Lali se quedó inmóvil, el asombro personificado. Lo miró
fijamente durante un minuto entero, en el silencio más absoluto que él hubiese
oído jamás. Con cada segundo que pasaba, el corazón de Peter latía más despacio
y más fuerte, hasta que sintió que tenía el pecho a punto de estallar.
Finalmente, Lali carraspeó y habló.
Esta vez fue Peter quien se quedó estupefacto. No sabía
muy bien qué reacción esperaba, pero no se le había ocurrido que ella pudiese
tomárselo a broma.
-Peter: Te aseguro que hablo muy en serio —dijo con
sequedad— Cuando seas mi esposa, nadie se atreverá a decir una sola palabra
contra ti. Cualquier desliz que hayamos cometido antes de los esponsales se nos
perdonará, considerando que íbamos a casarnos en el futuro inmediato.
Ella entrelazó las manos y comenzó a retorcerse los
dedos.
-Lali: Peter, agradezco mucho tu noble gesto, pero no
creo que estas medidas tan drásticas sean necesarias.
-Peter: Estas medidas son absolutamente necesarias.
Aunque tú decidieras cargar con una reputación dañada, el escándalo alcanzaría
a lady Penbroke. No querrás verla relegada al ostracismo social, ¿verdad?
-Lali: ¡Por supuesto que no! Tía Julia ha sido de lo más
amable conmigo.
-Peter: ¿Y quieres corresponder a su amabilidad poniendo
en peligro su posición en la alta sociedad?
Ella abrió mucho los ojos, angustiada.
-Lali: ¡No! Pero...
-Peter: Entonces el matrimonio es la única manera de
protegerte y protegerla a ella —aseveró, asombrado (y, maldita sea, irritado)
ante la evidente renuencia de Lali a convertirse en su esposa.
Sus ojos marrones con reflejos dorados destilaban tanta
preocupación que él se preguntó si le había propuesto matrimonio o cubrirla de
brea y plumas. Pese a la irritación que se había adueñado de él, sintió unas
leves e inesperadas ganas de reírse. No de ella, sino de él mismo y su propio
engreimiento. Nunca se había imaginado que algún día tendría que convencer a
una mujer para que se casara con él.
Con sólo mirarla a la cara, supo que eso era justo lo que
tendría que hacer.
-Peter: Infiero de tu expresión, que no puedo calificar
sino de atribulada —le dijo en un tono ligeramente burlón— que no has tenido en
cuenta los beneficios que podría conllevar el casarte conmigo.
Su orgullo se llevó otro golpe al ver la expresión confundida
que asomaba al rostro de Lali.
-Lali: ¿Ventajas?
-Peter: Sí, es una palabra que usamos en Inglaterra para
referirnos a «cosas buenas». Por ejemplo, serías una duquesa.
Ella palideció por completo.
-Lali: ¡No quiero ser una duquesa!
Hasta ese momento, Peter habría apostado la vida a que
nunca oiría semejantes palabras de boca de una mujer. Antes de que pudiese
discurrir una respuesta, ella echó a andar de un lado a otro de la estancia.
-Lali: ¿No ves que soy un fracaso social y sería una
duquesa pésima? —dijo ella— La gente se reiría a mis espaldas. Soy torpe. No sé
nada sobre la moda. Soy un desastre como bailarina. Y, por si no lo habías
notado, mi estatura es…
-Peter: Nadie se reirá de la duquesa de Bradford —«No si
quieren conservar todos sus dientes», pensó— En cuanto a lo demás, no te
costará aprender lo que haga falta sobre moda y baile. Tu tía, mi madre y
Eugenia te enseñarán todo lo que quieras y más.
Ella se detuvo de golpe y se encaró con él, esbozando una
sonrisa.
-Lali: Veo que se te da bien lo de solucionar problemas.
¿Qué solución propones para la cuestión de mi estatura?
Él se acarició la barbilla, fingiendo meditar sobre el
asunto.
-Peter: A mí personalmente me gusta la altura que tienes.
