—Peter: Es Lali, por el amor de Dios —Atrapó la pelota de
baloncesto que le habían lanzado y comenzó a botarla distraídamente.
—Germán: ¿Vas a jugar, o qué? —se acercó corriendo a él y
le quitó la pelota. Después hizo un giro, dio un salto y encestó.
—Eliseo: Quizá esté pensando en otra cosa —intervino
mientras se secaba el sudor del rostro con el antebrazo.
—Camilo: ¿Qué pasa con Lali? —preguntó, y agarró la
pelota cuando cayó de la cesta, para evitar que se fuera hacia la carretera que
había detrás de la rectoría.
Peter miró a su hermano mayor, preguntándose cómo iba a
explicarle lo que había ocurrido dos noches antes si ni siquiera él mismo lo
sabía.
Desde el momento en el que Lali se había metido al coche
y se había ido, Peter sólo había podido pensar en ella. Y aquello era muy raro.
—Peter: La vi la otra noche —dijo, y al instante, la
imagen de Lali con aquella falda corta y ajustada apareció en su cabeza y se
quedó allí para atormentarlo.
—Germán: ¿Y? —se acercó, le quitó a Eliseo la lata de cerveza
de la mano y se la terminó.
—Eliseo: ¡Eh! —se quejó.
—Germán: ¡Toma otra, caramba! —le contestó. El sol caía
sobre la pista de cemento, y apenas corría una suave brisa que aliviara a los
hermanos del húmedo calor del verano. Pero habían hecho planes para jugar al
baloncesto, y pese a la temperatura o la deshidratación, iban a jugar.
Eliseo abrió otra lata de cerveza y la mantuvo alejada
del alcance de Germán. Tomó un trago, miró a Peter y después a Camilo, y guiñó
un ojo.
—Eliseo: Vaya, vaya, parece que tienes otro hermano a
punto de caer.
Peter se irguió y frunció el ceño.
—Peter: Ni lo sueñes. Yo lo voy a conseguir. Al contrario
que otros...
Eliseo se limitó a reírse.
—Eliseo: Eh, yo no conseguiré el dinero, pero tengo
relaciones sexuales. A menudo...
—Germán: Desgraciado —farfulló, y después añadió—: No
entiendo cómo una mujer tan estupenda te soporta.
—Eliseo: Quería lo mejor —le aseguró.
—Germán: Sí, sí —respondió, y le lanzó la pelota. Eliseo
la atrapó y la tiró contra el aro.
Mientras ellos jugaban, Camilo se acercó a Peter y le dio
una palmada en la espalda.
—Camilo: Bueno, ¿tienes algo que contarme?
Peter sacudió la cabeza.
—Peter: Tú no estás en situación de hablar de mujeres. Es
posible que yo haya estado fuera de juego durante dos meses, pero tú llevas
fuera toda la vida.
Camilo se encogió de hombros, tomo un par de latas de la
nevera portátil que estaba abierta a su lado y le dio una a Peter. Después
abrió la suya y dijo:
—Camilo: Yo no nací sacerdote, ¿sabes?
—Peter: Sí, ya me acuerdo.
—Camilo: Entonces, ¿no te apetece hablar conmigo?
—Peter: No.
Peter le dio un largo trago a la cerveza y sintió el
líquido helado refrescarle el cuerpo. Sin embargo, sabía que aquella sensación
no duraría mucho. Desde que había visto a Lali en el Off Duty, había tenido
mucho calor, y no había conseguido calmarse. No podía dejar de pensar en ella.
No podía quitarse de la cabeza su manera de moverse, de sonreír, su olor. Todo
aquello se estaba convirtiendo en una parte de él.
Y aquélla era la razón por la que se había mantenido
alejado del garaje durante los dos últimos días. Necesitaba espacio. Tiempo.
Necesitaba entender qué demonios le había sucedido la noche anterior. Y hasta
que lo lograra, no era seguro estar cerca de Lali.
Entrando en el segundo mes de su celibato forzado, Peter
estaba a punto de perder el control. Con un pequeño empujoncito, estaría
perdido.
Y tal y como estaba Lali la noche anterior, era justo la
que iba a darle aquel empujón.
—Camilo: ¿Y eso es todo? —le preguntó—. ¿Sólo no?
—Peter: Camilo, el día que necesite el consejo de un cura
sobre mujeres, será el día en que me afeite la cabeza y me vaya a Qkinawa.
—Camilo: Eres un marine, tonto —le recordó su hermano.
Dejó su cerveza en el suelo y se dirigió hacia la pista, donde Germán y Eliseo
seguían jugando—. Ya tienes la cabeza afeitada, y ya has estado en Okinawa.
Peter lo miró con cara de pocos amigos.
Demonios, quizá necesitara los consejos de un cura.
Continuará...
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ResponderEliminarCamilo es un pillo,sabe la tecla k tiene k tocar.Jajaja,Eliseo lo provoca,me encanta.
ResponderEliminarJAJAJAJAJAJAJAJ me encanta porque cuando habla Eliseo me acuerdo del otro Peter ;) JAJAJAJAJAJA ME RE GUSTO EL CAP!!! CON LA ULTIMA PARTE ME MORI XD !!!!!! @LuciaVega14
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