Cada domingo Emilia se pasaba la mayor parte del día
cocinando una cena de seis platos para su familia mientras Nicolás veía los
deportes metido en su estudio, y desde que habían alcanzado la estatura suficiente
para alcanzar a la encimera de la cocina, Euge, Rochi y Lali ayudaban con los
preparativos. Aunque el menú variaba, las tradiciones en torno a esa cena del
domingo eran muy estrictas: ningún miembro de la familia podía faltar, a menos
que fuera por un motivo de fuerza mayor.
-Gime: Tu madre quiere que pongamos la cubertería de
plata y la vajilla de porcelana —le dijo a Lali, saliendo de la cocina con la
caja en la que estaba la cubertería de plata— ¿Celebramos algo?
-Lali: Ni idea —respondió alisando las arrugas del mantel
sobre la mesa del salón comedor— A Euge le ha dicho que ponga los candelabros
de cristal.
La tía Gime y ella habían entrado por la puerta unos
minutos antes, y aún no sabían de qué iba todo aquello.
-Rochi: Quizá hizo un bingo anoche —sugirió, sacando
platos llanos del aparador y disponiéndolos en la mesa— Ha hecho pollo al
pimentón y ha puesto a enfriar una botella de vino.
-Gime: Vaya. Decididamente tiene que estar muy contenta
por algún motivo —murmuró, dándole la caja a Lali— Iré a ver si puedo
sonsacarle algo —le dijo a sus sobrinas, haciéndoles un guiño.
Cuando salió del comedor, Lali se acercó a Rochi. Era la
primera oportunidad que tenían de hablar a solas desde la noche anterior.
-Lali: ¿Estás bien?
Rocío asintió.
-Rochi: Anoche llegué muy tarde, pero papá y mamá ya
estaban dormidos.
Lali suspiró, sacudiendo la cabeza.
-Lali: Ya somos mayorcitas para tener que andar
buscándole las vueltas a nuestros padres, Ro. Tenemos que hablar con papá y
mamá, O mejor, deberíamos hacerlo las dos.
-Rochi: Lo sé, lo sé —murmuró. De pronto giró el rostro
hacia ella y la miró con los ojos muy abiertos— ¿Has dicho las dos juntas?
¿Quiere decir eso lo que creo que quiere decir?
Lali se sonrojó y sonrió como una tonta, pero asintió.
-Euge: Eh, ¿qué está pasando aquí? —inquirió, que entraba
en ese momento con los candelabros— ¿No estarán contándose secretitos a mis
espaldas?
-Rochi: Es un secreto de Lali, no mío —siseó entusiasmada
como una colegiala— Peter y ella...
Euge: Oh, por favor... —la cortó, moviendo la mano en un
gesto desdeñoso y yendo junto a ellas— contame algo que no sepa.
Lali la miró boquiabierta.
-Lali: ¿Cómo lo sabías?
-Euge: Porque lo leí en tu rostro en cuanto entraste por
la puerta, Lali —respondió con una sonrisa maliciosa— Tus pies ni siquiera
tocaban el suelo.
-Lali: No seas ridícula —farfulló azorada. Nadie podía
averiguarlo por algo así... ¿O sí? Dios, esperaba que no, porque si su madre la
mirara y se imaginara algo... Meneando la cabeza para sus adentros, le dio la
espalda a sus hermanas y abrió la caja de los cubiertos— Aunque he de admitir
—dijo en voz baja con una sonrisa traviesa— que fue divertido cuando tía Gime
llegó al apartamento esta mañana y me encontró en brazos de Peter, que no
llevaba puesta más que una toalla.
Rochi profirió un gemido ahogado, llevándose la mano a la
boca, y Euge enarcó una ceja como pensando «vaya con la petiza...»
Su padre, que pareció sospechar de su reunión y alargó el
cuello para mirarlas por la puerta entreabierta del estudio, y las tres jóvenes
se apresuraron a retomar sus tareas entre risitas.
Casi habían terminado de poner la mesa, cuando reapareció
Gime con un par de cestas de pan.
