Peter empleó el extremo afilado de la pala para abrir
otro saco de tierra. A pesar de la brisa fresca de la última hora de la tarde,
la camiseta se le pegaba al cuerpo como una segunda piel. Agus había huido nada
más llegar a la casa y echarle un vistazo al patio de atrás.
-Agus: Tengo que estudiar —había afirmado mientras se
dirigía hacia la puerta— Tengo un examen el lunes. Buena suerte con esos
agujeros. Y con tu vecina —había añadido, guiñándole el ojo.
Tres horas más tarde, con el sol menguante veteando el
cielo con rojos ígneos y toques malva, al tiempo que proyectaba sombras largas
sobre el patio, sólo le quedaban dos rollos de césped. Después de terminar, se
daría una ducha, cenaría algo y luego… nada.
Estaba solo. Sí, tenía amigos a los que poder llamar o
mandar un correo electrónico, o con los que chatear, pero como bien sabía, ni
el mundo telefónico ni el informático aliviarían el creciente deseo que sentía.
Pensó en Lali, con sus resplandecientes bucles color castaño, su sonrisa
soleada y sus curvas despampanantes. Lali, cuya mirada dorada lo había
recorrido en Dulce Pecado de un modo que lo había hecho sentir como si acabaran
de arrojarlo a una olla de agua hirviendo. Lali, que no tenía novio.
Había querido saberlo y lo había averiguado. Y la respuesta
le había gustado mucho. En ese momento sólo le quedaba por decidir qué hacer al
respecto, en un debate mental que había tenido lugar en su cabeza toda la
tarde.
Debería invitarla a salir.
«Es una locura hacerlo… me voy a mudar».
«Sí, pero no a Marte, por el amor del cielo».
«Una distancia de tres mil kilómetros entre dos personas
bien puede representar una galaxia».
«Entonces, diviértete con ella las próximas dos semanas.
Ella estará al corriente del límite de tiempo desde el principio. Podríamos
disfrutar el uno del otro, y luego decir sayonara, adiós, bye bye».
No podía negar que esa última opción sonaba muy
atractiva. ¿Cuál era el peor escenario posible? Que después de una velada
juntos, descubrieran que no se soportaban. ¿Y qué? Se iba a marchar en dos
semanas. Y el mejor escenario era que podrían divertirse sin ataduras. Sí, eso
sonaba como una gran idea. Frunció el ceño y pensó que existía una tercera vía.
Que ella le dijera que se perdiera. Un gemido bajo y suave cortó sus
pensamientos.
— Mmmmmm…
Frunció el ceño. Se preguntó qué diablos era eso.
— Mmmm…
El ceño se ahondó. Fuera lo que fuere, sonaba…
—Mmmmmm…
Humano.
—Hmmmmmmm… ohhhhhh… cielossssss…
Pero ¿dónde…? Giró la cabeza y clavó la vista en la valla
que separaba su…
—Ohhhh, Dios…
El patio trasero de Lali.
—Es taaaaaaaan… aaaaaaah… bueno…
Todo en él se paralizó. Durante unos dos segundos. Luego,
el calor lo surcó como si lo hubiera golpeado un rayo, palpitando como fuego en
cada nervio. Una serie de jadeos bajos, guturales y aterciopelados flotaron
hasta él, llamándolo como el canto de una sirena. Incapaz de resistir la
tentación, soltó la pala y fue hacia el sonido sexy que hacía que todo lo
masculino en él se pusiera en estado de alerta.
Incapaz de detenerse, a pesar de las advertencias de su
conciencia, la valla apareció ante él, sumida en sombras profundas del
inminente crepúsculo. Respiró hondo y dio los dos últimos pasos. Luego miró por
encima de la parte superior.
Y la vio.
Estaba tendida en una tumbona a rayas azules y blancas,
el pelo abierto como un abanico en torno a sus hombros, vestida con la misma
ropa que había llevado antes, se estiró mientras otro jadeo entrecortado
escapaba de sus labios… labios plenos que luego lamió despacio de un modo que
pareció abrir una válvula en el cuello de Peter, drenándole el cerebro de toda
sangre para redirigirla hacia la entrepierna.
Se puso de lado, postura que resaltó sus fabulosas
curvas, y examinó el contenido de una pequeña caja sobre la pequeña mesa de
resina que tenía al lado. Después de darle un mordisco a lo que fuera que
seleccionara del interior de la caja, volvió a echarse de espaldas, cerró los
ojos y los sonidos eróticos y roncos de placer se reanudaron.
—Ohhhhhh… es tan bueno… taaaaaannn bueno…
Él dirigió la vista otra vez a la caja plateada y la reconoció,
ya que tenía una similar. La caja era de Dulce Pecado.