Los ojos de Lali se llenaron de ternura.
-Lali: Oh, Peter, es maravilloso que estés dispuesto a
sacrificarte de este modo, pero no puedo permitirlo. Lo último que quisiera es
causar bochorno o vergüenza a tu familia.
Peter apenas pudo contener el impulso de sacudir la
cabeza con estupor. Ella no estaba pensando en sí misma... sino en él. Y qué
ironía que los rasgos que ella consideraba sus defectos —su torpeza, su escasa
habilidad para bailar, su desconocimiento de la moda y su estatura— formasen
parte de lo que la hacía tan refrescante, tan especial, tan fascinante. El mero
hecho de que fuera capaz de rechazar una oferta de matrimonio por parte del
hombre conocido como «el soltero más codiciado de Inglaterra» lo dejaba
atónito.
Y lo reafirmaba en su deseo de salirse con la suya.
En cuanto a deslucir el nombre de los Bradford, nada de
lo que ella pudiera hacer sería peor que los secretos que él conocía...
secretos que podían acarrear la perdición de toda su familia.
-Peter: No quieres avergonzarme, y, sin embargo, si te
niegas a aceptar mi propuesta, eso es justo lo que harás —dijo él— Todos
pensarán que soy un libertino despreciable que mancilló tu honra y que luego se
negó a proponerte matrimonio— Apartando a un lado su sentimiento de culpa por
manipular el corazón sensible de Lali, añadió— Yo sería expulsado sumariamente
de la sociedad, y sin duda me vería obligado a exiliarme al continente como
Brummell.
-Lali: Oh, Peter, yo...
Él le tapó los labios con un dedo.
-Peter: Cásate conmigo, Lali.
Para su sorpresa, se dio cuenta de que estaba conteniendo
la respiración, aguardando su respuesta con ansia.
Lali contempló su rostro increíblemente apuesto y serio,
y se derritió por dentro. Su propuesta de matrimonio resonaba una y otra vez en
su mente. «Cásate conmigo. Cásate conmigo. Cásate conmigo.» Dios santo, ¿cómo
podía rechazarlo? ¿Cómo podía cualquier mujer rechazar a ese hombre? Incluso si
no tuviese en cuenta el perjuicio social que podía causarles a él y a tía Julia,
no podía negar lo que sentía por Peter. Muy a su pesar, lo amaba. Deseaba
ayudarlo. Protegerlo. ¿Y si otros peligros pendían sobre él? Aunque él no fuera
consciente de ello, la necesitaba.
Pero no la amaba. No debía engañarse. Simplemente estaba
proponiéndole matrimonio para salvar la reputación de ella y proteger su propio
honor.
La tristeza la invadió, pero al mismo tiempo una vocecita
en su interior le infundió esperanzas. «Tal vez no me quiera todavía, pero si
descubro alguna prueba de que Pablo sigue vivo, o si averiguo algo sobre el
francés... Si logro traerle algo de paz a Diego, quizás entonces llegue a
quererme. Tanto como le quiero yo a él.»
¿Era eso posible? ¿Existía alguna posibilidad de que él
se enamorase de ella? Era evidente que Peter podía elegir a cualquiera de las
mujeres hermosas y refinadas que se movían en su mundo de la alta sociedad.
Ella era dolorosamente consciente de que no les llegaba a la suela del zapato
en nada. Pero al proponerle matrimonio, él se mostraba claramente dispuesto a
hacer un enorme sacrificio por ella. La enormidad de dicho sacrificio la dejaba
sin aliento. Dios, él estaba dispuesto a pasar el resto de su vida con ella.
Dudaba mucho de que le hubiese hecho esta oferta a la ligera, de modo que
obviamente ella le importaba, aunque fuera sólo un poco. ¿O no?
No era una situación ideal, pero era un punto de partida.
Sería una tonta si rechazara la propuesta del hombre que amaba, y lo que le
faltaba a ella era refinamiento, no inteligencia. Sólo había una respuesta
posible. Sin embargo, antes de que ella pudiera abrir la boca, él habló, en un
tono inconfundiblemente seco.