-Lali: ¿Has averiguado algo? —inquirió.
-Gime: Pues sí —respondió su tía— Rochi, ve por otro
plato y ponlo en la mesa, ah, y otro cubierto y otra copa.
-Lali: Pero si están los seis —replicó, contándolos por
si acaso.
-Gime: Esta noche necesitaremos siete.
-Lali: ¿Siete?
En ese momento sonó el timbre, y las cabezas de todas se
volvieron hacia la puerta.
-Gime: Abriré yo —dijo su tía con una sonrisa.
Lali tuvo un mal presentimiento mientras veía a su tía
cruzar el salón y dirigirse hacia la puerta, y cuando la abrió, se convirtió en
realidad: Peter estaba allí de pie, con un ramo de rosas rojas en la mano, una
camisa blanca y un traje de sport azul. El corazón de Lali se paró un instante,
y después empezó a latir como un loco.
-Rochi: Qué está haciendo aquí? —le siseó a Lali,
agarrándola del brazo.
-Lali: No... no lo sé.
Las tres hermanas se miraron unas a otras, y dijeron al
unísono:
—Mamá!!
-Emi: ¡Señor Lanzani! —exclamó, saliendo de la cocina en
ese momento con una fuente humeante— Llega justo a tiempo.
-Peter: Gracias por invitarme, señora Espósito.
-Emi: Por favor, no tiene por qué agradecérmelo —replicó—
Me alegra tanto que haya podido venir. Es un placer tenerlo aquí.
Peter lanzó una breve mirada a Lali, que estaba
observando a su madre con incredulidad.
-Peter: Le aseguro que el placer es todo mío.
Nicolás gritó una obscenidad en el estudio, y Emilia
movió la cabeza.
-Emi: Mi marido y el fútbol... —lo excusó con una sonrisa
de circunstancias— Tengo que arrancarlo del sillón para que venga a cenar cada
vez que televisan un partido.
Depositó la fuente sobre la mesa y miró a sus hijas con
el ceño fruncido.
-Emi: Niñas, ¿qué hacen ahí paradas como tres estatuas? Euge,
sírvele una copa a nuestro huésped. Gime querida, ¿querrás decirle a tu hermano
que la cena ya está lista?
Rochi iba a ir a la cocina, pero su madre la detuvo.
-Emi: No, no, Rocío,
vos hacele compañía al señor Lanzani. Lali y yo traeremos la comida.
-Rochi: Pero... —balbució, lanzándole una mirada nerviosa
a Lali, que movió la cabeza— Está bien.
Cuando la comida estuvo en la mesa, Emilia se apresuró a
indicarle a Peter dónde debía sentarse.
-Emi: Señor Lanzani, usted aquí, al lado de Rocío.
Peter forzó una sonrisa, diciéndose que empezaba a
entender por lo que Gastón estaba pasando, teniendo que ocultar sus sentimientos
por Rochi. En ese momento a él estaba matándolo no poder sentarse junto a Lali,
ni poder rodearle la cintura con el brazo, ni poder besarla siquiera en la
mejilla.
Además, Nicolás, que estaba sentado en la cabecera de la
mesa, tenía una expresión que no podía calificarse precisamente de cordial.
Cuando Rochi le estaba pasando la ensalada de berros, Emilia
le dijo a Gime:
-Emi: El padre del señor Lanzani va a ser nuestro próximo
senador.
-Peter: Bueno, primero tenemos que ganar las elecciones
—farfulló riéndose incómodo por los constantes halagos de Emilia.
-Nicolás: Está usted interesado en la política como su
padre? —inquirió, que llevaba un rato mirándolo tan fijamente que lo estaba
poniendo nervioso.
-Peter: Oh, no, no. Yo sólo estoy ayudándole con la
campaña.
-Emi: Díganos, señor Lanzani —intervino, obviamente
queriendo cambiar de tema— Tengo entendido que su familia es bastante numerosa.
¿Se ve usted teniendo hijos algún día?
Lali, frente a él, tosió suavemente y el señor Espósito
lanzó a su esposa una mirada furibunda.