Hasta él flotó un suspiro de absoluto deleite y se dio
cuenta de que aferraba la parte superior de la valla, incapaz de apartar la
vista de Lali. Inspiraba más fantasías que las que su cerebro privado de sangre
podía procesar. Lali estaba prácticamente orgásmica con el chocolate. ¿Cómo
diablos sería en la cama una mujer que respondía de semejante modo a unas
confituras?
Salvaje. Desinhibida. Apasionada. Insaciable.
Deliciosa.
No cabía duda de que se trataba de una mujer a la que un
hombre querría darle chocolate todos los días. Que Dios lo ayudara, pero el
simple hecho de observarla, de escucharla, le provocó una erección próxima al
dolor. Pero no era un mirón pervertido. Por lo general. Era hora de manifestar
su presencia. Y lo haría. En cuanto recuperara la respiración. Una proeza que
sólo logró con el mayor de los esfuerzos.
-Peter: Quiero lo mismo —dijo con voz de haberse tragado
un puñado de grava.
Ella se paralizó en mitad de una contorsión y abrió los
ojos. Las miradas se encontraron y Peter se preguntó si ella podría ver el
hambre que sabía que centelleaba en sus ojos. Era imposible ocultarlo. Y no
tenía nada que ver con el chocolate.
Lentamente, Lali bajó los pies al suelo y se puso de pie,
yendo hacia él con un contoneo hipnótico de las caderas que no hizo nada para
aliviar la incomodidad que él experimentaba en la parte frontal de los
vaqueros.
-Lali: ¿Quieres disfrutar como yo? —preguntó al
acercarse.
-Peter: Absolutamente.
Ella se detuvo a poco menos de un metro de la valla, pero
en su mente embriagada por la fantasía, aún pudo verla ondulando. Con los
últimos rayos del sol resaltándole el cabello, los ojos brillando con picardía,
y con una pieza a medio comer de chocolate entre los dedos, parecía la
personificación misma de la tentación.
-Lali: Bueno, hay un par de problemas.
-Peter: Menos mal que soy un experto solucionador de
problemas. Adelante, cuéntamelos.
-Lali: Primero, como podrás ver, ya lo he mordido.
-Peter: No me importa.
-Lali: ¿No te preocupa que pueda estar resfriada?
-Peter: En absoluto.
-Lali: Luego está el problema de que sólo he comprado
cuatro de estas trufas belgas y ésta es la última. Y es excepcionalmente
sobresaliente.
-Peter: ¿De verdad? No lo habría imaginado —bromeó.
-Lali: Oh, es fabuloso. Cualquier tipo de chocolate me da
placer. Pero hace falta un tipo muy especial para inspirarme un «chocorgasmo».
La imaginación de Peter de inmediato conjuró una serie de
imágenes húmedas en las que aparecían él, ella, chocolate y orgasmos… el sudor
comenzó a caerle por la espalda.
-Peter: «Chocorgasmo» —repitió— Es muy… descriptivo. Y
fascinante. Quiero experimentar uno.
-Lali: Estarías loco si no lo desearas.
Él asintió y con la cabeza indicó la pieza de chocolate.
-Peter: Bueno, ¿qué te parece? ¿Todo resuelto?
-Lali: No del todo. Por desgracia, cuando se trata de
chocolate, no comparto.
-Peter: Te daría un millón de dólares.
-Lali: ¿Los tienes?
-Peter: No. Pero si los tuviera, te los daría.
Lo miró, luego el chocolate, y movió la cabeza.
-Lali: Lo siento.
-Peter: Si lo compartes conmigo, yo compartiré algo mío
contigo.
El interés despertó en los ojos de ella.
-Lali: ¿Compartir qué?
«Lo que quieras».
-Peter: Chocolate.
-Lali: ¿Oh? ¿De qué clase tienes? Apuesto que del que te
sobró el último Halloween.
-Peter: No —apoyó los antebrazos sobre la valla y se
inclinó— Trufas belgas. De diversos sabores. Una caja de medio kilo de Dulce
Pecado.
Ella abrió mucho los ojos.
-Lali: No te creo.
-Peter: Sí.
-Lali: No te vi comprarlos.
-Peter: Te marchaste antes de que lo hiciera.
-Lali: ¡Pero cuestan cincuenta dólares el medio kilo!
-Peter: Lo sé. Pero ya te dije que siento debilidad por
el chocolate. Ellie Fairbanks me aseguró que valen su precio hasta el último
centavo. Basándome en tu reacción, tenía razón.
-Lali: Oh, desde luego que tiene razón. A ver si lo he
entendido. Tenes en tu posesión medio kilo de trufas belgas.
-Peter: Sí. Ni siquiera he abierto la caja.
-Lali: ¿Una caja virgen? Deja de jugar conmigo.
