Lali tiraba de su vestido, nerviosa, mientras se miraba
al espejo, moviendo la cabeza de un lado a otro para que los zafiros que
llevaba en las orejas y en el cuello reflejasen la luz.
-Peter: Estás preciosa.
Al darse la vuelta se quedó asombrada. Con el esmoquin
llamando la atención sobre sus anchos hombros, francamente estaba para comérselo.
-Lali: Tú también.
-Peter: ¿Estoy precioso? —rió.
-Lali: Guapísimo, tremendo, para comerte —rió— Me dan
ganas de quitarte ese traje y…
-Peter: Ah, me gusta tu manera de pensar.
-Lali: Era una broma, tonto.
-Peter: ¿Estás lista? El coche está esperando.
Respirando profundamente, Lali asintió con la cabeza.
-Lali: Sí, estoy lista.
-Peter: No te preocupes, yo estaré contigo todo el tiempo
—dijo tomando su mano.
Cuando llegaron a la entrada del hotel, atascada por
limusinas y coches de lujo, tragó saliva al ver tanta gente elegante. Sentía
mariposas en el estómago cuando entraron en el salón de baile. Una banda de
jazz tocaba en el escenario y los camareros circulaban con bandejas de champán
mientras otros ofrecían una selección de canapés.
Lali hizo una mueca al ver a Vico y Pablo… y luego a
Paula. Aunque sabía que iban a acudir, había esperado evitarlos en lo posible.
Pero eso no iba a pasar, pensó al ver que Vico se acercaba. Su primera reacción
fue decir que tenía que ir al lavabo, pero Peter apretó su mano como si supiera
que pensaba salir corriendo.
-Vico: Hola —dijo saludando a Lali con la cabeza.
Bueno, al menos no se había mostrado tan antipático como
en el aeropuerto, pensó. El hermano de Peter señaló a Pablo, que se acercaba
con un hombre alto de aspecto distinguido y una mujer que, Lali pensó, debía
ser su esposa.
-Peter: Señor y señora Vázquez, les presento a mi prometida,
la señorita Lali Espósito. El señor y la señora Vázquez están en Nueva York en
viaje de negocios.
Sonriendo, ella saludó a la pareja.
-Peter: Lali y yo vamos a casarnos mientras estamos en
Nueva York y sería un honor para nosotros que acudieran a la boda.
Detrás de Lali sonó un gemido ahogado y, al volverse, vio
a Paula a un metro de ellos, con una expresión de total incredulidad en el
rostro. Se recuperó enseguida, pero no tan rápido como para que no se diera
cuenta.
¿Por qué parecía tan sorprendida de que Peter anunciara
el compromiso?, se preguntó. Pero cuando se volvió para mirar a los otros, sólo
los Vázquez estaban dándole la enhorabuena. La expresión de Pablo y Victorio
era la misma que la de Paula. Lali no entendía nada. ¿Cómo era posible que su
boda fuera una noticia tan inesperada para todos? ¿Y tan mal recibida? Estaban
prometidos antes del accidente y, sin embargo, todo el mundo actuaba como si
fuera algo inesperado.
Después de los obligatorios buenos deseos de los Vázquez,
la conversación empezó a girar sobre la construcción del hotel en Río de
Janeiro y Lali permaneció en silencio, pensativa.
Unos minutos después, Peter pareció darse cuenta de que
se sentía incómoda y la llevó a la pista de baile, donde la banda de jazz
estaba tocando una suave melodía.
-Lali: Ah, gracias. Me apetecía apartarme un poco de los
demás.
-Peter: Aunque me gustaría que pudiéramos irnos a casa,
me temo que debemos quedarnos un rato más. Pero si te cansas, puedo pedirle a
Nico que te lleve de vuelta al apartamento.
Ni loca. Como si fuera a dejarlo con Paula, la eficiente
ayudante personal.
Aunque los hermanos de Peter, y su ayudante, parecían
empeñados en tratarla como si fuera un paria, mucha gente se acercó para
saludar a su prometido y se mostró terriblemente amable con ella. Al final,
Lali se encontró disfrutando de la velada a pesar del poco favorable comienzo.
Estaba haciéndose tarde cuando Peter se inclinó para
hablarle al oído.
-Peter: Tengo que hablar con mis hermanos. ¿Te importa
quedarte sola un momento?
-Lali: No, claro que no. No te preocupes por mí. Además,
tengo que ir al lavabo.
Alegrándose de poder apartarse un rato de la gente, y
sobre todo de las oscuras miradas de los Lanzani, Lali entró en el lavabo de
señoras para retocarse un poco.
