Lunes, 10:30 A. M.
Lali suspiró aliviada cuando observó al gentío apiñado en
el vestíbulo del Barchester. Las carreteras estaban abiertas, los trenes
funcionaban y la mitad de las pistas de aterrizaje del aeropuerto estaban
despejadas y listas para usar. El alivio de los clientes era palpable mientras
esperaban impacientes el turno para pagar. Lali estaba ocupada consiguiendo
taxis y limusinas para todos los clientes.
Se había pasado la noche sin dormir en la habitación que
le había asignado el director, obsesionada por el comportamiento de Peter. Por
una parte quería pasar una última noche con él, pero tenía miedo de que pensara
que sólo quería sexo. Y la verdad era que ahora quería algo más. Tal vez él
también. Estaba ese brindis. Y la había besado cuando estaban fuera, en la
nieve. Odiaba el modo en que su mente reunía esos pequeños y delicados
detalles, intentando sumarlo todo y hacer como si hubiera algo más entre ellos.
Tal vez lo había. Pero tal vez no. ¿Qué importaba? Él le había dicho que no
quería que nada lo distrajera del juego, ¿verdad? Y hoy se iba de la ciudad.
—Hola.
El profundo timbre de la voz de Peter, siempre hacía que
se sintiera débil, y ahora no era ninguna excepción. Las Águilas habían bajado
al vestíbulo y puesto en la larga cola que serpenteaba hacia la caja. Lali no
dejaba de asombrarse de lo ruidosos que eran. Su presencia siempre parecía
dominar el lugar donde estaban sin importar dónde fuese.
-Lali: Hola Peter —contestó, dándose cuenta de que Peter
tenía cara de sueño— Pareces cansado.
-Peter: No he dormido bien esta noche.
-Lali: Yo tampoco.
Peter apartó la mirada con rapidez. No quiere oírlo,
pensó Lali.
-Lali: ¿Necesitas que llame algunos taxis o algo así?
—dijo tratando de que la voz no le temblara. Él se estaba despidiendo. Podía
sentirlo.
-Peter: No, ya está todo arreglado —se metió las manos
hasta el final de los bolsillos delanteros de los vaqueros— Uh, escucha —Sacó
una hoja de papel doblada y se lo tendió tan rápido que casi se le cayó— Éste
es mi itinerario y también he puesto el número de mi casa —dijo con rapidez—
Por si acaso te sentis sola alguna vez y queres hablar. O algo por el estilo
—añadió apartando la mirada otra vez.
-Lali: Oh —Lali se sonrojó— Está bien —Cogió el papel y
lo deslizó discretamente en el bolsillo del pecho de su americana— Gracias.
-Peter: No hay problema —giró los ojos hacia ella con
lentitud— Bueno, supongo que te veré el próximo enero.
-Lali: Aquí estaré —dijo con falsa alegría en la voz.
-Peter: Que tengas un buen año.
-Lali: Tú también —se le hizo un nudo en la garganta. Le
costaba respirar. Peter no se movió. Cuanto más tiempo estuviera él allí pareciendo
como si quisiera decirle algo pero no encontrando las palabras, más
posibilidades había de que ella soltara alguna cosa que haría aún más
embarazosa la despedida. Vete, imploró ella en silencio.
Finalmente Peter se dio media vuelta como si la hubiera
oído y se fue hacia donde estaban esperando sus compañeros, dándole la espalda
hasta el último momento, cuando Las Águilas empezaron a salir del hotel. Sólo
entonces la miró. Lali, deliberadamente, apartó la mirada. No quería que la
viera llorar.
Lunes, 1:15 P.M.
-Maxi: Este fin de semana vos te acostaste con esa
recepcionista tan sexy. Admítelo.
Una de las cosas que Peter odiaba cuando estaban en el
avión era estar atrapado al lado de Maxi, que nunca sabía cuándo callar. Pero
los dos se habían sentado en los mismos asientos —12A y 12B— en cada vuelo de
los tres últimos años. De vez en cuando, Maxi era un buen compañero de viaje.
Pero era obvio que, el que Lali lo hubiera rechazado unido a que hubiera
bailado con Peter en la boda, había herido el orgullo masculino de Maxi. No iba
a dejarlo en paz hasta que Peter admitiera algo, cualquier cosa.
-Peter: ¿Y qué si me acosté con ella? —le desafió.
Maxi frunció el ceño.
-Maxi: Pues ya me lo podrías haber dicho en vez de
dejarme hacer el burro.
-Peter: Lo haces de todos modos.
-Maxi: Sí, yo también te quiero, hermano —reclinó el
asiento— Entonces, ¿lo has hecho?
-Peter: ¿El qué he hecho? —contestó, exasperado.