-Peter: Debo decirte que tu prolongado silencio resulta
un tanto... descorazonador. He esperado veintiocho años para pedir la mano de
una mujer, Lali. ¿Vas a negármela ahora?
Dios santo, parecía realmente... preocupado. Una sonrisa
se dibujó en los labios de Lali. Intentó reprimirla, pero no lo logró del todo.
-Lali: Bueno, siempre he soñado con hacerle un desaire a
un pretendiente apasionado.
Peter vio asomar sus hoyuelos, oyó su tono travieso y
obligó a sus músculos tensos a relajarse. Se acercó a ella, hasta que sólo los
separaron unos centímetros. Le recorrió los brazos con las manos hasta
entrelazar los dedos con los de ella, luego le rozó la mejilla con los labios.
-Peter: Ya veo. ¿Y qué ocurriría si me volviese
apasionado?
Aspiró la suave fragancia de lilas, y le apretó
delicadamente el lóbulo de la oreja entre los dientes.
-Lali: ¡Oh! —El jadeo de placer lo llenó de satisfacción
masculina— Bueno, pues en ese caso, yo...
La voz se le apagó mientras él bajaba la boca por su
esbelto cuello, besándola. Ella echó la cabeza hacia atrás para facilitarle la
tarea, y él le tocó con la punta de la lengua la base del cuello, donde le
latía el pulso aceleradamente. Su piel era suave como la seda y sabía a flores
y a luz del sol. Como ninguna otra mujer. Peter alzó la cabeza y estudió su
rostro hermoso y arrebolado. Ella tenía los ojos cerrados, los labios húmedos y
entreabiertos, y respiraba entrecortadamente.
-Peter: En ese caso, ¿tú...? —la animó a proseguir.
Ella abrió despacio los párpados y lo miró directamente a
los ojos. La calidez y la ternura que irradiaban sus profundos y expresivos
ojos lo sobrecogió. Rebuscó entre sus recuerdos y se dio cuenta de que nadie lo
había mirado de ese modo. Su cuerpo se encendió, lleno de vitalidad.
Ella esbozó una sonrisa trémula.
-Lali: Cedería y me casaría contigo.
Lo invadió una sensación que sólo podría calificarse de
alivio.
-Peter: ¿Eso es un sí?
-Lali: Sí.
Gracias a Dios. Este pensamiento lo golpeó con la fuerza
de un puñetazo. Se negó a analizarlo y estrechó a Lali entre sus brazos. Bajó
la boca hasta fundirla con la de ella en un beso abrasador que los dejó a ambos
sin aliento. Sus labios la acariciaban con ansia, mientras su lengua se
deslizaba en el cálido interior de su boca. Con un suave gemido, ella se apretó
contra él y le devolvió el beso con un fervor que estuvo a punto de hacerle
perder por completo el control sobre sí mismo. «Dios, no puedo esperar a que
esta mujer sea mía», pensó.
Susurró el nombre de Lali al tiempo que le pasaba los
dedos por el sedoso pelo y devoraba su boca, sumergiendo la lengua, saboreando
su dulce calor, hasta que lo embargó un dolor enloquecedor. Maldita sea, la
deseaba. Ahora. Quería tenerla debajo, encima, envuelta en torno a sí...
—¿Los interrumpo? —preguntó una voz alegre desde la
puerta.
Peter se quedó inmóvil y reprimió una palabrota que le
brotaba de lo más hondo. Maldición, Agustín llevaba dos meses fuera. ¿Qué le
hubiera costado a su hermano pequeño permanecer fuera dos minutos más? Peter
levantó la cabeza y contempló el rostro de Lali, colorado como un tomate. Miró
sus labios, hinchados de tanto besarlos. Agustín pagaría muy cara esa
interrupción. Muy cara.
Lali intentó liberarse de su abrazo, pero él la apretó
con más fuerza.
