En cuanto Lali entró en Dulce Pecado, sus sentidos se
vieron inundados de chocolate y a punto estuvo de soltar un gemido de placer.
Respiró hondo, llenando su cabeza con el delicioso aroma. Casi podía oír cómo
esos dulces entonaban: «Pruébame, pruébame».
Esa tienda era el último sitio al que una reconocida
adicta al chocolate, con un bajo presupuesto debía ir, pero después de leer el
periódico anunciando la apertura y la desconcertante promoción de San Valentín,
había sido incapaz de resistir la tentación. Podía resistir muchas cosas, pero
entre ellas no figuraba el chocolate. Ni la posibilidad de ganar una fabulosa
cena de San Valentín en el restaurante de cinco estrellas del Delaford, el
Winery. «Piensa en la enorme matrícula que tendrás que pagar y en los libros de
texto tan caros que vas a necesitar», le aconsejó una voz interior.
Como si pudiera olvidarlo. Aún le faltaba un año para
sacar el diploma en terapia ocupacional, y eso, sumado a la carga añadida de
pagar toda la renta de la casa, después de que su amiga Missy se hubiera fugado
con un chico dos días antes de que tuvieran que mudarse, hacía que el dinero
escaseara.
No obstante, no iba a dejar que nada la apartara de
lograr el diploma y luego asegurarse el trabajo con el que había soñado, en el
que podría ayudar a personas que se enfrentaban a desafíos de ayudarse a sí mismas.
Como su abuelo, cuyo ataque al corazón diez años atrás la había encauzado en el
curso que había elegido para sí misma. Y cuya recuperación continuaba
inspirándola hasta el presente.
Una de las cosas que había sufrido un recorte drástico
había sido permitirse chocolates de gourmet. La decisión había sido buena para
su cuenta corriente, pero trágica para sus papilas gustativas. Pero después de
dos meses de negárselos, de sobrevivir con chocolates de supermercado, se
merecía un pequeño capricho. Clavó la vista en la exposición de trufas
importadas y sintió que la boca se le hacía agua. Algo procedente de Bélgica
sería tan fabuloso…
Juntó las manos, cerró los ojos y disfrutó otra vez de
ese maravilloso aroma, vagamente consciente de que la puerta se abría y cerraba
a su espalda, y luego de unos pasos que se acercaban.
—Vaya, sí que huele bien aquí.
Abrió los ojos, ya que al instante reconoció la voz
profunda y ronca procedente a su espalda y giró en redondo. A menos de un brazo
de distancia se hallaba Peter Lanzani, su atractivo vecino. Se le veía
maravilloso con una camisa azul de franela, que resaltaba de manera peculiar
los ojos almendrados enmarcados en las gafas de montura negra que solía llevar,
sumado a esos vaqueros que hacían cosas aún más espectaculares con todo lo
demás. El mismo vecino al que nada más ver, la primera vez, le había alterado
el pulso y que siempre la dejaba muda. Y que de no ser por los agujeros que le
hacían en el patio M.C. y G., ni siquiera sabría que existía. Además, eso poco
importaba, ya que tenía novia. Habían estado compartiendo un beso en el porche
el día que ella había llegado a la casa nueva. Sin mencionar que iba a
marcharse de la ciudad.
El corazón le dio un vuelco al darse cuenta de que la
miraba con cierta admiración y mucho interés. Parpadeó y se dijo que sin duda
la luz del sol le había nublado la vista. Volvió a parpadear y la invadió una
ridícula decepción. No cabía duda de que había sido el sol, porque no tenía una
mirada de admiración, sino de confusión. Como si no la hubiera visto nunca. Su
expresión aturdida la instó a decir:
-Lali: Hola, Peter. Soy, mmm, yo, Lali —se maldijo por no
saber cómo hablar con él.
Él pareció salir del estado de estupor en el que hubiera
podido caer, probablemente por una sobrecarga sensorial de chocolate, y
asintió.