-Peter: Estoy seguro de que los tendré —respondió—...
algún día.
-Emi: Cuando encuentre a la mujer adecuada, por supuesto
—asintió, acercándole una fuente— Más pollo?
A Lali le entró tal ataque de tos, que Euge tuvo que
darle en la espalda y servirle un vaso de agua para que no se ahogase.
-Peter: Sí, gracias —respondió él pinchando un
contramuslo y depositándolo en su plato— Está todo delicioso, pero debe haberse
pasado el día entero en la cocina.
-Emi: Oh, no es nada —contestó moviendo la mano con falsa
modestia— Rocío me ha ayudado con los preparativos. Es una cocinera excelente,
¿sabe?
-Rochi: Pero si sólo troceé el apio y las cebollas...
—replicó frunciendo el entrecejo.
-Emi: ¡Y lo hace tan bien! —exclamó su madre sin tomarla
en cuenta— Cada trozo del tamaño perfecto, y todos por igual.
Euge estaba conteniendo la risa a duras penas, y los
labios de Nicolás estaban apretados en una fina línea mientras clavaba el
cuchillo en la pechuga de polio que le había servido su esposa.
-Gime: Emilia, háblale al señor Lanzani de la partida de
bingo que ganaste anoche.
Emilia no percibió la malicia de Gime, y procedió a
explicarle a Peter la historia que todos habían oído ya media docena de veces:
-Emi: Pues resulta que a mí sólo me quedaba una casilla,
la B7, y a mi marido Nicolás igual, sólo una, la B1...
Peter estaba escuchándola muy cortésmente cuando sintió
un pie desnudo deslizarse arriba y abajo por su pantorrilla. Se quedó inmóvil,
y miró de reojo a Lali, que parecía absorta en la historia de su madre, y luego
a Euge, junto a ella, que estaba bebiendo agua.
El pie se aventuró más arriba, y Peter agarró también su
vaso de agua, dando un buen trago e intentando mantener la vista fija en Emilia.
-Emi: Y entonces cae la bola. Es azul, así que sé que es
una B, ¿y qué número cantan? ¡El 7!, B7! —continuó, llevándose la mano al
pecho.
-Nicolás: Cien dólares —farfulló, hundiendo de nuevo el
cuchillo en su trozo de pollo— Cualquiera que la oyera pensaría que le ha
tocado la lotería...
-Emi: Bueno, gané cien dólares más que tú, que no ganaste
ninguno —le espetó, señalándolo con el tenedor.
La discusión continuó sin llegar a mayores, pero Peter
aprovechó la distracción para mirar a Lali, que alzó los ojos lentamente hacia
él. Aunque fue sólo un segundo, la mirada que le lanzó fue tan ardiente como
incitante. Necesitaba llevarla a algún sitio donde estuvieran a solas, pensó
tomando un trago de su copa de vino, y pronto. Emilia estaba sirviendo el
postre cuando sonó el teléfono. Rochi se levantó de su silla como un resorte.
-Rochi: Yo contestaré.
-Nicolás: Si es uno de esos tipos que quieren venderte
algo, cuélgale —gritó mientras su hija se alejaba por el pasillo— Un hombre ya
no puede ni cenar tranquilo con su familia...
Peter contuvo el aliento cuando Lali, o al menos esperaba
que fuese Lali, le repasó de nuevo el pie por la pantorrilla. En ese momento
regresó Rochi.
-Nicolás: ¿Quién era? —inquirió su padre.
-Rochi: No sé, un tipo raro. Primero me ha preguntado por
no sé quién y luego ha colgado —contestó, volviendo a ocupar su sitio.
Momentos después, mientras Nicolás refunfuñaba acerca de
la falta de educación de la gente, secundado por su esposa, Rochi se volvió
hacia Peter, y le dijo:
-Rochi: ¿Te apetecería ir al cine después?
Olvidándose de la llamada telefónica, Emilia se volvió
hacia ellos con el rostro radiante de felicidad.
-Emi: Es una idea magnífica...
