Bien, bien. Iban a jugar. Ella jugaría también. De hecho,
así era mejor. Cuanto más intentara resistirse Peter, peor se lo haría pasar.
Lali se apartó de la mesa de billar, tomó el taco y
después recorrió el borde del escote de su camiseta con las puntas de los
dedos, como si tuviera calor. No se le escapó que Peter dirigía la mirada
exactamente al lugar que ella quería.
—Lali: Bueno, gracias, Peter —le dijo—. Agradezco tu
preocupación.
Él apretó los dientes, y Lali se dio cuenta de que
apretaba las mandíbulas.
—Peter: No tienes que agradecérmelo. De hecho —añadió
él—, si ya quieres marcharte, te llevaré a casa. Me aseguraré de que llegas a
salvo.
Lali sonrió, pese a las ganas que tenía de romperle el
taco en la cabeza. En vez de eso, le puso la palma de la mano en el pecho y
sintió los latidos de su corazón.
—Lali: Eso es muy amable por tu parte —le dijo
suavemente—. Pero no, gracias, todavía no quiero marcharme.
—Peter: No quieres...
—Lali: Mira, ahora que has asustado a mi compañero de
billar, ¿no te apetecería jugar conmigo un rato?
Él frunció el ceño.
—Peter: ¿Jugar contigo?
Ella chasqueó los dedos ante sus ojos vidriosos.
—Lali: Al billar, Lanzani. ¿Quieres jugar conmigo al
billar?
—Peter: Sí, claro. Al billar —balbuceó. Se pasó ambas
manos por la cara, volvió a mirarla y parpadeó como si estuviera intentado
aclararse la visión—. Sería mejor que nos fuéramos y...
—Lali: Oh, si no te apetece no te preocupes, ve a casa
—respondió ella, y paseó la mirada por la habitación, como si estuviera
buscando un contrincante distinto de entre todos los hombres del bar—. Yo
encontraré a otra persona para jugar.
—Peter: Eso seguro —murmuró él—. Mira, Lali, no creo que
debas quedarte aquí sola esta noche. Y menos así vestida...
Ella arqueó de nuevo una ceja, y dio unos golpecitos con
el pie en el suelo. A su alrededor, la gente se reía y hablaba, y unas cuantas
parejas bailaban en la pista. Lali no le prestó atención a nada de todo
aquello.
—Lali: ¿Cómo? —preguntó—. ¿Cómo voy vestida, exactamente?
¿Bien? ¿Mal?
Peter frunció de nuevo el ceño.
—Peter: Diferente.
Lali se volvió para esconder la sonrisa que no había
podido reprimir, mientras se felicitaba mentalmente por el éxito. Misión
cumplida. Peter Lanzani se había dado cuenta de que no todo era como él pensaba.
De hecho, si se hubiera percatado aún más, estaría en mitad de un charco de
baba. Tuvo una sensación de poder que nunca había experimentado y quiso
conservarla.
Era una sensación embriagadora para ser un amigote.
Tomó el triángulo para colocar las bolas sobre la mesa y
lo colocó sobre el tapiz verde. Sin mirar a Peter, le dijo:
—Lali: No nací con un mono, ¿sabes?
—Peter: Claro, ya lo sé —dijo él, y metió la mano por la
esquina de la mesa para sacar un puñado de bolas—. Es sólo que...
Lali suspiró y murmuró algo entre dientes. Bien, había
pensado en sorprenderlo, pero aquello era ridículo. Era como si estuviera
mirando a un perro que acababa de aprender a hablar. ¿Cómo iba a seducirlo y
conseguir que perdiera aquella estúpida apuesta si no podía conseguir que pasara
de estar asombrado a estar hambriento?
Ella se irguió y se acercó a él.
—Lali: Mira —le dijo—, yo quiero jugar al billar. Si no
te apetece jugar, se lo pediré a Mike, o alguno de los chicos, y...
—Peter: Deja a los demás fuera de esto —farfulló,
mirándola fijamente—. Yo jugaré contigo.
—Lali: Está bien. Nos apostamos veinte dólares en cada
partida. A ocho bolas.
—Peter: De acuerdo.
—Lali: Entonces —dijo ella, mientras pasaba al otro lado
de la mesa—, empieza.
—Peter: Sí, señora.
