Lali encontró a su padre en el jardín, de pie junto al
estanque, observando el agua. El aire de la mañana estaba empezando a
calentarse ahora que el sol estaba más alto en el cielo, y oculto entre las
ramas del magnolio que había junto al estanque cantaba algún pájaro.
Su padre no se volvió cuando se acercó, y Lali no estaba
segura de si no la había oído, o estaba evitándola. Se quedó allí de pie, en
silencio, a unos metros de él, observándolo y pensando de pronto cuánto hacía
que no miraba de verdad a su padre. Siempre había sido un hombre grande y
fuerte, de anchas espaldas, que de niña le había parecido que pudieran soportar
el peso del mundo.
Mirándolo en ese momento, sin embargo, se dio cuenta de
que su espalda se había encorvado ligeramente, y que su cabello empezaba a
teñirse de gris, y su corazón se hinchó de amor. No podría soportarlo si no
volviera a hablarle. Acercándose a él, estaba a punto de hablar cuando su padre
murmuró:
-Nicolás: Te acuerdas de cuando construimos este
estanque, Lali?
Su pregunta la hizo detenerse.
-Lali: Sí lo recuerdo. Yo tenía diez años —dijo al cabo
de un rato.
-Nicolás: Yo mezclé el cemento, y tus hermanas y tú
colocaron cada piedra exactamente donde están ahora.
Lali fue junto a él.
-Lali: Y luego nos llevaste a las casetas de la feria que
ponen junto al río en primavera, y ganaste una carpa para cada una en un juego
de tiro.
-Nicolás: Y vos le pusiste a la tuya Gilbert —le dijo su
padre girándose hacia ella con una sonrisa triste— aunque la llamabas Gil.
Lali se quedó mirándolo asombrada.
-Lali: ¿Cómo te acuerdas de eso? Ya hace catorce años.
-Nicolás: Eras mi niña —respondió su padre— Son mis
niñas, Euge, Rochi, y tú. ¿Cómo podría haberlo olvidado?
Los ojos de Lali se llenaron de lágrimas mientras lo
miraba, y cuando su padre le tendió los brazos abiertos, se lanzó a ellos sin
dudarlo. No recordaba cuándo había sido la última vez que se habían abrazado
así, la última vez que había querido que la abrazara.
-Nicolás: ¿Cómo pudieron hacernos esto a su madre y a mí?
Lali sintió una punzada en el corazón. Ansiaba tanto que
su padre pudiera comprenderlas, y aceptar que ya no eran unas niñas... Levantó
la cabeza y lo miró, tratando de hallar las palabras.
-Nicolás: ¿Por qué tuvieron que crecer? —murmuró en un
tono quedo, acariciándole la mejilla y sacudiendo la cabeza— No es justo.
Una lágrima rodó por la mejilla de Lali.
-Lali: Aunque hayamos crecido, no hemos dejado de
quererte, papá. Yo te quiero y te querré siempre. Te quiero muchísimo.
-Nicolás: ¿Y a él? ¿Lo amas a él? —inquirió su padre.
Lali vaciló, y después asintió lentamente con la cabeza.
-Lali: Con todo mi corazón.
Su padre suspiró.
-Nicolás: ¿Te ama él a ti?
-Lali: Sé que siente algo por mí —respondió ella— pero su
familia, nuestras vidas… son tan distintas. No sé si algún día podrá haber un
sitio para mí en su mundo, a su lado.
-Nicolás: Ah, ya veo. Eso puede ser un problema —murmuró
su padre. Tardó un buen rato en volver a hablar, como si estuviera sopesando
cuidadosamente lo que Lali le había dicho— Cuando tu madre se casó conmigo, tu
abuelo nunca volvió a dirigirle la palabra.
Confusa, Lali miró a su padre.
-Lali: Pero, yo creía que había muerto cuando mamá no era
más que una adolescente.
-Nicolás: Tu madre tenía dieciocho años, y yo diecinueve cuando
le pedí su mano a su padre —Nicolás apretó los labios en una fina línea— Un
humilde muchacho sin un centavo en el bolsillo pretendiendo casarse con su hija,
que lo tenía todo. Me consideró un arrogante por atreverme a pedir su mano.
-Lali: Bueno, la verdad es que sí sos arrogante —murmuró
con una sonrisa maliciosa.
-Nicolás: Y vos una jovencita deslenguada —contestó su
padre enarcando una ceja y frunciendo los labios. La miró a los ojos y exhaló
un suspiro— Solo quiero que mis hijas sean felices, y si este chico… Peter lo
hace. Creo que no hay nada que yo o tu madre podamos hacer.
