A la mañana siguiente, Lali se puso uno de los preciosos
vestidos que una boutique especializada en ropa de maternidad había llevado
para ella al apartamento. Peter había insistido en que viera al ginecólogo
antes de irse a la isla, de modo que, acompañada por él, y por varios miembros
de su equipo de seguridad, entraron en la consulta del médico.
Se sentía incómoda y un poco avergonzada por llevar tanta
gente alrededor, pero también contenta por la aparente preocupación que Peter
mostraba por su salud. La enfermera les indicó que esperasen un momento y Peter
empezó a pasar las manos por sus brazos, como para tranquilizarla. Y cuando el
médico entró en la consulta, la tomó por la cintura. No parecía tener prisa por
soltarla.
Después de ciertos preliminares sobre su condición, el
ginecólogo miró su informe.
-Doctor: Me gustaría hace una ecografía para comprobar
que todo está bien.
-Peter: ¿Hay alguna causa de preocupación? —preguntó.
-Doctor: No, es sólo una precaución. Como se marchan del
país y la señorita Espósito ha sufrido recientemente un trauma, quiero
comprobar si el feto se encuentra en buen estado.
Peter tomó la mano de Lali.
-Peter: Yo estaré contigo. No te preocupes.
Ella sonrió.
-Lali: No estoy preocupada. Ni siquiera resulté herida en
el accidente y estoy segura de que el niño se encuentra bien.
El ginecólogo le pidió que se tumbase en la camilla para
ponerle una especie de gel sobre el abdomen. Un segundo después, una imagen
borrosa aparecía en la pantalla del ordenador. Lali, nerviosa, apretó la mano
de Peter.
-Doctor: ¿Quieren saber si es niño o niña?
-Lali: Sí, yo sí —susurró ella— ¿Vos queres saberlo?
Peter sonrió.
-Peter: Sí, a mí también me gustaría saberlo.
Los dos se quedaron observando el borrón de la pantalla
hasta que, poco a poco, empezó a ser más claro.
-Doctor: Es un niño —anunció el ginecólogo.
-Lali: ¿Esa mancha borrosa es mi hijo? —preguntó, con un
nudo en la garganta.
-Doctor: Desde luego que sí. Esas son las piernas… y ahí
están las nalgas. Un niño muy guapo —bromeó el médico.
-Peter: Es precioso —dijo inclinándose para besar a Lali—
Gracias, cariño.
-Lali: ¿Por qué me das las gracias?
-Peter: Por nuestro hijo —sus ojos estaban clavados en la
pantalla del ordenador, como fascinado por la imagen.
-Doctor: Bueno, ya hemos terminado —anunció, ofreciéndole
un pañuelo de papel. Peter la ayudó a incorporarse en la camilla, un poco
nervioso.
-Lali: ¿Está todo bien?
-Doctor: Perfectamente. Pero deben ponerse en contacto
con un ginecólogo cuando lleguen a Italia. El niño parece estar muy sano, pero
debe visitar regularmente a un médico.
-Peter: Mientras estemos en la isla habrá siempre un
médico Y una enfermera con nosotros.
-Doctor: Estupendo. Cuídese, jovencita —sonrió el hombre.
Lali le devolvió la sonrisa mientras bajaba de la camilla
con ayuda de Peter. Unos minutos después estaban en la limusina.
-Peter: ¿Te encuentras bien? El jet está esperando en el
aeropuerto, pero si estás cansada…
-Lali: Estoy perfectamente —sonrió ella— Y vos, ¿estás contento
por el niño, Peter?
Él puso una mano sobre su abdomen.
-Peter: ¿Te he dado alguna razón para que pienses que no
lo estoy?
-Lali: No, al revés. Pero, al saber que es un niño, ahora
todo me parece tan… no sé, tan real.
-Peter: Me hubiera gustado una niña también, la verdad.
Mientras nazca sano, da igual lo que sea.
-Lali: Si pudiera recordar, todo sería perfecto…
-Peter: No te lamentes por cosas que no puedes controlar
—sonrió— Ya te acordarás.
-Lali: Sí, es verdad. Pero me gustaría… Me gustaría
recordar que te quiero —le confesó ella.
En los ojos de su prometido vio muchas emociones
conflictivas. Emociones que no podía entender.
-Peter: A lo mejor puedes aprender a quererme otra vez.
-Lali: Me lo estás poniendo muy fácil —sonrió ella,
apoyando la cabeza en su hombro.
Pero entonces un pensamiento la asaltó: Peter no había
dicho que la quería. Ni una sola vez… ni cuando estaba en el hospital, ni en
casa.
¿No sería normal decírselo después de un trauma así? ¿No
sería lógico que Peter le recordara su amor ya que ella no podía recordarlo?
Estaba a punto de preguntarle, pero la pregunta murió en
sus labios al verlo concentrado en la pantalla de televisión que había en el
respaldo del asiento y, poco después, llegaron al aeropuerto. El interior del
jet era tan lujoso como el apartamento en el que vivían o la limusina en la que
se movían por Nueva York. Pero era algo que, sin saber por qué, no la
sorprendía demasiado.
-Peter: Hay una cama. En cuanto hayamos despegado puedes
tumbarte.
-Lali: Muy bien —murmuró ella, viendo cómo parte del
equipo de seguridad subía tras ellos— Peter, ¿por qué llevas tantos
guardaespaldas?
Él carraspeó, nervioso.
-Peter: Soy un hombre rico, Lali, y hay gente que querría
hacerme daño. A mí… o a las personas cercanas a mí.
-Lali: ¿De verdad estamos en peligro?
-Peter: El trabajo de esos señores es precisamente que no
haya ningún peligro. No te preocupes, Lali. Yo me encargaré de que el niño y tú
estén a salvo.
