CAPÍTULO 26

Lali durmió durante la primera función pero, para sorpresa de Peter, se presentó cuando comenzaba la segunda función.

La siesta de dos horas había hecho maravillas en ella y parecía más relajada que en los días anteriores. Mientras recorría la pista de arena sobre Misha, Peter la vio saludar con las manos y lanzar besos a los niños sin ser consciente del efecto que aquel llameante maillot rojo tenía en los padres de las criaturas. Peter tuvo que contenerse para no arrancar la gorra de alguno de esos palurdos con el látigo.

Cuando la función finalizó, él se fue a la caravana para cambiarse de ropa. Lali solía estar ya allí, pero no la vio por ninguna parte.

Intranquilo, se vistió rápidamente y regresó al circo. Un destello de lentejuelas rojas cerca de la puerta principal atrajo su atención. Vio a su esposa rodeada por tres espectadores. Todos se comportaban con cortesía y, desde luego, ella no corría peligro, pero aun así quería estrellar el puño contra aquellas caras presumidas.

Uno de ellos dijo algo y Lali se rio, un sonido angelical que flotó en el aire de la noche. Peter maldijo por lo bajo.

—¿Qué es lo que te pone de tan mal humor?

Al ver a Nico detrás de él, Peter se obligó a relajarse.

—Peter: ¿Qué te hace pensar que estoy de mal humor?

Nico se puso un palillo en la comisura de la boca.

—Nico: La manera en que miras a esos tipos.

—Peter: No sé de qué estás hablando.

—Nico: No lo entiendo, Peter. Pensaba que ella no te importaba.

—Peter: No quiero hablar de eso.

—Nico: No te preocupes, no tengo intención de hablarte de ella. —Se pasó el palillo de un lado a otro de los labios. —Pero de todas maneras creo que, a pesar de que sea una ladrona y la odies, no deberías hacer trabajar tan duro a una mujer embarazada.

—Peter: ¿Quién te ha dicho que está embarazada?

—Nico: Es lo que piensa todo el mundo. La noche de la fiesta sorpresa no parecías exactamente un novio feliz.

Peter apretó los dientes.

—Peter: No está embarazada.

A Nico se le cayó el palillo.

—Nico: ¿Entonces por qué te casaste con ella?

—Peter: Eso no es asunto tuyo —se alejó.

Peter trabajó hasta medianoche. Cuando entró en la caravana, Lali estaba dormida, pero en lugar de estar acurrucada sobre un montón de sábanas arrugadas como siempre, yacía en el sofá con el maillot de la función todavía puesto, como si se hubiera sentado unos minutos y se hubiera quedado dormida sin querer. Él sabía que una cosa era ser duro con ella y otra llevarla hasta el límite de sus fuerzas. En ese momento supo que no podía dejar que siguiera trabajando así. En lo que a él concernía, Lali había pagado su deuda y había llegado el momento de bajar el ritmo.

Lali tenía los labios ligeramente entreabiertos y los mechones de pelo oscuro se extendían sobre el almohadón del sofá como cintas sedosas. Estaba tumbada boca abajo y a Peter se le secó la boca al ver ese hermoso trasero respingón cubierto sólo por la trama en forma de diamantes de las medias negras de red. La fina tira de lentejuelas que cubría la unión de las nalgas hacía que la visión fuera todavía más atrayente. Se obligó a apartar la mirada, se desnudó y entró en el cuarto de baño, donde se metió rápidamente bajo el agua fría.

El ruido de la ducha debió de despertar a Lali, porque cuando Peter apareció envuelto en una toalla, la joven estaba delante del fregadero con la bata azul de Peter cubriendo el maillot. Las pequeñas manos femeninas asomaban por las mangas mientras cortaba un trozo de pan.

—Lali: ¿Quieres que te haga un bocadillo? —parecía de mejor humor que cualquiera de los días anteriores. —Me quedé dormida antes de cenar y estoy muerta de hambre.

Se le abrió el albornoz, revelando las curvas de los pechos bajo las lentejuelas llameantes del maillot. Peter deslizó la mirada sobre ella y en vez de agradecerle el ofrecimiento, le espetó:

—Peter: Como Eugenia te atrape durmiendo con uno de sus maillots, te desnudará estés donde estés.

—Lali: Entonces tendré que asegurarme de que no me pille.

El renovado ánimo en la voz de Lali hizo que Peter se sintiera mejor.

—Peter: No se puede esperar que lo aprendas todo de inmediato.

Lali se volvió hacia él, pero cualquier cosa que fuera a decir murió en sus labios. Deslizó la mirada por el pecho de su marido hasta la toalla amarilla que le cubría las caderas.

