La visión se coló en el sueño de Lali con el sigilo de un
ladrón experimentado.
Las imágenes serpenteaban a través de los oscuros
recovecos de su mente, ondulándose como volutas de humo, para luego ponerse
fuera de su alcance.
Una criatura. Una hermosa niñita con brillantes rizos
color castaño claro y ojos verdes y vivarachos. Corría, riendo y gritando
«mamá». Entonces la visión cambió. La risa cedió el paso al miedo. Los
chillidos de terror de la niña resonaron en la mente de Lali, llenándola de
aprensión.
El rostro angelical de la niñita se convirtió en una
máscara pálida y aterrorizada. Unas manos femeninas se alargaron hacia ella,
pero la niña parecía flotar cada vez más lejos de su alcance, hasta que se
perdió de vista por completo, dejando sólo el eco de sus sollozos.
Entonces vio a Peter, transido de dolor, desolación y
culpabilidad, hasta tal punto que Lali apenas lo reconoció. Oyó su voz, un
susurro entrecortado: «No puedo vivir sin ella... Por favor, Dios, no me digas
que la he matado trayéndola aquí».
Lali despertó sobresaltada, con un grito ahogado. El
corazón le martilleaba el pecho y los pulmones le ardían como si hubiese
corrido varios kilómetros. Y, sin embargo, se le había helado la sangre. Buscó
con los ojos a Peter, que dormía plácidamente a su lado. Menos mal, pues ella
no hubiera podido hablar en ese momento.
Pero, Dios santo, tendría que decírselo.
Él debía saber que ella había visto la muerte de una
niña. Una niña de cuya muerte él se culparía.
Una niña de cabello castaño claro y ojos verdes, como los
suyos.
Su hija.
La hija de los dos.
--
Peter abrió un ojo. Al ver el fino haz de luz tenue que
se filtraba a través de las cortinas de terciopelo color burdeos, dedujo que
estaba amaneciendo... y que por tanto ya era una hora perfectamente razonable
para despertar a su esposa besándola dulcemente, haciéndole el amor con
suavidad y confesándole su amor con ternura.
Al volver la cabeza, descubrió que su esposa yacía en el
otro extremo de la gran cama, encogida y de costado, dándole la espalda.
Demasiado lejos para tocarla.
Peter sintió una honda desilusión y estuvo a punto de reírse
en voz alta de sí mismo. En qué individuo tan embobado y perdidamente enamorado
se había convertido. Y en un lapso de tiempo asombrosamente corto. «Seguro que
para la hora de la cena estaré componiendo versos. Y sonetos al anochecer.»
Estuvo a punto de soltar una risita. Sí, podía imaginarse con una rodilla en
tierra, recitando apasionadamente la «Oda a Lali».
Le bastaría con acercarse un poco a ella para rodearla
con los brazos y sentir su calor, pero sabía que, en cuanto lo hiciera, ya no
la dejaría dormir más. «No seas egoísta —pensó— deja que descanse.»
Entrelazando las manos en la nuca apoyó en ellas la cabeza y se obligó a
permanecer donde estaba para no interrumpir el sueño de Lali, al menos durante
unos minutos. Sí, simplemente se quedaría ahí acostado, maravillándose del
cambio tan drástico que esa mujer había obrado en su vida. Un cambio para bien.
Imaginó cómo le tomarían el pelo Nicolás y Agustín cuando
se dieran cuenta de que el «célebre duque de Bradford» había sucumbido al
embrujo de su propia esposa. Y no habría manera de que no se diesen cuenta,
pues le resultaría imposible ocultar su amor por Lali. Aunque tampoco tenía
ganas de intentarlo. Por supuesto, no estaba muy bien visto enamorarse de la
propia mujer, pero eso le importaba un pepino.
Una sonrisa que fue incapaz de contener se desplegó en su
rostro. Sí, Nicolás y Agustín se meterían con él sin piedad. «Pero ya me
vengaré —se dijo— cuando el amor les pique en sus traseros desprevenidos. Y lo
hará. Si puede ocurrirme a mí, puede ocurrirle a cualquiera.»