-Peter: No pasa nada —le susurró— sólo es mi hermano
—Rodeándole el talle firmemente con un brazo, se volvió y le echó a Agustín una
mirada asesina— Veo que mientras estabas vagabundeando por el continente olvidaste
lo que significa una puerta cerrada.
-Agus: En absoluto —replicó, posando la vista en Lali con
ávida curiosidad— De hecho, he llamado varias veces. Al parecer estabas
demasiado, eh..., ocupado para oírme. Me disponía a regresar al salón cuando he
oído claramente un quejido que venía del interior del estudio. Como es natural,
he temido por tu seguridad, de modo que he entrado —Le dirigió una sonrisa
traviesa— Ahora veo que no había motivo para alarmarse —Carraspeó— Bueno, ¿no
vas a presentarme a esta preciosa joven?
Peter habría preferido meterlo de cabeza en un enjambre
de abejas, pero dejó que prevaleciera la cordura.
-Peter: Lali, te presento a mi hermano Agustín, un joven
que no se caracteriza por su tacto o don de la oportunidad.
Agustín, ésta es la señorita Lali Espósito... mi
prometida.
-Agus: Encantado de conocerla... —se interrumpió súbitamente
y arqueó las cejas— ¿Has dicho «prometida»? ¿Te refieres a que es tu novia? ¿A
que van a casarse?
La rabia contenida de Peter se templó considerablemente
al ver la cómica expresión de estupor de Agustín.
-Peter: Tu dominio del idioma y tu capacidad de deducción
siempre han sido motivo de orgullo para toda la familia, Agustín.
Sin una palabra, Agustín cruzó la alfombra e hincó una
rodilla ante Lali.
-Agus: Mi querida dama —dijo, poniéndose ambas manos
sobre el corazón— Es un honor para mí conocerla. Siempre contará con mi eterna
gratitud por retirar a mi hermano de la lista de solteros. Ahora quizás otro
pobre tipo desgraciado, es decir, yo, tenga alguna oportunidad de captar la
atención de una mujer hermosa. No habrá otra como usted en su familia, ¿verdad?
¿Una hermana? ¿Una tía, una prima, una abuelita?
Con las mejillas encendidas, Lali bajó la vista hacia el
joven arrodillado ante ella. A pesar del bochorno que estaba pasando, Lali no
pudo evitar devolverle la sonrisa.
-Lali: Es un placer conocerle, lord Agustín —dijo ella
con una torpe reverencia que le costó más trabajo que de costumbre porque Peter
no despegaba el brazo de su cintura.
Agustín se puso de pie e hizo una inclinación.
-Agus: Llámame Agus. Y el placer es mío —Se volvió hacia
Peter, tendiéndole la mano— Enhorabuena, hermano. Te deseo toda la felicidad
del mundo.
Peter aflojó ligeramente la presión de su brazo sobre el
talle de Lali y estrechó la mano de Agustín.
-Peter: Gracias, Agus. Ya que llegas de un modo tan
inesperado, quiero aprovechar la oportunidad para pedirte que seas mi padrino
de boda.
-Agus: Acepto encantado —le dirigió a ella una sonrisa y
un guiño— Peter sabe lo que hace, ahora tendrá un buen padrino. ¿Has dicho algo
sobre que tenías una hermana?
-Lali: Me temo que no —respondió ella, divertida.
-Agus: Vaya suerte la mía —Sacudiendo la cabeza con aire
apesadumbrado, atravesó la habitación y se sirvió una copa de brandy— ¿Cuándo
es la boda?
Lali estaba a punto de contestar que no lo sabía cuando
Peter declaró:
-Peter: Pasado mañana.
Se quedó boquiabierta y se obligó a recuperar la
compostura.
-Lali: ¿Pasado mañana?
Agustín le dirigió a Peter una mirada maliciosa.
-Agus: Tu prometida parece un poquito, ejem, sorprendida
por la noticia. No sé mucho de estas cosas, pero creo que la costumbre dicta
que la novia sepa cuándo se celebrará el desposorio.