Él se llevó la mano al corazón.
-Peter: Lo juro.
Lo estudió asombrada.
-Lali: Los has tenido todo el día y no te has comido ni
siquiera uno.
-Peter: He estado demasiado ocupado —con la cabeza señaló
su patio— Llenando agujeros, plantando césped. Ya sabes, lo de costumbre
—incluso con la luz menguante, pudo ver cómo se ruborizaba; los dedos le
hormiguearon con el deseo de tocarle las mejillas.
-Lali: Oh —musitó— Siendo ése el caso, creo que estoy en
deuda contigo.
-Peter: Sí. Y tal como están las cosas, sólo recibiré
media trufa.
-Lali: ¿Qué me dices de tu ofrecimiento de compartir tu
chocolate? ¿Sigue en pie?
-Peter: Depende.
-Lali: ¿De qué?
-Peter: De si tú compartes el tuyo conmigo.
-Lali: Tú tienes mucho más.
Él sonrió.
-Peter: Es una ventaja para mí. Y qué suerte tienes tú de
que no me importe compartir.
Ella avanzó hasta que los separó menos de medio metro… y
una condenada valla. En ese momento, Peter llegó a la conclusión de que si
pudiera tener un único superpoder, elegiría la capacidad de hacer que las
vallas desaparecieran.
Al estar más cerca, captó un poco de su fragancia. Algo
floral y almizcleño que le hizo dar vueltas la cabeza. No supo si era algo
bueno o debería asustarle.
-Lali: Bueno —dijo ella con una voz semejante a un
ronroneo— entonces supongo que puedes disponer de mi media trufa. Permite que
te ofrezca un bocado celestial.
Extendió la mano, ofreciéndole la media trufa sostenida
con delicadeza entre sus dedos pulgar e índice.
Lali se hallaba frente a él, con el corazón latiéndole
ridículamente deprisa, ante la idea de darle a Peter lo que quedaba de su
chocolate, pensando cómo se derretiría despacio en la cálida boca de él. La
sacudió una percepción encendida, que le imposibilitó negar que le gustaría
compartir mucho más que un bocado de chocolate con Peter. Y a juzgar por el
modo en que la miraba, no creyó que a él le desagradara la idea. Algo que quedó
demostrado cuando en vez de tomar la trufa que le ofrecía, la asió por la
muñeca y, despacio, se llevó su mano a la boca. Adelantó el torso y con los
labios le rozó los dedos. Lali dejó de respirar. Antes de poder sacar una
conclusión, él se irguió. Sin soltarle la muñeca y con la vista clavada en
ella, movió lentamente la mandíbula de un modo que le comunicó que sabía muy
bien cómo se comía una trufa. Nada de masticar. Sólo un prolongado y lento
derretimiento hacia el placer. Prácticamente experimentó otro «chocorgasmo» de
sólo mirarlo, imaginando esa misma lengua recorriéndole la piel.
Después de tragar, dijo:
-Peter: Vaya. Ha sido increíble.
Antes de poder recobrar el aplomo, él le miró el dedo
índice y dijo:
-Peter: He pasado por alto un pedacito —con lentitud se
introdujo la yema del dedo en la boca.
Santo cielo. Tenía una boca satinada, cálida y húmeda, y,
en esa ocasión, le fue imposible titubear ante el reconocimiento de la lengua
aterciopelada. Le rozó la piel con los dientes y le convirtió las entrañas en
una fondue de chocolate. Después de otra caricia con la lengua, retiró el dedo
de sus labios y le soltó la mano.
-Peter: Delicioso.
Ella asintió. O así lo creyó. Con todas sus facultades
concentradas en recordar la increíble sensación de esa boca, no pudo estar
segura.
-Peter: Ahora que has compartido lo tuyo, imagino que es
mi turno —afirmó él.
-Lali: Sí —no supo cómo encontró la voz para responder.
-Peter: ¿Estás libre esta noche? ¿Podría interesarte
venir a comer una trufa?
La mirada en sus ojos sugería que tenía algo más que una
trufa en mente.
Igual que ella. Evidentemente, una aventura era lo único
que podían tener con su inminente marcha, pero como ella no buscaba una
relación seria, eso le parecía perfecto. Aunque la aventura sólo durara una
noche, una hora, el modo en que ese hombre le revolucionaba las hormonas hacía
que aceptara lo que se presentara.
Pero su invitación la devolvió a la realidad y después de
pesar movió la cabeza.
-Lali: Me encantaría, pero esta noche tengo una clase y
sesión de estudio. He de irme en aproximadamente una hora.
-Peter: Escucha, sé que te gusta disfrutar de tus trufas,
pero no tardarás una hora en comerte una —comentó divertido, señalando la casa
con la cabeza— Ven. Incluso prepararé café.
