Los días y las noches se convirtieron en una agradable
rutina. Una vez seguro de que se encontraba bien, Peter le hacía el amor todas
las noches, poseyéndola con una pasión que la dejaba sin aliento. Pero, por las
mañanas, siempre se había ido antes de que ella despertase.
A menudo lo encontraba en el estudio, hablando por
teléfono, trabajando en el ordenador o firmando contratos que le llegaban por
fax. Peter levantaba la mirada al oírla entrar y, durante unos segundos, veía
un brillo ardiente en sus ojos… pero enseguida se controlaba y, después de
murmurar un amable «buenos días», volvía a trabajar.
De modo que Lali pasaba las mañanas sola o en compañía de
Emi y el doctor Mariano. A la hora de comer, Peter salía de su estudio por fin.
Y, afortunadamente, le dedicaba las tardes a ella. Lali solía convencerlo para
que fuesen a dar un paseo por la playa y, aunque él solía protestar porque
hacía fresco y porque iba a cansarse, al final aceptaba. Ella esperaba
ansiosamente aquel momento del día porque, durante esas horas, Peter parecía
perder su reserva.
Fue durante uno de esos paseos cuando Peter dijo algo que
la sorprendió:
-Peter: Deberíamos casarnos lo antes posible.
Lali empezó a jugar con su anillo, preguntándose por qué
no parecía en absoluto feliz.
-Lali: ¿Por qué tenes tanta prisa?
-Peter: Quería que te recuperases y el médico dice que
ahora estás muy bien.
-Lali: ¿Y cuándo queres que nos casemos?
-Peter: En cuanto pueda solucionarlo todo. No quiero que
nuestro hijo nazca antes de la boda.
Lali lo miró, sorprendida. No era una declaración
romántica precisamente. Pero tampoco ella quería que el niño naciese antes de
que se hubieran casado.
-Peter: ¿Queres casarte conmigo? Yo cuidaré de vos y del
niño. No te faltará de nada, te lo prometo.
Ella tuvo que hacer un esfuerzo para poner buena cara.
Cuanto más hablaba, menos deseaba esa boda. Lo decía como si fuera… un
contrato, un acuerdo. Y ella no quería que su matrimonio fuera eso. Peter
levantó su barbilla con un dedo para mirarla a los ojos.
-Peter: ¿En qué pensas?
-Lali: En nada —mintió ella, para no hacerle año.
-Peter: ¿Eso es un sí?
-Lali: Sí —susurró— Me casaré contigo en cuanto todo esté
arreglado.
Satisfecho, Peter se inclinó para besar sus labios.
-Peter: No te arrepentirás.
Qué extraña frase aquélla. ¿Por qué iba a arrepentirse de
casarse con el hombre con el que estaba prometida y de quien esperaba un hijo?
Lali se preguntó entonces si siempre sería tan críptico y si ella habría
aprendido a amarlo a pesar de ello. Evidentemente, así era. Mientras volvían a
la casa, Lali tomó su mano, quizá como consuelo. Y, después de una breve
vacilación, Peter enredó sus dedos con los suyos. Animada por tan pequeño
gesto, Lali decidió olvidar todas sus dudas.
Esa noche, mientras se ponía el camisón, Peter apareció
tras ella y la tomó por la cintura, apoyando las manos en su abultado vientre.
-Peter: Te prefiero desnuda, cariño —murmuró, tirando del
camisón que acababa de ponerse.
Esas palabras, y ese gesto, despertaron un recuerdo
distante. Por un momento, vio una imagen de Peter delante de ella, mirándola,
diciendo esas mismas palabras. Intentó recordar algo más, pero la imagen
desapareció tan rápido como había aparecido.
El camisón cayó a sus pies y Lali se quedó inmóvil, un
poco insegura y tímida al estar sólo con las braguitas. Sintió un escalofrío
cuando Peter volvió a poner las manos en su abdomen, deslizándolas luego hacia
arriba para acariciar sus pechos. Y tembló de forma incontrolable mientras
acariciaba sus pezones con la yema del pulgar.