-Nicolás: Ni hablar —la cortó su marido bruscamente,
frunciendo el ceño aún más— Mi hija no le pide salir a ningún hombre.
-Rochi: No le estoy pidiendo una cita, papá —se apresuró
a replicar — Acaban de estrenar una comedia, y Euge, Lali y yo teníamos muchas
ganas de verla. Sólo he pensado que a lo mejor al señor Lanzani le apetecía
acompañarnos cuando hayamos recogido y fregado los platos.
Peter comprendió al instante que se trataba de un ardid,
y que aquella misteriosa llamada tenía algo que ver.
-Peter: Oh, por mí de acuerdo, me encantan las comedias.
-Emi: Vayan el señor Lanzani y tú, cariño —le dijo a
Rochi, levantándose de su silla— Ya me ayudan Euge y Lali con la mesa y el
fregado.
-Nicolás: Si Rocío va, Eugenia y Lali también —decretó su
padre con una mirada feroz.
-Euge: Lo siento —murmuró— pero yo no puedo. Ayudaré a
mamá con los platos, pero luego tengo que irme. Le he prometido a una amiga que
le haría de canguro esta noche.
-Nicolás: Pues entonces los acompañará Lali —dijo su
padre con firmeza— Y punto en boca.
«Gracias, señor Espósito», pensó Peter para sus adentros
reprimiendo una sonrisilla malévola. Miró a Lali, y vio que estaba pensando lo
mismo.
Cuando estuvieron fuera de la casa, Rochi se volvió hacia
Lali y Peter.
-Rochi: Supongo que ya habrán imaginado que no vamos al
cine —les dijo.
-Peter: Algo de eso me estaba figurando yo —contestó sonriendo.
Calle abajo el conductor de un coche aparcado hizo
señales con las luces de los faros. Rochi abrazó a Lali, se despidió de ella y
de Peter y corrió hacia allí.
A solas en la oscuridad tras un alto arbusto, Peter tomó
a Lali entre sus brazos y la besó. Ella puso las palmas de las manos sobre su
pecho, respondiéndole afanosamente, y cuando al fin se separaron, Peter
murmuró:
-Peter: Debo decir que ha sido una experiencia
interesante cenar con tus padres.
-Lali: Yo más bien la calificaría de espantosa —se rió
ella— No he pasado más vergüenza en mi vida.
Peter sonrió.
-Peter: Pues yo no me había sentido tan incómodo ni
siquiera ayer, cuando tu tía nos encontró en su apartamento. Sos una diablilla.
-Lali: ¿A qué te referís?
-Peter: Sabes a qué me refiero —respondió, enarcando una
ceja— refregando tu pie por mí pantorrilla… casi me da un ataque.
Lali lo miró contrariada.
-Lali: Yo no hice nada de eso.
Por un instante, Peter sintió un momento de pánico,
pensando que hubiera sido Euge, o quizá Emilia, pero al ver la expresión
traviesa en los ojos de Lali y la sonrisilla que apenas podía contener, frunció
el ceño y se echó a reír.
-Peter: Muy graciosa —dijo apretándola contra sí y
besándola en el cuello.
El dulce suspiro que escapó de los labios de Lali y el
ligero temblor de sus manos hizo que el pulso de Peter se disparara.
-Peter: Anoche te hice una pregunta —murmuró levantando
la cabeza— y no llegaste a contestarla.
Lali repasó la mano suavemente por su pecho.
-Lali: Qué pregunta fue esa
-Peter: ¿Queres venir a mi casa?
Lali lo miró a los ojos con adoración y, sonriendo,
contestó:
-Lali: Creí que nunca me lo pedirlas.
Continuará…
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Ahí está el capítulo para recompensar!
Espero que les guste!!
Besos :D
Es todo por hoy? Este estuvo genial... Toda "zarpada" lali
ResponderEliminarMe encanto!
ResponderEliminarJuum Lali salio zarpada! jajaja Lo mejor!
Espero que Rochi y Gaston ya esten bien y juntos nuevamente, no veo la hora por que enfrenten a los papas de Rochi!