-Peter: Me disponía a hablar del asunto con ella cuando
has irrumpido en el estudio.
Un brillo malicioso asomó a los ojos de Agustín.
-Agus: ¿Ah sí? ¿Era eso lo que te disponías a hacer? Más
bien parecía...
-Peter: Agustín. —El tono en que pronunció esta única
palabra era inconfundiblemente gélido.
Agustín depositó la copa en el escritorio y alzó las
manos.
-Agus: No se hable más. Aunque sé que te mueres de ganas
de que me quede y les cuente anécdotas de mi viaje por el extranjero, debo
marcharme. Apenas he hablado con nuestra madre desde que llegué hace una hora,
y he prometido reunirme con ella en el salón antes de la cena.
-Peter: No he anunciado todavía la boda.
-Agus: Mis labios están sellados —Cruzó la habitación,
tomó la mano de Lali y le plantó un beso en los dedos. Una imagen acudió a la
mente de ella y, por un instante, fue como si vislumbrara su alma— Estoy
deseando verte a la hora de la cena —dijo él, con una mirada llena de afecto.
-Lali: Gracias.
Agustín se dirigió a la puerta con un andar elegante y
pausado que contrastaba mucho con las zancadas decididas características de
Peter. Antes de cerrar la puerta tras de sí, le dedicó a Lali un guiño que la
ruborizó.
Aguardó a que Peter hablara, pero él se había quedado
mirando la puerta cerrada como si quisiera prenderle fuego.
-Lali: Tu hermano es muy divertido —dijo ella finalmente.
-Peter: Es un pelmazo.
-Lali: Te quiere.
-Peter: Él... —se volvió hacia ella— ¿Cómo dices?
-Lali: Te quiere. Se muere de curiosidad y preocupación
por tu decisión de casarte conmigo.
-Peter: ¿Preocupación? ¿Qué te hace pensar eso?
«Me tocó —pensó Lali— Lo percibí.»
-Lali: A pesar de sus bromas, salta a la vista que teme
que puedas haber tomado una decisión equivocada. Ha sido esclarecedor vernos
juntos a los dos. Me pregunto si ya te percataste de lo mucho que se parecen.
Estas palabras lo sorprendieron.
-Peter: ¿Parecernos? Agustín y yo no nos parecemos en
absoluto.
«Por dentro. En el alma, que es lo que cuenta», se dijo
Lali, pero en vez de discutir inclinó la cabeza.
-Lali: Tal vez tengas razón —dijo— Después de todo, tú
eres un hombre serio, mientras que Agustín es bastante animado.
-Peter: No estoy seguro de que «animado» sea la palabra
con que lo describiría en estos momentos, pero da igual. Hay otras cosas de las
que tenemos que hablar.
-Lali: Así es. Peter, ¿a qué diablos te referías cuando
has dicho que la boda se celebraría pasado mañana?
-Peter: Pues a eso exactamente. He pasado casi todo el
día poniéndome en contacto con mis abogados y tramitando una licencia especial,
que espero recibir mañana por la tarde. Supongo que podríamos programar la
ceremonia para la noche de mañana, pero he pensado que querrías disponer de un
día para hacer los preparativos necesarios.
-Lali: ¡Pero eso no es tiempo suficiente para planear una
boda!
-Peter: Mi madre sería capaz de organizar una coronación
en la mitad de tiempo. Si además contamos con tu tía y con Euge, podríamos estar
casados antes del desayuno —Le enmarcó el rostro con las manos y la miró con el
ceño fruncido— No estarás cambiando de idea, ¿verdad?
A ella se le formó un nudo en la garganta. ¿Cambiar de
idea? Ni hablar.
-Lali: Por supuesto que no —Le sonrió al ver que se
suavizaba su expresión ceñuda— Pero por cortesía hacia tu madre y tía Julia,
opino que es mejor dejarlo para pasado mañana —Le puso las manos en los
antebrazos y notó la tensión bajo sus dedos— ¿Puedo preguntarte a qué viene
tanta prisa?
