Lali estaba frente al vestidor del dormitorio, mirando la
ropa que había colgada en las perchas. Ninguno de aquellos elegantes vestidos
le resultaba familiar. En las baldas de madera, sin embargo, había vaqueros y
camisetas dobladas… sí, sabía por intuición que con eso se sentiría más cómoda.
Pero cuando desdobló un par de vaqueros vio que no eran premamá. Ninguno de
esos pantalones había sido comprado para una mujer embarazada de cuatro meses.
-Peter: Lo siento, de verdad.
Sorprendida, Lali se volvió.
-Lali: Evidentemente, tú y yo vivimos vidas separadas.
Tendrás que perdonarme mientras intento acostumbrarme.
-Peter: No, no es eso —suspiró.
-Lali: ¿Ah, no? Me has puesto en una habitación que no es
la tuya, te molesta que use tu ordenador, nuestra ropa está separada… lo que no
entiendo es cómo me he quedado embarazada —dijo ella, irónica— ¿Por qué vas a
casarte conmigo, Peter? ¿El embarazo fue un accidente?
-Peter: Ven aquí —dijo él entonces. Y, antes de que Lali
pudiera protestar, la sentó a su lado en la cama.
-Lali: ¿Dónde está Emi?
-Peter: Le dije que se fuera en cuanto llegué. Sólo
estará aquí cuando yo tenga que salir. Y te hará compañía en la isla cuando yo
no pueda estar a tu lado.
-Lali: Pensé que estaríamos solos en la isla.
-Peter: Puede que tú creas que no la necesitas, pero yo
prefiero no arriesgarme. Tu salud es demasiado importante para mí —suspiró— Y
quiero pedirte perdón por lo de antes. He sido un grosero y no tengo ningún
derecho a serlo.
-Lali: No creo que la palabra «grosero» sea lo bastante
fuerte… Más bien te has portado como un imbécil.
-Peter: Sí, es verdad —asintió él, sorprendido por esa
réplica, tan inusual en ella— Y por eso te pido perdón. No tengo ninguna
excusa. He estado muy ocupado entre el trabajo y solucionar lo del viaje… y he
pagado mis frustraciones contigo. Es imperdonable, pero te pido que me perdones
de todas formas.
-Lali: Acepto tus disculpas.
-Peter: Y en cuanto a lo demás —empezó a acariciar su
pelo— no vivimos vidas separadas, Lali. Te puse en esta habitación por tu
estado. No me parecía justo esperar que durmieras con un hombre que es un
extraño para ti. No quería presionarte.
-Lali: Yo pensé…
-Peter: ¿Qué pensaste?
-Lali: Que no me querías.
Peter tomó su cara entre las manos para mirarla a los
ojos. Y luego inclinó un poco la cabeza. Lali se quedó sin aliento, esperando
sin saber bien qué… pero sintiendo un anhelo desconocido. Cuando sus labios se
encontraron por fin, fue como una descarga eléctrica, un cosquilleo que se
extendía por todo su cuerpo como un incendio. Instintivamente se arqueó hacia
él para estar más cerca y, al sentir el roce del duro torso masculino sobre sus
pechos, dejó escapar un gemido de sorpresa.
Mientras la besaba experimentó una sensación de paz, de
bienestar que no había experimentado desde que despertó en el hospital si saber
quién era.
-Peter: Tu cuerpo me recuerda—dijo él. Parecía contento
con la idea de que lo recordase.
-Lali: Pero no tengo nada que ponerme —dijo entonces. Y
luego se puso colorada por haber elegido precisamente un tema tan absurdo
después de un momento tan… intenso.
-Peter: ¿No tienes nada que ponerte?
-Lali: ¿Por qué no hay ropa de embarazada en el armario,
Peter? ¿Es que no quise comprarla?
-Peter: Lo siento, no había pensado en eso —murmuró él,
intentando encontrar alguna explicación— En tu estado no puedes ponerte
vaqueros ajustados, por mucho que a mí me gusten.
-Lali: Solía ponerme vaqueros, ¿verdad?
-Peter: No, en realidad te gustaba ponerte guapa para mí…
claro que tú estarías guapa hasta con un saco de patatas. Pero debería haber
pensado que necesitabas otro tipo de ropa…
-Lali: Tú estás portándote muy bien —lo interrumpió ella—
Esto no puede ser fácil para ti y, sin embargo, estás siendo increíblemente
paciente… bueno, salvo hace un momento.
-Peter: Deja de preocuparte por mí. Sos vos quien está
sufriendo —suspiró — Y es verdad que necesitas ropa adecuada, así que voy a
hacer algunas llamadas.
-Lali: ¿No podemos ir de compras?
-Peter: Ahora mismo no estás para ir de compras, La.
Quiero que descanses. Nos iremos mañana a la isla, en cuanto el médico diga que
puedes viajar.
-Lali: ¿Mañana? ¿Tan pronto?
-Peter: Ahora entenderás por qué tenemos que encargar la
ropa a toda prisa. Y ahora…
-Lali: Si vuelves a decirme que descanse un rato me pongo
a gritar.
-Peter: Pero…
-Lali: Por favor, Peter, estoy bien. Además, me he echado
la siesta mientras tú estabas fuera. Pero tengo hambre, ¿podemos comer algo?
-Peter: Sí, claro —suspiró él— Aparentemente, no pienso
nunca en lo que es realmente importante. Perdóname otra vez, Lali. Ven, vamos a
la cocina. Voy a hacer algo de comer.
maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
ResponderEliminarME ENCANTAAAAA!!! VAMOOOS TODAVIAAA!! BESOOOOO YUJUUUUU!!!
ResponderEliminarBESOS
FATY****
me encantaaaaaaaaaaaaaaa!!!
ResponderEliminarMas noveeeeeeee
Besos
@porLali_ITALIA
este hombre es un poco cambiante!!
ResponderEliminarMe encantaaaaaa quiero otro capítulo pofaaa
ResponderEliminar1bso
realmente no entiendo a peter! no sé si le gusta lali o no! es muy cambiante!
ResponderEliminarSe nota k d verdad la quiere, pero tiene miedo.Quiere abarcar todo y se le olvida lo mas basico.Creo k el tiene dudas, d k fuera Lali quien le robaba los informes.
ResponderEliminarmaasss noveeee ♥
ResponderEliminarmas nove!!! me encanto el cap!!!!
ResponderEliminarayyyy amor la nove! quiero MAS!!! ;D
ResponderEliminar