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jueves, 21 de febrero de 2013

Capítulo 6



La impresión que le produjo el susurro de Luz hizo que Peter se olvidara de todo: del lugar donde se encontraba y de la mujer que estaba detrás del mostrador. Llevaban seis meses intentando que Luz dijera algo, cualquier cosa. Ya analizaría más tarde con Sam el motivo por el que había sucedido en ese sitio y en ese instante. De momento, tenía que controlarse para no agobiar a Luz con su reacción. Pero... ¡Dios! 

No pudo evitar arrodillarse en el suelo para estrechar a la niña con fuerza. Luz le echó sus delgados bracitos al cuello. Se escuchó pronunciar el nombre de su sobrina con voz desgarrada. Le escocían los ojos y le espantó darse cuenta de que estaba a punto de perder el control. 

No obstante, le era imposible detener los temblores provocados por el alivio de saber que Luz estaba preparada para volver a hablar. Tal vez por fin podía permitirse pensar que la niña se recuperaría. 

Cuando notó que su sobrina intentaba zafarse de sus brazos, le dio un cariñoso beso en la mejilla y se obligó a apartarse de ella. Se puso en pie, comprobó el estado de su garganta, aún afectada por la emoción, y comprendió que había muchas posibilidades de que le fallara la voz si intentaba decir algo. Tragó saliva y clavó la vista en la pared donde se encontraba la letra de la canción de Pink Floyd. En realidad, no leyó el texto, se limitó a concentrarse en los colores y en las irregularidades del yeso. 

Por último, miró con cautela a la morocha que seguía tras el mostrador, Lali, en cuyas manos estaba la bolsa con todo lo que acababa de comprar. Se percató de que entendía perfectamente la relevancia del momento. 

No sabía muy bien qué pensar de ella. Debía de medir un metro sesenta y tenía el pelo corto y ondulado. Era delgada y vestía de forma sencilla, con una camiseta blanca de manga corta y unos vaqueros. 

Su cara, semioculta por culpa de los rizos, era bonita, de rasgos delicados y piel clara. Sus ojos eran oscuros, del mismo color que el chocolate fundido, y tenía unas pestañas muy largas. Le recordaba a las chicas con las que se relacionaba en la universidad. Chicas alegres e interesantes con las que podía quedarse toda la noche hablando, pero con las que no salía. Porque prefería salir con las tías buenas, para provocar la envidia de los demás. Tardó mucho en comprender que tal vez se hubiera perdido algo importante. 

—Peter: ¿Puedo hablar contigo en algún momento? —le preguntó, con más brusquedad de la que pretendía. 
—Lali: Me encontrarás siempre aquí —contestó con voz alegre, tuteándolo también—. Puedes pasarte cuando quieras —añadió al tiempo que empujaba la caracola hacia Luz—. ¿Por qué no te la llevas a casa? Sólo por si vuelves a necesitarla en algún momento. 

—¡Hola, chicos! —exclamó una voz cantarina y suave tras ellos. 
Era Melody Daniels, una amiga de Seattle. Una chica lista y guapa, y una de las mejores personas que Peter había conocido en la vida. Melody era capaz de integrarse en cualquier grupo y en cualquier lugar al que la llevaran. Se acercó a ellos mientras se colocaba un lustroso mechón de pelo rubio tras una oreja. Iba vestida con unos pantalones capri de color caqui, una prístina camisa blanca y unas bailarinas, sin más complementos que sus pendientes de perlas. 

—Melody: Siento haber llegado tarde. Quería probarme unas cosillas en una tienda que hay aquí al lado, pero no me han convencido. Luz, veo que has comprado muchas cosas. 
La niña asintió, en silencio como de costumbre. 

Peter comprendió con una mezcla de preocupación y buen humor que su sobrina no diría ni pío delante de Melody. ¿Debería contarle lo que acababa de suceder? No, porque tal vez eso sería como presionar a Luz. Mejor dejar las cosas tal como estaban. 

Melody echó un vistazo a su alrededor y comentó: 
—Melody: ¡Qué tiendecita más mona! La próxima vez que venga, compraré algo para mis sobrinos. Antes de que nos demos cuenta, estaremos en Navidad. —Tomó a Peter del brazo y le sonrió—. Será mejor que nos vayamos ya si quiero coger el avión. 
—Peter: Claro. —cogió la bolsa del mostrador y alargó la mano para quitarle la caracola a Luz—. ¿Quieres que la lleve? 
Su sobrina la aferró con más fuerza, dejando claro que la llevaría ella. 
—Peter: Bien —dijo—, pero ten cuidado de que no se te caiga. —Volvió a mirar a la Lali de detrás del mostrador y la vio colocando los bolígrafos que descansaban en una taza junto a la caja registradora, tras lo cual enderezó una fila de diminutos peluches. Ambas cosas eran innecesarias. La luz del sol que entraba por las ventanas le arrancaba brillantes destellos a su pelo—. Adiós —le dijo—. Y gracias. 