-Maxi: Acostarte con ella.
-Peter: Tal vez sí, tal vez no.
-Maxi: Yo creo que sí. Al menos eso me pareció cuando
anoche bailaban juntos. Había… ¿cómo lo diría?… algo de verdadera química allí.
-Peter: Lo que tú digas.
Peter cerró los ojos, fingiendo querer dormir para que
Maxi lo dejara en paz. Entre Lali y él siempre había habido química, desde el
mismo momento en que se vieron por primera vez. Fue esa química la que los
había llevado a la cama, y fue la química lo que le había hecho hablar con el
corazón durante el discurso de la boda. Lali y él «estaban conectados». Lo que
le asombraba era que le hubiera llevado tanto tiempo comprenderlo.
Se había pasado la noche dando vueltas, preguntándose qué
diablos hacer con esa realidad. Parecía algo inútil intentar que la relación
fuera más allá, sobre todo desde que ella le había dicho con toda claridad que
no tenía ningún interés en una relación a distancia. Y ahora que no volverían a
dormir juntos, la conexión que los había unido al principio ya no existiría.
Tal vez era que sólo se imaginaba cosas y la conexión entre ellos no iba más
allá de lo sexual. Tal vez lo único que pasaba era que se sentía solo y con
claustrofobia y le estaba dando más importancia de la que de verdad tenía. Pero
entonces, ¿por qué se había sentido tan reacio a despedirse de ella y tan
desgraciado por no oír su voz en todo un año?
Al final decidió dejar la pelota en el tejado de Lali ya
que le había dado el itinerario del viaje y el número de su casa. Si ella
llamaba, puede que no se estuviera imaginando la conexión. Si no llamaba,
bueno, entonces tendría que tratar con ello.
Ahogó un bostezo y reclinó el asiento. Antes pensaba en
Lali para relajarse. Imaginaría sus hermosos ojos oscuros, o los vería a ambos
entrelazados en una maravillosa sensación de plenitud. Dejó que las imágenes
inundaran su mente. Podría ser lo único que volviera a tener de ella.
Lunes, 2:55 P.M.
-Pablo: Mariano quiere verte.
A Lali se le cayó el alma a los pies al oír las palabras
de Pablo. Había estado contando los minutos que quedaban para acabar el turno y
poder irse a casa para dormir en su propia cama. Estaba cansada de trabajar en
un horario al que no estaba acostumbrada, cansada de llevar la misma ropa,
cansada de estar encerrada en el hotel. Quería recuperar su vida.
Dejándole su puesto a Pablo, se dirigió a la oficina de
M. Estaba nerviosa. ¿Y si Mariano había averiguado de alguna manera lo de ella
con Peter, que había estado comportándose de manera poco profesional durante
tres años? El humor de Lali se ensombreció mientras se preparaba para la
posibilidad de que, después de esforzarse durante todo el fin de semana para
que los clientes del Barchester bloqueados por la nieve estuviesen lo más
cómodos posible, estuvieran a punto de despedirla.
Llamó dos veces a la puerta y entró. Mariano estaba
sentado con los pies encima del moderno escritorio y la cabeza ladeada
sujetando el teléfono entre el oído y el hombro. Le hizo gestos para que se
sentara en el sofá de cuero que había enfrente de él. Lali se sentó intentando
reprimir los funestos pensamientos que se le deslizaban por la cabeza.
-Mariano: Lali Espósito —colgó el teléfono con un suspiro
de agotamiento— ¿Cómo está?
-Lali: Cansada, señor. ¿Y usted?
-Mariano: Igual. Vaya fin de semana que hemos tenido,
¿eh?
-Lali: Sí.
A Lali el corazón se le subió a la garganta cuando vio
que Mariano quitaba los pies de encima del escritorio.
-Mariano: Estoy seguro de que se preguntará por qué le he
pedido que viniera.
-Lali: Sí, señor —Aquí viene, pensó, conteniendo el
aliento.
-Mariano: Ha hecho un trabajo ejemplar este fin de
semana, tanto como recepcionista, como entre bastidores, desde ayudar en la
cocina hasta poner esa maldita boda en marcha.
Lali se permitió volver a respirar.
-Mariano: Como muestra de mi gratitud, le doy libre toda
esta semana, con paga. Se lo merece.
Lali se quedó momentáneamente sin habla.
-Lali: Pero muchos de los empleados…
-Mariano: También tendrán la semana libre —terminó con
suavidad— No se preocupe, sé quién ha estado a la altura de las circunstancias
y quién no.
Lali se permitió relajarse.
-Lali: No sé qué decir.
-Mariano: ¿Gracias?
-Lali: Eso se sobreentiende. Gracias —se puso en pie.
