Treinta minutos después Lali contemplaba su imagen en el
espejo de cuerpo entero. Ni sus propios padres la habrían reconocido.
Llevaba unos pantalones negros ajustados. Iba calzada con
unas botas gastadas que le venían un poco grandes. Una holgada camisa blanca de
hombre le ocultaba el busto, que se había ceñido con una faja. Llevaba el pelo
recogido y tapado con una gorra de marinero encasquetada hasta los ojos. Podía
pasar fácilmente por un hombre joven y esbelto. Una vez que se pusiera el
abrigo negro que colgaba de un poste de la cama, nadie se daría cuenta de que
era una mujer, y menos aún una duquesa.
La puerta de la alcoba se abrió y apareció Peter.
-Peter: Muy bien. Ya se han marchado todos al teatro.
¿Estás... —al verla se detuvo en seco— lista?
Ella se volvió hacia él.
-Lali: Sí. ¿Qué opinas?
La miró de arriba abajo, y luego de los pies a la cabeza.
Acto seguido se le acercó, muy serio, y se detuvo justo enfrente de ella.
-Peter: Tú no vas a salir de esta casa vestida así
—barbotó con los dientes apretados.
Ella puso los brazos en jarras.
-Lali: ¿Puedo preguntarte por qué no? Es un disfraz
perfecto. Nadie sospechará que no soy un hombre.
-Peter: Eso es lo que tú te crees. El modo en que esos
pantalones marcan tu figura... —Agitó la mano, con los labios reducidos a una
línea muy fina— ¡Es indecente!
-Lali: ¿Indecente? ¡Eres tú quien me los ha dado!
-Peter: No sabía que tendrías ese aspecto con ellos
puestos.
Ella empezó a dar golpecitos en el suelo con el pie.
-Lali: ¿Qué aspecto?
-Peter: El aspecto de... —De nuevo agitó la mano, como
intentando hacer aparecer la palabra que buscaba por arte de magia— Ese aspecto
—concluyó, señalándola.
Ella exhaló un suspiro. Por lo visto él iba a dejar que
su sentido de posesión diese al traste con el plan. Lali tomó el abrigo del
pilar de la cama, se lo puso y se lo abrochó.
-Lali: Mira —dijo, girando lentamente ante él— Estoy
tapada desde la barbilla hasta las rodillas.
Él continuó echando fuego por los ojos. Después de que
ella diese dos vueltas delante de él, soltó algo parecido a un gruñido.
-Peter: No te quitarás ese abrigo ni por un segundo. Y lo
llevarás siempre abrochado. Los parroquianos de la taberna que al parecer
frecuenta Benjamín son gente muy ruda. Si alguien llegase a sospechar que eres
una mujer podría haber consecuencias desastrosas.
-Lali: Entiendo.
Peter posó la vista en su gorra.
-Peter: ¿Está bien sujeta?
-Lali: Como si me la hubiese fijado a la cabeza con
clavos.
La expresión de Peter no se relajó un ápice y por un
momento ella temió que se negara rotundamente a llevarla consigo. Hizo lo que
pudo por mantener el rostro impasible y esperó en silencio. Al fin, él habló.
-Peter: Vámonos.
Salió de la habitación y ella lo siguió, cuidándose de
disimular el alivio que sentía. Y la aprensión. Desde luego, no quería que la
dejase en casa. Porque sabía que algo importante ocurriría esa noche.
Media hora después, cuando el coche de alquiler se detuvo
frente a un edificio destartalado, Lali descorrió ligeramente la cortina y
escrutó la oscuridad. Aunque no sabía exactamente dónde estaban, el hedor a
pescado podrido indicaba la proximidad del río. Le entraron ganas de taparse la
nariz.
-Peter: ¿Estás lista, Lali?
Ella apartó su atención de la ventana y miró a Peter,
sentado delante de ella. Incluso en la penumbra alcanzaba a ver su ceño
fruncido. Su marido parecía irradiar tensión en ondas oscuras. Ella sonrió
forzadamente, con la esperanza de desterrar su evidente inquietud.
-Lali: Sí, estoy lista.
-Peter: ¿Has entendido exactamente qué es lo que quiero
que hagas? —preguntó él sin devolverle la sonrisa.
-Lali: Por supuesto. Si tengo alguna premonición, te
avisaré de inmediato.
Aunque parecía imposible, el gesto de Peter se tornó aún
más adusto.
-Peter: Gracias, pero no me refería a eso.
Entonces fue Lali quien frunció el entrecejo.