Lali Espósito se despidió con un gesto de la mano, pero no lo miró. Una reacción que le indicó que estaba tan desconcertada como él. 


Después de dejar a Melody en el pequeño aeropuerto de la isla, con su única pista, Peter regresó a Viñedos Sotavento con Luz. Los viñedos de Agus estaban a unos nueve kilómetros de Friday Harbor, en el suroeste de la isla, en False Bay. 

Peter dejó bajada la ventanilla de su camioneta para que entrara la brisa del mar. 
—Peter: ¿Has visto eso? —le preguntó a Luz, señalando un águila de cabeza blanca que planeaba sobre ellos. 
—Luz: Aja. 
—Peter: ¿Ves lo que lleva en las garras? 
—Luz: ¿Un pez? 
—Peter: Posiblemente. O lo ha pescado en el mar o se lo ha quitado a otro pájaro. 
—Luz: ¿Adónde lo lleva? —Luz hablaba con voz titubeante, como si a ella también le sorprendiera escucharse. 
—Peter: A su nido, a lo mejor. Los machos se hacen cargo de las crías, de la misma forma que las hembras. 
Luz respondió asintiendo con la cabeza; un gesto prosaico. Según le había enseñado la vida, lo que acababa de decirle su tío era plausible. 

A Peter le costó la misma vida no aferrar el volante con todas sus fuerzas. Estaba pletórico de alegría. Hacía tanto tiempo que Luz no hablaba que se le había olvidado cómo era su voz. 

El psicólogo de la niña les había recomendado empezar con respuestas no verbales, como pedirle que señalara lo que quería comer, hasta conseguir que dijera una palabra. 

Hasta ese momento, la única vez que Peter había logrado que la niña emitiera un sonido fue durante un reciente trayecto por la carretera de Roche Harbor, durante el cual Luz vio a Mona, la camella, en su pastizal. El animal, una isleña muy famosa, había sido adquirido a un tratante de animales exóticos en Mili Creek, hacía cosa de ocho o nueve años, y desde entonces residía en la isla. Peter se dedicó a entretener a Luz haciendo sonidos semejantes a los de un camello, un comportamiento por el que se sintió un poco tonto, y sus esfuerzos se vieron recompensados cuando la niña se animó a participar brevemente. 
—Peter: ¿Qué te ha ayudado a encontrar tu voz, cariño? ¿Lali ha tenido algo que ver? ¿La chica de la juguetería? 
—Luz: Fue la caracola mágica —contestó la niña, mirando la caracola que acunaba entre las manos. 
—Peter: Pero es que no es... —guardó silencio. 
Lo importante no era que la caracola fuera mágica o no. Lo importante era que Luz había captado la idea y que se la habían propuesto en el momento preciso para ayudarla a salir de su mutismo. Magia, hadas... todo formaba parte de un vocabulario infantil desconocido para él, de un territorio ubicado en la imaginación que hacía mucho que había abandonado. No podía decirse lo mismo de Lali Espósito. 

Nunca había visto a Luz conectar de esa forma con una mujer, ni con las antiguas amigas de Eugenia, ni con su maestra, ni siquiera con Melody, con quien había pasado mucho tiempo. ¿Quién era la tal Lali Espósito? ¿Por qué se mudaba una veinteañera a una isla donde la mayoría de los residentes sobrepasaba la barrera de los cuarenta? ¡Para abrir una juguetería, por el amor de Dios! 

Quería volver a verla. Quería saber todo lo que hubiera que saber sobre ella. 

Continuará...
________________________________________________

Holaaaaaaaaa :) 

Ok... +15 y más... 

33 comentarios:

  1. Queria volver a verla....Peter todo emocionado!

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  2. MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS!!! @flordemariia

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  3. masssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss

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  4. mas! q inoportuna melody! mas por favor! saludps

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  5. ´me encatoo mas `orfiii!

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  6. otroooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

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  7. otra otra otra otra otra otra otra otra otra!!! @flordemariia

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  8. muy tierna luz, mas porfii

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  9. falta poco para las 15 firmas :D maaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!

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  10. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssssssssssssssss

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  11. UNA MAS Y NO JODEMOS MAS, UNA MAS Y NO JODEMOS MAS, MAAAAAAAAAAAAAAAAAS!! @flordemariia

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  12. 15 otro porfiiii! muy tiernooos

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  13. jujuju me encanto, estoy esperando mas!

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  14. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasss!

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  15. mas mas mas mas mas mas mas mas!

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  16. muy linda luz me encata y lali tambien, a peter hay que hacerlo ceer unn poco mas en la fantasias y en los sueños! masssss porfii

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  17. Mas k intrigado jajaja ya le pica la curiosidad x saber todo d Lali

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  18. Awwwwwwwwwwwww me encantooo sta saliendo su parte paterna de adentro!!!!! muy tierno el cap daniiii ♥ @LuciaVega14

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  19. me encanta que haya vuelto hablar :3

    novela solo tu: http://morithalaliter.blogspot.mx/

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