No podía esperar un segundo más para tocarla. Pero no
quería despertarla... Se limitaría a abrazarla. Moviéndose con todo sigilo, se
deslizó por la cama hasta colocarse justo detrás de ella y le posó suavemente
el brazo sobre el talle.
En cuanto la tocó, ella dio un respingo.
-Peter: Buenos días, cariño —le dijo, dándole un beso en
el hombro— No era mi intención despertarte.
-Lali: Yo... pensaba que estabas dormido.
-Peter: Y lo estaba. Pero ahora ya estoy despierto. Y tú
también. Mmm.
Hundió la cara en su cabello y aspiró su aroma a lilas.
Le ciñó la cintura con el brazo y la atrajo hacia sí, con la espalda de ella
contra su pecho.
Se quedó quieto al notar que ella se ponía rígida.
-Lali: No lo hagas.
Antes de que él pudiese preguntarle si algo no iba bien,
ella se soltó de sus brazos y se sentó, tapándose con el cubrecama.
-Peter: ¿Lali? —se incorporó rápidamente— ¿Te encuentras
bien?
Como ella no respondía, la tomó de la barbilla con
delicadeza y le hizo volver la cara hacia él.
Estaba llorando. Sus ojos parecían pozos dorados de
aflicción. La calidez que solía brillar en su mirada había desaparecido para
ser reemplazada por una expresión sombría que le rompió el corazón.
Le soltó la barbilla y le asió los brazos.
-Peter: ¿Qué ocurre? ¿Te duele algo?— Por toda respuesta,
ella lo miró con esos ojos llenos de dolor. Un estremecimiento afín al pánico
se deslizó por la espalda de Peter— Dime qué sucede —pidió.
-Lali: Tengo... tengo que decirte algo.
-Peter: ¿Sobre Pablo?
-Lali: No. Sobre mí.
Ah. De modo que era eso. Por fin iba a desvelarle sus
secretos... a explicarle por qué se había marchado de América tan de repente.
Experimentó cierto alivio que mitigó su intranquilidad, y
aflojó la presión sobre los brazos de Lali. Por lo visto su esposa confiaba en
él lo suficiente para abrirle su corazón. Y después de la confianza... ¿no era
lógico que viniese el amor?
Dios, ¿iba ella a decirle que lo amaba? En ese caso no
debía de resultarle fácil hacer esta declaración, pues no sabía lo que él
sentía por ella. Porque nunca se lo había oído decir. Probablemente Lali tenía
miedo de que él rechazase su amor.
Pero él iba a desterrar ese temor con sólo dos palabras.
-Peter: Lali, te am...
-Lali: Te mentí.
Definitivamente no era la frase que esperaba oír.
-Peter: ¿Cómo dices?
En lugar de contestarle, ella se soltó de sus manos y
recogió su camisón del suelo. Se lo ajustó, juntó los bordes del escote para
cubrirse el pecho y le pasó a Peter su bata de seda. Él se la puso y anudó el
cordón, observando a Lali, que se apartaba lentamente de él. Sólo cuando se
halló a varios pasos de distancia su esposa volvió a hablar:
-Lali: Te mentí sobre los motivos por los que estoy en
Inglaterra.
-Peter: ¿En serio? ¿No viniste a ver a tu tía?
-Lali: No. Vine a vivir con ella.
-Peter: Cariño, yo no llamaría a eso una mentira.
Peter extendió los brazos hacia Lali, pero ella sacudió
la cabeza y retrocedió un paso.
-Lali: No lo entiendes. Tenía que venir aquí. No quería,
pero no tenía otro sitio adonde ir.
-Peter: ¿A qué te refieres?
Ella respiró hondo antes de responder:
-Lali: Después de la muerte de mi padre, no soportaba
vivir sola en nuestra casa. Además de que se consideraba casi indecoroso que
una mujer soltera viviese sola, a decir verdad, echaba mucho de menos la compañía
de otras personas. Los Vetrano, primos lejanos por parte de mi padre, residían
en la misma población que yo y me invitaron a vivir con ellos. Parecía una
solución perfecta ya que yo los quería mucho y su hija Candela era mi mejor
amiga, así que vendí mi casa y me mudé con ellos.