-Peter: Lo sé. Hola, Lali.
El modo en que pronunció su nombre, con esa voz ronca, le
subió la temperatura unos pocos grados. El gesto de asentimiento había hecho
que las gafas descendieran y que con gesto dominado él volviera a subírselas,
haciendo que Lali apretara los labios para suprimir el suspiro femenino que
quiso escapar de sus labios. No había ninguna explicación lógica para que le
excitaran esas gafas, pero por alguna razón desconcertante, las encontraba
increíblemente sexys. Una mirada a Peter y sólo era capaz de pensar en darle un
beso que le nublaría para siempre los cristales de las gafas.
Se dijo que lo mejor que podía hacer era enterarse del
certamen de Dulce Pecado en vez de mirar fijamente a Peter. Por desgracia, era
más fácil decirlo que hacerlo. Y también él podría dejar de mirarla de esa
forma tan intensa y entablar una conversación social.
Él carraspeó.
-Peter: ¿Cómo… están M.C. y G.?
-Lali: ¿Te refieres a mis perros? —contuvo otro gemido y
apenas logró evitar darse en la frente con la palma de la mano. «¡Qué respuesta
brillante!». Aunque la culpa era de Peter por hacerle esas preguntas tan
complicadas después de aturdirla con su inesperada presencia.
Él sonrió.
-Peter: Bueno, ¿qué te parece si empezamos por ellos y
luego pasamos a todos los otros M.C. y G. que conocemos?
Ese esbozo de sonrisa atrajo su mirada a la boca de él.
Una boca increíblemente tentadora y hermosa. Los labios bien formados de algún
modo lograban parecer suaves y firmes al mismo tiempo. Como algo creado tanto
por los ángeles como por el diablo con el fin de comprobar si era posible
alcanzar un ideal celestial y perverso… con un éxito espectacular. Como el
chocolate, esa boca parecía llamarla con la misma letanía seductora: «Pruébame,
pruébame».
Lo miró a los ojos y se humedeció los labios en un
esfuerzo por hacerlos funcionar, ya que parecían haber olvidado cómo formar
palabras.
-Lali: Los cachorros… están, eh, bien. Estupendos. A buen
resguardo dentro de mi casa.
Él se secó la frente con gesto exagerado.
-Peter: Vaya. Mi patio te lo va a agradecer.
Entonces esbozó una sonrisa ladeada que a pesar de no ser
simétrica, resultó absolutamente… perfecta. Una sonrisa que le formó unos
hoyuelos en las mejillas que tanto sus dedos como sus labios anhelaron
explorar.
Todo lo femenino que tenía en ella se puso firme.
-Peter: ¿Qué te trae a Dulce Pecado? —preguntó él.
Ella se acercó un poco más para susurrarle con tono de
conspiración:
-Lali: Me temo que tengo debilidad por el chocolate —se
echó para atrás y le costó no hacer un comentario admirativo sobre lo bien que
olía. Limpio. Fresco. Masculino. Delicioso.
-Peter: Una debilidad por el chocolate, ¿eh? ¿No la
tenemos todos?
Ella rió.
-Lali: ¿Tú también?
-Peter: Me temo que sí —en su mirada ardió algo
hambriento— Entre otras cosas.
De no considerarlo imposible, diría que su vecino sexy,
cuya sonrisa casi le detenía el corazón, estaba coqueteando con ella. Al
instante descartó ese pensamiento. Lo último que necesitaba eran unas fantasías
inducidas por Peter desbocadas por su mente.
Se encontró con su mirada y apretó los labios para no
soltar algo que la hiciera morir de vergüenza. El silencio creció entre ellos
durante unos largos segundos, mientras Lali maldecía el efecto que ese hombre
surtía sobre ella. Nadie la había dejado jamás en ese estado de impotencia
verbal. Cuando una suave voz femenina dijo a su espalda «buenos días», agradecida
apartó la vista de Peter y giró, sintiendo que acababan de salvarla de morir
ahogada.
