con muchos remilgos, pensó.
—Lali: Supongo que debes de estar muy cansada —dijo convencida,
y Alai alzó la vista y la miró con cautela. Sus ojos eran del mismo color
verdoso de Peter, no tan profundos o sombríos, pero igualmente intimidadores.
—Alai: Sí. No me gusta viajar.
—Lali: A mí tampoco —respondió mientras Alai repasaba los
detalles del elegante vestido de Lali. Por su parte, ella no pudo evitar
fijarse en que tanto Alai como Nina llevaban vestidos limpios y bastante nuevos
pero muy arrugados.
—Alai: Peter dijo que eras muy menuda —comentó—. Dijo que
siempre llevabas zapatillas de tacón.
—Nina: ¡Alai! —Aquel comentario personal mereció una
reprimenda por parte de Nina.
—Lali: Llevo zapatillas con tacón. —sonrió—. Siempre.
—Alai: Es bajita —le dijo Alai a Peter, y él le sonrió a
modo de respuesta.
—Peter: Ya te lo dije.
—Nina: Lo siento —se disculpó con una mirada que
reflejaba toda su incomodidad—. Es como una niña.
—Lali: No me atrevería a decir de alguien que es más alta
que yo que es una niña —dijo consciente de la dubitativa sonrisa de Alai.
La mente de Lali estaba sometida a tal torbellino que
jamás recordaría lo sucedido durante los siguientes minutos. Recordaba la calma
y la amabilidad, e incluso fue capaz de sonreír un par de veces mientras sus
invitadas se acomodaban en sus respectivas habitaciones. Peter desapareció para
lavarse y cambiarse de ropa, y Lali intentó desesperadamente ordenar sus
pensamientos antes de ir a la habitación para hablar con él.
Al pasar junto a la habitación de Alai, vio que la chica
se había sentado en el borde de la cama y miraba el cuadro de Rosebank que
colgaba de la pared.
—Lali: ¿Alai? —le conmovió su perfecta inmovilidad—.
¿Necesitas algo? ¿Te gustaría tomar un poco de té o...?
—Alai: No. Gracias. —La muchacha la miró a la defensiva—.
Es una habitación muy bonita. —Estaba pintada de un suave color amarillo
pálido, adornada con flores color pastel.
—Lali: Me alegro de que te guste. —entró despacio en la
habitación y se acercó a la ventana, preguntándose si Alai agradecería su
compañía o la entendería como una intrusión—. Espero que no haga demasiado
calor aquí para ti... A Peter le gusta que toda la casa esté muy caldeada. Si
prefieres algo de aire fresco, la ventana...
—Alai: No. Está bien —dijo tras un leve escalofrío—. Hace
mucho frío en Massachusetts.
—Lali: Te gustará más en primavera.
—Alai: Peter me ha dicho que va a buscar una escuela aquí
para mí.
—Lali: ¿Te... desagrada la idea?
Alai la miró con sus ojos azul turquesa, sin parpadear.
—Alai: No me importa. Me gusta leer. Me gusta ir a clase.
Eso sonaba bien.
—Lali: Algunas de las mejores escuelas para señoritas del
país están aquí, en Massachusetts —dijo con amabilidad—. Incluso han fundado un
seminario femenino en Wellesley... Y dentro de unos años, si quieres seguir
estudiando, podrás ir a la universidad igual que los hombres.
Sus últimas palabras parecieron despertar el interés de Alai.
—Alai: ¿Eres feminista? —le preguntó, intrigada por la
idea.
—Lali: En algunos aspectos, tal vez sí—admitió—. Estoy
convencida de que a las mujeres se les tiene que permitir estudiar y aprender.
No creo que tengan que tratarnos como si nuestras mentes fuesen inferiores.
—Alai: Mamá y Nina dicen que los hombres no se casan con
una mujer si creen que es más lista que ellos.
—Lali: Eso dice algo sobre tu hermano —masculló.
—Alai: ¿El qué?
—Lali: Oh, nada. Nada, Alai. Estaba pensando en que tengo
que ir a hablar con Peter.
—Alai: ¿Acerca de Nina?
Lali apreció algo en aquellos tranquilos ojos verdosos
que le recordó el modo en que a veces Peter la miraba.
—Lali: Acerca de unas cuantas cosas —respondió—. Hace dos
semanas que no hablamos. Tenemos que ponernos al día.
—Alai: Él no sabía que Nina se vendría con nosotros —dijo,
pues la evasiva de Lali no parecía haberla convencido—. Ni yo tampoco. La
mañana en que nos íbamos, Nina nos dijo que su gente del condado de Goochland
no querían acogerla. Y no tenía ningún otro familiar en el condado de Henrico.
Y ahora está aquí, justo donde quería estar, pensó Lali
al sentir una punzada de rabia. ¡Con qué facilidad puede una mujer convencer a
un hombre! Unas pocas lágrimas, una pizca de indefensión sureña... Oh, debía de
haberle resultado ridículamente fácil a Nina. ¡Y ahora ella tenía que acoger
bajo su propio techo a aquella mujer! Menuda farsa.
—Lali: ¿Por qué no duermes un poco? —le sugirió Lali al
apreciar las leves sombras grisáceas que se extendían bajo sus ojos—. Te
despertaré a tiempo de prepararte para cenar.
Alai asintió con gravedad y observó con detenimiento a
Lali mientras esta salía de la habitación y cerraba la puerta.
Continuará...
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+15 +NOVE
La odio!!!! Guarda con lo que hace y Peter espero que sepa bien lo que le conviene más!!
ResponderEliminarMaaaaaaaaaaaaaaas! :DD
ResponderEliminarHahah mAd linda lali Masss nove
ResponderEliminarMas mas mas mas
ResponderEliminarAh me olvide, lali una tierna con la han de peter, ella mucho no la banca nina me gusta me gusta
ResponderEliminarQuierooooooo
ResponderEliminarMasssssssdss
Como peter pudo hacerle eso!
ResponderEliminarUhhhhhhh se viene el momento de la charla... espero que no se peleen :| @LuciaVega14
ResponderEliminarMás!! quiero la charla, saber que dice peter de todo!!
ResponderEliminarODIO A NINA!
ResponderEliminarCuando desaparece Nina de la historia??? :D
ResponderEliminarcon suerte en el proximo capitulo pero la suerte nunca esta de mi lado...
Eliminarjajaja... son graciosas!
EliminarM
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Me encanto eso de las caritas!!!! jajajajajaja :D
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Mas mas mas
ResponderEliminarMas massss
ResponderEliminarmas noveeeee, que nina se ubique
ResponderEliminarMuy listilla Nina ,justo en el último momento.
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