Peter no podía quitarle los ojos de encima.
Demonios, ¿quién habría pensado que la pequeña Lali Espósito
tenía armas escondidas?
Y, Dios, sí que tenía buenas armas. Los pechos empujaban
juguetonamente contra la camiseta ajustada. Cuando caminaba, el balanceo de sus
caderas hacía que se le subiera aquella falda tan corta que apenas cubría. Y
las piernas. Dios santo, qué piernas.
A Peter se le cayó una de las bolas de billar y tuvo que
agacharse a recogerla. Aquello le dio una buena perspectiva desde la que
contemplar aquellas piernas asombrosas mientras ella se alejaba. ¿Y por qué
nunca se había dado cuenta de que las curvas de su trasero eran tan preciosas?
¿Cómo era posible que no se hubiera dado cuenta de nada?
Tenía el cuerpo entero tan rígido como una tabla. Sentía
calor y ansiedad, y estaba a punto de perder el control. Había sido un error ir
al bar. Antes de entrar lo sabía, y en aquel momento estaba seguro. Pero si no
lo hubiera hecho, era posible que nunca hubiera conocido aquel lado de Lali.
Aquel lado que estaba haciendo que le resultara difícil
andar. De repente, deseó que sus vaqueros fueran mucho más sueltos.
Y, mientras pensaba aquello, se incorporó, agarrando la
bola con tanta fuerza que podría haberla reducido a polvo. «Es Lali», se
recordó. Su amiga. Su colega. La miró, y notó que se le encogía la garganta.
Sus ojos marrones eran más grandes aquella noche. Tenía una boca comestible. Y
su piel blanca y suave de un aspecto igualmente apetecible.
Oh, Dios.
Ella lo estaba mirando con curiosidad, y él lo entendía.
Demonios, llevaban siendo amigos dos años, y él nunca había tartamudeado en su
presencia. De la misma forma que nunca se había fijado en que sus pechos tenían
el tamaño perfecto para llenar la palma de la mano de un hombre.
Demonios.
Ella tenía el taco en la mano izquierda, y
distraídamente, estaba acariciándolo de arriba abajo, tocando delicadamente la
madera brillante y consiguiendo que Peter se preguntara cómo sería sentir
aquellos dedos en su propio cuerpo.
«Contrólate, Lanzani». Su voz sonó en un susurro grave,
lo suficientemente suave como para que la música rock lo sofocara. Al menos,
eso esperaba Peter. No quería que Lali supiera que le estaba resultando muy
difícil limitarse a mirarla.
«Sólo es la apuesta».
Eso era.
Sin embargo, él se sentía rígido, frustrado, caminando al
borde de la cordura.
Pero, Dios, ella estaba tan guapa...
—Lali: ¿Cuánto tiempo vas a tardar en colocar las bolas?
—le preguntó.
Peter se estremeció y la miró.
—Peter: Un poco de paciencia, por favor.
Ella se rió.
—Lali: ¿Tú? ¿Paciente?
Lali continuaba acariciando su taco y él tuvo que apartar
la mirada. Sin embargo, mirarla a los ojos no mejoró mucho las cosas. Peter
apretó los dientes.
—Peter: Yo puedo ser muy paciente cuando es necesario
—replicó. Como en aquel momento. Había sido un mes muy largo, aquella estúpida
apuesta con sus hermanos lo estaba volviendo loco. Pero él tenía paciencia,
aunque Lali no se lo creyera. Y conseguiría superar los dos meses siguientes.
Siempre y cuando ella no se inclinara de nuevo sobre la
mesa.
—Lali: ¿De veras? —ella ladeó la cabeza, y la melena le
cayó de nuevo por la espalda—. ¿Qué tal eres jugando al billar?
Él colocó las bolas sobre el tapete y después colgó el triángulo
en su clavo de la pared. Después, se encogió de hombros.
—Peter: Tira de una vez, y averigüémoslo.
Ella asintió.
—Lali: Veinte dólares la partida.
—Peter: Apuestas fuerte.
—Lali: ¿Qué pasa? —dijo ella, con una sonrisita—. ¿Tienes
miedo?
Bueno, aquello fue una ayuda. Su dignidad consiguió
imponerse a las hormonas.
—Peter: Pues claro que no. Puedo ganarte.