—Bienvenidos a Dulce Pecado —saludó la mujer, mientras su
cálida mirada marrón los evaluaba con curiosidad— Me llamo Ellie Fairbanks,
propietaria del local, y me encanta que hayan venido para la inauguración.
¿Puedo ayudarlos?
Lali le sonrió.
-Lali: Quiero dos de todo —dijo
La risa melódica de Ellie se combinó con el sonido grave
de la de Peter.
-Ellie: ¿Buscan algo para San Valentín? —preguntó, después
de las breves presentaciones— ¿Algo especial para alguien especial? —de nuevo
la miró a ella y luego a Peter— ¿Quizá algo especial para su pareja?
El rubor invadió las mejillas el Lali.
-Lali: No es mi pareja —se apresuró a explicar antes de
que Peter pudiera hacerlo, tratando de salvar lo que quedaba de su orgullo—
Sólo somos vecinos.
-Peter: Exacto —se situó junto a ella y se subió las
gafas con el dedo índice— Lali y yo sólo somos vecinos.
-Lali: Y ni siquiera durante mucho tiempo, porque la casa
de Peter está en venta y se muda en un par de semanas —farfulló. Con un
esfuerzo logró apretar los labios para contener ese flujo de palabras que
amenazaba con adquirir vida propia.
-Ellie: Bueno, me alegro de que decidiera visitar Dulce
Pecado antes de marcharse, Peter —sonrió— Si le gustan nuestros chocolates, y
estoy segura de que así será, podemos enviarle sus favoritos a su nueva casa.
-Peter: Suena estupendo —confirmó él— Y el servicio de
envío es justo lo que necesito hoy, ya que busco un regalo de cumpleaños para
mi madre. Algo fuera de lo corriente.
-Ellie: Desde luego, ha venido al lugar adecuado. Estoy
segura de que podremos encontrar algo de su agrado.
-Lali: Peter probablemente necesite algo para su novia,
también —dijo, las palabras escapando de su boca antes de poder sellar sus
rebeldes labios. Ni siquiera se molestó en rezar para que la tierra se abriera
y la tragara.
-Peter: No tengo novia.
Las palabras pronunciadas con suavidad hicieron que lo
mirara.
—¿No? —Ellie y ella preguntaron al unísono.
La primera sonó sorprendida y curiosa. Lali sólo sorprendida.
Él movió la cabeza.
-Peter: No.
-Lali: Pero la tenías —indicó
-Peter: Sí.
-Lali: Así que rompieron.
-Peter: Sí.
La recorrió una descarga de calor, junto con la extraña
sensación de que sentía como si sus hormonas aplaudieran. Pero daba la
impresión de que sonsacarle información sería como tratar de pasar una
salchicha por una aguja. Santo cielo, ¿es que no sabía que las mujeres
necesitaban detalles?
-Ellie: ¿Y qué me dice de usted, Lali? —la voz de Ellie
la sacó de su ensimismamiento— ¿Tiene usted novio?
Lali miró a la propietaria de la tienda, pero fue muy
consciente de la intensidad de la mirada de Peter mientras titubeaba. Seis
meses atrás habría podido contestar que sí. Pero entonces Paul le había dado un
ultimátum, y ella había elegido la opción «o hemos terminado». Jamás lamentó
esa decisión, pero no podía negar que echaba de menos tener a un hombre en su
vida con quien compartir cosas. Como las películas. Y las comidas. La
conversación. Las risas. El sexo. Movió la cabeza.
-Lali: No. No hay ningún novio.
La sonrisa radiante de Ellie la abarcó tanto a ella como
a Peter.
-Ellie: Bueno, como los dos están libres, entran en
nuestro premio especial de San Valentín de una cena con la primera compra
—después de explicarles las reglas, añadió— ¿Quién sabe? Quizá encuentren a la
pareja perfecta y ganen.