-Peter: Te deseo —dijo con voz ronca— Sos preciosa.
Era tan fácil olvidar sus dudas e inseguridades en el
refugio de sus brazos. Cuando hacían el amor conectaban por completo. No había
más barreras, ni momentos incómodos, ni frialdad alguna. Vivía para esos
momentos, cuando la hacía suya, cuando le demostraba con gestos lo que no
parecía capaz de demostrarle con palabras.
-Lali: Bésame —susurró.
Dejando escapar un gemido ronco, Peter la tomó en brazos
y capturó sus labios. Sus movimientos eran impacientes esa noche, como si no
pudiera esperar para poseerla.
La llevó a la cama y, sin dejar de besarla, le quitó la
ropa a tirones con manos trémulas. Los labios de Peter fueron de su boca a su
cuello y luego a sus pechos para tirar de un pezón con los labios, el roce de
su lengua en la punta enviando olas de placer por todo su cuerpo.
Lali veía su oscura cabeza moviéndose hacia abajo y
entonces, de repente, tomó su monte de Venus entre las manos con una reverencia
que la emocionó. Y puso la boca en su estómago, depositando en él un beso suave
como el roce de una cortina de seda…
Si pudieran estar siempre así… sin palabras, sin
defensas, sintiéndose amada. Sin barreras, sin secretos.
Lali dejó escapar un gemido cuando él separó sus piernas
con una rodilla e inclinó la cabeza para acariciarla con la boca. Luego se
colocó encima y, poco a poco, se deslizó dentro de ella. Cerrando los ojos,
Lali movió la mano para acariciar su espalda, tragándose un gemido cuando se
enterró más profundamente que nunca.
Ella se arqueó, poniéndose tensa ante las primeras
convulsiones del orgasmo. Cuando llegó al final, Peter la apretó contra su
pecho con fuerza, deslizando una mano por sus costados.
-Peter: No me canso de ti —admitió, con un tono que
sonaba extrañamente vulnerable. Pero la miraba con una expresión fiera,
sombría. Y luego empezó a moverse más deprisa, con más urgencia, llevándola a
un precipicio donde ella flotaba, feliz.
Así empezó la noche. Apenas había bajado del cielo cuando
Peter empezó a hacerle el amor de nuevo. La amaba sin descanso, de manera
insaciable, como un hombre poseído hasta que, poco antes de amanecer, los dos
se quedaron dormidos.
Y aunque Lali estaba eufórica después de esa noche, su
sueño no era tranquilo. Había cierta familiaridad en esa manera de hacer el
amor, en esa urgencia, como si por primera vez le hubiera mostrado parte de su
vida pasada con él.
En sus sueños, intentaba abrir una puerta, sabiendo que
al otro lado estaba su vida pasada, sus recuerdos, todo lo que le había
ocurrido. Tiraba de la puerta, la empujaba, la arañaba, la golpeaba con los
puños hasta que, por fin, consiguió abrirla un poco. Salía un rayo de luz por
el resquicio, pero entonces, de repente, Lali experimentaba una sensación de
angustia, de miedo y desesperación.
Sabía sin la menor duda que no quería ver lo que había al
otro lado.
Aturdida, soltaba la puerta, que se cerraba sola de
golpe. ¡No! Tenía que saber. ¿Quién era ella y qué le había pasado?
-Peter: ¡Lali, Lali! —su voz interrumpió el sueño— Despierta, es sólo una
pesadilla, no pasa nada. Estás conmigo.
Ella abrió los ojos, aturdida. Peter había encendido una
de las lamparitas y la miraba con cara de preocupación. Pero se sentía
terriblemente angustiada y, al notar algo húmedo rodando por su rostro, se dio
cuenta de que estaba llorando. No era capaz de disipar la sensación de pánico
que la embargaba…
Intentó hablar, decirle que estaba bien, pero un sollozo
escapó de su garganta y Peter la abrazó, apretándola contra su corazón.
