A Lali le costó unas cuantas horas de intensa persuasión
convencer a Peter de que la llevase a la fiesta de Navidad de los Hosmer, en
Concord, en lugar de acudir a la magnífica gala anual que celebraban los Martínez.
Pero las Navidades en un pequeño pueblo eran algo
diferentes a las de la ciudad. Había menos glamour y espectáculo, sin lugar a
dudas, pero las Navidades en Concord tenían algo especial, un toque antiguo.
Los marcos de las puertas lucían en lo alto grandes lazos y diminutas patatas
redondas cubiertas con ramitas de muérdago y largas cintas. Según una arraigada
costumbre, si dos personas se encontraban debajo tenían que besarse.
La gente en Concord celebraba las vacaciones con fiestas
muy bien preparadas, donde los viejos amigos de la familia se reunían para
comer, beber y conversar. Sabiendo que se encontraría con viejos conocidos,
muchos de los cuales no había visto desde hacía meses, Lali se vistió con
esmero. Peter le había dado su visto bueno con todo su entusiasmo.
Cuando Peter acompañó a Lali hasta la puerta principal de
la pequeña casa de los Hosmer, estos los recibieron con sorprendente calidez. La
señora Hosmer alabó el vestido de Lali y le pidió a uno de sus tres hijos que
les sirviese a los Lanzani una taza de yema de huevo, en tanto que el señor
Hosmer se llevó a Peter a un lado y le presentó al resto de los invitados.
—Lali —dijo la señora Hosmer; la mirada de sus
penetrantes ojos era más dulce de lo que en ella era costumbre—, desde que te
fuiste a Boston no hemos sabido una palabra de ti. ¿Te gusta vivir en la
ciudad?
—Lali: Mi marido y yo hemos estado muy ocupados, pero es
bastante agradable —respondió observando de reojo cómo el señor Hosmer se
llevaba a Peter a la otra habitación.
—Imagino que sí. Especialmente teniendo en cuenta el
estilo de vida de tu marido... Un periódico, todas esas cosas... Con sinceridad
te digo que no esperábamos semejante potencial... Ya me entiendes...
—Lali: Entiendo —dijo con una leve sonrisa—. Que comprase
el periódico también supuso una sorpresa para mí.
—¿En serio? —preguntó la señora Hosmer, y el titubeo en
su tono de voz le dejó bien claro que no la creía en absoluto—. Bueno, al
parecer se ha convertido en un hombre bastante influyente en Boston, a pesar de
su pasado.
—Lali: ¿Un hombre influyente? —repitió tras aceptar una
taza con yema de huevo—. Muy amable de su parte.
—Lo hiciste tan bien que nos engañaste a todos en un
principio.
Aquella afirmación la pilló con la guardia bajada.
—Lali: No era mi intención engañar a nadie —dijo con
mucho tacto, y la mujer se sonrojó.
—Por supuesto que no, querida mía. —Miró por encima del
hombro de Lali a la pareja que acababa de entrar—. ¡Que me parta un rayo
—espetó— si no es la pareja más atractiva de Concord! Mery, por qué no... Oh...
La señora Hosmer se ruborizó aún más al mirar a Lali y
después a Benjamín y a Mery. Lali se volvió y los miró sin perder la
compostura, comprobando que el hecho de ver a Benjamín después de tantos meses
no entrañaba la conmoción que había supuesto.
—Lali: Feliz Navidad —dijo con los labios ligeramente
curvados—. Forman una pareja estupenda.
—Mery: ¡Lali! —exclamó haciendo saltar sus rubios rizos
al acercarse a ella para abrazarla—. ¡Qué elegante! Tu vestido es increíble, y
tu peinado...
—Benja: No te pongas nerviosa, Mery —dijo Benjamín con
aire ausente, mirando a los ojos a Lali.
Lali no pudo reprimir una sonrisa. Benjamín no había
cambiado.
—Lali: Tienen muy buen aspecto —dijo mirando a Mery y
después a Benjamín.
Tranquilo y contenido como siempre, Benjamín la miró con
una media sonrisa a pesar de que se estaba fijando en todos los detalles.
Aunque ella no sentía por él más que un distante cariño, Lali se alegró de ir
tan bien vestida y de que él no pudiese encontrarle una sola mácula a su
apariencia.
Se preguntó si él todavía recordaría la terrible escena
que habían protagonizado cuando ella cayó en desgracia y le suplicó que no le
diese la espalda. «No quiero a la mujer en que te has convertido...», le había
dicho. En aquel momento, no entendió a qué se refería; ahora, sí.