Besos
@vagomi
Ya quiero otro cap!
ResponderEliminarmuyy bueno el capp<3 mas!
ResponderEliminarEMI es un caso mira k prepar todo para PETERt haciendo todo lo posible xk ROCHI este junto a èl.
ResponderEliminarNICO no puede ser mas cuida y celoso k pasara cuand ose entere lo de ROCHI Y LALI le da un infarto jajajaja.
ME ENCANTO LOS 2 CAP BUENISIMOSSSSSSSS
ESPERO MAS NOVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
Hoy le toco a croissant,k rellene con nocilla.Menuda cena,Emi,no sabe la k le espera,no pega una ,con ninguna d sus tres hijas,parece k esta en las nubes,las conoce mejor Gime.
ResponderEliminarme encanta.... espero el proximo mañana!!!
ResponderEliminarHoy me recordaste mi adolescencia,jajaja,en mi casa los domingos,era la comida la reunion familiar,pero antes ,soy la mayor y detras dos varones ,yo tenia k hacer una empanada y una ensaladilla para poder irme un rato x la mañana.Despues d comer y esto a diario,todos ,menos mi padre x su trabajo, nos ocupabamos d quitar la mesa ,barrer,fregar el suelo y fregar los platos,cada uno tenia su tarea asignada.Esa costumbre sigue,y aunque me falta la persona mas importante, MI MADRE,K Dios la tenga en su Gloria,mis hermanos son excelentes, y cuando nos juntamos,a las mujeres no nos dejan hacer nada,ellos preparan la comida,los entremeses,ponen y quitan la mesa ,sirven el cafe y el postre.Merito d mi madre k nos enseño bien desde chiquitos,y ellos x ser varones ,son unos verdaderos caballeros.Mi padre al jubilarse contribuyo a las tareas con ella,ahora tiene 78,viudo hace 6 años,y se maneja perfectamente en la casa, y con la cocina,sabe k yo estoy mal ,y se ocupa el ,para k yo este tranquila.Se nota k amo a mi familia.LA AMO.Me explaye.Gracias x hacerme recordar parte d mi adolescencia.
ResponderEliminarJaja si como le dijo lali a peter la convirtio en otrabpersona jaja :p y se lo esta agradeciendo :)
ResponderEliminarAbril
Me encanta! Emi es genial, no para hasta conseguir lo q quiere eso si se esta equivocando de hija je! Más nove!
ResponderEliminara me encantaaa! por un momento tambien pense q la del pie era gime ajajaja me imagine esa escena y regasiosa hahaahahaha
ResponderEliminargenial, me encanto como lo puso nervioso lali jaja
ResponderEliminarkiero masssss
beso
mas nove
ResponderEliminarEsta lali es mas sarpada de lo que parecia en los primeros capitulos pero me encanta y esto se pone bueno porq ahora para rochi y gaston tienen a peter para encontrarse sin problemas y de paso peter y lali tambien sin tener poblemas con sus padres.
ResponderEliminarQué sarpadita Lali eh!! No sé por qué pero pensé que había sido Gime jajaj
ResponderEliminarEmilia es la única que no se da cuenta que entre Peter y Lali hay algo. Me he reído mucho con este cap!!
Espero el siguiente cap.
Me rei mucho con Lali zarpada! jaja Me jode la insistencia de Emi normal que Gastoon estuviera tan quemado!
ResponderEliminarMas Novee!!
@sarapinyana
Emília esta intentando juntar la pareja equivocada!
ResponderEliminarMaas novelaa...maaaas
ResponderEliminarlali se deshinibio jajaja!! me encanta!! espero el proximooo! besos
ResponderEliminarfaty****
hayy!! meee encantaaaa ♥
ResponderEliminarmass noveee
Jaja... mas novela!
ResponderEliminarmas :)
ResponderEliminarme encantaron los caps
ResponderEliminarespero mas nove :D
besos
Lali espero para entregardse al hombre adecuado y lo hace sin vergüenza!me encanta ojalá sigan así!
ResponderEliminarMAS NOVEEE
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