CAPÍTULO 52

Un rato después, cuando Lali estaba en el cuarto de baño aplicándose el maquillaje para la función, la sensación de bienestar se evaporó. No importaba lo que ella quisiera creer, no habría verdadera intimidad entre ellos si Peter guardaba tantos secretos.

—Peter: ¿Quieres tomar un café antes de que salgamos a mojarnos? —gritó él.

Lali guardó el lápiz de labios y salió del cuarto de baño. Peter estaba apoyado en el mostrador con sólo los vaqueros y una toalla amarilla colgando del cuello. Ella metió las manos en los bolsillos del albornoz.

—Lali: Lo que quiero es que te sientes y me digas a qué te dedicas cuando no viajas con el circo.

—Peter: ¿Ya estamos con eso otra vez?

—Lali: Más bien seguimos con ello. Ya basta, Peter. Quiero saberlo.

—Peter: Si es por lo que acabo de hacer...

—Lali: Eso ha sido una tontería. Pero no quiero más misterios. Si no eres médico ni veterinario, dime, ¿qué tipo de doctor eres?

—Peter: Puede que sea dentista.

Peter parecía tan esperanzado que Lali casi sonrió.

—Lali: No eres dentista. Ni siquiera utilizas la seda dental todos los días.

—Peter: Sí que lo hago.

—Lali: Mentiroso, como mucho cada dos días. Y, definitivamente, no eres psiquiatra, aunque estás neurótico perdido.

Él cogió la taza de café del mostrador y se quedó mirando el contenido.

—Peter: Soy profesor universitario, Lali.

—Lali: ¿Que eres qué?

Peter la miró.

—Peter: Soy profesor de historia del arte en una pequeña universidad privada de Connecticut. Ahora mismo he cogido una excedencia.

Lali se había imaginado muchas cosas, pero no ésa. Aunque, si lo pensaba bien, tampoco debería asombrarse tanto. Él había dejado caer pistas sutiles. Recordó que Alai le había dicho que Peter la había llevado a una exposición y le había comentado los cuadros. Y había muchas revistas de arte en la caravana, aunque ella había pensado que se las habían dejado los anteriores inquilinos. Además, estaban las numerosas referencias que Peter había hecho a pinturas famosas.

Se acercó a él.

—Lali: ¿Y por qué tanto misterio?

Peter se encogió de hombros y tomó un sorbo de café.

—Lali: A ver si lo adivino. Es por el mismo motivo por el que usamos esta caravana, ¿no? ¿La misma razón por la que escogiste vivir en el circo en vez de otro sitio? Sabías que estaría más cómoda con un profesor universitario que con Peter el Cosaco, y no querías que estuviese a gusto.

—Peter: Quería que te dieras cuenta de lo diferentes que somos. Trabajo en un circo, Lali. Peter el Cosaco es una parte muy importante de mi vida.

—Lali: Pero también eres profesor universitario.

—Peter: En una universidad pequeña.

Lali recordó la raída camiseta universitaria que a veces se ponía ella para dormir.

—Lali: ¿Estudiaste en la Universidad de Carolina del Norte?

—Peter: Hice prácticas allí, pero me licencié y doctoré en la Universidad de Nueva York.

—Lali: Me cuesta imaginarlo.

Peter le rozó la barbilla con el pulgar.

—Peter: Esto no cambia nada. Todavía diluvia, tenemos una función que hacer y estás tan hermosa que lo único que quiero es quitarte el albornoz y volver a jugar a los médicos.

Lali se obligó a dejar de lado las preocupaciones y a vivir el presente, al menos de momento.

Continuará...

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Hola chicas!! ^-^

bueno... emm les dejo el primer capítulo de esta maratón!... que ya se están haciendo permanentes no?? jiji

+30 firmitas y massssssssssssssss!!