-Peter: Vas a ponerte enferma, cariño. Deja de llorar.
Lali se agarró a él como si temiera soltarlo y, cuando
por fin logró recuperar el control, Peter se apartó un poco para mirarla a los
ojos.
-Peter: ¿Qué te ha dado tanto miedo?
Las imágenes del sueño volvieron de repente, pero esta
vez Lali intentó darles sentido. Afortunadamente, el pánico empezaba a
desaparecer.
-Lali: Estaba frente a una puerta y sabía que al otro
lado… estaban mis recuerdos. Pero no podía abrirla por mucho que lo intentase.
Por fin logré abrirla un poco, pero…
-Peter: ¿Pero qué?
-Lali: Me daba miedo. Pánico —suspiró ella— Entonces
soltaba la puerta y se cerraba de golpe.
-Peter: Sólo ha sido un sueño —murmuró él, acariciando su
pelo— No pasa nada. Tenías miedo a lo desconocido, es natural.
Poco a poco, Lali empezó a relajarse entre sus brazos.
-Peter: ¿Estás bien? ¿Quieres que llame al doctor?
-Lali: No, estoy bien. Ahora me siento como una boba.
-Peter: No sos una boba. Vení, intenta dormir un poco. Ha
sido culpa mía por haberte tenido despierta hasta tan tarde.
Lali apoyó la cabeza sobre su pecho y se dejó caer en lo
que, esta vez, fue un sueño sin sobresaltos.
--
Peter se levantó al amanecer. No había dormido nada desde
que Lali tuvo la pesadilla. Después de calmarla había estado despierto mirando
al techo, pensando en la imposibilidad de su situación. Con cuidado para no
despertarla, entró en el cuarto de baño para ducharse y, después de comprobar
que seguía dormida, bajó al primer piso. Pero no entró en el estudio como solía
hacer cada mañana.
Algo lo empujaba hacia la playa. Hacía frío, pero no se
daba cuenta mientras miraba las olas golpeando la arena.
El pasado de Lali, el pasado de los dos, había amenazado
su sueño. ¿Qué pasaría cuando recordase todo lo que había ocurrido? Ese
terrible conflicto estaba dejándolo agotado. Pero sería tan fácil olvidar.
Allí, en la isla, lejos del resto del mundo, sería fácil creer que eran sólo
Lali, su hijo y él. Sin pasado, sin traiciones, sin mentiras.
Metiendo las manos en los bolsillos del pantalón, Peter
inclinó la cabeza, resignado. Nunca en su vida personal o profesional se había
sentido tan… desconcertado. ¿Podría perdonarla por intentar destruirlo, a él y
a sus hermanos? Esa era la pregunta para la que debía encontrar respuesta.
Porque si no encontraba la respuesta no habría futuro para ellos. Cuando Lali
recordase, todo cambiaría de manera irrevocable. Él podría aferrarse a su
amargo engaño… u ofrecerle su perdón.
No tenía repuestas. No sabía si podría ser tan generoso.
La deseaba, desde luego, se sentía atraído por ella aun conociendo su engaño. Y
estaba embarazada de su hijo. Pero ¿de verdad podía decir que si no estuviera
embarazada sería capaz de apartarse de su lado?
De repente, Lali lo abrazó por detrás y, sin pensar,
Peter cubrió sus manos con las suyas. Sentía su mejilla apretada contra su
espalda y la sensación era tan placentera…
Pero cuando se dio la vuelta ella lo miraba con cara de
preocupación.
-Lali: He pasado por el estudio, pero no estabas y me he
preocupado.
-Peter: ¿Por qué?
-Lali: Porque siempre estás en tu estudio por la mañana.
Y al no encontrarte en la casa pensé… que te habías ido.
-Peter: No pienso irme a ninguna parte sin vos.