-Lali: Pero no puedes quedarte aquí escondida para
siempre —intentó animarse antes de salir. Cuando iba hacia el salón de baile
oyó la voz de Peter en uno de los reservados y vaciló un momento, sin saber si
seguir o quedarse esperándolo.
Las siguientes palabras tomaron la decisión por ella:
-Pablo: Maldita sea, Peter, no tenes necesidad de casarte
con Lali. Cómprale un apartamento hasta que nazca el niño. No te ates a ella,
dándole así acceso a todo lo que posees.
Lali se quedó boquiabierta al oír las palabras de Pablo.
-Peter: Vamos a tener un hijo —replicó— Que me case con
ella o no, es cosa mía.
-Paula: ¡No puede casarse con ella! —exclamó— ¿Olvida que
le robó y le traicionó? Si necesita algún recordatorio, mire los hoteles que se
están levantando en París y en Roma. Sus hoteles. Pero ahora los está
levantando la competencia.
Lali tuvo que agarrarse a la pared para no caer al suelo.
Como un enjambre de abejas furiosas, retazos de información empezaron a
aparecer en su cerebro. Y, de repente, fue como si un dique se rompiera. La
puerta que no había podido abrir en sueños se abrió y el pasado apareció
rodando a la velocidad de un torrente. Peter acusándola de haberlo engañado…
echándola del apartamento, de su vida. Su secuestro y los meses que había
pasado aterrada, esperando que Peter respondiera a las demandas de los
secuestradores. Demandas que él había ignorado…
La había dejado. La había descartado incluso cuando la
secuestraron. Medio millón de dólares, calderilla para un hombre como él… pero
un dinero que no había querido pagar para que la liberasen. Todo había sido una
mentira. Peter había mentido sin parar desde que despertó en el hospital. No la
quería, no estaban prometidos.
Ni siquiera valía medio millón de dólares para él. Su
corazón se rompió en mil pedazos al ver que todo lo que había creído se
convertía en una mentira. No había intentado salvarla.
El gemido torturado que escapó de su garganta hizo eco en
el pasillo. Lali se llevó una mano a los labios, pero era demasiado tarde.
Peter salió al pasillo y, tras él, los demás. Y cuando miró a los ojos de «su
prometido» supo que él sabía que lo recordaba todo.
Continuará…
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Pobre Lali!! :(
MARATOOOONN...
si más de 25 firmas hay más caps!! ^-^
Mas noveeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarSimplemente IMRESIONANTE!! No nos puedes dejar mucho tiempo esperando, mas caps!! Que pasara ahora?!! Te espero!! :D
ResponderEliminarMary
pobre Lali
ResponderEliminarHay no puede ser pobre Lali :(!!
ResponderEliminarpobre Lali!
ResponderEliminarmaaas
ResponderEliminarmas novee
ResponderEliminarpobre lali mas nove
ResponderEliminarquiero maaas!!
ResponderEliminarmas novee
ResponderEliminarpobre Lali
aaaaa masss noveeee por fasss!!!!1
ResponderEliminaraaaayyy pobreee laliii no es justooo!!!! si ella no hizo nadaaaaa
ResponderEliminarMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS
ResponderEliminarmas noveeeeeeeeee
ResponderEliminarPOR DIOS!!
ResponderEliminarMas nove necesito saber que va a pasar!!!
mas porfaaaa
ResponderEliminar:O qieroooo maaaaaaaaasssss!!!!
ResponderEliminarMAS NOVEEE!!
ResponderEliminarayyy nooo no me podes dejas asì! Sabes hace cuanto esperè ese momento???
ResponderEliminarMas noveeee
@porLali_ITALIA
muy bueno el capitulo cada vez esta mas buena la nove...
ResponderEliminarque siga la maraton
ResponderEliminar(:
ResponderEliminarEsto esta INCREÍBLEMENTE EMOCIONANTE!!♥
ResponderEliminarNo!! sos una guacha como lo dejás así!
ResponderEliminaresta muy buena quiero mas
ResponderEliminarQuiero el siguiente ya!
ResponderEliminarel siguienteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee porfis
ResponderEliminarPeter no pagó las demandas de los secuestradores?
ResponderEliminarmasss noveeee
ResponderEliminarPeter no pago,pero le llegaron las demandas d los secuestradores?
ResponderEliminarayyy pobre Lali! Acordarse tan de golpe y un sitios asi aparte de lo del rescate... MAS!!!!
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