—Lali: ¿De verdad?
Lali no esperó la respuesta. Se inclinó sobre la mesa,
alineó su taco y lo movió entre los dedos mientras apuntaba el tiro.
Desgraciadamente, aquello le dio a Peter oportunidad más
que suficiente para apreciar la vista de sus pechos, que prácticamente se
salían por el escote de la camiseta.
Y entonces, supo de repente lo que quería hacer.
Quería llevársela a una habitación.
Colocarla sobre una superficie plana.
En la maldita mesa de billar.
Se pasó la mano por el rostro y estuvo a punto de
abofetearse. Deseaba a Lali. En aquel mismo momento. Más de lo que nunca
hubiera deseado nada en su vida.
Lo único que lo detenía era que estaba muy seguro de que
aquello no funcionaría. Sólo porque él estuviera actuando como un perro en
celo, ella no tenía por qué sentirse de la misma manera. Y lo único peor que
perder la apuesta con sus hermanos sería perder la apuesta y que Lali le dijera
«gracias, pero no, gracias».
Ella hizo un movimiento seco con el taco y el triángulo
de bolas se esparció por la superficie verde de la mesa. Después, miró hacia
arriba y sonrió, y a Peter se le cortó el aliento.
—Lali: ¿Estás seguro de que quieres arriesgar tus veinte
dólares? —le preguntó, burlonamente.
—Peter: No tengo miedo de los desafíos —replicó él, con
ambas manos apoyadas en el borde de cerezo de la mesa—. ¿Y tú?
—Lali: Oh, no te
preocupes por mí, Peter. Confía en mí, estoy a la altura del reto.
—Peter: ¿Sí? —le preguntó él—. Y después de que te haya
ganado los veinte dólares, ¿qué nos vamos a apostar?
Lali se preparó para su siguiente tiro.
—Lali: Estoy segura de que se nos ocurrirá algo.
Continuará...
___________________________________
+15 FIRMAS Y LES SUBO OTRO CAP!! :D
MASSSSSSSSSSSSSSSSS
ResponderEliminarMASSSSSSSSSSSS
ResponderEliminaraaaaaaaa increible la novela! ya estaba esperando que subas mas jejeje
ResponderEliminarMASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
ResponderEliminarnoveeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarnoveeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarnoveeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarsos una genia escribiendo!!
ResponderEliminarnove nove nove nove nove nove nove
ResponderEliminarnovelaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
ResponderEliminaramo tus novelas!
ResponderEliminarME ENCANTO EL CAP!
ResponderEliminarahhhh no seas asiiiii!!! Ya en breve me voy a acostar!!! Publica el otro porfa!!! Amooooo tus noves eres una genia totalll!!!! :D
ResponderEliminarnaaaaaa esta demasiado buenaaa :D
ResponderEliminarsube mass :D
ResponderEliminarnoveeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarnove nove novelaaaaaa!
ResponderEliminarsos grosaaaaaaa
ResponderEliminarm habia perdido los caps de ayer y hoy y uffff fue de lo mejor leerlos seguido jajajajja
ResponderEliminarotro :D
ResponderEliminarmuero por otro cap :D
ResponderEliminarJajaja esta genial pobre peter q tortura :0 jajajaj mas mas mas
ResponderEliminarMas mas mas mas mas me encanta
ResponderEliminarNove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove
ResponderEliminarNove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove
ResponderEliminarNove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove
ResponderEliminarNove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove
ResponderEliminarmassssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarnoveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarNove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove
ResponderEliminarmasssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarnoveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarNove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove Nove
ResponderEliminarsi continuan asi, terminan en el tavolo de billar, de eso no cabe duda!
ResponderEliminarQuiero maaas noveeeeeeee
masnovelaa.... hay me encantoooo.. mas mas porfas
ResponderEliminarjajaj lali es una capa!!!
ResponderEliminarmassss
esto está q arde,nada como una mujer herida buscando venganza y encima conociendo el punto débli de él !Corre con ventaja!
ResponderEliminarmás!!
ResponderEliminarMe encanta como lo provoca,esta hecho un baboso.
ResponderEliminarJAJAJAJAJAJAJA es verdad esta como un perro en celo!!!! JAJAJAJAJ ME RE GUSTA ESTA NOVE @LuciaVega14
ResponderEliminar