Peter reconoció el apellido Vetrano como uno de los que
había mencionado Nicolás.
-Peter: Continúa.
-Lali: Me encantaba formar parte de su familia, y los
hijos más jóvenes, unos diablillos los tres, eran una delicia. Durante casi dos
años todo marchó de maravilla —Se retorció los dedos, mirando la alfombra— Y
entonces Cande conoció a Victorio— Él la contempló, obligándose a guardar
silencio, para dejar que ella terminase su historia —Victorio llegó al pueblo
desde Boston, donde trabajaba en una caballeriza. Se le daban muy bien los
caballos y era un magnífico herrador, de modo que el señor Vetrano lo contrató
de inmediato en su cuadra. Victorio era un joven muy atractivo, y todas las
damas se quedaron prendadas de él.
Peter apretó los puños.
-Peter: ¿Tú también?
-Lali: Debo reconocer que, cuando lo conocí, me pareció
apuesto y encantador —Hizo una pausa y luego añadió en voz baja— Pero entonces
lo toqué.
-Peter: ¿Y qué viste?
-Lali: Mentiras. Engaños. Nada concreto, pero sabía que
no era como todos creíamos. Me obligué a borrar esa impresión de mi mente.
Después de todo, mientras trabajase de firme para el señor Vetrano, no era
asunto mío que hubiese sido mentiroso en el pasado. Me persuadí de que estaba
emprendiendo una nueva vida y merecía una segunda oportunidad. Pero varias
semanas después, Cande me contó que estaba enamorada de Victorio. —Lali empezó
a pasearse de un lado a otro de la habitación— Me quedé muy preocupada. Le
advertí con tacto que no lo conocía muy bien, pero ella no me escuchó. Nadie en
el pueblo, incluida Cande, sabía lo de mis visiones. No las tenía muy a menudo,
y, como tú bien sabes, no resultan fáciles de creer ni de aceptar, así que dudé
en decírselo, sobre todo porque el peligro que había percibido era muy vago.
Además, por nada del mundo quería correr el riesgo de equivocarme y destrozar
la felicidad de Cande inútilmente. Tenía que saber más, averiguar si, en
efecto, él era una persona poco honorable. Para eso debía volver a tocarlo, o
por lo menos tocar alguna de sus pertenencias —Tomó una estremecida bocanada de
aire y prosiguió, con voz agitada— Al día siguiente visité la caballeriza para
hablar con Victorio. Palpé sus herramientas e incluso logré tomarlo de la mano
con el pretexto de examinar un corte que se había hecho en el dedo. Y mis
sospechas se vieron confirmadas.
-Peter: ¿Qué había hecho?
-Lali: No lo supe exactamente, pero intuí que se había
marchado de Boston a causa de un escándalo. Sabía que era un embustero y un
tramposo. Sabía que necesitaba dinero y que los Vetrano eran una familia
acomodada. Pero lo peor de todo era que sabía que iba a romperle el corazón a
Cande. Rogué porque sus sentimientos hacia él cambiaran, pero dos semanas
después ella y Victorio anunciaron que pensaban casarse al cabo de un mes. —Su
voz descendió hasta convertirse en un susurro— No sabía qué hacer. Ella estaba
muy enamorada de él, pero iba a cometer un terrible error. De nuevo intenté
avisarla con indirectas, pero fue inútil. Finalmente, el día anterior a la
boda, le dije no que tenía motivos para creer que Victorio era un hombre
deshonesto y que no le convenía. Que no le causaría más que dolor.
La angustia en su voz le partió el alma a Peter.
-Peter: ¿Y qué dijo ella?
Lali soltó un resoplido.
-Lali: Se negó en redondo a escucharme. Después me acusó
de estar celosa, de querer quitarle a Victorio. Él le había hablado de mi
visita a la cuadra y al parecer la había convencido de que yo tenía la
intención de conquistarlo. No podía creer que ella me considerase capaz de eso.
-Peter: ¿Y le contaste lo de tus visiones?