-Lali: Eso me gustaría —convino. Desde luego, una cita
estaría bien después de la prolongada sequía de los últimos meses.
-Ellie: ¿Por qué no echa un vistazo, Lali —sugirió— mientras
yo le muestro a Peter algunas cosas para su madre?
-Lali: De acuerdo.
-Ellie: Grite si encuentra algo que le guste —le dijo
guiñándole el ojo mientras conducía a Peter al mostrador.
-Lali: Lo haré —de hecho, tuvo ganas de gritar ante la
magnífica visión del trasero de Peter ceñido por los vaqueros.
Continuará…
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Amo esa foto!!! :D
fresy07 Gioia te dieron ganas de comer chocolate!! jaja a mí también!! :) me parece que este finde comemos mucho chocolate jeje ;) Vivu tenés mucha razón jaja!! :) Mary ☮ Que bueno que te guste la nove, y sí mañana maratón! Jeissy ☮ Chocolates + Peter= felicidad jaja me encantó GENIA! :D ca_amorlaliter "no prsisamente comiendolo" Dul me mataste de risa!! jaja Gaby el titulo y la autora de la nove lo diré al final de la nove! ^-^ y 100% argentina (como dice vagomi) CHARI jeje lo que pasa es que me desespero mal! quiero que la lean ya de una y no quiero que las noves duren mucho! :) que bueno que tengas una arsenal completo de caramelos asi que si lees la nove y queres un chocolatin no te quedas con las ganas! jeje
Bueno me voy aún me queda mucha tarea!
matemáticas QUE HORROR!!! :(
ME ENCANTO EL CAPITULO JAJAJAJ VAMOS NO SABIA QUE LALI ERA TAN MMMM CALIENTE JAJAJAJ VA HASTA YO SI VEO A PETER EN UNA TIENDA DE CHOCOLATE CREO QUE SERIA MAS FANTACIOSA JAJAJAJ Y SI ME ENTERO QUE NO TIENE NOVIA SACO A LA DUEÑA LO ENCIERRO Y HABER QUE HACEMOS CON TANTO CHOCOLATE JAJAJA
ResponderEliminarMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS NOVELA ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Me encanto la nove!
ResponderEliminarEspero mas!!!
Juumm yo insisto en que el chocolate es el mejor afrodisiaco, por ello van a terminar mas que juntos! Jajaja
Besos
@vagomi
ajajajjajajajaja y si ese trasero de manzanita q tiene es perfecto :)
ResponderEliminarame el capitulooooooooooooooooo
ResponderEliminar2 obsesivos por los chocolates
me gustaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
beso
me encanto los cap de la nueva novela se ve interesante como todas las que tu haces
ResponderEliminarme encantaa! sube mass
ResponderEliminarbesos =)
martaa
otra vez las ganas de comer chocolate!!!
ResponderEliminardentro de un rato voy a comprar un `poco
dijiste que no es muy larga la nove, no?
ResponderEliminarLali debe estar en algo muy cercano al paraiso
ResponderEliminarentre el chocolate y Peter, yo alli seria feliz
ResponderEliminaryo creo que Peter no va a llegar a mudarse, tengo esa ligera impresion
ResponderEliminarme encanta la nove, mas por fa
ResponderEliminarpero porque hablar justo de chocolate, yo quiero!!!
jajajaja lali me mata con esos pensamientos jajajajaj mas nove!
ResponderEliminarvos me queres hacer engordar ? jajaja
ResponderEliminarmas noveeeeeee
besos
@porLali_ITALIA
Lali aturdida con la presencia d Peter,jajaja,no le salen las palabras.
ResponderEliminarMe da a mi k la dueña d la chocolateria, intuitiva ,ya ha visto algo entre ellos,k ni ellos mismos se imaginan,bueno Lali si,desde k lo conocio,y ahora k sabe k no tiene novia ,es el momento d atacar a ese bombon,y k se le derrita en las manos,para chuparse los dedos.
