CAPÍTULO 85

—Lali: ¡Peter!

Él alzó la cabeza del motor de la grúa con rapidez en cuanto oyó la voz de Lali gritando su nombre y sonando exactamente igual que solía hacerlo. Se sintió esperanzado. Quizás aún no se había acabado todo. Tal vez Lali no quiso decir lo que dijo dos noches atrás y no tendría que llevarla al aeropuerto esa misma tarde.

Arrojó al suelo la llave inglesa que estaba usando y se volvió para mirarla. Sus esperanzas se desvanecieron en cuanto vio la expresión de su esposa.

—Lali: ¡Sinjun no está! Han descargado a todos los animales y él no estaba entre ellos. También falta Trey.

Nico salió desde detrás de la grúa donde estaba intentando ayudar a Peter.

—Nico: Seguro que es cosa de Euge. Me apuesto lo que sea.

La cara de Lali palideció de ansiedad.

—Lali: ¿Te ha comentado algo?

—Nico: No, pero se ha comportado como una verdadera arpía estos dos últimos días.

Lali miró a Peter y, por primera vez desde que la había ido a buscar al zoológico de Chicago, él sintió que lo miraba de verdad.

—Lali: ¿Sabías algo de esto?

—Peter: No, no me ha dicho nada.

—Nico: Sabe lo que sientes por ese tigre —dijo Nico. —Supongo que lo ha vendido a tus espaldas.

—Lali: Pero no puede hacer eso. ¡Es mío! —se mordió el labio como si se diera cuenta de que lo que había dicho no era cierto.

—Nico: Antes fui a ver a Euge, pero había desaparecido. Fue Shorty quien trajo su RV, pero el Cadillac no estaba por ningún lado.

Lali cerró los puños.

—Lali: Le ha hecho algo terrible a Sinjun. Lo sé.

Peter quiso consolarla, pero sospechaba que Lali tenía razón.

—Peter: Haré algunas llamadas a ver si averiguo algo. ¿Por qué no hablan con los empleados por si alguien sabe algo?

Pero nadie sabía nada. Durante las dos horas siguientes hablaron con todos y sólo descubrieron que nadie había visto a Euge desde la tarde anterior.

Lali estaba cada vez más histérica. ¿Dónde estaba Sinjun? ¿Qué había hecho Euge con él? Había descubierto bastantes cosas sobre el tráfico ilegal de animales viejos del circo, sabía que era improbable que el tigre acabara en un zoo. ¿Qué le ocurriría a su tigre?

Se hizo tarde para llevar a Lali al aeropuerto. Peter había insistido en que ella se quedara con su padre hasta decidir lo que quería hacer, pero ahora eso no tenía importancia.

Pasó junto al Lexus gris con matrícula de Connecticut —otra muestra más de lo culpable que se sentía Peter— y se sentó en la parte trasera de la camioneta que la había trasladado durante todo el verano hasta llegar a esa desolada noche de octubre. Desde allí, observó el recinto.

Pasó la primera función y luego la segunda. La gente llegó y se fue. Aquel lugar era la última parada antes de poner rumbo a Tampa. De nuevo los empleados del circo habían ido al pueblo junto con algunas de las showgirls y el recinto estaba desierto. Tenía frío, pero esperó a que Peter se hubiera cambiado de ropa y se marchara a atender a Misha para regresar a la caravana.

Desde la puerta vio su maleta, que yacía olvidada encima de la cama. Se acercó a ella mientras se quitaba la vieja sudadera gris. Tras terminar de desnudarse en silencio, comenzó a recolocar la ropa vacilando ante el desordenado cajón donde Peter guardaba la suya. Se arrodilló, deprimida, y abrió el último cajón. Apartó a un lado los vaqueros de Peter para ver lo que sabía que estaba oculto debajo: un sonajero barato de plástico, un patito amarillo, una caja de galletas con forma de animales, un babero con la imagen de un conejo y un ejemplar de un libro del doctor Spock.

Había descubierto todo esos objetos unos días antes cuando estaba buscando otra cosa; Peter nunca los había mencionado. En ese momento tocó el sonajero con la punta de un dedo e intentó imaginar por qué razón había comprado todo eso. Si pudiera permitirse creer que...

No. No podía pensar eso, tenía demasiado que perder.

Cerró el cajón y, cuando regresaba a la camioneta, vio el Cadillac de Euge aparcado al lado de la RV y oyó gritos en el interior del circo. Peter también los había oído y se acercó a la vez que ella. Se encontraron en la puerta trasera.

—Peter: Quizá sería mejor que esperaras aquí —dijo él.

Lali lo ignoró y entró.

Continuará...

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perdón por tardar no los tenía preparados estos caps!! :D

HOY TERMINAMOS LA NOVE!!

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