-Lali: Lo intenté, pero ella no quiso escuchar una
palabra más. Estaba muy enfadada conmigo por intentar arrebatarle su felicidad
y al hombre que amaba. Me dijo que no quería verme en su boda. Que no quería
verme nunca más —Se detuvo justo enfrente de él, que al ver sus ojos empañados
en lágrimas sintió una gran compasión— Me dijo que hiciera las maletas y me
marchara de la casa de su familia.
-Peter: Lali. —Intentó tocarla, pero ella se apartó.
-Lali: Tal vez si le hubiese contado antes mi capacidad
de ver el pasado y el futuro ella me habría creído. No lo sé. Pero juré en ese
momento y en ese lugar que nunca volvería a callarme cuando tuviese una
premonición, sobre todo si estaba relacionada con la felicidad de alguien.
—Abrió los brazos en un gesto de impotencia— No volví a tener visiones hasta la
noche en que te conocí. Por eso te dije que había visto a Pablo. —Después de
cerrar los ojos un momento, continuó— El señor y la señora Vetrano se
sorprendieron de mi marcha, pero estaban de parte de Cande, y ella insistía en
que me fuera. Sabía que en el fondo ella estaba pasándolo mal. Me quería, pero
quería más a Vico. Junté mis cosas y me fui esa misma tarde. Dejé a Parche con
ellos. Era demasiado viejo para viajar y los niños lo querían tanto como yo.
Se le quebró la voz, y él la imaginó marchándose de su
hogar, sola, llena de desesperación. Maldita sea, oírla lo estaba desgarrando
por dentro.
-Peter: ¿Y qué hiciste?
-Lali: Caminé hasta el pueblo y retiré mis ahorros del
banco. No tenía adonde ir, y quería marcharme lo más lejos posible. Conseguí
transporte para la costa. Una vez allí, adquirí un pasaje en el Starseeker y
contraté a una acompañante. Le mandé una carta a tía Julia anunciándole mi
llegada. Me siento afortunada y muy agradecida por su acogida.
-Peter: ¿Sabes qué ocurrió con Candela y Victorio?
-Lali: No. Todos los días rezo por su felicidad, pero sé
que sólo es cuestión de tiempo que Cande acabe con el corazón roto.
A Peter le faltaban las palabras. No sabía cómo
consolarla, pero sabía que debía intentarlo. La mirada atormentada de Lali lo
estaba destrozando.
-Peter: Siento mucho que tuvieras que pasar por eso,
cariño —dijo— pero por muy triste que fuera para ti abandonar tu hogar, gracias
a eso estamos juntos —Le tendió la mano.
Ella se quedó mirándolo inexpresivamente por un momento y
luego alzó la vista hacia sus ojos. La expresión de su esposa alarmó a Peter.
Era como si se hubiese quedado sin energía, sin vitalidad, y en cambio se
hubiese llenado de una angustia y un sentimiento de culpa inenarrables.
-Lali: Hay algo más, Peter. Tuve otra visión. Anoche.
Él bajó la mano lentamente.
-Peter: ¿Qué viste?
-Lali: Vi morir a alguien —Su sufrimiento era tan palpable
que Peter prácticamente podía verlo.
-Peter: ¿A quién?
-Lali: A nuestra hija, Peter.
Se le cayó el alma a los pies.
-Peter: ¿Nuestra hija? ¿Cómo lo sabes?
-Lali: Era una niñita. Se parecía a ti, con su pelo
castaño claro y tus hermosos ojos verdes. —Con pasos vacilantes, se acercó a él
y le agarró los brazos, hincándole los dedos en la piel— ¿Entiendes lo que te
digo? He visto el futuro. Teníamos una niña, de unos dos años. Y ella se moría.
La mente de Peter se quedó en blanco al oír estas
palabras.
-Peter: Seguro que te has equivocado...
-Lali: No. Lo vi todo. Y no puedo permitir que eso
suceda. No puedo permitir que nuestra hija muera.
Peter respiró a fondo e intentó pensar con claridad, pero
ni por un momento dudó de la veracidad de esa premonición.