Sus expectativas de que hubiese motivos románticos tras
su decisión quedaron inmediatamente truncadas por las palabras de Peter.
-Peter: Por una mera cuestión de logística. Tengo que
estar en Londres el día primero de julio, y he planeado quedarme allí durante
un tiempo indeterminado. Si celebramos la ceremonia antes de mi marcha podrás
acompañarme a Londres y me ahorraré el viaje de regreso hacia aquí o a la finca
de lady Penbroke para venir a recogerte.
Ella intentó disimular su desilusión con una sonrisa.
-Lali: ¿Recogerme? Hablas de mí como si yo fuera un par
de pantuflas.
-Peter: ¿Unas pantuflas? Para nada —Su mirada se clavó en
la boca de Lali, y a ella le dio un vuelco el corazón al pensar que él la
besaría otra vez. De nuevo se llevó una decepción, pues él se apartó de ella y
se dirigió hacia la mesita que sostenía las licoreras de brandy— Hay varios
asuntos de los que debo ocuparme antes de que hagamos público nuestro
compromiso.
Al darse cuenta de que la estaba despidiendo, Lali
asintió con la cabeza.
-Lali: Por supuesto. Si me disculpas, debo arreglarme
para la cena.
Se encaminó hacia la puerta. Antes de cerrarla a su espalda,
volvió la vista atrás. Peter la observaba con una expresión intensa y
enigmática que por alguna razón la dejó helada y la encendió por dentro al
mismo tiempo.
Continuará…
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Espero que les guste el cap!!
-Lau: La escritora es Deirdre Martin! :) y el nombre real es: "Mismo campo, otra temporada" te pasaría la original pero ya no la tengo! perdonnn! espero que la información te sirva!
Bueno chicas ya me voy! acá son la 1: 16
les mando un besito a todasss,
vagomi que te leo hasta ahora! de donde sos y que hora es un tu pais??? no sé porqué pero yo tengo la idea de que sos Argentina??? y CHARI que está sustituyendo a Mary jaja me encanta! sos de España no???... susu_angell me gustaría saber tu nombre!! y de donde sos??? Italia?? vale mi intuición me dice que sos Argentina! no???
Aya!! lo sé re preguntona estoy jeje! quiero saber quienes se quedar hasta tarde leyendo!!
:D
Aya!! lo sé re preguntona estoy jeje! quiero saber quienes se quedar hasta tarde leyendo!!
:D
Me encanto el capitulo!
ResponderEliminarMe encanta que Agus llegó!
Me preocupa la ida a Londres de Peter con Lali :S Espero que ella tenga alguna visión y no vallan! Que encuentren rápido el cuerpo de James, Peter tiene q caer en cuenta que esta en peligro!
Me fascina la nove!
Perdona por no firmar antes pero es que he estado muy ocupada... :/
ResponderEliminarNo soy de Argentina! Soy de COLOMBIA! 100% COLOMBIANA! ;)
Aveces uso expresiones muy de los argentinos, tal vez es por eso es que lo creas, pero NO! Es solo que me hes mas fácil hablar, digamos así, que explicar mi "vocabulario colombiano"! jajaja
Y en Colombia son las 11:50 pm!
Y tu eres de...?? Argentina??
Feliz Madrugada(? Besos, Que descanses
@vagomi
tienen que parar con este vicio de "es una palabra que usamos en Inglaterra/Estados Unidos para referirnos a ..." --' jajajaja
ResponderEliminares tan triste lali pensando que peter no la ama!:(
peter ya estuvo con cuantas mujeres??
Buenísimo el cap =)
ResponderEliminarme gusta q lali pueda ver lo q pasara y saber como es una persona con tan solo tocarla =)
aunque peter no le crea del todo ya lo hará en algún momento
genial la nove=)
espero el proximo cap!
q descanses y tengas un lindo domingo!
un beso
Juli♥
Si d España,x eso dije lo d la sustitucion,jajaja,soy la mayor d todas las chicas k leen las novelas, y tengo insomnio,asi k las leo con agrado.6:05 d la madrugada,y aun con mucha cuerda,para seguir.