Lali sonrió y se abalanzó sobre su padre abrazándolo.
Corrió hacia el cuartel general de Peter pero antes
decidió subir al apartamento de su tía Gime para arreglarse un poco antes de
darle la buena nueva, pero cuando lo hizo escuchó las voces que provenían de
abajo.
—Y vieron cómo es?— decía una mujer.
—Ordinaria. De ninguna manera podría compararse con Mitzi
Birmingham— decía otra.
—No sé en qué rayos estará pensando el señor Lanzani al
salir con esa niña insignificante.
—Creo que todas sabemos muy bien en lo que está pensando.
Divertirse.
—Y pensar que yo podría haber estado en el lugar de esa
mocosa, pero le dije que no.
—El señor Lanzani te pidió que salieran juntos?
—Todo el tiempo.
—Y no sos la única, él es todo un donjuán.
Lali tuvo que contenerse para no gritarles que se
callaran y que deberían meterse en sus asuntos, pero lo que habían dicho no
parecía discrepar tanto de la realidad. Peter podría tener a la mujer que
quisiera, pero es a vos a quien quiere se dijo. Aunque los hombres como Peter
debían decirle eso a muchas chicas.
Buscó entre las revistas y encontró en la que Peter y su ex-novia
salían juntos, después buscó entre su bolso y tomó su espejo. Vaya que eran
distintas. Ella jamás podría encajar en su mundo.
--
Peter llevaba varios minutos caminando arriba y abajo por
su despacho del centro de operaciones de la campaña, preguntándose por qué Lali
estaría tardando tanto. No se había oído ninguna explosión en el bloque de al
lado, y el padre de Lali tampoco había salido por la puerta de la tahona
escupiendo fuego por la boca, así que eso tenía que ser una buena señal.
Además, tampoco había pasado tanto tiempo; a lo sumo
veinte minutos. Debería darle treinta, o treinta y cinco antes de ir a
averiguar qué estaba pasando. Y, por otra parte, tampoco era como si no tuviese
nada que hacer. Tenía cinco mensajes en el contestador del móvil, uno de Vico
diciéndole que aquella periodista había estado haciendo preguntas en una de las
cafeterías de su cadena H&H. El resto eran de su secretaria, relativas a un
contenedor que la empresa papelera Maximian los acusaba de haber perdido.
Tenía que arreglar ese problema antes de ir a la tahona,
así que marcó el número de su oficina, pero comunicaba. Esperó y volvió a
marcar, pero seguía comunicando, y aún lo intentó otra vez sin éxito. Marie, su
secretaria, debía estar otra vez parloteando con alguna de sus amigas. Maldijo
entre dientes y colgó.
En ese momento oyó que llamaban a la puerta, y creyendo
que sería alguno de los voluntarios para molestarlo con alguna tontería, abrió
con muy mal genio.
-Peter: ¿Qué diablos...?
Pero no era ningún voluntario, sino Lali, que dio un
respingo al ser recibida con semejante rugido.
-Lali: Lo... lo siento. Puedo volver más tarde.
Peter la detuvo, agarrándola por el brazo, hizo que
entrara en el despacho, y cerró la puerta, atrayéndola hacia sí y besándola
como si no fuera a haber un mañana. Al principio Lali se puso tensa porque no
lo había esperado, pero enseguida se relajó, echándole los brazos al cuello y
devolviéndole el beso. Peter no habría querido soltarla, pero finalmente, no
teniendo más remedio que despegar sus labios de los de ella porque se estaba
quedando sin aire, levantó la cabeza y la miró a los ojos.
-Peter: Perdona, no sabes cuánto necesitaba hacer eso.
Los labios de Lali estaban aún sonrosados y húmedos por
el beso, tan tentadores... Inclinó la cabeza, pero Lali lo detuvo, poniéndole
las manos en los hombros.
-Lali: Peter, no... —murmuró temblorosa.
-Peter: ¿Estás bien?
-Lali: No... no lo sé.
Su voz sonaba tan distante, tan extraña... Peter la miró
preocupado. Interpretando que sus padres le habían prohibido que volviera a
verlo cuando ella se apartó de él y le dio la espalda, apretó la mandíbula, y
le dijo:
-Peter: Escucha, Lali, sé que para tus padres esto debe
ser duro, sobre todo en un solo día, pero, por amor de Dios, ya no sos una niña.
Sólo porque no quieran que nos veamos...