-Mariano: Envíeme a Candela, ¿quiere? Ella también ha
hecho un trabajo excepcional.
-Lali: Ahora se lo digo. ¿Algo más, señor?
-Mariano: Váyase a casa y descanse, señorita Espósito. La
veré aquí el próximo lunes. Ah, y señorita Espósito…
Lali se quedó inmóvil.
-Lali: ¿Sí?
-Mariano: Gracias. Por todo lo que ha hecho.
Lali sofocó un jadeo de alivio.
-Lali: De nada.
Continuará…
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ahí les dejo el penúltimo capítulo! les dije que era cortita la nove...
creo que a toda nos gustó el discurso de Peter ayer no? ^-^
-Lilibeth: Si tenés razón!! vos dijiste que Lali y Peter eran los padrinos jaja genia!
-vale: Jajaja tal cual!!! yo también quiero uno igual! :)
-Danú: Te quierooo muchoooo amiga, sos lo más locaaaa! :P
Besos a todas y si hay + de 25 firmas se viene el final!! y después empezamos otra nove!! dale??? :O
MÁS NOVEEEEE !!
ResponderEliminarMAS LALITER!
YA ES HORA QUE PETER LA BUSQUE A LALI Y MÁS QUE SEA QUE EXPRESE SUS SENTIMIENTOS !
MASSSS
BESOS<3
oh pobre se despidieron :(!!
ResponderEliminarlali toda nerviosa y era para darle descanso ajaja!
hay no se acaba la nove .(
bueno si viene otra MEJOR SÑAKDLNASKLD!!
Mas nove GENIA :)
Penultimo???? Y no estan juntos??
ResponderEliminarmas Novee!! :)
@sarapinyana
Ayyyyy que pasara? jaj
ResponderEliminarMas noveeee
mas noveee
ResponderEliminarBuenicimo el capi !!!!!!!
ResponderEliminarnoooo pobre lali que nervios a pasado
ResponderEliminarmas noveee me muero por saber que pasara
sos una genia danii
no como q ya se termina??? pero después viene otra no??? espero el próximo!
ResponderEliminar@vale_cadenas
dale chicasss!! firmen!! que todas queremos leer el final!!! me encanta la nove te juro!!! es cortita pero intensa! jeje! un beso
ResponderEliminarfaty****
hayy dioss q lali lo llameee!!
ResponderEliminarmass noveee ♥
Que Lali lo vaya a buscar a Peter puesto que tiene todo su itinerario y se digan todo lo que sientes, que aprovechen la semana al máximo.
ResponderEliminarMAS NOVE!!!!
Una semana libre + tener el itinerario de Peter,me juego q vuela tras él,más q tonta sería si no lo hiciera!
ResponderEliminarEspero el último con algo de pena ,me gustaba mucho y la voy a extrañar!Pero seguro la proxima nos atrapará también!
que lali busque a peter y se vayan al campo
ResponderEliminarquiero leer ya el final aunque por una parte no quiero que se acabe la nove aunque seguro que despues hay otra que nos atrapa
MAS NOVEEE!!
noooo pobre lali al creer que mariano la iva a despedir...
ResponderEliminarme muero de ganas por leer el resto
que aproveche la semana y lo busque o algo
ResponderEliminarmás nove por fa
massssssssssss
ResponderEliminarnoveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarDeben estar juntos
ResponderEliminarSUBI MAS NOVEEEEE!!
ResponderEliminarhola soy nueve me llamo sara, soy italiana aprendi el espagnol por casi angels.
ResponderEliminarme soy escrita al blog por comentare tu novelas que soy ncredibile..
perdon por l'ortografia , ma no soy tan buena con l'espanol =)
ti mando un bacio
que bueno el jefe, seguro que va a buscar a Peter y Cande se va con ella!!!
ResponderEliminarquiero leer ya el final!
ResponderEliminarvenga a firmar
me encanto pero me sorprende q sea tan cortica...
ResponderEliminarseguila ya espero con muchas ansias el final
ResponderEliminarespero que la proxima nove sea tan buena como las dos anteriores.. xD y q subas capitulos muy de seguidos
ResponderEliminarbueno ahora si ya hay mas de 25 firmas xD si vez lo ansiosa q estoy por el final xD
ResponderEliminarMe encanto el capitulo!
ResponderEliminarNo es por nada pero una semana libre es suficiente coo para viajar a donde esta Peter y disfrutar la semana con él, pues solo digo, no? ;)
Esperando el finaL! No puedo creer que ya se acabo!
Aunque tambien estoy ansiosa por leer la nueva nove!
Besos
@vagomi
mas novela!!!
ResponderEliminarLali,tiene k aprovechar esa semanita.Y Cande tambien,jajaja.
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