-Peter: De acuerdo. No permitiremos que ocurra. Ya
estamos sobre aviso, así que estaremos preparados. La vigilaremos en todo
momento, todos los días. Nada malo le ocurrirá.
-Lali: ¿Es que no lo ves? No puedo correr ese riesgo. Ya
he perdido a mis padres, a los Vetrano y a Cande. No soportaría perder a otro
de mis seres queridos... y mucho menos a nuestra hija. Tampoco soportaría verte
sufrir por su muerte —Lo miró por unos instantes— Sólo hay una manera de
asegurarnos de que nuestra hija no muera: no teniéndola.
¿No tener a su hija? Por supuesto que tendrían hijos.
Muchos hijos, varones con la aguda inteligencia de ella, niñas con el cabello
de su madre.
-Peter: Pero ¿qué estás diciendo?
Lali se soltó de sus brazos y se volvió hacia la ventana.
Él se quedó contemplando su perfil y escuchó sus rotundas palabras:
-Lali: No puedo tener hijos contigo. Me niego a tener
hijos contigo. Y la única forma de asegurarme de ello es renunciar a mis
deberes conyugales. Por supuesto, no espero de ti que sobrelleves una situación
tan insostenible. Soy consciente de lo importante que es para un hombre de tu
posición tener un heredero —Alzó la barbilla, resuelta, pero su voz quedó
reducida a un susurro lúgubre— Por tanto, quiero que anulemos nuestro
matrimonio.
Continuará...
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No se lo esperaban verdad???
presiento que quieren matar a alguien!!!... jeje
-abril: Tenés razón el horario es diferente!! no lo había notado, de donde sos??? tal vez el horario de los comentarios está mal porque no lo cambié!! :D
-Karla: Nueva lectora bienvenida!! y por ahora no tengo tw! pero en cuanto lo tenga les aviso! :)
Besossss a todasss!!!
ME ENCANTO LA PARTE EN LA QUE IBAN A TENER UNA HIJAAAA
ResponderEliminarHASTA QUE MUEEREEE :(
ResponderEliminarJUSTO AHORA QUE PETER YA SABE QUE LA AMAAAA. ELLA QUIERE TERMINAR SU MATRIMONIO PARA EVITAR LA MUERTE DE SU HIJA
ResponderEliminarOJALA PETER HAGA ALGO AL RESPECTO
ResponderEliminarNO SE QUE LA ENCIERRE EN LA HABITACIÓN, QUE NO LA DEJE SALIR DE LA CASA, CUALQUIER COSA PERO QUE NO LA DEJE IR !
ResponderEliminarYA VEO A PETER JUGANDO CON SU HIJA! JAJAJA
ResponderEliminarNOVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
ResponderEliminar"no estaba muy bien visto enamorarse de la propia mujer" :S en que planeta viven??
ResponderEliminarObvio que no lo esperabas!
ResponderEliminarY presientes bien! Presientes el nombre de la susodicha? Por que yo si: Danii
No lo puedo creer!
ResponderEliminarEntiendo perfectamente a Lali, entiendo que no quiera volver a pasar por ese dolor de perder a alguien pero me entristese su decision y sera muy duro la desicion que ha tomado! Va a perder el amor de su vida, su felicidad!
ResponderEliminarUn horror todo lo q pasó =(
ResponderEliminarespero q esa vision no ocurra aunque tal vez no sea exactamente su hija...
No era tan grave como yo pensaba lo de cande pero quiero saber como esta ahora, q le habra pasado! ojala aparezca en algun momento pidiendole perdon a Lali y diciendole q tenia razon....
y ya suponia q no le iba a terminar diciendole te amo como él queria!
podes creer q tengo literalmente a mi hermana colgada del brazo y la pierna? y aun asi te estoy firmando! jajajaja
muy triste el cap, no me gusto =(
espero el proximo ojala subas otro hoy!
un beso!
Juli♥
No creo que Peter permita que se anule el matrimonio o acepte eso! Mucho menos ahora que descubrió que la ama!