-Lali: No lo entiendo. Creía que querías que te avisara
si tenía alguna premonición.
-Peter: Y es verdad. Pero no debes apartarte de mi lado.
-Lali: No lo haré. Yo...
Él extendió los brazos y la tomó de las manos,
interrumpiendo sus palabras. La intensidad de su mirada le puso a Lali la carne
de gallina.
-Peter: Prométemelo —le dijo en un susurro apremiante.
-Lali: Te lo prometo, pero...
-Peter: No hay pero que valga. Este lugar es
extremadamente peligroso. No podré protegerte si te alejas de mí. ¿Me he
expresado con claridad?
-Lali: Con claridad meridiana. Me pegaré a ti como una
lapa.
Él soltó un suspiro.
-Peter: Maldición, no ha sido buena idea. Hay mil cosas
que podrían salir mal.
-Lali: Hay mil cosas que pueden salir bien.
-Peter: Estoy poniéndote en peligro.
-Lali: No correré más peligro que tú mismo.
La soltó y se pasó las manos por el pelo.
-Peter: Cuanto más lo pienso más me convenzo de que no es
buena idea. Voy a pedirle al cochero que te lleve a casa.
Hizo ademán de abrir la puerta.
-Lali: No —replicó ella dándole un manotazo en la muñeca.
Él arqueó una de sus cejas color ébano, sorprendido.
-Lali: Si me obligas a irme a casa, alquilaré otro coche
y regresaré aquí —declaró su mujer.
Él le clavó una mirada acerada. Lali nunca lo había visto
tan enfadado, y aunque sabía que no le haría daño, sintió escalofríos al ver la
furia que despedían sus ojos.
-Peter: No harás nada por el estilo —dijo él pronunciando
las palabras muy despacio y articuladamente.
-Lali: Lo haré si es necesario —Antes de que él pudiese
formular otra objeción, ella le sujetó la cara entre las manos— ¿Crees que
puedo ayudarte?
Él la miró durante un buen rato mientras Lali se
preguntaba si tenía la menor idea de lo mucho que le dolían las sombras de su
mirada. Intuía que él le ocultaba algo, algún secreto oscuro y terrible que lo
atormentaba, y sospechaba que evitaba deliberadamente pensar en sus
sentimientos y sus ideas para que ella no pudiese «verlos». Resultaba doloroso
presenciar su sufrimiento. Si al menos él le confiase sus secretos... si se
diese cuenta de lo mucho que deseaba, que necesitaba ayudarlo...
De lo mucho que lo amaba.
Nunca se lo había dicho, pues no estaba preparada para
expresar sus sentimientos más íntimos en voz alta, ni estaba segura de que él
quisiera oírlos, pero ¿es que acaso no lo veía en sus ojos, por Dios?
-Peter: Si no creyera que Santos sigue vivo —dijo él al
fin— y que puedes ayudarme a encontrarlo, nunca te habría traído.
-Lali: Entonces permite que te ayude, por favor. No
quiero que sufras más. Deja que te ayude a encontrar las respuestas que buscas.
Permaneceré tan cerca de ti que incluso sentirás latir mi corazón.
Ella esperaba arrancarle una sonrisa, pero la seriedad no
desapareció de la mirada de Peter. Él levantó las manos, le acarició las
mejillas y entrelazó los dedos con los suyos, apretándoselos con tanta fuerza
que ella sintió un cosquilleo en las yemas. No alcanzaba a leer sus
pensamientos con claridad, pero era evidente que estaba confundido.
Justo cuando empezaba a creer que él la enviaría de vuelta
a casa, Peter se llevó su mano a los labios y le estampó un beso cálido en los
dedos.
-Peter: Entremos —dijo.
El letrero colgado en la fachada del establecimiento
rezaba «EL CERDO ROÑOSO». En el momento en que Lali entró en el establecimiento
concluyó que el nombre era de lo más apropiado. La peste a licor agrio y
cuerpos sin lavar la envolvió como una nube tóxica. Tuvo que reprimir una
arcada al percibir la mezcla de ese hedor y del humo acre y denso que flotaba
en el aire.
La mortecina luz interior le permitió distinguir las
figuras de unos hombres de aspecto tosco, sentados a unas mesas pequeñas de
madera, inclinados sobre unos vasos mugrientos. Cuando ella y Peter aparecieron
en la puerta, el rumor de la conversación se interrumpió y todos miraron a los
recién llegados con ojos hostiles y suspicaces.