¿Se había mostrado tan distante, tan frío, que eso era lo
que Lali pensaba de él? Aunque era lógico.
-Lali: ¿Queres que demos un paseo? —le preguntó— Me gusta
pasear por las mañanas.
-Peter: ¿No deberías estar descansando?
Lali dio un paso atrás.
-Lali: Si no te apetece estar conmigo sólo tenes que
decirlo.
-Peter: Yo no…
-Lali: Deja de decirme que necesito descansar porque no
es verdad —le espetó ella, antes de darse la vuelta.
-Peter: ¡Lali, espera! —la tomó del brazo.
-Lali: Vete, haz lo que tengas que hacer. Yo esperaré mi
cita contigo por la tarde.
-Peter: Tú no eres un compromiso.
-Lali: ¿Ah, no? He intentado ser paciente, entender… aunque
soy incapaz de entender esta relación nuestra y estoy cansada de intentarlo. Estoy
muerta de miedo, Peter. No sé quién soy. Un día me despierto y estoy embarazada
de un hombre al que no conozco. Mi prometido debería quererme, desear estar
conmigo a todas horas, pero nada en tu comportamiento me hace pensar eso. Un
momento estás alegre, al momento siguiente me apartas de tu lado… y no puedo
seguir así.
Algo dentro de Peter se encogió, apretándolo de tal modo
que le impedía respirar.
-Peter: ¿Qué estás diciendo?
-Lali: ¿Por qué vas a casarte conmigo? ¿Es por el niño?
-Peter: Mira, vamos a dejarlo. Estás cansada…
-Lali: ¡No estoy cansada! —exclamó— Y quiero que dejes de
portarte como si fueras mi padre porque no lo eres. Ni siquiera creo que estés
tan preocupado por mí… sólo es un barrera tras la que puedes esconderte cada
vez que empiezo a hacer preguntas.
Peter abrió la boca para protestar, pero no lo hizo. No
podía negar lo que era cierto. Aun así, no quería que se disgustase porque eso
no podía ser bueno para el niño.
-Lali: ¿Qué hay en mi pasado que me da tanto miedo? Lo de
anoche me aterrorizó y he despertado esta mañana asustada otra vez. Pero no
porque no recuerde nada sino porque me da miedo recordar. Decimelo, Peter.
Tengo que saberlo. ¿Qué había entre nosotros antes de que perdiese la memoria?
¿Estábamos enamorados?
Él se volvió para mirar las olas, metiendo las manos en
los bolsillos del pantalón.
-Peter: Trabajabas para mí.
-Lali: ¿Yo trabajaba para ti… en alguno de los hoteles?
-Peter: No, en las oficinas. Eras mi ayudante.
Lali lo miró, sorprendida.
-Lali: Pero Paula es tu ayudante y parece muy cómoda
haciendo ese papel. Como si llevara años haciéndolo.
-Peter: No fuiste mi ayudante durante mucho tiempo
—sonrió— Yo estaba deseando tenerte en mi cama y te convencí para que dejaras
tu puesto… porque me distraías.
Lali no pareció muy contenta con tal afirmación.
-Lali: De modo que tenes por costumbre ponerme en el
sitio que más te conviene. ¿Y yo permití eso? ¿Yo dejé mi trabajo para
acostarme contigo?
Peter se encogió de hombros.
-Peter: Parecías tan contenta de estar conmigo como yo de
estar contigo.
Lali se llevó una mano protectora al abdomen.
-Lali: ¿El niño fue algo planeado?
Él respiró profundamente. No había una manera fácil de
decir aquello:
-Peter: Yo no diría que fue planeado, pero desde luego sí
ha sido bienvenido.
Esa respuesta hizo que pareciese aún más angustiada.
-Peter: ¿Por qué estás tan triste esta mañana? ¿Qué puedo
hacer para que te sientas mejor?
-Lali: Puedes dejar de usar la excusa de mi salud y la
del niño para tratarme como si fuera una inválida. Y puedes dejar de tratar mi
pasado como si fuera algo que no tengo derecho a conocer.