ResponderEliminarLas 15:46 ,yo sin comer y leyendo,parece k estoy con ellos en la chocolateria,creo k hoy empiezo la comida con el postre,jajaja,y ya mismo.
ResponderEliminarSi ,tengo un buen arsenal,me dejo los pelos,como Lali,para comprar d todo,desde peque ,me gustan las chuches y los chocolates,y aun a mi edad ahora siempre me compro las k me gustan a mi ,(k son todas,a excepcion d las acidas),el chocolate d menta es uno d mis favoritos.Suerte k tengo una dentadura sana,jajaja.Mi hijo mayor en navidad se puso loco ,en la mesita pequeña,no cabia nada estaba llena d bandejas con toda clase d bombones y chuches,d todo para elegir y no quedarte con las ganas.
ResponderEliminarOtra confesion,(x Dios,lo k hace decir el solo pensamiento d chocolate)en cuestion d pasteles,solo me lleva uno d cabeza,y en estas navidades pasadas, le pedi a mi marido uno, k x supuesto fue d los gigantes,nadie podia terminar su porcion,jajaja,nadie menos yo ,claro.Ccntrolen sus risitas,aunque ni yo misma puedo,mis amistades y hermanos siempre me cargan con eso ,pero yo siempre lo pido ,me da igual lo k piensen,y es.......UN CUERNO D MERENGUE,Dios creo k esta tarde, tendre k salir a comprar uno.Se me hace la boca agua.
ResponderEliminarK manera d entablar la converscion,si d momento no tienen nada mas en comun ,k esos cachorritos hermosos.Lali la dueña y para el su calvario,pero parece k nunca perdio la paciencia,x lo k hacian los cachorros en su jardin.
ResponderEliminarMe parece muy romantico enamorarse en una tienda de chocolate!!! Seria perfecto! Y si... por culpa de tu nove tuve que comer mucho chocolate! XD Tambien le pedì a mi mamà que hisiera un pastel de chocolate! Delicioso!!!!!!
ResponderEliminarEsta nove me encanta yvmas porq soy adicta al chocolate como lali, creo que esa mudansa de peter se va aretrasar sino es que no se muda. Chiki_87
ResponderEliminarYA TE ECHABA DE MENOS!!
ResponderEliminarOK.. NADA MAS LEER Y HABLAR DE CHOCOLATE LA BOCA SE ME HIZO AGUA! TENGO QUE ASUMIR ALGO ANTES DE LEER TU NOVE... TENGO QUE ESTAR CON EL ESTOMAGO LLENO, PORQUE SINO CUANDO LA TERMINES SERE UNA BOLITA ANDANTE! JAJAJAJAJ!
Y COMO ESTOY EN MITAD DE LA TARDE, LEI LOS CAPITULOS Y TENGO CHOCOLATE EN LA NEVERA, ME VOY A DEJAR LLEVAR POR ESE INCRIBLE PLACER!! JAJA!!
ESPERO EL PROXIMOO!! BESITOOSS
FATY****
Mas nove!
ResponderEliminarlali es una chocolatra!
Y quien no gritaria por ese trasero...me encanta la nove
ResponderEliminarSi voy an lugar asi termino pobre y enferma =S jajaja
ResponderEliminarquiero mas nove! mañana me voy pero la sigo leyendo cuando vuelva de viaje!
Me encantó el cap!!
ResponderEliminarParece que la dueña de la tienda va a actuar de cupido (L) Y bueno el trasero de Peter...quién no se quedaría colgada mirandolo(? Jaja
@jeissymori
aaa buenisimooo el Capitulo, Lali y Peter son mas Liindos enamorados :) me encantaaaaaa lalu enamorada *__*
ResponderEliminarjaja me mori cuanod la vendedora se sorprendio cuando peter dijo q no tenia novia jkajaja
ResponderEliminarme encanta la lali babosa se parece a mi jajaja
mas novee