-Lali: Es que no entiendo muy bien tu mundo…
-Peter: Nuestro mundo. Un mundo del que tú formas parte.
-Lali: Sí, claro. Pero no es fácil acostumbrarse.
Unos minutos después el avión despegó y Lali intentó relajarse.
Aterrizaron varias horas después y Peter la ayudó a bajar del jet para llevarla
a un helicóptero que los esperaba en la pista. Lali iba mirando por la
ventanilla del helicóptero mientras se alejaban de Nápoles para cruzar el
Mediterráneo. En la distancia vio unas enormes rocas, pero cuando iba a
preguntarle a Peter éste señaló unos auriculares que había sobre el asiento.
-Peter: Son los acantilados de Capri —le explicó cuando se
los hubo puesto— Si quieres, podemos ir a verlo cuando te hayas recuperado del
viaje.
-Lali: Sí, me gustaría mucho— minutos después —¿Y… esa
isla? ¿Cómo se llama?—preguntó, señalando un pedazo de tierra que se veía en la
distancia.
-Peter: Lanzani.
-Lali: Ah, claro. Debería haberlo imaginado.
Cuando se acercaban a la isla, Lali empezó a sentirse
angustiada y Peter debió darse cuenta porque tomó su mano.
-Lali: No debes preocuparte. Te gustará la isla, ya lo
verás. Y será bueno para ti poder concentrarte exclusivamente en descansar y
recuperar fuerzas.
Lali no discutió, pero no tenía la menor intención de
pasar su tiempo en la isla «descansando».
Aterrizaron en un helipuerto situado a la espalda de una
mansión palaciega, frente al mar. Peter la tomó por la cintura y luego le hizo
una seña para que esperase mientras él hablaba con el piloto. Mientras tanto,
Lali miró la casa, esperando recordar algo. Nada. Seguía sin recordar nada,
como si nunca hubiera estado allí.
-Peter: Vamos —dijo después— Aquí hace frío.
-Lali: ¿Yo he estado aquí alguna vez?
-Peter: No, es tu primera vista a la isla.
-Lali: No lo entiendo. ¿Estamos prometidos y nunca he
estado en tu casa?
Peter apretó los labios.
-Peter: Nuestra casa ha estado hasta ahora en Nueva York.
Una nube de confusión pareció envolverla. ¿Por qué no
había ido a la isla ni siquiera una vez? ¿No era la casa de su prometido? Él
tomó su mano para llevarla hacia la verja de entrada. Tras la verja, en medio
de un patio, Lali vio una piscina de brillantes aguas azules. Pero, para su
sorpresa, la piscina entraba en la casa bajo un elaborado arco de hierro y
cristal.
-Peter: Es una piscina climatizada —le explicó— En esta
época del año hace demasiado frío para bañarse fuera, pero puedes bañarte en la
parte de dentro si el médico te da permiso.
El primer piso de la casa era estilo loft, dividido en
tres zonas, con un salón enorme, una amplia cocina y un comedor. Una de las
paredes era enteramente de cristal, de modo que podía ver el mar desde todos
los ángulos.
El mar, el jardín, y una piscina olímpica.
Pero, de repente, una mujer en bikini entró en la casa y
Lali la reconoció como la ayudante personal de Peter. Paula
¿Qué hacía allí?, se preguntó. Además, hacía demasiado
frío para estar bañándose en la piscina. ¡Y con un tanga, además!
Continuará…
La ternura de Peter me mato! :)
ResponderEliminarY a esa paula la tendriamos que tirar del acantilado, jajaja.
Un beso grande, me encanta la nove.
Me parece a mi q Peter empieza a mentir mejor o Lali se va dar cuenta de todo el percal, ¿cómo va ha estar prometida con él y no haber estado nunca en la isla y en cambio su ayudante se pasea en bikini por allí como si fuera su casa? Un poquito de cabeza hijo mío .... por el amor de dios q ha perdido la memoria pero ni es IDIOTA!!
ResponderEliminarOdio a Paula!Y Lali me da mucha pena!
ResponderEliminarpaula es amante de peter??
ResponderEliminarla verdad es que ahora veo que lali y peter no tenian casi ninguna relacion! solo sexo! :/
Noooooooooooooooooo como que esta Paula en la casa
ResponderEliminarMe encanta la nove!!
Leti2311
Ai pobre lali tiene que suportar su perda de memoria e essa turra de paula, lali no es boba loga sacara lo que ocorre:)
ResponderEliminarseguro el bobo d peter se acostaba con paula cuando lali estaba desaparecida :(
ResponderEliminarmasss novee
q mieda hace paula ahiii! no me dejes asii mass noveee
Cuando recupere la memoria,va a temblar la tierra.
ResponderEliminardesde ya odio a paula, quiero entender lo de lali y hasta ahora peter ha sido muy dulce con ella... se nota q de verdad la quiere!!
ResponderEliminar#ChauPAula JAJAAJAJ!! ESA SEGURO ES LA QUE ESTA ROBANDO A PETER!! ESPERO EL SIGUIENTEEEE!! ME ENCANTA TE JURO!! UN BESOOO
ResponderEliminarFATY****
Estoy segura que Paula està involucrada en lo que le paso a Lali!! Màs nove!!!!
ResponderEliminardios,que asco paula jajajajajaja Mas noveeeeeeeeee
ResponderEliminarBesos
@porLali_ITALIA
Me gustó Peter mas tierno con lo del baby...
ResponderEliminarODIO A PAULA!!
Quiero el siguiente capitulo!
ResponderEliminaramo la nove!!
ahhhh buenooo en todo va a estar metida Paula! :@ ni un segundo de tranquilidad y solos les deja jajajajaj
ResponderEliminarQuiero mas! ;) beso