-Lali: No —respondió ella girándose— no tiene nada que
ver con eso.
El corazón le dio un vuelco a Peter al ver la mirada
vacía y desolada en sus ojos.
-Peter: Entonces, ¿con qué?
Lali exhaló un pesado suspiro, y se cruzó de brazos.
-Lali: Creo que vos y yo… lo nuestro no… no nos va a
llevar a ninguna parte. Es todo el asunto de tu familia, la exposición, la
prensa, es algo que yo no creo que pueda soportar.
-Peter: Escucha, Lali, sé que ahora mismo te parece
difícil que podamos encontrar una solución, pero...
-Lali: No es difícil, Peter, ¡es solo que no tiene caso!
-Peter: Maldita sea, Lali, no hables así —dijo,
poniéndose de pie y agarrándola por los hombros— Encontraremos la manera de...
-Lali: No puede ser, Peter —lo cortó ella, apartándose.
Peter quería sacudirla, discutir, gritar, incluso romper
algo, pero la mirada en sus ojos le dijo que nada le permitiría llegar hasta
ella.
De modo que no dijo nada. Simplemente se quedó allí,
viendo cómo le daba la espalda y salía del despacho, sintiendo que un puño
helado atenazaba su corazón.
Continuará...
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Perdóoooooooooooooooooooooooooooooon!!!
se cortó la luz!!! FUE HORRIBLE!!! jaja
+20 y subo el siguiente!!
vamos que ya se termina la nove!
No!!!! Tonta Lali pq cree en las boludeces q dicen las otras envidiosas!!! Más nove!
ResponderEliminarMe encanta!!!!!
ResponderEliminarmas porfa !!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarLali tendría que creer un poco mas en ella
ResponderEliminarME ENCANTO !!!!
ResponderEliminarmas
NOOOOOOOOO que le pasa a lali
ResponderEliminarlo unico que importa es el amor !!!
MAS CAP
Ya termina?Lali se acobardó por lo q decían esas envidiosas q le tienen las re ganas a Peter cuando venía de hacerle frente a su padre.Ya quiero ver q hace Pit,seguro no bajará los brazos!
ResponderEliminarQuiero mas!!
ResponderEliminarjajaj q bn vamos por mas xD
ResponderEliminarNo quiero que termine
ResponderEliminarNo me parecio k Lali fuese a ser tan cobarde.Peter esta furioso y con razon.
ResponderEliminarMás nove!!
ResponderEliminarBuenicimo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMAAAAS ;D
ResponderEliminarAhora k sabe la situacion en k sus padres se casaron ,k es la misma en la k ella se encuentra,Lali se rinde sin luchar,contra las habladurias d las envidiosas.
ResponderEliminarA su padre lo k le daba miedo es k crecieran,jajaja.X eso hay k aprovechar hasta el ultimo segundo, cuando son peques.Despues vuelan solos/as.
ResponderEliminarque cobarde Lali por escuchar una conversación donde decían que no era gran cosa para Peter se aleja... ahora a Peter le queda jugársela para demostrarle que la ama y eso es lo importante...
ResponderEliminarAAAAAAAAAAAAAAAAaaaa espero que se arreglen rapidoooo! Voy a tener que empezar a firmar mucho como antes! jeeee
ResponderEliminarMAS !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarME ENCANTA ESTA NOVE
OJALA TODO SE ARRGLE
MAS NOVE!!!!!
ResponderEliminarayyy nooo
ResponderEliminarPeter no la puede dejar ir
taradas esas chicas :P
PETER !!!!! JUGATELA LOCO !!! JAJAJAJA
ResponderEliminarquiero que se amiguen
uaaa ya el final??
genial la nove
Lali deberia mejorar su autoestima
ResponderEliminares hermosa no puede hacerle caso a una conversacion de resentidas jaja
mas nove
aaahhhh no!
ResponderEliminarVamos que solo faltan dossssss! Espero que lalita no sea tan tontaaaa de dejarse llevar por lo que dicen los demasssss! Y que peter se la juegue
ResponderEliminarEntiendo a lali! Pero aassh tambn se esta dejando llevar por lo que escucho!
ResponderEliminarmas noveee !!! :D
ResponderEliminarno no no no
ResponderEliminarlali que te pasa??
mas nove
Me alegra que el padre halla aceptado POR FIN que sus hijas ya crecieron!
ResponderEliminarMaaas noveeelaaaaaa!
ResponderEliminarOtro cap!
ResponderEliminarmas
ResponderEliminarhayy noo :(
ResponderEliminarmassss