A pesar de sus bravatas de unos momentos antes, Lali
sintió que la invadía el miedo y se arrimó a Peter. Daba la impresión de que
esa panda no dudaría en clavarles una navaja a la menor provocación, pero la
mirada claramente intimidatoria de Peter no les daba opción a acercarse.
-Peter: Mantén la vista baja y no hables —musitó.
La guió a una mesa cubierta de marcas de vasos situada al
fondo.
Ella notó las miradas de los clientes en su espalda, pero
en cuanto se sentaron el murmullo de la conversación se reanudó.
Una mujer con un vestido sucio y manchado de grasa se
acercó a su mesa.
—¿Qué va a ser, caballeros?
Lali echó un vistazo por debajo del ala de la gorra y la
embargó una gran compasión. La mujer era alarmantemente delgada y tenía varias
magulladuras en la piel. Al mirarla con más detenimiento, descubrió que tenía
los labios hinchados y un moretón amarillento en la mejilla, y que sus ojos eran
los más mortecinos que Lali hubiese visto jamás.
-Peter: Whisky —pidió— Dos.
La mujer se irguió, hizo un gesto de dolor y se llevó una
mano a la parte baja de la espalda.
—Marchando dos whiskys. Si desean ustedes algo aparte de
licor, me llamo Molly.
Lali respiró hondo. Dios santo, qué terrible que alguien
se viese obligado a vivir en un entorno tan sórdido. Se le encogió el corazón
de lástima por Molly, y se preguntó si la pobre mujer había conocido alguna vez
la felicidad.
-Peter: ¿Estás bien?
-Lali: Esa mujer. Es...
Sacudió la cabeza y se mordió el labio, incapaz de describir
su desesperación.
-Peter: Una prostituta —Se inclinó hacia delante— ¿Has
percibido algo a través de ella?
A Lali se le humedecieron los ojos. Al echar una ojeada
subrepticia al otro extremo del bar, vio a Molly abriéndose paso entre la
muchedumbre de hombres. Casi todos la manoseaban al pasar, le toqueteaban los
pechos o le apretaban las nalgas, pero ella apenas rechistaba y seguía adelante
con la mirada perdida.
-Lali: No he percibido más que abatimiento —musitó— Nunca
había visto una desesperanza semejante.
-Peter: Seguro que no dudaría en robarte si se le
presentase la ocasión. De hecho, apuesto a que antes de que nos vayamos
intentará vaciarte el bolsillo.
-Lali: Si llevara monedas en el bolsillo, con gusto se
las daría a la pobre mujer. Peter, la han pegado y tiene el aspecto de no haber
tomado una comida decente en semanas.
Justo entonces apareció Molly con dos vasos pringosos que
contenían whisky. Peter se llevó la mano al bolsillo, extrajo varias monedas y
las colocó sobre la mesa. En la mirada de Molly no se apreció la menor
reacción.
-Molly: Muy bien —dijo en una voz carente de toda
emoción— ¿Cuál de los dos será el primero? —Sus ojos amoratados se achicaron
hasta quedar reducidos a rendijas— No se les ocurra pensar que voy a atenderlos
a los dos a la vez, porque yo no hago esas cosas.
Lali apretó los labios, esperando que no se notase que
esa insinuación la había escandalizado. No se atrevía a imaginar los horrores a
los que tenía que enfrentarse esa mujer a diario. Sintió tanta compasión que tuvo
que pestañear para contener las lágrimas.
-Peter: Sólo quiero información —dijo en voz baja— sobre
un hombre llamado Benjamín —Describió al francés— ¿Lo has visto?
Molly reflexionó un momento y luego sacudió despacio la
cabeza.
-Molly: No estoy segura. Muchos hombres entran y salen
cada día de esta pocilga y, para ser sincera, trato de no mirarlos a la cara.
Sólo sé que huelen mal y todos tienen manos grandes y malas —Desvió la vista
hacia las monedas que descansaban sobre la mesa— ¿Necesitan algo más?
-Peter: No, Molly, gracias.
Peter recogió las monedas y se las dio. A continuación
metió la mano en el bolsillo y extrajo varias monedas de oro que le entregó
también.
Molly abrió unos ojos como platos y dirigió a Peter una
mirada atónita e inquisitiva.
-Molly: ¿Todo esto? —preguntó— ¿Sólo por hablar un poco?
Peter asintió con la cabeza.
Molly se guardó las monedas en el corpiño y se alejó a
toda prisa, como si temiera que él le exigiese que se las devolviera.
-Lali: ¿Cuánto dinero le has dado? —preguntó.
-Peter: Lo suficiente para que se alimente.
-Lali: ¿Durante cuánto tiempo?