-Peter: Muy bien. Intentaré preocuparme menos por tu
salud, si eso es lo que quieres.
-Lali: Eso es lo que quiero. Pero lo que de verdad deseo
es que seamos felices, Peter. Quiero estar segura de cuál es mi sitio en tu
vida. Quiero recordar, pero también… quiero que me des algo más que un poquito
de tu tiempo.
Él la miro, pensativo. Nunca había sido tan directa antes
de perder la memoria. ¿Pero habría sentido lo mismo sin decirlo? ¿Le habrían
dolido sus prolongadas ausencias?
-Peter: Yo también quiero que seamos felices. Y aunque no
puedo convencerte con palabras de cuál es tu sitio en mi vida, espero lograrlo
con el tiempo.
La sonrisa de Lali lo calentó de la cabeza a los pies.
Era como ver salir el sol sobre el horizonte.
-Lali: Vení, vamos a dar un paseo —dijo ella entonces,
tomando su mano.
Incapaz de negarle nada en ese momento, Peter la tomó por
la cintura y empezaron a pasear por la playa.
Continuará…
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cap laaaaaarrrrrgooooo!
espero que este capitulo responda algunas de sus dudas... ^-^
Re lindo capitulo... me gusto mucho la respuesta q le dio peter del hijo "Yo no diría que fue planeado, pero desde luego sí ha sido bienvenido", espero más. Besos!
ResponderEliminar@vale_cadenas
Quiero saber que haran los dos cuando ella recupere la memoria!!
ResponderEliminarMas Novee!!
quiero ver cuando lali recupere la memoria! jaja
ResponderEliminarMas noveeeeeee
Besos
@porLali_ITALIA
Me encanta la nove !!!
ResponderEliminarEsta mas que claro que el esta enamorado de ella !!!
Y estoy segura que lali no le hizo nada y fue todo una trampa para mi de Paula .
Un beso
leti2311
AIIIIIIIIIIIIIII ME ECNANTO EL CPAITULO!!! ES... PRECIOSO!! DE VERDAD QUE ESTA NOVELA ME TIENE MUY ENGAANCHADA!! ESPERO EL PROXIMO!! BESOS
ResponderEliminarFATY***
Me encantó el cap!! Ya quiero que Lali recuerde!
ResponderEliminarEspero eel sgte! Besooo
@jeissymori
maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
ResponderEliminarme gusto que lali le hablara asi tan abiertamente! creo que la lali con memoria nunca le hubiera dicho esas cosas!
ResponderEliminarmas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarME ENCATA LA NOVE!!!!!!!!!!!!! :D
ResponderEliminarEspero ansiosa como siempre el próximo!!! y para mi que cuando Peter la echo por lo molesto que estaba nunca dejo de quererla y ahora tenerla ahi con el los dos solos con la panza hace que todo lo que sentia por ella vuelva! y con esa frase de que no fue planeado pero bienvenido morí de amor!!! Me encanta esta Lali que le dice todo y se deja de maquinar para no hacerlo sentir mal o alejarlo!!!!
MAS NOVE MAS NOVE!
Besos
Maas novee
ResponderEliminarCon cada frase k Lali le dice ,el piensa,como seria antes,si ella callaba,y aguantaba ,hasta sus ausencias,k seguro serian con Paula.
ResponderEliminarBien Lali exteriorizando lo q siente,no se q va a pasar cuando finalmente haga memoria y finalmente recuerde q él la echo como a un perro y no confío en ella.
ResponderEliminarMe encantó capitulo largo!!!
ResponderEliminarme pareció buena la reacción de Lali... al fin el pudo
decirle algunas cosas de su pasado!
amo la nove!!
ResponderEliminary yo también estoy segura de que la culpable de todo es Paula!... incluso del secuestro!
Maaaaaaassssssssssssssss
ResponderEliminarNnnnnnoooooovvvvveeeeeee