Desde luego, sabía cómo tentar a una chica. Llevándose
los dedos al mentón, murmuró:
-Lali: Mmmmm. Suena estupendo… salvo por una cosa.
-Peter: ¿Qué?
-Lali: Para empezar, la tontería de «una trufa». Es un
detalle muy rácano para alguien que tiene una caja entera.
El sonrió.
-Peter: De acuerdo, más de una trufa. Pero eso te
presentará un problema en lo relativo a compartir, ya que al parecer no
dispones de nada más.
-Lali: Tienes razón. Pero… —titubeó, fallándole
súbitamente el valor. «Vamos, Lali. Lo deseas, ve por él». Respiró hondo y dijo—
Pero eso no significa que no tenga nada que poder compartir.
Los ojos de él parecieron encenderse en el crepúsculo.
-Peter: ¿Oh? ¿Qué tenías en mente?
«Tú. Yo. Chocolate. Desnudos. Y no necesariamente en ese
orden».
-Lali: Bueno, claro está que tendrá que ser en forma de
pagaré, ya que esta noche no hay tiempo, pero pensaba que tal vez podrías
disfrutar…
-Peter: ¿Disfrutar qué?
-Lali: De un masaje.
Lo cual, o al menos eso esperaba, conduciría hasta ella.
Él. Ella. Chocolate. Desnudos. Y no necesariamente en ese orden.
Continuará…
-------------------------
Les dije que era un poquito sexy la nove! :)
+15 firmitas + NOVE
Me gustaron mucho sus comentarios desde ca_amorlaliter Dul, hasta LovexLaliyPeter Juli. SON UNA GENIAS!! :P PIPUlalita el trasero manzanita de Peter jaja que recuerdos!! Mary ☮ "entre el chocolate y Peter, yo alli seria feliz" TOTALMENTE! jiji la nove tiene 9 caps! alexia "vos me queres hacer engordar ?" jaja nooo para nada ;) fresy07 Gioia tu mama te hizo un pastel de chocolate entero para vos solita?? nooo como me decis eso!! jaja yo solo tengo frutas en casa :( CHARI cuando leí tus comentarios me dieron unas ganas locas de comer todo lo que dijiste!! mmm que rico!! bueno me parece que voy al kiosco, porque no creo que pueda seguir la maratón sin chocolate :S jeje LOVE M.F Hola Faty!! jaja si bueno ya volvi con nove! creo que ninguna va a salir flaquita de esta maratón jaja mueroxksiangeles jajja yo también ;)
masssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarnoveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarmassssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
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ResponderEliminarMAS NOVELLLLA!!!!!! ME ENCANTA , ESTA BUENÍSIMA
ResponderEliminarMe encanto jajaja que pasen a la accion de una buena vez :o jajajaja no se imaginan mas cosas xq no les da el tiempo, se comen con la mirada!
ResponderEliminarEsta genial la nove, espero el proximo ;)
un beso genia!
Juli♥
maasQ! qiiero maas" aiish!
ResponderEliminarjajaja me morì de rias con el chocorgasmo jajaja
ResponderEliminarmas noveeeeee
besos
@porLali_ITALIA
massssssssssssssssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminar=P Dios!!!
ResponderEliminardios esta picante los capitulos me encanta
ResponderEliminarcomo estan estos dos!!
ResponderEliminarya tengo chocolate!!! xD
ResponderEliminartengo el presentimiento de que me va a encantar la nove
ResponderEliminarespero el proximo cap
ResponderEliminaruna pregunta, donde haces los banner?
ResponderEliminarMe encantaaa!! Es adictiva la nove, así como el chocolate :)
ResponderEliminarEspero el sgte. caap!!
@jeissymori
como amo todas tus novelas ...mas nove plissssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarMaraton? No vale...estoy en la cama leyendo...porque mañana tengo que levantarmepronto paratrabajar...y no voy a poder leerlos...
ResponderEliminary madre mia que subidon..vienen fuertes estos capitulos no? me encanta la nove
JAJAJA GENIAL ESO DE CHOCORGASMOS!
ResponderEliminarCreo que los tengo! jajaja naahhh!
Me encanto el capitulo!
Estan los dos para comerselos con chocolate.¿le hara Lali un masaje d chocoterapia?.
ResponderEliminarPara despues lamerle todo el cuerpo.
ResponderEliminara no lali y peter entiienden mi amor por el Chocolate, Pero yo creo que ellos lo aman mas Y MAS SE AMAN ENTRE ELLOS MISMOS :)
ResponderEliminarMas Liindos ellos sii se Imaginan cosas :)
ResponderEliminarhayyy jaja me encantaa!!! ♥
ResponderEliminarmass novee