Peter quiso gritarle, decirle que no lo mirara de esa manera a no ser que quisiera acabar en la cama con él. Casi sintió que perdía el control.

—Lali: ¿Quieres que... er... quieres tu bata? —preguntó ella.

Él asintió con la cabeza. Ella tiró del cinturón, se la quitó y se la tendió.  Peter la dejó caer al suelo.

Ella se lo quedó mirando.

—Lali: ¿No acabas de pedírmela?

—Peter: Lo único que quería era que te la quitaras.

Lali se humedeció los labios y él la estudió mientras esperaba una respuesta, llamándose estúpido en todos los idiomas que conocía, pues sabía que no podría resistirse a ella otra noche.

—Lali: No estoy segura de qué quieres decir exactamente —dijo con timidez.

—Peter: Quiero decir que no voy a poder mantener mis manos alejadas de ti durante más tiempo.

—Lali: Eso es lo que me temía. —respiró hondo y alzó la barbilla. —Lo siento, pero no puedo acostarme contigo. No estaría bien.

—Peter: ¿Por qué?

—Lali: Porque no sería sagrado. Hacer el amor significa algo más para mí. No lo hago con cualquiera.

—Peter: Me alegro de oírlo. —Impulsado por una fuerza que no podía resistir, Peter se acercó a ella.

Lali dio un paso atrás, hasta tropezar contra el mostrador, sin apartar la mirada de los ojos de él.

—Lali: No puedo hacerlo sin que signifique algo.

—Peter: Espero que eso quiera decir que no tengo que preocuparme por ninguna enfermedad de transmisión sexual como las que le mencionaste a la camarera al poco de casarnos.

—Lali: ¡Por supuesto que no!

—Peter: En ese caso tampoco tienes que preocuparte por mí. Estoy perfectamente sano.

—Lali: Me alegro mucho por ti, pero...

—Peter: ¿No te ha dicho nadie que hablas demasiado?

Él plantó las manos en el mostrador atrapándola entre sus brazos.

—Lali: Tenemos que hablarlo. Es importante. Es...

—Peter: Lo que realmente necesitamos es dejar de hablar. —Rodeó la cintura de Lali con las manos. —Ya hemos jugado suficiente al gato y al ratón, cara de ángel. ¿No crees que ha llegado el momento de actuar?

El olor de Lali lo tentaba. La recorrió con la mirada; su cuerpo quedaba resaltado por el maillot de llameantes lentejuelas rojas.

—Lali: ¿Por qué quieres hacerlo con alguien a quien no respetas?

A Lali se le cerraron los ojos cuando él inclinó la cabeza y le acarició el cuello con los labios.

—Peter: ¿Por qué no dejas que sea yo quien se preocupe de eso?

—Lali: Me consideras una ladrona.

—Peter: Bueno, he estado dándole vueltas a ese asunto.

Lali ladeó la cabeza, y otra punzada de culpabilidad golpeó a Peter cuando vio que los ojos marrones de su esposa brillaban con deleite y su boca suave se curvaba en una sonrisa tonta.

—Lali: ¡Me crees! ¡Sabes que no fui yo quien robó el dinero!

Él no había dicho eso. Pero ya no estaba enfadado. Aunque no podía perdonarle lo que había hecho, entendía lo que era la desesperación y no quería seguir juzgándola.

—Peter: Creo que eres endemoniadamente sexy. —Le rozó el labio inferior con el pulgar y lo encontró húmedo bajo su caricia. —¿Utilizas algún anticonceptivo o quieres que me encargue yo?

Los ojos de Lali llamearon.

—Lali: Tomo la píldora, pero...

—Peter: Bien.

Peter inclinó aún más la cabeza y cubrió los labios de ella con los suyos. Los dos se estremecieron. ¡Santo Dios, qué dulces eran! Lali debía de haberse comido una de las ciruelas maduras que había en una bolsa sobre el mostrador, porque él podía saborear la fruta en su boca.

Lali entreabrió los labios, pero el movimiento fue titubeante, como si aún no hubiera tomado una decisión. A él le resultó muy excitante esa aceptación tímida e insegura. En ese momento decidió que no le daría más tiempo para pensar, y la estrechó contra su cuerpo.

Continuara...

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Chicas mas tardecito... les subo mas nove... si, se lo que estan pensando... esta hija de p.... sube ESTE cap y despues se va!... lo siento!!

PARA LAS QUE QUIEREN VER A LOS TEEN EN EL CANTANDO!!

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