—Lali: Está bien —dijo, en cuanto fue capaz de hablar de
nuevo—. Esto ha sido un error.
martes, 31 de julio de 2012
Capítulo 23
La deseaba con todas sus fuerzas. Nunca había sentido
aquella necesidad tan devoradora, y se preguntaba si siempre sería así. ¿No
había forma de recuperar las cosas tal y como siempre habían sido entre ellos
dos? ¿Realmente Peter quería volver a aquel punto?
No.
Capítulo 22
Peter tenía la firme intención de mantenerse alejado. Era
lo mejor que podía hacer. Lo mejor para los dos. La noche anterior había sido
espléndida, pero sólo era una noche de sus vidas.
Los dos necesitaban espacio.
Capítulo 21
—Lali: Señora Harrison —dijo mientras caminaba alrededor
de su escritorio, por los confines de su pequeña oficina—. Si lo pensara bien,
yo podría hacerle una buena oferta por el coche.
Capítulo 20
—Peter: Perdí —dijo mientras se sentaba en la mesa del
Lighthouse Diner en la que lo estaban esperando sus hermanos.
lunes, 30 de julio de 2012
Capítulo 18 y 19
Peter subió las escaleras de dos en dos y entró en la
habitación, cuya puerta estaba entreabierta. Él apenas se fijó en el
dormitorio. Lo único que vio fue la cama doble, con el cabecero de hierro
forjado y una colcha de flores de colores.
domingo, 29 de julio de 2012
Capítulo 16
Aquella noche, Lali estaba sentada en el porche trasero
de su casa, mirando al cielo. El aire olía a jazmín y por un momento, corrió
una suave brisa por el jardín. Suspirando, ella se apoyó contra uno de los
postes del porche y estiró las piernas por los escalones hacia la hierba.
Después tomó la margarita fría que tenía a su lado, en el suelo, y le dio un
sorbito.
Capítulo 15
¿Dejar de ser amigos? Aquellas palabras golpearon a Peter
como si fueran un puñetazo en el estómago.
Capítulo 13
Lali se puso de pie y caminó alrededor del escritorio,
tanto como se lo permitió el cable del teléfono.
Capítulo 12
—Lali: No ha vuelto, Cande —dijo, y se apoyó en el respaldo
de la butaca de la oficina, que una vez había pertenecido a su padre, y que
había pasado a ser completamente suya.
Capítulo 11
—Peter: Es Lali, por el amor de Dios —Atrapó la pelota de
baloncesto que le habían lanzado y comenzó a botarla distraídamente.
jueves, 26 de julio de 2012
Capítulo 8
Bien, bien. Iban a jugar. Ella jugaría también. De hecho,
así era mejor. Cuanto más intentara resistirse Peter, peor se lo haría pasar.
Capítulo 5
La iglesia católica de San Sebastián parecía un pequeño
castillo plantado en mitad de la zona rural de Carolina del Sur.
miércoles, 25 de julio de 2012
Capítulo 3
Mariana “Lali” Espósito se quedó mirando al hombre que
estaba sentado a su lado y se preguntó por qué ella no estaba gritando. ¿Él
nunca la había deseado? ¿Ella no era una mujer?
Capítulo 1
—¡Uno menos! Ya sólo quedan dos —dijo el padre Camilo Lanzani
mientras sonreía a su hermano. Después levantó su cerveza para saludar a los
otros dos, idénticos al primero. Los cuatro estaban sentados en la mesa de un
restaurante.
martes, 24 de julio de 2012
jueves, 12 de julio de 2012
EPÍLOGO
Lali y Peter se casaron por segunda vez diez días después
en un campo al norte de Tampa. La ceremonia tuvo lugar al amanecer porque la
novia insistió en contar con la presencia de un invitado que los demás hubieran
preferido que olvidara.
CAPÍTULO 89
Arrodillados todavía en el serrín de la pista, Lali
sacudió la cabeza con desconcierto y miró a Peter.
CAPÍTULO 87
Euge se volvió hacia Peter y fue como si Nico y Lali
hubieran dejado de existir, quedando sólo ellos dos frente a frente en medio de
la pista; algo para lo que ambos habían nacido.
CAPÍTULO 86
El circo estaba iluminado por un solo foco, que arrojaba
una luz difusa sobre la pista, dejando el resto en penumbra. Lali se vio
envuelta por los familiares olores a serrín, animales y palomitas de maíz. Iba
a echarlo mucho de menos.
CAPÍTULO 84
Mientras daba vueltas esa noche por el recinto, Lali se
dio cuenta de que hubiera preferido seguir actuando con Peter. Al menos hubiera
estado ocupada. Cuando le había dicho que no iba a volver a la pista con él, no
sintió ni alegría ni decepción. Le dio igual. En las últimas semanas había
descubierto un dolor mucho más profundo que cualquiera que pudiera provocarle
con el látigo.
CAPÍTULO 81
Peter metió las manos en los bolsillos del impermeable y
se apoyó en la cerca contra huracanes que marcaba el borde del recinto donde
pasarían los dos días siguientes.
miércoles, 11 de julio de 2012
CAPÍTULO 80
¿Y ahora qué? Por primera vez en semanas, experimentaba
temor por algo que no tenía nada que ver con poder pagar el alquiler. Le daba
miedo Peter. ¿Qué quería de ella?
CAPÍTULO 79
Peter acompañó a Lali a una casa modesta en una calle de
un barrio obrero bastante alejado del zoológico.
CAPÍTULO 77
Veinticuatro horas después Peter estaba frente a la verja
de la zona tropical del zoo Brookfield de Chicago mirando a Glenna.
CAPÍTULO 76
Peter llegó al circo a la mañana siguiente, cuando los
primeros camiones entraban en el recinto de Chattanoga.
CAPÍTULO 74
El padre de Lali lo fulminó con la mirada.
—Max: ¿Por qué pierdes el tiempo buscándola aquí? Ya te
dije que me pondría en contacto contigo en cuanto supiera algo de ella.
martes, 10 de julio de 2012
CAPÍTULO 73
El gruñido del tigre saludó a Peter cuando salió de la
caravana. Se detuvo en los escalones y tomó aire. Las luces de colores
iluminaban los banderines, pero él era incapaz de ver nada más que el obsceno
verdugón rojo que cruzaba la frágil piel de Lali. Le picaban los ojos por las
lágrimas contenidas y le ardían los pulmones. ¿Qué había hecho?
CAPÍTULO 72
Lali seguía consciente aunque no quería. A sus oídos
llegó una oración. La música, el murmullo del público, todo resonaba débilmente
detrás del muro de dolor que la envolvía.
CAPÍTULO 71
Lali se quedó paralizada, embargada por una desesperación
tan profunda y amarga que no podía respirar.
lunes, 9 de julio de 2012
CAPÍTULO 67
Aunque ninguno de los dos mostró señales de
apresuramiento, acabaron de comer en un tiempo récord y rehusaron tomar el café
y el postre. Pronto estuvieron de regreso en el circo.
CAPÍTULO 66
La noche del lunes sólo hubo una función, así que Peter
invitó a Lali a cenar fuera. La suave música flotaba en el comedor en penumbra
de un lujoso restaurante en el centro de Indianápolis, donde la pareja tomó
asiento en un reservado de la esquina.
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