ResponderEliminar:O + :(
ResponderEliminarespero que peter no la deje hacer eso!
me acabas de matar
ResponderEliminarno me lo puedo creer
ResponderEliminarquiero saber ya la reaccion de Peter
ResponderEliminarno nos puedes dejar asi
ResponderEliminaraunque me preocupa que un poco que Peter crea tanto en la vision que piense que no se puede hacer nada al respecto para salvar a su hijas mas que como dice Lali no teniendola!
ResponderEliminarAunque.... puede que Lali ya este en embarazo!
ResponderEliminarOTRO CAPITULO!!!! ME ESTOY VOLVIENDO LOCA CON LAS MIL POSIBILIDADES
ResponderEliminarmas nove!
ResponderEliminarM.UERO POR TAN SIQUIERA UN
ResponderEliminarA.DELANTO!
S.ABES QUE
N.OS TIENES CON UNA INTRIGA, MAL!
O.BVIAMENTE TU ERES TAN LINDA Y BUENA QUE
V.AS A SUBIR OTRO CAPITULO ASÍ DE
E.XCELENTE COMO ESTE!
PD: Mira que te hice un Acróstico y todo! jajajaja original para pedir mas nove, eh! ;) jajajaja
buenisima !!!!!!!!!!1
ResponderEliminarOTRA CAP!
ResponderEliminarnooo, como asi, que Peter le diga algo, como se van a separar, todo iba demasiado bien, y él que le iba a decir que la amaba
ResponderEliminarsube más capítulos por fa no nos dejes así
NOOOOOOOOO PORFAVOR QUE ESTEN JUNTOS PETER NO DEJES QUE SE VALLA
ResponderEliminarMAAAAAS NOVE!
ResponderEliminarENSERIO! VOY A ENLOQUECER! TANTAS POSIBILIDADES VUELVEN LOCA A CUALQUIERA! OTRO CAP!
ResponderEliminarAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!! NONONONONOOOO NO PUEDE SERR!! LALI ESTA LOCA!!!!! QUE LE PASA!!?? AIII!! QUIEROO LEER MASSSS!! ESPERO EL SIGUIENTEE!! BESOS
ResponderEliminarFATY****
Y para ser sincera sí quiero matar a alguien ...a vos!JAJAJA.Venía todo demasiado bien entre ellos,algo tenía q pasr,sin conflicto no hay ficció,así q ADELANTE ESCRITORA!Vamos por una buena solución y TE QUERREMOS DE NUEVO;JAJA
ResponderEliminarHay nooooo porque :'(!!
ResponderEliminarnooooooooo!!
maaas plischu no la puedes dejar ahi1!
maas!
Lali soñando con la hija de ambos que lindo pero es triste lo que le sucederá pero su premonición puede ser una advertencia para que puedan prevenir la tragedia, Lali no le puede negar ese derecho a Peter de tener hijos con ella por la premonición, si el la ama con su vida. Peter están obstinado que no la va a dejar ir.
ResponderEliminarSe supone que Lali tiene imagines cosas que están presente, puede ser que ya este embarazada por eso se le manifestó en el sueño...
No se pueden separar si se aman y tienen que ser felices con su hija.
MAS NOVE!!!!!!
O no de verdad eres mala como nos haces esto!?? Pobre de peter el le iba a decir que la amaba y ella le dice que quiere el divorcio
ResponderEliminarPd: soy de mexico abril :p
No soy tan nueva pero me encanto el capitulo y esa lali lo va a volver loco a peter y mas con esa proposicion. Chiki_87
ResponderEliminarK perceptiva,a las 4:48 d la madrugada si k me dan ganas d matar a alguien,¿imaginas a quien?,date x aludida,xk acertaste,eres tu.
ResponderEliminarComo se te ocurre, justo ahora k el duquesito iba a confesarle su amor.
ResponderEliminarGraciiias.. entonces entrare todos los días para revisar el blog no me pienso perder ni un solo capitulo.. que triste lo del sueño de Lali y xfa haz que no se separen :(
ResponderEliminarKarla
hay dios!!!!!!!!!! mueroooooooooo
ResponderEliminarmass noveee :O