ResponderEliminarNo te voy a preguntar la edad ni a decir la mía pero apuesto a que la mayor soy yo,JAJA No eres la única "grande"q se ha enganchado con esta pasión de las noves,y hay vs grandes dando vueltas por ahí!Además de disfrutar las novelas en sí me agrada el hecho de haber encontrado un espacio de intercambio donde alternamos gente de dif edades y paises,una misma pasion ha logrado eso y es MARAVILLOSO y enriquecedor a mi punto de ver
EliminarPrimero: muy buen capitulo, me encanta, aunque a veces quiero pegarle a petera a ver si es un poquito más claro con lo q siente je!
ResponderEliminarSegundo: si!! soy Argentina... tu también eres medio bruja?? como has sabido? mi forma de escribir??. Para q me conozcas más 22 años estudiante de contador público je! Besos! Mañana volveré.
@vale_cadenas
Bueno ,yo ya no pertenezco a las llamadas chicas,jajaja.Me gusto k aparezca Agus,seguro va a ser un buen apoyo,igual k Euge,para Lali.Me irrita la actitud tan fria d Peter, despues d k Lali le dijera k era parecido a Agus.Y su forma d decirle k no tendria k volver, para llevarla a Londres.Y la decepcion d Lali,no te digo.Claro k teniendo en cuenta, lo k el pretendia hacer ,antes d k entrara Agus,seria un poco comprensible su actitud.
ResponderEliminarDIOS ME ENCANTO EL CAP AL IGUAL QUE TODA LA NOVELA ES INTERESANTE TU HISTORIA
ResponderEliminaruh pobre Lali :( peter solo la quiere porq quiere rock con ella?
ResponderEliminaruhh
Por qué ese cambio repentino de actitud de Peter?Todo iba tan bien...Qué suerte q Lali aceptara.Creo q aún nos quedan muchos cabos por atar!
ResponderEliminarme gusto el capitulo, pero ojala y si se casen, no sea que nico vuelva con que chisme sobre Lali y lo que paso con en estados unidos.
ResponderEliminarSube más nove por fa
me encantòòòòòòòòòòò,me matò agus jajaja
ResponderEliminarmas noveeeee
Besos
@porLali_ITALIA
jaja me encanto que lali dio como 20 mil vueltas a alo de la boda y peter ya se estaba poniendo nervioso y estaba usado los azes bajo su manga para que al final ella aceptara :P
ResponderEliminary agus jaja me encanto todo risueno y chistoso y encantador :)
lo que no me gusto es uqe lali fingiera uqe es lo que penso en vez de decir lo vi pero bueno :D
ps: dijiste que hoy domingo segias el maraton yo queiza no este en mi cas ay lo firme por el ipod entonces va estar en anonimo peor lepondremi nombre ;P
MAS NOVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
ResponderEliminarMee encanttoo qiiero maas!
ResponderEliminarAgus es muy simpatico!! Y se ve que tambien Peter se enamoro de ella, solo que no quiere aceptarlo!
ResponderEliminarMàs nove!!!!
ResponderEliminarAver cuando Peter le dice con palabras a Lali que esta locamente enamorado! Es ovbio pero hasta que Peter no se lo digo ella no le creera!
ResponderEliminarMas Nove!!!
@sarapinyana
bueno, he tardado en aparecer pero aqui estoy. Bien ahí Chari, las españolas trasnochando, aunque unas mas que otras!! yo a las 6 llevava ya unas cuantas horas durmiendo.
ResponderEliminarcada vez se pone mejor esto...
espero el maraton de hoy
mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarmas nove!
ResponderEliminarQue inoportuno Agustín!
ResponderEliminarPeter está loquito por Lali ya no puede esperar a la noche de bodas
MAS NOVE
maaassssss ♥
ResponderEliminarme encantaa agusss