¡Cuánto tiempo hacía de eso! Lali se sentía tan
agradecida por no haberse casado con Benjamín que casi le temblaron las
rodillas. Era un buen hombre, un hombre amable. Sus emociones eran tranquilas y
reposadas, y su carácter extremadamente civilizado. Pero si hubiese pasado la
vida a su lado, jamás habría experimentado todo lo que Peter tenía para
ofrecerle: su pasión, violenta, tormentosa y dulce; su rudo afecto y su tierno
compromiso; sus pullas y sus caricias; sus exigencias; sus ambiciones; e
incluso sus secretos.
La expresión de Benjamín varió sutilmente mientras la
miraba, como si recordase los días del pasado. A Lali se le hacía un tanto
extraño estar allí, delante del hombre que había amado, al tiempo que entre
ellos se abría una sima que jamás podrían superar excepto en sus recuerdos.
—Lali: ¿Se casaran pronto? —le preguntó a Benjamín.
—Benja: El año que viene, en primavera —replicó al
instante.
—Lali: Ahhh —dijo asintiendo. Siempre igual. Siempre el
año que viene, o el otro. Había mantenido en vilo a Lali durante tres años con
esa clase de promesas. Sintió un fugaz asomo de lástima por Mery—. Será mejor
que lo obligues a cumplir con su palabra —dijo, y la muchacha rubia rió,
ignorante de las implicaciones de aquel sutil aviso. Benjamín, sin embargo, sí
captó el significado, y se sonrojó ligeramente.
—Mery: Por supuesto que lo obligaré —dij, riendo
tontamente, y Lali sonrió antes de darse la vuelta y alejarse de ellos, urgida
por la necesidad de encontrar a Peter.
Al llegar al rincón de un pequeño salón pintado de color
verde claro, alguien se le acercó por la espalda, le rodeó la cintura con la
mano y la condujo a una habitación vacía. Una voz suave y burlona le rozó la
oreja de un modo íntimo.
—Peter: El amor renovado por la ausencia. Qué conmovedor.
Lali se relajó al identificar a su captor.
—Lali: Me has asustado.
Peter dejó que se diese la vuelta sin soltarla, y Lali
comprobó que había una mezcla de burla y algo parecido a la irritación en su
expresión. No le costó suponer la causa.
—Lali: ¿Por casualidad me has visto hablar con Mery y Benjamín?
—Peter: No tienes por qué hacer ningún chiste sobre su
bigote. —Peter la soltó de golpe—. Te pido disculpas. Había olvidado que
siempre le tuviste cariño.
—Lali: Por amor de Dios, ¿qué es lo que te molesta? —Sin
esperar a que respondiese, miró hacia la puerta medio abierta—. La gente nos
echará de menos, y no quiero que piensen que...
La agarró del brazo y la atrajo hacia él.
—Peter: Quiero saber de qué estaban hablando.
Continuará...
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HOLAAAAAAAAAAAAAA!!!
Empezamos la maratón de hoy???? :D
+15 +NOVE
ME ENCANTAAAA!!!
ResponderEliminarMAAAAAAAAAAAAAAAAASSS!
Peter esta celoso!
ResponderEliminarPeter esta celoso!
Peter esta celoso!
Peter esta celoso!
Peter esta celoso!
Peter esta celoso!
Peter esta celoso!
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Jajajaja MAS MAS MAS
Hora de reencuentros!!!!!
ResponderEliminarmassssssssssssssssssssmasssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarMas noveeeeeeeeeeeeeeeeee!
ResponderEliminarme gusta! mas nove por fassss
ResponderEliminarMasss
ResponderEliminarmas nove muy buena
ResponderEliminarHaha se puso agresivo peter ... Mass
ResponderEliminarEsta buenísima masssss
ResponderEliminarMas mas mas mas
ResponderEliminarMas mas mas
ResponderEliminarÑas mas
Mas
MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON MARATON
ResponderEliminarmasssssss
ResponderEliminarme encata masssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarMas
ResponderEliminarAWWWWWWWWWWWWWWWW PETER CELOSO!!!!!!!!!!!!! ME ENCANTOOOOOO JAJAJAJA ME MATA DE TERNURA QUE LALI VAYA EN BUSCA DE PETER DESPUES DE HABLAR CON BENJAMIN Y MERY @LuciaVega14
ResponderEliminarLali comprueba lo k sentía x Benjamin no era amor ,si no cariño.
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