Él titubeó por un instante, como si le incomodara
responder, pero luego se encogió de hombros.
-Peter: Durante al menos seis meses. ¿Has tenido ya
alguna visión?
-Lali: No. Suele ser difícil en medio de una multitud.
Percibo demasiadas sensaciones a la vez, y todas se mezclan y se confunden.
Necesito cerrar los ojos y relajarme.
-Peter: Muy bien. Hazlo, y mientras tanto echaré un
vistazo alrededor a ver si reconozco a alguien.
Ella asintió con la cabeza y cerró los ojos. Peter se
fijó con cuidado en cada uno de los clientes, pero ninguno le resultaba
familiar.
Al cabo de un rato, Lali abrió los ojos.
-Lali: Lo siento, Peter, pero no logro discernir nada que
pueda ayudarnos.
-Peter: Entonces vámonos —dijo él, poniéndose de pie— Hay
otros establecimientos donde investigar.
Salieron del tugurio sin percances y subieron al carruaje
que los esperaba. Peter dio una dirección al cochero y se acomodó enfrente de
Lali. En realidad, bajo aquella luz tenue y con su atuendo masculino, podía
pasar por un hombre joven, cosa que le pareció extrañamente perturbadora a
Peter, que tantas pruebas tenía de su feminidad.
-Lali: Siento no haber podido percibir nada en esa
taberna —se disculpó ella— pero tal vez tendremos más suerte en el siguiente
local. ¿Adónde vamos ahora?
-Peter: A un antro de juego. Según mis informes, Benjamín
fue visto ahí hace poco.
-Lali: De acuerdo —Vaciló, y él notó que estaba
retorciéndose los dedos— Quiero agradecerte el gesto que has tenido con Molly.
La conciencia de Peter lo impulsó a decirle que ni
siquiera se habría fijado en esa prostituta de no ser por ella, pero antes de
que pudiera abrir la boca, su esposa alargó el brazo y le posó la mano sobre la
manga.
-Lali: Eres un hombre extraordinario, Peter. Un hombre
extraordinario y fuera de lo común.
A él se le hizo un nudo en la garganta. Maldición, ya
volvía a las andadas, convirtiéndolo en un cuenco de gelatina con sólo tocarlo
y dedicarle unas palabras amables y una mirada afectuosa. Lo hacía derretirse
como nieve arrojada al fuego.
Pero en lugar de indignarse por ello, en lugar de sentir
ganas de huir o apartarla de un empujón, ansiaba estrecharla entre sus brazos,
amarla, intentar explicarle de alguna manera los sentimientos inquietantes que
despertaba en él.
La tomó de la mano enguantada y se la besó con
vehemencia, casi con desesperación.
-Peter: Lali, yo...
El coche se detuvo de golpe, interrumpiendo sus palabras.
Al mirar por la ventanilla, vio que habían llegado a su destino. Ayudó a Lali a
apearse y la condujo a un callejón estrecho que discurría entre dos edificios
de ladrillos ruinosos y abandonados. Bajaron por una escalera cubierta de
desperdicios y entraron en la casa de juegos.
El interior era ruidoso, mal iluminado y lúgubre. Hombres
de todas las condiciones sociales estaban sentados a las mesas jugando a las
cartas o a los dados. Marineros bravucones, un grupo de dandis de Londres con
espíritu aventurero, miembros de los bajos fondos; se permitía la entrada a
todo aquel que tuviese dinero que apostar.
Después de indicarle de nuevo que se bajase el ala de la
gorra y mantuviese la vista baja, Peter la guió despacio en torno a la
habitación. Ella se detuvo cerca del extremo de la rayada barra de madera.
Tapándola de la vista de los demás con la espalda, Peter
susurró:
-Peter: ¿Qué ocurre?
Ella arrugó el entrecejo y sacudió la cabeza. Sin una
palabra, se quitó los guantes y se los guardó en el bolsillo. A continuación,
colocó las manos sobre la barra y cerró los ojos.
Peter la observaba atentamente, ocultándola de los
clientes del antro. Ella empezó a respirar más profundamente y justo cuando él
creía que no soportaría un segundo más su silencio, abrió los ojos.
-Lali: Benjamín ha estado aquí —dijo.
Peter se puso tenso.
-Peter: ¿Cuándo?
La mirada de Lali se tornó sombría.
-Lali: Esta noche, Peter. Ha estado aquí esta noche.
Continuará...
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Les dejo otro cap! no estoy segura pero si en la noche (tipo 11) puedo pasarme les dejo el siguiente ok? :)
-LovexLaliyPeter: Pobre Juli!! no pudiste dormir y así son los hermanitoss!! jaja y tengo 17 años y vos?
-Myprettylanzani: Ros! que lindo seria un mini duque!!! jajaja me mataron tus comentarios!!!
-CHARI transparente :P La esperanza nunca muere!! Espero que Ana vuelva!!!
Les mando besos y saludos a todass!!!
Vivu, romina, vale, mafer (desde Perú!!!!! :D) fresy07 Gioia!!, Lilibeth sara, vagomi (mi lectora 100% colombiana! sos lo más) alexia Clau!
vuelvo el la noche!! ahora tengo clases
me fui!!...
bueno hasta acà lleguè!Ahora me voy a dormir
ResponderEliminarme encantò,mas noveeeeeee
besos
@porLali_ITALIA
PETER YA LA AMA?
ResponderEliminarUN AMOR ES PETER! RE CUIDAAA
ResponderEliminarSON TAN TIERNOS
ResponderEliminarOJALA QUE NO PASE NADA MALO!
ResponderEliminarMASSSSSSSSSSSSSSS
ResponderEliminarNOVEEEEEEEEEEEEEEEE
ResponderEliminarBESOS
ResponderEliminarSoy yo la k sigue aqui(Marta Sanchez,me encanta).Espero,si puedes subir bien,si no ,hasta el siguiente.
ResponderEliminarYa Lali comienza a sentir, k Benjamin estuvo en la casa d juegos.Espero k se cierre el circulo pronto, alrededor d el,y lo atrapen.
ResponderEliminarOlvidadiza tambien lo soy,jajaja.Tu tienes mis saludos desde España diariamente.GRACIAS x tu felicitacion ,en cuanto sepa ,el sexo,os lo comunico,como le dije a mi nuera,cuando me comunico la buena nueva,su estado d buena esperanza,¿Lo puedo cacarear?y me dijo si,no tarde pero nadita en hacerlo.
ResponderEliminarmas noveeee!! ojala se encuentren con benjamin ya!! saludos de peru!
ResponderEliminarsube más nove por fa.
ResponderEliminaraiiiiiiiiii!! que intrigaa!! me imagino a Lali disfrazada de hombre como en CMS jaja!! me encanta esta novela!! es lo mas!! espero el proximoo
ResponderEliminarbesos
faty***
maas
ResponderEliminarno sabes como me puso feliz ver todos eses capítulos cuando entre en el blog! :D
ResponderEliminarMe encanto el cap!
ResponderEliminarMe preocupa demasiado Lali y Peter en ese barrio!
aaahhhy que no les pase nada
Un beso y un saludo para Danii (100% argentina!) ;) Gracias!
ResponderEliminarMuy bueno el cap =)
ResponderEliminarme encanta q lali pueda ayudarlo, quiero saber como sigue =S seguro si subis leo el cap mañana!
y si la verdad q mi hermana es re loca y ultimamente nos saca a todos de quicio =/ jajajaja
Tengo 15 años =)
espero q mañana tengas un hermoso dia!
un beso
Juli♥
@amorxca
Qué misterio ese don de Lali,no me canso de decir q me encanta la relación de ellos.Nos vemos!
ResponderEliminarEl hermano de peter!! :O!!
ResponderEliminarno no la puedes dejar ahi MAAAS!!
Buenisimo!!! quiero más!! cada vez más interesante, y es bueno q lali pueda ayudar a peter y es una manera de demostrarle lo q lo quiere Besos
ResponderEliminar@vale_cadenas
Masss nove ;DD
ResponderEliminarAi amo la nove espero que no passe nada a lali y nem a peter espero lo proximo capitulo pobre fica muy intranquila con este don besos Dani bay..
ResponderEliminarMasss nove, xfa ;DD
ResponderEliminarjajaj sorry por nocomentar el anterior peor como no tenia clases sali :P
ResponderEliminarme encanto peter que hasta con pantalon la deseara :P jjaja y leugog todo sorprendido por como se veia :P jaja me encanta
jajaja bueno creo que ya no subiste cap hoy :P haha
ResponderEliminarsiento no haber podido leerla ayer, pero estaba muy ocupada y no me dio tiempo.
ResponderEliminarme intriga mucho la nove, quiero mas! me tiene muy enganchada!!
un besooo
Que ganas de leer otro capitulo!! Me encanta Lali y Peter se transforma cuando està con ella!
ResponderEliminarme encanta!
ResponderEliminarhooo myyy goddd
ResponderEliminarmass noveeeeeeeee